El líder de la Comunidad Musulmana Ahmadía pronuncia un discurso inspirador en la 45.ª Lajna Imaillah UK Ijtema
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

El líder de la Comunidad Musulmana Ahmadía pronuncia un discurso inspirador en la 45.ª Lajna Imaillah UK Ijtema

Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la sociedad – Líder de la Comunidad Musulmana Ahmadía

“Que no quepa duda de que cuando las bendiciones de Dios descienden sobre una persona, es como la lluvia pura que cae abundantemente del cielo, revitalizando incluso la tierra más árida y estéril, transformándola en un vibrante tapiz de exuberante vegetación.” – Hazrat Mirza Masroor Ahmad

El 28 de septiembre de 2024, el Jalifa V del Mesías, Su Santidad Hazrat Mirza Masrur Ahmad, pronunció un discurso inspirador sobre la fe en la 45.ª Illtima Nacional (Encuentro Anual) de Lallna Imail’lah de Reino Unido, la organización auxiliar femenina de la Comunidad Musulmana Ahmadía.

El evento de tres días, celebrado en Old Park Farm, Kingsley, contó con la asistencia de más de 7240 niñas y mujeres, y sirvió para inspirar a las mujeres musulmanas ahmadíes a fortalecer su fe, participando conjuntamente en diversos programas diseñados para estimular la formación espiritual, moral y educativa.

Durante su discurso, Su Santidad habló de la alta posición de la mujer en el islam y de cómo su papel en la sociedad es fundamental para un mundo armonioso.

Su Santidad afirmó que el materialismo y la mundanalidad dominan el mundo actual, con personas de todas las edades “atrapadas en un ciclo interminable de materialismo y un ansia insaciable de riqueza”.

Por lo tanto, Su Santidad afirmó que es responsabilidad de los musulmanes ahmadíes no solo protegerse a sí mismos, sino también a sus futuras generaciones, reconociendo que “la verdadera salvación reside únicamente en reconocer y someterse a su Creador”.

Al explicar cómo las mujeres, en particular, han sido explotadas en esta búsqueda del materialismo, Hazrat Mirza Masroor Ahmad destacó el ejemplo de las acciones de los Estados y sus agencias de inteligencia.

Hazrat Mirza Masroor Ahmad dijo:

“El dinero, el poder y la búsqueda de riqueza se han convertido en los dioses de esta era, y para asegurar estos falsos ídolos, la gente mundana ha explotado durante mucho tiempo a las mujeres de maneras engañosas y degradantes, reduciéndolas a meros peones para alcanzar sus objetivos materiales. Por ejemplo, las agencias de inteligencia tienen un historial de explotación de mujeres, usándolas como cebo para atraer a los hombres a situaciones comprometedoras. Estas tácticas degradantes se emplean para extraer secretos de estado, información clasificada y forjar acuerdos secretos mediante la coerción”.

Hazrat Mirza Masroor Ahmad continuó y declaró:

“Por lo tanto, a las naciones que afirman estar a la vanguardia de los derechos de las mujeres no les importa degradarlas y utilizarlas para satisfacer sus intereses financieros y políticos. En tales circunstancias, corresponde a las mujeres musulmanas ahmadíes defender los verdaderos derechos de las mujeres, buscando establecer la moral y la virtud en todos los niveles de la sociedad”.

Refiriéndose a cómo las mujeres pueden y deben desempeñar un papel protagónico en la protección del mundo frente a las tendencias materialistas, Hazrat Mirza Masroor Ahmad dijo:

“Quizás se pregunten cómo ustedes, como individuos, pueden salvar el mundo. La respuesta está en empezar desde su propio hogar. Sin duda, las mujeres desempeñan un papel fundamental en sus hogares y tienen el poder de moldear la dinámica familiar. Su influencia en sus esposos, hijos, hermanos y otros familiares les permite actuar como catalizadoras de la paz y la armonía. A la inversa, como esposas, madres, suegras o cuñadas, también tienen el potencial de ser propiciadoras de la crueldad y causantes de divisiones familiares”.

