Profecía del Hijo Prometido – Estará lleno de conocimiento secular y espiritual
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Profecía del Hijo Prometido – Estará lleno de conocimiento secular y espiritual

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Sermón del viernes del 19-02-21

Pronunciado en la Mezquita Mubarak de Islamabad (Tilford, Surrey), Reino Unido.

Después de recitar el Tashahud, el Ta’awwuz y el sura Al-Fātihah, Hazrat Jalifatul Masih V (aba) dijo:

En nuestra Comunidad, el 20 de febrero se conmemora el día de la profecía de Musleh Ma’ud [el Reformador Prometido]. Hoy diré algunas palabras con relación a esto, ya que mañana es 20 de febrero. Se trata de una profecía extensa que contiene varios atributos del “Hijo Prometido” de Mesihe Ma’ud (as) y que fueron otorgados al Mesías Prometido (as) por Dios Altísimo. Hablaré hoy sobre el siguiente aspecto de la profecía: “Estará lleno de conocimiento secular y espiritual”; y lo haré a la luz de los escritos, discursos, etc. del propio Hazrat Musleh Ma’ud (ra). Esto, hasta cierto punto, también arrojará luz sobre otro aspecto de la profecía: “Será extremadamente inteligente y perspicaz”. A pesar de su limitada educación secular y el hecho de que había recibido educación solo hasta el nivel básico, Dios Todopoderoso lo dotó de un inmenso conocimiento secular y espiritual. Los trabajos que presentó en varias ocasiones eran tan exhaustivos y vastos que es difícil referirse a todos ellos en un sermón; porque incluso una introducción a los diversos aspectos de su conocimiento en un solo sermón es una tarea difícil, pues una simple introducción requeriría varios sermones. Por tanto, no me es posible mencionarlo todo. Sin embargo, pensé que, para dar una introducción o una visión general, debería presentar brevemente algunos de sus tratados y discursos y presentar de forma resumida algunos puntos de estos discursos, para que saliera a la luz el profundo conocimiento, comprensión y sabiduría de Hazrat Musleh Ma’ud (ra).

Estos temas, discursos y escritos se refieren a la unidad de Dios Altísimo, la realidad de los ángeles, el rango y estatus de los profetas, el rango y estatus de Muhammad (sa), el Sello de los Profetas, otros aspectos espirituales, orientación para los musulmanes en lo que respecta a la religión y la política, el sistema económico y financiero islámico, la historia islámica y también cuestiones relacionadas con su época, algunas de los cuales incluso existen en la actualidad. Después de leer sus observaciones y analizar los problemas de hoy en día, podemos encontrar soluciones a los desafíos actuales a partir de ellos. Sus discursos y escritos son una plétora de otros temas. No obstante, como ya he mencionado, incluso una mera introducción de estos no es posible; por lo tanto, solo proporcionaré un resumen de algunos de ellos. Por otro lado, he seleccionado aquellos de cuando estaba entrando en su primera juventud; o sea, un joven de 16-17 años que no tuvo una educación formal secular o religiosa, pero que presenta verdades y de tal manera que nos deja completamente asombrados. Por ejemplo, sobre el tema de la unidad de Dios, con tan solo 17 años de edad, pronunció un discurso en el Yalsa Salana, que fue muy elogiado por Hazrat Jalifatul Masih I (ra), quien afirmó que había expuesto algunos puntos de sabiduría verdaderamente únicos.

Así que expondré una visión general de los tesoros de su conocimiento y comprensión desde los 16-17 ó 18 años hasta los 34-35 años, el período inicial de la edad adulta. No podré presentar ni siquiera 1/50 de todo lo que dijo durante este período, o quizás incluso menos. Tuvo una larga vida después de esa época y al estar dotado del conocimiento de Dios Todopoderoso, continuó otorgándonos perlas de conocimiento y sabiduría.

En marzo de 1907, con solo 18 años, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) escribió un tratado extraordinario sobre el tema “El amor de Dios”, que luego se publicó como un libro. Desde ese mismo tratado se hizo evidente cómo Dios Altísimo había comenzado a otorgarle conocimiento secular y espiritual desde el principio, y desde una edad muy temprana. Hazrat Musleh Ma’ud (ra) declaró: “Dios Todopoderoso ha creado a la humanidad para que pueda demostrarle su amor. El propósito y objetivo de la creación de los humanos es que permanezcan embriagados del amor de Al’lah y participen de este océano que otorga vida eterna”. (¿Qué vida es eterna? La vida del Más Allá). “Es a través del amor de Dios que podemos abstenernos de los pecados y aumentar en espiritualidad. Es este mismo amor a Dios el que nos permite desarrollar el verdadero reconocimiento de Al’lah y sin este amor no podemos alcanzar el verdadero conocimiento de la Divinidad”.

También dijo: “Por tanto, para abstenernos de los pecados y aumentar la espiritualidad, es esencial que fortalezcamos nuestra relación con Dios Altísimo y desarrollemos tal devoción y amor dentro de nuestros corazones, que nos acerquemos más y más a Él, y así podamos transformarnos en un sol del que el mundo obtenga luz”.

A continuación, hizo una mención sobre varias religiones y declaró: “Al’lah es ciertamente Uno. Sin embargo, cada religión tiene su propia perspectiva individual de Su Ser”. A continuación expuso el concepto judío, cristiano, hindú y ario de Dios, y demostró que un dios con tales enseñanzas y atributos no puede ser digno de adoración humana.

