
Transcripción oficial del discurso de clausura de Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía (aba) en el I’lltema nacional Waqifaat-e-Nau del Reino Unido 2025
Después de recitar Tashahhud, Ta’awwuz, y Sura al-Fatihah, el Jalifa V del Mesías Prometido (aba) dijo:
“Con la gracia de Al’lah, hoy se celebra la reunión anual del Waqifaat-e-Nau del Reino Unido. Espero y rezo para que este evento resulte bendecido en todos los sentidos y sirva como medio de beneficio a largo plazo para todas vosotras.
Las Waqifaat-e-Nau está formada por niñas y mujeres ahmadíes que han nacido con la intención de ser consagradas, en el sentido de que sus padres han consagrado sus vidas al servicio de su fe incluso antes de que nacieran. Ahora al llegar a la madurez, todas vosotras habéis reafirmado ese profundo compromiso y habéis hecho que este pacto sea vuestro.
Por lo tanto, desde el principio, deseo dejar claro que las Waqifaat-e-Nau no sois una parte menor o insignificante de la Comunidad. En verdad, cada una de vosotras es increíblemente importante y de inmenso valor, ya que sois las mujeres y niñas que, en esta era, os habéis comprometido a asumir la responsabilidad de practicar y propagar las verdaderas enseñanzas del islam. Por ello, las obligaciones y responsabilidades que tenéis con vuestra fe seguirán creciendo a lo largo de vuestras vidas como una ola gigantesca.
Juntas, como Waqifaat-e-Nau, tenéis el potencial de influir profundamente en el mundo que los rodea e inspirar a las generaciones venideras.
En el pasado, conocí muchas de las Waqifaat-e-Nau cuando eran pequeñas, y me dirigía a ellas según su edad y comprensión. Sin embargo, ahora, con la gracia de Al’lah, muchas de esas mismas personas aparecéis ahora ante mí como adultas. De hecho, muchas de vosotras ya estáis casadas y tenéis hijos que también forman parte del programa Waqf-e-Nau. Si bien esto es una manifestación de las bendiciones de Al’lah, también debería llamar la atención de cada miembro del programa Waqf-e-Nau a reflexionar sobre sus deberes.
Comprended que, con cada paso que dais hacia la madurez, vuestra conexión con la fe también debe profundizarse y madurar, y el peso de vuestras responsabilidades se hará mayor. De hecho, todas vosotras, las mayores, incluso las que habéis cumplido 13 o 14 años, debéis reflexionar sobre el verdadero significado y el alcance de vuestro compromiso. Reflexionad sobre el hecho de que vuestros padres dedicaron vuestras vidas al servicio de la Comunidad Ahmadía y que, al alcanzar la madurez y la comprensión, vosotras, por voluntad propia, habéis abrazado y reafirmado ese compromiso sagrado. Por consiguiente, debéis reflexionar sobre cómo podéis honrar su compromiso.
Si bien algunas jóvenes ahmadíes cursan estudios superiores y profesiones como medicina, ingeniería, docencia o derecho, muchas prefieren quedarse en casa después del matrimonio.
Estas mujeres no deben pensar que el hecho de que no ejercen ninguna profesión les impide servir a la sociedad y a la Comunidad o cumplir con las responsabilidades de su waqf [consagración a la fe]. Más bien, cuidar de vuestros hijos, criarlos en la rectitud y con un profundo amor por Dios, y asegurar que vuestro hogar brille como un faro de luz islámica, es la esencia misma de ser miembro de Waqf-e-Nau. De hecho, esta es la responsabilidad de toda madre ahmadí.