Hazrat Mirza Masroor Ahmad añadió:

“Por lo tanto, utilicen su influencia para cultivar el amor, la paz y la unidad en sus hogares. De igual manera, en la sociedad en general, utilicen su voz, habilidades y capacidades para fomentar la paz y la armonía, en lugar de sembrar la división o la discordia. Con valentía y orgullo, sean un ejemplo de moralidad y verdad”. Su Santidad prosiguió hablando sobre la enorme importancia de la modestia para mantener una sociedad pacífica. Dijo que la mayoría de las mujeres musulmanas ahmadíes comprendían y priorizaban con orgullo la modestia y su vínculo con Alá por encima de las preocupaciones mundanas. Sin embargo, se requería cautela en todo momento para garantizar la estabilidad y la cohesión de la sociedad.

Aconsejando a los musulmanes ahmadíes, Hazrat Mirza Masroor Ahmad dijo:

“El mundo está tan inmerso en la inmoralidad y el vicio que se requiere una cautela suprema y un esfuerzo constante para protegerse… Todo musulmán ahmadí, hombre o mujer, debe esforzarse por preservar su castidad a toda costa. Su objetivo debe ser sobresalir en la rectitud y la bondad, únicamente para alcanzar la complacencia de Dios”.

Hazrat Mirza Masroor Ahmad añadió sobre la importancia de adoptar la piedad:

“Los buenos hábitos y cualidades no deberían ir y venir como el viento. Más bien, cada virtud que adoptemos ya sea relacionada con el cumplimiento de los derechos de adoración a Dios o con el servicio a la humanidad, debería convertirse en una característica permanente de nuestras vidas”.

Su Santidad dijo que, al observar el declive moral de la sociedad, “los corazones de cada miembro de Lajna deberían estar inquietos y llenos de profunda tristeza” y “esforzarse por detener este declive moral y espiritual”.

Recordando a las mujeres musulmanas ahmadíes su inmensa responsabilidad, Hazrat Mirza Masroor Ahmad dijo:

“Si hoy existen mujeres en el mundo que, voluntaria y alegremente, se desligan de las actividades mundanas por la causa de Dios y se unen para buscar colectivamente el crecimiento espiritual y la excelencia moral, esas mujeres deberían ser, sin duda, mujeres musulmanas ahmadíes. Y, por la gracia de Dios, en muchas mujeres musulmanas ahmadíes de todo el mundo se inculca la piedad, la sinceridad y la bondad. Se abstienen del mal y de las malas acciones. Son firmes en la fe y poseen conocimiento religioso. Son inteligentes y sirven a la Comunidad Musulmana Ahmadía y a la sociedad en general con sinceridad y devoción”.

Advirtiendo a los musulmanes ahmadíes, Hazrat Mirza Masroor Ahmad dijo:

“Sin embargo, Satanás acecha en las sombras en todo momento, listo para atacar. Busca aprovechar cualquier momento de debilidad para sembrar división y desviar a la gente del camino de la verdad y la moralidad. Por lo tanto, su enfoque en alcanzar la rectitud no debe limitarse a los tres días del Illtima ni a algunas otras ocasiones durante el año. En cambio, su camino hacia la excelencia espiritual y moral es una búsqueda de toda la vida, no un esfuerzo estacional. Busquen siempre aquellas virtudes que les permitan acceder a los tesoros de la gracia y las recompensas de Dios”.

Su Santidad continuó describiendo los atributos clave de una mujer creyente, tal como se mencionan en el Sagrado Corán. Su Santidad dijo que las mujeres creyentes son aquellas que rechazan toda forma de Shirk (asociar copartícipes a Alá). Sin embargo, el Shirk puede ocurrir sin darse cuenta, por lo que Su Santidad aconsejó a las mujeres musulmanas ahmadíes que se mantengan vigilantes y se cuiden incluso de las formas más sutiles de Shirk, aumentando su adoración a Dios.

Hablando sobre cómo protegerse, Hazrat Mirza Masroor Ahmad dijo:

“Deben reflexionar sobre los Atributos individuales de Alá y comprenderlos, y ser constantes en el Zikr-e-Elahi (el recuerdo de Dios). Al mantener firmemente presentes los Atributos de Dios, erigirán un escudo espiritual contra las diversas formas de Shirk que pueden infiltrarse en el corazón y la mente de una persona”.

Como medida adicional de protección, Su Santidad recordó a los asistentes que, en su reciente sermón del viernes, instó a los musulmanes áhmadis a invocar bendiciones sobre el Santo Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él) y a buscar el perdón de Dios tanto como sea posible, lo cual los protegerá de Satanás y llenará sus corazones con el amor de Dios.