Expuso las enseñanzas del Islam y estableció que solo el Islam presenta a Dios como el que posee cualidades y bellezas perfectas e infinitas, y es verdaderamente digno del exclusivo amor y adoración de la humanidad. Y dice: “como ya he explicado, está claro que hay un solo Dios para todas las personas. Pero el concepto de Dios representado en el Islam es la verdadera realidad, en comparación con las representaciones de Dios descritas por otras religiones. A través de la comprensión presentada por el Islam, el corazón de una persona puede desarrollar el amor de Dios”. Además, describió los atributos de Al’lah y demostró que ninguna otra religión detalla los atributos de Dios en el mismo grado que lo hace el Islam. Tampoco existe ningún paralelismo en otras religiones con el Islam en cuanto a la forma en que el Islam explica las bellezas y excelencias de los atributos de Dios. En conclusión, dice que el Islam da evidencias del Dios vivo al afirmar que Al’lah guía a sus siervos, incluso hoy, por medio de la revelación como lo hizo en el pasado. Esta es la característica más significativa del Dios viviente.

Luego escribe: “Así concluyo mi artículo, ya que he demostrado que el Dios presentado por las enseñanzas erróneas de otras religiones no es digno del amor de la humanidad. Es imposible que una persona pueda seguir esas enseñanzas”.

Y escribe a continuación: “Las enseñanzas del Islam están de acuerdo con la naturaleza humana. Dios Altísimo es Omnipotente y está completamente libre de defectos. La cualidad más importante delineada por el Islam es que quien muestra devoción a Dios no recibe una respuesta inmediata y clara. De hecho, Dios Todopoderoso primero lo pone a prueba y luego se comunica con él. Esto es algo que debe tenerse en cuenta. Dios Altísimo no da una respuesta inmediata y clara. Primero hay que pasar por pruebas después de las cuales Al’lah nos habla. El fuego que arde en el corazón de los devotos se enfría instantáneamente cuando Al’lah les habla, proporcionándoles felicidad y tranquilidad. Se apaga el fuego de la pasión y la agonía que existía en el corazón por el anhelo de recibir una respuesta. Posteriormente, el corazón comienza a brillar de amor y desarrolla afán por acercarse aún más a Dios. En última instancia, se acerca uno tanto a Dios que refleja las palabras de Al’lah: Tú eres de Mí y Yo soy de ti.  Esto significa que Mi Ser se refleja en el mundo por medio ti y te confiero respeto. En esencia, son esas personas las que reflejan la Gloria de Dios en el mundo; son esas personas las que están inmersas en el río del amor de Dios y esta es la única razón por la que se les confiere respeto”.

Escribe además: “Cuanto más reflexiono sobre las palabras amor de Dios, más gozo y mayor placer de corazón obtengo. ¡Cuán hermosa es la religión del Islam, que nos guía a esta bendición que ilumina nuestro corazón y nuestra mente! Las enseñanzas islámicas son como vendajes para las heridas de nuestro corazón. Si no fuera por el Islam, aquellos que buscan la verdad habrían muerto en su búsqueda. Aquellos con espíritu de amor dentro de ellos habrían fracasado en su búsqueda desesperada. Este amor verdadero habría sido considerado un objetivo imposible, una mera conjetura y algo imaginario. Esto se debe a que cuando las personas creen que no hay un Ser Superior que merezca su amor, no pueden hacer nada excepto recurrir al desarrollo de dudas e incertidumbres. Al conceder a la humanidad la religión del Islam, Al’lah ha dado a los corazones afligidos medios para la tranquilidad; y a los que tienen descontento interior, los medios de la satisfacción y la dicha. Cuando alguien que cree en Al’lah se da cuenta de que Dios ve todas las cosas en él, conoce lo profundo de su corazón, lo escucha y le habla, y tiene el poder de recompensar al que Lo ama; y como consecuencia desarrolla un intenso deleite y felicidad en el corazón por ese amor especial”. En otras palabras, una persona siente bienaventuranza y deleite.

El 28 de diciembre de 1908, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) pronunció un poderoso discurso en el Yalsa Salana [Convención Anual] sobre el tema de “cómo podemos tener éxito”. Esta es la perspectiva dada por un joven de 19 años. Hazrat Musleh Ma’ud (ra) recitó los versículos completos 111 y 112 del Surah At-Taubah, comenzando con: “En verdad, Al’lah ha adquirido de los creyentes sus personas y sus bienes a cambio del Jardín que tendrán…” hasta “…y da buenas noticias a los creyentes”.

Luego dijo: “Toda persona debe considerar por qué Dios le ha creado en este mundo. Como cada persona morirá tarde o temprano, todos deben reflexionar sobre lo que sucederá después. Si una persona se afana y gasta enormes esfuerzos en su breve y temporal vida en el mundo, entonces ¿no es necesario que hagamos preparativos para la vida eterna, que es la vida después de la muerte?”. Es decir, si la vida en el Más Allá es eterna, ¿no hay necesidad de hacer preparativos para ello? Esta es una pregunta muy importante. A la luz del Sagrado Corán, explicó que: “en el comercio ordinario se toman profundas precauciones y solo se compra lo que te beneficia y es rentable. ¡Cuán lamentable es entonces que no entremos en ese comercio que no solo nos beneficiará con cientos de miles o decenas de millones, sino que nos otorgará una ganancia infinita!”.