Es más, aquellas de vosotras que habéis dedicado vuestras vidas a la fe, debéis saber que el deber de educar y guiar moralmente a vuestros hijos es una tarea ardua. Recordad que vuestros hijos siempre os observan con interés, así que permitidles ver virtud y sinceridad en cada una de vuestras acciones. Sobre todo, vuestros hijos deben aprender de vosotras a forjar una fuerte conexión con Al’lah y comprender por qué esto es tan importante. Deben aprender el valor imprescindible de buscar la cercanía de Al’lah y cómo Él, en Su benevolencia, escucha las oraciones de quienes se acercan a Él. Al dar un ejemplo piadoso a vuestros hijos y alcanzar la cercanía de Dios Altísimo, cumpliréis con los verdaderos objetivos de vuestro waqf.
Así pues, hay que hacer un esfuerzo siempre por encarnar las enseñanzas y prácticas del Santo Profeta (sa), que, en esta era, nos ha enseñado el Mesías Prometido (as). De hecho, en numerosas ocasiones, el Mesías Prometido (as) declaró que su misión era revivir las enseñanzas verdaderas y originales del islam e inspirar a la gente del mundo a seguir el ejemplo perfecto del Santo Profeta (sa).
Además, afirmó que Dios lo había enviado con dos objetivos principales. Primero, establecer de nuevo el principio del monoteísmo, la Unidad de Dios en el mundo. En segundo lugar, que los miembros de nuestra Comunidad deben dar siempre un ejemplo de amor y compasión, e iluminar el camino hacia la salvación espiritual para toda la humanidad. Expresó su sincero deseo de que los ahmadíes se distingan de los demás buscando constantemente la recompensa y la complacencia de Al’lah, siguiendo Sus mandamientos.
Como modelo para la Comunidad, el Mesías Prometido (as) presentó el ejemplo de los benditos Compañeros del Santo Profeta (sa), quienes, al aceptar el islam, abandonaron todas las prácticas y costumbres inmorales sin dudar ni un instante. En lo más profundo de sus almas, se produjo un despertar espiritual y, como resultado, llegaron a personificar la compasión, la gracia y la misericordia. Su humanidad y benevolencia no conocieron límites.
En consecuencia, a la vez que lograron sobresalir en buenas obras y alcanzar la cercanía de Dios, también pudieron inspirar una revolución espiritual en la sociedad. Así, con el tiempo, las enseñanzas del islam se difundieron ampliamente. Así pues, como Waqifaat-e-Nau, independientemente de vuestro nivel de educación o formación profesional, nunca subestiméis vuestro verdadero valor y potencial.
Si demostráis los más altos estándares morales y de conducta dentro de vuestros hogares, no sólo será un medio para cultivar una moral excelente y una fe firme en vuestros hijos, sino que también servirá como un medio poderoso para el tabligh [Propagación]. Vuestro buen hacer, integridad, modestia y palabras sinceras servirán como un imán, atrayendo hacia vosotras los corazones y las mentes de las personas de buen carácter. Después, cuando recéis por Su buena guía, Al’lah escuchará y aceptará vuestras oraciones. De esta manera, insha’lah [Si Dios quiere], os convertiréis en la puerta de entrada para que muchas personas abracen el islam. Además, vuestras palabras, acciones y elevada moral servirán para invalidar las falsas críticas o acusaciones que se dirigen habitualmente contra el islam.
De ahí en adelante, no penséis que podéis cumplir con las exigencias de vuestra promesa simplemente dedicando unas cuantas horas de vuestro tiempo al Comunidad o a Lallna [organización auxiliar de mujeres ahmadíes] cada semana. En cambio, como Waqifaat-e-Nau, no solo debéis aseguraros de que vuestros hogares reflejen y ejemplifiquen los valores del islam, sino también de desempeñar vuestro papel en la propagación de vuestras enseñanzas a vuestras amigas, compañeras y a quien sea que esté a vuestro alcance.
Del mismo modo, las jóvenes que aún cursáis estudios universitarios, no debéis pensar que vuestro único objetivo es obtener una buena educación. Por supuesto, obtener una educación es de vital importancia. Es un medio para vuestro progreso y desarrollo personal. También debéis empoderaros para servir a la Comunidad con competencia y esto os dará la confianza y la capacidad para defender y propagar el islam con lógica y razón.
