¿Cuál es la diferencia entre los profetas?
Surge la pregunta de que si existen tantos profetas de Dios enviados a todos los pueblos del mundo, en diferentes partes y en distintas épocas, ¿tienen todos acaso la misma autoridad divina? Según el Santo Corán, todos los Profetas pertenecen a Dios, y por tanto, en lo que se refiere a su autoridad divina, ejercen su autoridad con la misma fuerza y capacidad. Nadie posee el derecho a discriminar a un profeta frente a otro. En lo referente a la autenticidad de su mensaje, todos los Profetas son iguales. Esta actitud del Islam hacia otras religiones y sus Fundadores, así como a sus Profetas menores, puede funcionar como factor importante de unión y consolidación entre distintas religiones. El principio de que la autenticidad de la Revelación de cada Profeta posee el mismo estatus, puede emplearse como fuerza unificadora poderosa que acerque a religiones diversas. Esto transforma la actitud de hostilidad hacia la revelación de Profetas de otras religiones en una actitud de respeto y reverencia. Es, de nuevo, la posición clara y lógica mantenida por el Santo Corán:
Este Mensajero, el Santo Fundador del Islam, cree en lo que le fue revelado procedente de su Señor, y también los creyentes; todos ellos creen en Al-lah; y en Sus ángeles, y en Sus Libros, y en Sus Mensajeros, diciendo: “No hacemos distinción entre ninguno de Sus Mensajeros. Y dicen: “Hemos oído y somos obedientes….” (C.2: Al-Baqarah: 286)
Este tema se repite en otros versículos del Santo Corán. Por ejemplo:
En verdad, quienes no creen en Al-lah y en Sus Mensajeros e intentan hacer distinción entre Al-lah y Sus Mensajeros, y dicen: “Creemos en algunos de ellos y no creemos en otros” e intentan tomar un camino intermedio, éstos son en verdad los incrédulos; y hemos preparado para los incrédulos un castigo humillante. Mas quienes creen en Al-lah y en todos Sus Mensajeros y no hacen distinción alguna entre ellos, a éstos les daremos pronto sus recompensas. Pues Al-lah es el Mayor Perdonador y Misericordioso. (C. 4: Al-Nisa: 151-153)