A la luz de las enseñanzas del Sagrado Corán, dice: “Debemos acumular para nosotros mismos esta riqueza que nos beneficiará, en lugar de la riqueza que fácilmente pueden desperdiciar los que dejemos atrás”. (Los herederos pueden gastar y desperdiciar la riqueza mundana). “En cambio, si participamos en el comercio que se describe en el Sagrado Corán, nos beneficiaremos y nadie podrá arruinarnos desde ese momento. De hecho, eso continuará beneficiándonos en la vida venidera”.

Afirma además: “Para tales personas, Dios Todopoderoso les concede personalmente riquezas y tesoros. Entonces, cuando alguien tiene a Dios como tesorero, ¿qué necesidad tendrá de otra persona o de cualquier otra cosa? Quien entra en tal negocio se cuenta en el ejército espiritual de Dios Altísimo y se le exige que demuestre valor para entregar su vida por la causa de Al’lah, no solo con palabras, sino con acciones”.

Hazrat Musleh Ma’ud (ra) luego mencionó el éxito y las victorias de aquellos que se dedicaron a ese comercio espiritual, por ejemplo, el Profeta Moisés (as) y el Santo Profeta (sa); y explicó cómo Dios Altísimo les otorgó la victoria sobre sus enemigos. “Hay ciertas condiciones asociadas a este intercambio o transacción: en primer lugar, una persona siempre debe buscar el perdón de sus pecados y, al buscar dicho perdón, puede eliminar la corrosión de su corazón; en segundo lugar, debemos inclinarnos hacia la adoración para fortalecer nuestra relación con Dios Todopoderoso; en tercer lugar, debemos asegurarnos de alabar siempre a Dios Altísimo y permanecer agradecidos por las bendiciones que nos ha otorgado; en cuarto lugar, debemos ordenar el bien; en quinto lugar, debemos salvaguardar los límites establecidos por Dios Todopoderoso;  en otras palabras, debemos ser conscientes de los límites establecidos por Al’lah. El que actúe de acuerdo con estas condiciones y sea un creyente sincero, se convertirá en el destinatario de las buenas nuevas de Dios Altísimo. El que actúe de acuerdo con estas condiciones y sea un creyente sincero, se convertirá en el destinatario de las buenas nuevas de Al’lah”.

Luego, en 1916, dos años después de ser elegido como Jalifa, Hazrat Jalifat-ul Masih II (ra) pronunció un discurso sobre el tema del “recuerdo de Al’lah” [Zikr-e-Ilahi], en el que explicó los asuntos relacionados con el recuerdo de Al’lah de la manera más única y fascinante. Explicó lo que implica el recuerdo de Dios, por qué es necesario, las diversas formas y beneficios del recuerdo de Al’lah. En este discurso explicó el concepto de “Zikr” entre los sufíes y cómo sus costumbres erróneas les separan de la cercanía de Dios.

Afirmó que hay cuatro tipos de “Zikr”:

1) las oraciones prescritas;

2) la recitación del Sagrado Corán;

3) recordar los Atributos de Dios constantemente, reconocer Su veracidad y verbalizar sus detalles;

4) reflexionar sobre los Atributos de Dios en privado y también proclamarlos públicamente.

Del mismo modo, describió las formas en que se concedería aceptación del Zikr y además los momentos especiales para el recuerdo de Dios. En este mismo discurso, enfatizó la importancia de realizar el Zikr, pues nos permitirá llegar a un rango elevado [Māqām-e-Mahmud], es decir, ofrecer las oraciones Tahayyud con regularidad. En este sentido, describió más de una docena de formas en las que se pueden realizar las oraciones Tahayyud regularmente. Asimismo, a la luz de los versículos del Sagrado Corán y los hadices, presentó 22 métodos sobre cómo uno puede mantener la concentración en sus oraciones. Al final mencionó 12 beneficios extraordinarios del recuerdo de Al’lah.

Durante este mismo discurso tuvo lugar un incidente digno de mención: un sufí no áhmadi asistió a la Convención Anual y estaba sentado escuchando su discurso. Envió una nota a Hazrat Musleh Ma’ud (ra) diciendo: “¡qué exposición tan extraordinaria! Los sufíes revelan solo un punto de sabiduría como los que estás mencionando, después de que uno les haya servido durante al menos diez años (o sea, aquellos que permanecen en su compañía, una vez que los han servido durante al menos diez años, solo entonces revelan un solo punto); pero usted ha revelado todos los puntos de sabiduría en una sola sesión. ¡Qué maravilloso es esto! Has revelado todos estos puntos de sabiduría a la vez”.

“La Divina Providencia tiene supremacía sobre todo en el Universo”. Hazrat Musleh Ma’ud (ra) pronunció este discurso en Patyala el 9 de octubre de 1917, cuyo resumen es el siguiente: Hazrat Musleh Ma’ud (ra) habló sobre la veracidad de Dios Altísimo, el Islam, el Sagrado Corán y el Mesías Prometido (as), a la luz del atributo de la Divina Providencia [Rabubiyat]. Hazrat Musleh Ma’ud (ra) dijo: “Una de las pruebas de la existencia de Al’lah son Sus Atributos. Si reflexionamos sobre los Atributos Divinos y sus magníficos poderes, que se manifiestan en todo momento, nos vemos obligados a aceptar que existe un Ser Poderoso, Omnisciente, Sabio y Misericordioso”.