Su Santidad dijo que, si bien las mujeres musulmanas áhmadis deben animar a sus hijos a alcanzar la excelencia académica, también deben asegurarse de que adquieran conocimiento religioso e inculcarles el amor por servir al islam. De esta manera, Su Santidad dijo: “Los frutos de sus nobles esfuerzos se extenderán de generación en generación”. Su Santidad recordó a las mujeres musulmanas ahmadíes que, en su juramento, se comprometen a obedecer al Califa de la época en todas sus decisiones sobre el Maruf. Al definir el término maruf, Hazrat Mirza Masroor Ahmad dijo:

“En realidad, maruf significa y exige que cumplan y actúen según los mandatos de Dios Altísimo y del Santo Profeta del islam (la paz y las bendiciones sean con él). Requiere que actúen fielmente según todas las enseñanzas del Mesías Prometido (la paz y las bendiciones sean con él), que son una fuente de iluminación perpetua para la humanidad. Y requiere que actúen según las instrucciones y la guía que, en esta era, el Jalifa del momento da a los miembros de la Yamaat, a la luz de las enseñanzas de Dios Altísimo y del Santo Profeta (la paz y las bendiciones sean con él).

Resalta un mandamiento del Sagrado Corán, Su Santidad dijo que este ordena la importancia de decir la verdad.

Hazrat Mirza Masroor Ahmad instó a Lajna Imaillah a prestar especial atención a alentar a los miembros de Lajna a apegarse siempre a la verdad:

“Ya sea intencional O ingenuamente, a veces la gente dice medias verdades o de forma engañosa. Esto es incorrecto y un pecado. Nunca se debe hablar de forma que engañe a los demás en ningún sentido. Por lo tanto, si el departamento de Lajna Tarbíat realiza un esfuerzo conjunto para fomentar en Lajna y Nasirat el inmenso valor de la veracidad, puede desencadenar una profunda transformación espiritual y moral. De hecho, creo que, si todos los miembros de Lajna cultivan el hábito de hablar y actuar con honestidad, más de la mitad de las debilidades y deficiencias que existen, tanto a nivel personal como colectivo, serán erradicadas.

Su Santidad también mencionó otros vicios, descritos en el Sagrado Corán, que los musulmanes áhmadis deben evitar, como la calumnia (similar a comer la carne de un hermano muerto), burlarse o insultar a otros, los celos, o hablar y actuar de forma que incite a la mala voluntad y al desorden en la sociedad.

Hazrat Mirza Masroor Ahmad dijo:

“Recuerden siempre que nuestra misión es crear una sociedad pura y justa que sea un medio de paz y seguridad para el mundo, llena de amor y compasión”.

Recordando a los musulmanes áhmadis la bendición de estar unidos bajo el Jalifato, Hazrat Mirza Masroor Ahmad dijo:

“Consideren siempre un gran favor de Dios Altísimo que se encuentren entre esas personas afortunadas que, en cumplimiento de la promesa de Dios Altísimo, están unidos bajo la sombra del Jalifato Ahmadía. Como dije antes, se han comprometido con Dios Altísimo a acatar cualquier decisión del maruf del Jalifa del momento. Por lo tanto, como miembros de Lallna Imail’lah, esforzáos siempre por fortalecer su relación con el Jalifato y actuad según las instrucciones y decisiones del Jalifa del Mesías. Nunca permitáis que entre en vuestras mentes ningún pensamiento contrario a las instrucciones del Jalifato. “Nunca muestres ninguna forma de hipocresía”.

Hazrat Mirza Masroor Ahmad dijo:

“Permanecer firmemente apegados al Jalifato, si Dios quiere, asegurará eternamente la unidad y el progreso de nuestra Comunidad. Asimismo, allanará el camino para el desarrollo espiritual de cada ahmadí y abrirá la puerta a las innumerables bendiciones divinas de Dios Altísimo. Que no quepa duda de que cuando las bendiciones de Dios descienden sobre una persona, es como la lluvia pura que cae abundantemente del cielo, revitalizando incluso la tierra más árida y estéril, transformándola en un vibrante tapiz de exuberante verdor. Y así, por la Gracia y la Benevolencia de Dios, en esta vida, si Dios quiere, obtendrán verdadero consuelo y alegría de sus hijos y de las generaciones futuras, ya que priorizarán su fe sobre todos los asuntos mundanos”.

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