Además, vuestra búsqueda del conocimiento servirá como una respuesta contundente a quienes afirman falsamente que el islam no valora la educación ni el empoderamiento de las mujeres y las niñas. Por lo tanto, al progresar en la escuela o la universidad, no penséis que vuestra educación es solo un medio para conseguir trabajo o ganar dinero. Más bien, las estudiantes ahmadíes deben considerar su educación como una oportunidad y una plataforma para difundir las hermosas enseñanzas del islam mediante la excelencia de su carácter y la fortaleza de sus valores morales.
La manera de predicar a vuestros amigos, maestros o personas cercanas a vosotras no es mediante la fuerza ni las palabras duras. Más bien, es a través del amor, la compasión y ejemplificando los valores islámicos de verdad, integridad, bondad y piedad en cada momento de vuestras vidas. Si alcanzáis este alto estándar, cumpliréis con el verdadero espíritu de vuestro waqf.
En este sentido, el Mesías Prometido (as) nos ha dado muchas instrucciones. Por ejemplo, dijo que quien dedica su vida a la fe nunca debe caer en la pereza ni la negligencia. Más bien, debe ser enérgico, competente y estar siempre dispuesto a trabajar. Por lo tanto, como Waqifaat-e-Nau, rezad para que Al’lah os libre de la pereza y os permita servir a vuestra religión con distinción, dedicación y eficacia.
Además, el Mesías Prometido (as) afirmó que quienes lo han aceptado tienen la obligación de garantizar que las señales divinas de Al’lah nunca se desvanezcan ni se pierdan con el paso del tiempo. Así que preguntaros: ¿cómo podéis evitar que las señales de Al’lah se pierdan o se olviden? ¿Cómo podéis demostrar que Al’lah es un Dios vivo?
En pocas palabras, se trata de establecer un vínculo con Él. Se trata de asegurar el cumplimiento de las cinco oraciones diarias en su debido horario y con sincera humildad y devoción. No debéis ofrecer el salat [las cinco oraciones diarias] con prisa como un mero gesto simbólico o para satisfacer a los mayores. Las cinco oraciones diarias llegan a ser obligatorias a partir de los 10 años, y la mayoría de vosotras ya habéis cumplido esa edad. Debéis priorizar las cinco oraciones diarias por encima de todas vuestras tareas y actividades personales.
Cumplir con las oraciones nunca os causará daño ni desventaja alguna. Al contrario, vuestras plegarias os servirán como medio para alcanzar el éxito y la prosperidad continua.
Si se ofrecen las plegarias de manera continua, Dios Altísimo os bendecirá y también protegerá a vuestras futuras generaciones. En este sentido, el Mesías Prometido (as) dijo que, si alguien es piadoso y cumple diligentemente sus obligaciones para con Al’lah y Su adoración, entonces Dios se encargará de satisfacer todas sus necesidades y requerimientos. Nunca debéis pensar que dar prioridad a Al’lah y sacrificar las cosas de este mundo por Él os lleve a la pérdida o al sufrimiento. Dios nunca abandonará a quienes confían en Él y hacen sacrificios por Él. Él os bendecirá, Él bendecirá abundantemente a estas personas, siempre que su adoración sea sincera.
El Mesías Prometido (as) afirma que la adoración debe ser pura y libre de superficialidad y del deseo de impresionar a los demás. Tampoco debemos tratar nuestras oraciones como una carga indeseada o una tarea que realizamos a medias y tratamos de completar lo antes posible. Al’lah no tiene ningún interés en tal tipo de adoración.
Además, el Mesías Prometido (as) ha enfatizado repetidamente la importancia de leer el Sagrado Corán a diario y de esforzarse por actuar conforme a sus enseñanzas supremas y universales. Si adquirís conocimientos del Corán, no solo os permitirá vivir una existencia plena y beneficiosa, sino que también os abrirá las puertas de tabligh porque podréis utilizar la razón, la lógica y el conocimiento en defensa del islam.