Hazrat Musleh Ma’ud (ra) declaró además: “El Surah al-Fātihah es la Madre del Libro [Ummul Qur’an] y menciona cuatro Atributos que son la esencia de todos los demás Atributos. Si reflexionamos sobre estos Atributos, podemos salvarnos de todas las creencias y prácticas erróneas. Por ejemplo, el primer Atributo es que Al’lah es el Señor de todos los mundos. La Divina Providencia está asociada con todo lo que existe y todo se beneficia de esta Providencia. Por consiguiente, el atributo de Señor de todos los mundos nos obliga a aceptar que, dado que Dios Todopoderoso ha creado todas las formas beneficiosas de nutrición para que el cuerpo subsista, ciertamente ha creado también el sustento del alma, que es más valiosa que el cuerpo. Posteriormente, Dios Altísimo declara que se ha enviado un profeta a cada nación para el entrenamiento moral de la humanidad y para guiarla hacia los medios para el progreso espiritual. Al final, Al’lah envió al Santo Profeta (sa) para la reforma de todas las naciones y para todos los tiempos, ya que la Sharī’ah fue perfeccionada a través de él. Por esta razón, el Santo Profeta (sa) declaró que después de él, para que el hombre reciba la comunión Divina, ciertas personas serían designadas para explicar la sabiduría de la Sharī’ah y así establecer la comunión con Dios. Por lo tanto, de acuerdo con la Divina Providencia, Al’lah nombró al Mesías Prometido (as) en esta era, quien afirmó ser un receptor del discurso Divino y fue designado para la reforma de la humanidad. La manifestación práctica del apoyo de Dios Todopoderoso al Mesías Prometido (as) se manifestó a través del cumplimiento de sus profecías y las señales que se manifestaban continuamente, y demostraron la veracidad de su afirmación”.

Al final, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) mencionó que solo el Islam presenta a un Dios vivo y podemos presenciar signos de Su existencia. Además afirmó que igual que Dios Altísimo aseguró el sustento espiritual del hombre en el pasado a través de Su Providencia, lo hace también hoy; y siguiendo los caminos trazados por Él, podemos alcanzar todas esas recompensas y bendiciones que la gente obtuvo hace miles de años.

Luego hubo una conferencia sobre “El comienzo de la disensión en el Islam”, impartida en 1919, organizada por la Martin Historical Society of Islamia College, Lahore. Esta conferencia abarca casi 100 páginas. El resumen es el siguiente: como ya se mencionó, el 26 de febrero de 1919, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) pronunció este extraordinario discurso en un evento organizado por la Sociedad Histórica Martin en Islamia College, Lahore. Este evento fue presidido por Syed ‘Abdul Qadir Sahib, quien en ese momento era un reconocido profesor de Historia; no era áhmadi y este evento lo presidió él.

Al explicar la importancia de este tema, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) declaró: “Las bases para la disensión en el Islam se establecieron quince años después de la muerte del Santo Profeta (ra). Tras este tiempo, las grietas del cisma entre los musulmanes continuaron ensanchándose. La historia de esta misma época está oculta por pesados velos de oscuridad. Según los oponentes del Islam, esta es una mancha espantosa sobre el Islam e incluso para sus amigos, sirve como una pregunta desconcertante. Solo unos pocos han intentado atravesar el pantano de la historia de esa época y salir sanos y salvos, y fueron capaces de lograr su objetivo. Es por esta razón que he decidido hablar con ustedes sobre este mismo tema”.

El discurso minuciosamente investigado de Hazrat Musleh Ma’ud (ra) contenía consejos extremadamente valiosos. La esencia del discurso fue que la creencia de que algunos Compañeros prominentes fueron responsables de la disensión y la maldad es absolutamente falsa. En su discurso, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) habló sobre el período temprano del gobierno de Hazrat Usman (ra), el rango de Hazrat Usman (ra) a los ojos del Santo Profeta (sa), cómo comenzó la disensión y la rebelión, que el Jalifato islámico era una institución religiosa y de que albergar malicia contra los Compañeros es erróneo. Entrando en detalle, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) mencionó las razones y factores que condujeron a la disensión en la era de Hazrat Usman (ra), y las circunstancias de ‘Abdul’lah bin Saba, el instigador principal de la rebelión. Hazrat Musleh Ma’ud (ra) también arrojó luz sobre las condiciones generales de la gente de Kufa y Siria. Otra acusación formulada contra Hazrat Usman (ra) es que él nombró a sus propios gobernadores, que fueron responsables de esta disensión.

Al dar su veredicto al respecto, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) declaró: “Por consiguiente, las personas que fueron enviadas para llevar a cabo esta investigación fueron personas magníficas y nadie puede objetar sus conclusiones. El veredicto unánime de estos tres Compañeros [es decir, aquellos Compañeros que fueron enviados por Hazrat Usman (ra) para investigar] junto con el resto de los que fueron enviados a otros países, de que había paz y seguridad absolutas, ningún signo de injusticia y tiranía, y los gobernadores actuaban con total igualdad y justicia… fue un veredicto que no deja lugar a dudas. Es evidente que todo este disturbio fue el resultado de la maldad de unos pocos transgresores y la instigación de ‘Abdul’lah bin Saba. Hazrat Usman (ra) y sus representantes estaban libres de todas las objeciones”, [o sea, los delegados que había elegido Hazrat Usman (ra)].

Debido a su naturaleza, Hazrat Usman (ra) continuó siendo amable y compasivo con ellos. Ante las intrigas y revueltas de los rebeldes, siempre decía que no deseaba mancharse las manos de sangre musulmana. Compañeros eminentes y Hazrat Mu’awiyah dieron consejos para el establecimiento de la paz, pero Hazrat Usman (ra) continuó con su disposición compasiva y, con el fin de silenciar a los detractores, aceptó sus demandas en la medida que fueron aceptables para él.

Mientras se menciona un principio clave para comprender la realidad que existe detrás de los diversos relatos históricos, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) afirma: “Se requiere mucha cautela en relación a la historia de esta era, porque ninguna época ha seguido a esta que se menciona, sin personas que sintieran simpatía por un partido u otro. Este hecho resulta muy perjudicial para la historia, porque cuando se trata de un odio intenso o un amor excesivo, una narración nunca puede transmitirse en su forma real… Una regla de oro a la hora de verificar la historia es que los acontecimientos mundiales son como una cadena. Para verificar la autenticidad de un incidente aislado, éste debe examinarse después de haber sido insertado en esta cadena para ver si el enlace puede ponerse en el lugar adecuado o no”.

La esencia de la investigación de Hazrat Musleh Ma’ud (ra) fue que Hazrat Usman (ra) y otros Compañeros del Santo Profeta (sa) estaban completamente libres de cualquier culpa de esta rebelión; de hecho, su conducta fue un ejemplo de su excelencia moral y siempre se esforzaron por alcanzar los más altos niveles de piedad. Finalmente, concluyó que los Compañeros nunca plantearon acusaciones contra el Jalifato de Hazrat Usman y le mostraron lealtad hasta el final. Hazrat Musleh Ma’ud (ra) declaró: “La acusación contra Hazrat ‘Ali (ra), Hazrat Talhah (ra) y Hazrat Zubair (ra) de conspirar en secreto es absolutamente falsa… La acusación que se hace contra  los Ansar de que estaban disgustados con Hazrat Usman (ra) es también falsa, porque vemos que todos los jefes entre los Ansar se esforzaron por evitar este conflicto”.

Tras su publicación, algunas personas ajenas presentaron sus opiniones sobre esta conferencia. Syed ‘Abdul Qadir, profesor de Islamia College Lahore comenzó diciendo: “él es el estimado hijo de un padre notable y erudito, Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad, el nombre por sí ya es garantía suficiente de que esta conferencia iba a ser extremadamente académica. Además, he estudiado historia, pero puedo decir con seguridad que muy pocos historiadores, musulmanes o no musulmanes, han llegado al meollo de la cuestión en relación a la disensión surgida durante el Jalifato de Hazrat Usman y han logrado esclarecer la causa real de esta primera destructiva guerra civil. Hazrat Mirza Sahib no sólo logró desentrañar las causas de la guerra civil, sino que explicó de forma clara y coherente todos esos incidentes que habían sacudido la institución de Jalifato durante un tiempo considerable. En mi opinión, los interesados en la historia del Islam no se toparán con un discurso tan bien investigado como este. La verdad es que solo cuando estudiamos el Jalifato de Hazrat Usman (ra) desde las fuentes islámicas originales y auténticas, podemos aprender de estos eventos y comprender su verdadero valor”.

Después hay un discurso de Hazrat Musleh Ma’ud (ra) sobre el tema del “Decreto Divino”, que se pronunció en la Mezquita Nur de Qadián, durante el Yalsa Salana de 1919. El resumen de este discurso es el siguiente: la cuestión del Decreto Divino es un asunto extremadamente complicado y delicado, del que Hazrat Musleh Ma’ud (ra) habló sobre él con gran inteligencia. Dijo: “Me sometí humildemente ante Dios Altísimo diciendo: ¡oh Al’lah! Si no es apropiado hablar sobre este tema, entonces convence a mi corazón para que me abstenga de hacerlo, pero se me indicó que debía hablar sobre este tema. Aunque este tema es complejo y requiere una gran atención y determinación para comprenderlo, sin embargo, será de gran beneficio si lo entendéis”.

Hazrat Jalifatul Masih IV (rh) hizo referencia a este discurso en diferentes ocasiones. Hazrat Jalifatul Masih IV (rh) declaró: “Que Hazrat Jalifatul Masih II (ra) se dirija a una gran reunión en la que había personas de diversas competencias académicas y no académicas, intelectuales y no intelectuales, no es una proeza ordinaria. La manera extraordinaria en la que habló sobre este tema fue una hazaña que solo él pudo lograr”.

Hazrat Jalifatul Masih IV (rh) dice además: “¿Qué fue este discurso? Fue una obra maestra de la teología islámica. Después de explicar la importancia del tema del Decreto Divino y mencionar los dichos del Santo Profeta (sa), arrojó luz sobre esta cuestión, afirmando que la creencia en el Decreto Divino y la existencia de Dios Todopoderoso son algo inseparable”.