Además, si actuáis según los mandamientos del Sagrado Corán, no solo conseguiréis un elevado nivel espiritual y moral y os acercareis a Al’lah, sino que también os permitirá satisfacer todas vuestras necesidades y deseos mundanos. Facilitará la formación moral de vuestros hijos y nietos. Esforzaros, pues, por establecer una relación de fidelidad y lealtad con Dios Altísimo mediante Su adoración y llevar Sus palabras a vuestros corazones.
Todas vosotras debéis recitar el Sagrado Corán diariamente, leer su traducción y a través de la contemplación y el estudio intentar comprender el significado más profundo del texto. Debéis leer los comentarios publicados por la Comunidad. En todos los aspectos de vuestras vidas, procurad siempre asimilar las enseñanzas del islam y actuad conforme a ellas. Tenéis que estar preparadas para cualquier sacrificio que vuestra fe requiera.
El Mesías Prometido (as) expresó su deseo y esperanza de que sus seguidores se esfuercen para tomar como ejemplo a seguir a los Compañeros del Santo Profeta (sa). Es un hecho histórico que, durante la era del Santo Profeta (sa), sus Compañeros realizaron sacrificios monumentales por su fe. Muchos soportaron crueldades y torturas brutales. Algunas musulmanas incluso dieron su vida por la causa del islam, alcanzando así el rango de mártires.
Además, varias Compañeras del Santo Profeta (sa) participaron en guerras y lucharon con gran valentía y coraje. Las mujeres nunca intentaron utilizar su condición femenina para evadir sus responsabilidades, ni se consideraron demasiado vulnerables para defender el islam. Al contrario, demostraron una inmensa valentía y ofrecieron sacrificios extraordinarios por su fe.
Del mismo modo, en esta época, al igual que aquellas primeras heroínas de la fe, las mujeres ahmadíes también han abrazado el martirio, mientras que otras, solamente por ser miembros de la comunidad ahmadía han sido encarceladas en condiciones inhumanas.
Algunas mujeres ahmadíes me escriben expresando su frustración o temor de que los hombres tengan más oportunidades de sacrificarse por su fe o de alcanzar el martirio. En respuesta, les remito a la noble historia de nuestra Comunidad, donde las mujeres ahmadíes han realizado sacrificios excepcionales de forma constante. Por ejemplo, recientemente, extremistas no ahmadíes presentaron una acusación infundada contra una mujer ahmadí en Pakistán. Como resultado, fue encarcelada durante meses antes de ser finalmente puesta en libertad bajo fianza. Soportó esta prueba con una paciencia ejemplar y su fe nunca flaqueó. Como Waqifaat-e-Nau, debéis tratar de emular y seguir estos ejemplos piadosos.
Prepararos para cualquier sacrificio que vuestra fe y religión requieran. Para ello, nunca olvidéis a Dios Altísimo. Esforzaros cada día en fortalecer vuestra conexión con Él. Hay que estudiar el Sagrado Corán y procurar comprender las enseñanzas y los mandamientos de Al’lah. Solo así comprenderéis los verdaderos valores, la esencia y la importancia de hacer sacrificios por vuestra fe. Entonces, cada vez que tengáis la oportunidad de hacer sacrificios por vuestra fe, en lugar de sentir dolor o pérdida, experimentareis una alegría y un verdadero placer. Los sacrificios no parecerán una dificultad, sino una bendición y una oportunidad para acercaros a vuestro Creador.
Además, es fundamental que aumentéis vuestros conocimientos religiosos. Algunos ahmadíes se sienten angustiados cuando se lanzan acusaciones contra el islam y la Comunidad Ahmadía. Sin embargo, si habéis adquirido conocimientos profundos de vuestra fe, no sentiréis ansiosas ni preocupadas. Al contrario, tendréis la capacidad intelectual para responder a cualquier crítica o acusación falsa contra nuestra religión y creencias. Por lo tanto, debéis estudiar el Sagrado Corán y leer los libros del Mesías Prometido (as), muchos de los cuales han sido traducidos al inglés.