A partir de entonces, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) trató los puntos de vista opuestos sobre el tema del Decreto Divino y reconcilió las aparentes diferencias con varios dichos del Santo Profeta (sa). Hazrat Musleh Ma’ud (ra) después explicó aquellos casos en los que el hombre ha cometido un gran error debido a su incapacidad de entender el tema del Decreto Divino.

Luego, a la luz de seis versículos coránicos, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) refutó de manera enfática y completa el concepto de wahdat-ul-wuyud [que literalmente significa, “Unidad del Ser”, una doctrina sufí, que sugiere que Dios y Su creación son la misma cosa]. De manera similar, desaprobó a los que tienen otro punto de vista completamente diferente y, a través de fuertes argumentos, refutó su creencia de que Al’lah no puede hacer nada y que todo lo que sucede se debe al esfuerzo del propio hombre. Hazrat Musleh Ma’ud (ra) proporcionó un excelente análisis de cómo el pensamiento humano se ha equivocado enormemente como resultado de confundir el concepto de conocimiento Divino y el Decreto Divino y luego expuso maravillosamente este tema. Hazrat Jalifatul Masih IV (rh) declaró: “este discurso trata todos los aspectos del Decreto Divino y brinda respuestas a acusaciones recientes e históricas”. Además, respecto al Decreto Divino, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) habló sobre siete rangos espirituales que uno puede alcanzar después de comprender adecuadamente el concepto de Decreto Divino y haber cumplido sus condiciones. En cualquier caso, la gente suele preguntar sobre el concepto de Decreto Divino, por eso deberían leer este libro.

En otra ocasión, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) dio directrices a los musulmanes sobre el tema “La paz turca y las responsabilidades de los musulmanes”, con motivo de una conferencia en Allahabad, organizada por el Comité del Jalifato. La síntesis de este tratado es que después del final de la Primera Guerra Mundial, los términos de paz que fueron formulados por las potencias aliadas para el Imperio Otomano fueron extremadamente humillantes y suponían la ruptura total del Imperio Otomano. Al mismo tiempo, sus fuerzas navales, terrestres y aéreas se vieron significativamente limitadas, además de imponerles otras restricciones muy severas. Así, a la luz de estas circunstancias, el Comité del Jalifato organizó una conferencia del 1 al 2 de junio de 1920 en Allahabad, para discutir los términos ofrecidos al Imperio Otomano y determinar la estrategia futura de los musulmanes de la India.

El famoso líder del Yami’at-e-Ulema de India, Maulana Abdul Bari de Firangi Mahal, escribió una carta a Hazrat Musleh Ma’ud (ra), el 30 de mayo de 1920, invitando a Hazur a asistir a la conferencia y compartir sus pensamientos. En un solo día, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) escribió todo el tratado bajo el título “La paz turca y las responsabilidades de los musulmanes”, lo publicó durante la noche y lo envió con Hazrat Maulana Muhammad Sarwar Shah Sahib, Hazrat Syed Waliul’lah Shah Sahib y Hazrat Chaudhry Muhammad Zafrul’lah Jan Sahib. En este tratado, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) destacó los errores de los términos de la paz ofrecidos al Imperio Otomano y ofreció recomendaciones sobre cómo los musulmanes podrían protegerse de sus nefastas consecuencias. A través de argumentos exhaustivos y convincentes, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) explicó su punto de vista y también afirmó que algunas de las propuestas que habían sugerido, como emigrar desde India o convocar a una “yihad” generalizada y la no cooperación con el gobierno británico, eran poco prácticas y causarían daño a los musulmanes.

Hazrat Musleh Ma’ud (ra) formuló la propuesta de que los musulmanes debían unirse y, con una sola voz, transmitir a los aliados que los términos de paz que han ofrecido a Turquía iban en contra de los principios básicos que los propios aliados habían establecido. Además, los musulmanes debían considerar que estos términos estaban impulsados por la mano oculta de la enemistad cristiana y para calmar las necesidades de los capitalistas. Por lo tanto, los musulmanes debían expresar la desaprobación de estos términos y hacer una apelación para que se modificaran.

Aparte de las propuestas mencionadas en su tratado, Hazrat Musleh Ma’ud Maud (ra) también recomendó que, para el futuro éxito y progreso de los musulmanes y el Islam, se debería establecer una organización islámica internacional adecuada. Hoy en día, los musulmanes afirman que han formado una organización, pero ni siquiera se ponen de acuerdo colectivamente en ninguna decisión;  a pesar de esto, fue Hazrat Musleh Ma’ud (ra) el primero que sugirió esto. Incluso hoy, la actitud de ciertas potencias occidentales y su trato hacia los gobiernos musulmanes se asemeja a las condiciones que Hazrat Musleh Ma’ud (ra) describió en este tratado suyo. Este extraordinario análisis de los asuntos y la propuesta presentada en un momento en que ni siquiera había internet, etc., es un claro indicativo de la ayuda y el apoyo especiales de Dios Altísimo que tuvo con Hazrat Musleh Ma’ud (ra) y demuestra que Dios Todopoderoso le había otorgado ese conocimiento del mundo y cumplió la promesa de otorgarle sabiduría.

Otro discurso fue sobre el tema de “los ángeles de Al’lah” que Hazrat Musleh Ma’ud (ra) pronunció el 28 de diciembre de 1920 en Bait-ul-Nur y este discurso duró dos días. El tema sobre los ángeles de Dios constituye uno de los principios y creencias fundamentales del Islam. A pesar de que este es un tema muy complicado y complejo, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) lo presentó de una manera muy simple y clara. A la luz del Sagrado Corán, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) explicó la realidad y la necesidad de los ángeles, los diversos tipos de ángeles, sus responsabilidades y servicios, etc. Además, dio pruebas de la existencia de los ángeles y refutó completamente las acusaciones y recelos sobre el concepto de los mismos, a través de una argumentación clara.

Hacia el final de este discurso, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) explicó los ocho medios por los cuales uno puede establecer una relación con los ángeles y obtener beneficios de ellos. Estos son los siguientes:

  • primero, sentarse con aquellos sobre quienes desciende el Ángel Gabriel, o sea, sentarse en compañía de los justos y los profetas;
  • segundo, invocar bendiciones [Durūd] sobre el Santo Profeta (sa);
  • tercero, debemos inculcar en nuestro corazón el hábito de perdonar y pasar por alto los defectos de los demás, y no pensar mal del prójimo;
  • cuarto, permanecer ocupado alabando y glorificando a Dios;
  • quinto, recitar el Sagrado Corán con total atención;
  • sexto, leer los libros de aquellos sobre quienes descienden los ángeles. Por consiguiente, en esta época, debemos leer los libros del Mesías Prometido (as);
  • séptimo, visitar aquellos lugares donde los ángeles descienden particularmente, pues hay lugares sagrados que uno debe visitar;
  • octavo, establecer una relación con el Jalifato.

Hazrat Musleh Ma’ud (ra) explicó todos estos aspectos.

Otro discurso de Hazrat Musleh Ma’ud (ra) fue sobre “La necesidad de la religión”, en el que respondió a las preguntas planteadas por algunos estudiantes universitarios en Lahore, el 5 de marzo de 1921. El resumen de esta conferencia es que, para prestar testimonio en un juicio, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) viajó a Lahore el 4 de marzo de 1921 y permaneció allí del 4 al 7 de marzo. El 5 de marzo, durante una audiencia con Hazrat Musleh Ma’ud (ra), algunos de los estudiantes hicieron las siguientes tres preguntas:

En primer lugar, si Hazrat Musleh Ma’ud (ra) (el segundo Jalifa) podía arrojar luz sobre la cuestión (que algunos plantean) de que no hay necesidad de la religión y tampoco se obtiene ningún beneficio de ella, pero si uno quiere obtener algún beneficio superficial de ella, entonces no hay ningún daño como tal para creer en una religión.

En segundo lugar, que hay personas de otras religiones que hacen profecías,  por tanto, el Islam no posee ninguna distinción por haber realizado profecías.

En tercer lugar, que la difusión de la Comunidad del Mesías Prometido (as) no es un signo de su veracidad, porque Lenin en Rusia también ha sido testigo de un gran éxito.

Hazrat Musleh Ma’ud (ra) respondió exhaustivamente a las tres preguntas en términos muy sencillos. Hazrat Musleh Ma’ud (ra) (el segundo Jalifa) explicó que la necesidad de la religión está intrínsecamente ligada a la existencia de Al’lah. Esto se ha publicado bajo el título de “La necesidad de la religión”. Y afirmó: “La necesidad de la religión está intrínsecamente ligada a la existencia de Dios. Si Al’lah existe, entonces naturalmente también es necesaria la religión. La prueba de la existencia de Dios es la comunión Divina con Sus siervos. En la actualidad, las profecías del Mesías Prometido (as) se cumplen continuamente y proporcionan pruebas de la existencia de Dios Todopoderoso”.

En respuesta a la segunda pregunta, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) afirmó que la diferencia fundamental entre las profecías de los profetas y las de la gente común es que los demás hacen profecías basadas en su propio conocimiento y no son más que meras conjeturas, mientras que las profecías de los profetas provienen de Dios Altísimo y se hacen completamente en contra de las condiciones prevalecientes de la época. Por otra parte, sus profecías contienen muchas facetas y son de naturaleza sublime y poseen fuerza y poder.

En respuesta a la tercera pregunta, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) afirmó que el éxito concedido al Mesías Prometido (as) ya había sido predicho por él y, por tanto, este éxito fue concedido de acuerdo con ello. Así pues, sería incorrecto afirmar que como otros tienen éxito, el éxito concedido al Mesías Prometido (as) no sirve como señal de su veracidad.

En cualquier caso, fue una conferencia muy detallada.

En 1921, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) pronunció un discurso sobre la existencia de Dios Todopoderoso. Fue un discurso muy largo y abarca 190 páginas en forma escrita. El contexto es que en 1921, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) pronunció un discurso muy académico y exhaustivo, muy esclarecedor y lleno de profundas complejidades y sabiduría. En su discurso, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) presentó ocho pruebas de la existencia de Dios Altísimo y respondió a las alegaciones que se plantean contra cada una de estas pruebas. Hazrat Musleh Ma’ud (ra) también demostró la existencia de Al’lah a través de Sus Atributos Divinos y además explicó los diferentes tipos de Atributos; es decir, proporcionó pruebas y explicó los diferentes tipos de Atributos de Al’lah.