Como se suele decir, el conocimiento es poder. Por lo tanto, si poseéis conocimiento religioso, no solo fortalecerá vuestra fe, sino que también os capacitará para responder a los oponentes del islam y guiar a quienes tienen una fe más débil. Os permitirá detener a quienes buscan incitar la división entre miembros de la Comunidad.
Por lo tanto, como miembros del programa Waqf-e-Nau, tenéis que comprender que sois mujeres soldados que sirven en la justa causa del ejército espiritual del islam. No habéis sido llamadas a servir en un campo de batalla físico. Más bien, es un escenario espiritual donde vuestra obligación es cumplir con vuestro deber. Y vuestra tarea es ayudar a la humanidad a entender la verdad y la grandeza de las enseñanzas del islam.
Así pues, incluso más que otras ahmadíes, es vuestro deber estar en la primera línea y estar a la vanguardia de la defensa del islam y del carácter noble del Santo Profeta (sa) para ganar los corazones de la humanidad a través del poder del amor y la bondad.
Ese es vuestra misión.
Ese es vuestro objetivo.
Ese es vuestra promesa.
Recordad, no se puede conseguir nada sin esfuerzo y trabajo duro. Así que, como ya he señalado, no debéis caer nunca en la pereza.
Además, deseo recalcar nuevamente la importancia de profundizar en vuestros conocimientos religiosos. Debéis estudiar el Sagrado Corán y también leer los libros del Mesías Prometido (as). Debéis escuchar los sermones de los viernes del Jalifa de la época y prestar mucha atención a todas sus instrucciones y consejos.
Recordad que el Santo Profeta (sa) dijo que un verdadero creyente es alguien dotado de perspicacia y sabiduría. De modo que, puede refutar cualquier acusación u objeción que se presente contra las verdaderas enseñanzas del islam. Por lo tanto, procurad cultivar la perspicacia para que de este modo podéis fortalecer vuestra conexión con Al’lah, mejorando vuestra comprensión del Sagrado Corán y estudiando los escritos del Mesías Prometido (as).
A medida que aumenten vuestros conocimientos y comprensión religiosa, progresareis naturalmente tanto espiritual como moralmente. Y entonces, sin duda, la benevolencia, el amor y la misericordia de Dios Altísimo descenderá sobre vosotras. Y si alcanzáis a disfrutar del amor de Al’lah, ningún enemigo ni adversario podrá dañaros jamás, y ninguna prueba ni desafío podrá debilitaros o desviaros.
Con estas palabras, ruego a Dios Altísimo que os permita actuar conforme a todo lo que he dicho y lleguéis a ser personas que viven según las verdaderas enseñanzas del islam. Que podáis cumplir vuestros verdaderos objetivos, que es desempeñar un papel destacado en la victoria espiritual del islam que está destinada a llegar, insha’lah.
Finalmente, a las jóvenes presentes, deseo recordaros la importancia de vuestros estudios y vuestra educación. Todas debéis estar decididas a sobresalir en vuestros estudios con la intención de que, si bien vuestra educación os ayudará personalmente, también beneficiará a los demás y a la Comunidad. Además, desde una edad temprana, debéis ser firmes en vuestra fe y nunca tener miedo ni temor de quienes se oponen a vuestras creencias religiosas.
Finalmente, rezo para que cada paso que den las Waqifaat-e-Nau sea en la dirección de Dios Altísimo. Que todas vosotras estéis siempre entre quienes recuerdan a Al’lah constantemente y buscan Su cercanía. Que Dios Altísimo os conceda la capacidad de permanecer siempre leales y obedientes a Él, y de cumplir vuestras promesas de servir a vuestra fe con distinción a lo largo de vuestras vidas. Amin.