Además, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) expuso las enseñanzas del Islam en contraste con los puntos de vista de los europeos, los zoroastrianos, los hindúes y los arios sobre su respectivo concepto de Dios Altísimo. Por otra parte, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) explicó el concepto de asociar copartícipes con Al’lah [Shirk] y sus diversas formas, y cómo eliminarlas. Hazrat Musleh Ma’ud (ra) finalmente explicó cómo se puede presenciar a Dios y las diferentes etapas en relación con esto, las bendiciones que contiene y cómo se pueden alcanzar.

En 1921, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) escribió el libro “Un regalo para Su Alteza Real, el Príncipe de Gales”, con motivo de su visita a la India. El resumen de este libro es que en diciembre de 1921, el Príncipe de Gales, que era el heredero oficial del trono del Imperio Británico, viajó a la India para una visita oficial. Es el mismo Príncipe de Gales conocido como Eduardo VIII y que posteriormente abdicó del trono en 1936, por sus diferencias con la Iglesia de Inglaterra. Con motivo de su visita, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) escribió un libro titulado “Un regalo para Su Alteza Real, el Príncipe de Gales” y bajo la dirección de Hazrat Musleh Ma’ud (ra), 32.208 miembros de la Comunidad Musulmana Ahmadía donaron un anna (un céntimo) cada uno, para ayudar a organizar la publicación del libro. A través del Gobierno del Punyab, este libro fue presentado al Príncipe de Gales por una delegación de la Comunidad Musulmana Ahmadía, el 27 de febrero de 1922, como un regalo único y especial. En este libro, muy breve y académico, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) expresó su lealtad al gobierno británico, además de ofrecer una breve introducción al Mesías Prometido (as), el Fundador de la Comunidad Musulmana Ahmadía, y explicar también las enseñanzas, la historia y los objetivos de la Comunidad. Al final, de acuerdo con la práctica del Santo Profeta (sa), Hazrat Musleh Ma’ud (ra) presentó al Príncipe el mensaje del Islam de forma muy convincente y le invitó al Islam.

El Príncipe de Gales aceptó este regalo de Hazrat Musleh Ma’ud (ra) y envió un mensaje de agradecimiento a través de su secretario principal. En cuanto a los sentimientos al respecto, el Príncipe de Gales -que más tarde pasó a llamarse Eduardo VIII, como he mencionado antes, después de abdicar al trono en 1936 debido a una disputa con la Iglesia de Inglaterra-, apreció mucho este regalo y lo honró. No solo envió una nota de agradecimiento a través de su secretario principal, sino que durante su viaje de Lahore a Yammu, en marzo de 1922, lo leyó en su totalidad y quedó muy satisfecho. Según los informes, mientras leía el libro, en ciertos momentos su cara brillaba de agradecimiento. Asimismo, su asistente personal dijo que cuando él [Eduardo VIII] estaba leyendo el libro, a veces se ponía de pie de repente. Finalmente, algún tiempo después, declaró abiertamente su desvinculación con el cristianismo.

El 24 de abril de 1922, el periódico Zulfiqar publicó una reseña de este libro, diciendo:

“No podemos dejar de apreciar los esfuerzos realizados por el Segundo Jalifa del Movimiento Ahmadía en la difusión del mensaje del Islam. Una gran parte de Un regalo para el Príncipe de Gales está lleno de la propagación del Islam y es una exposición tan magnífica, que los musulmanes no áhmadis sentirían envidia de ella. Es necesario que cuando lleguemos a la sección de noticias dejemos atrás nuestros prejuicios y es por ello que, al ver este regalo, expresamos nuestra rotunda aprobación. El estimado autor de este regalo ha actuado en completa concordancia con la práctica del Santo Profeta (sa), al invitar abierta y valientemente al heredero del trono británico hacia el Islam. Si cualquier otra secta, persona o periódico sedicioso decide atacar este regalo adoptando el camino de la enemistad y los celos, entonces esto es un asunto totalmente distinto. No hemos encontrado ningún caso de servilismo en este regalo; aunque hay casos en los que se menciona brevemente la vida del difunto Mirza Ghulam Ahmad Sahib desde el principio hasta el final, no obstante, esas referencias son para fomentar la paz y expresar la lealtad al gobierno. Está claro que Dios Todopoderoso no se hace amigo de las sectas que tienen una mentalidad malvada y agitan el desorden, sino que las aniquila”.

Del mismo modo, un periódico respaldado por el gobierno del Punyab llamado ‘Civil and Military Gazette’ escribió en su edición del 18 de abril de 1922:

“Hay que aceptar que él [es decir, Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra)] ha presentado sus argumentos de manera excelente, con gran competencia y conocimiento. A pesar de que el propósito subyacente era la propagación de su mensaje, tanto si el Príncipe de Gales se convierte en áhmadi como si no, no cabe duda de que a los ojos de quienes se interesan por la religión -especialmente por las diversas religiones de la India y de Inglaterra- no se puede disminuir el valor y el disfrute de este libro”.

Este libro tuvo un gran impacto también en el mundo exterior y abrió un nuevo camino para la propagación del Islam en los países occidentales. Un profesor de Viena, la capital de Austria, experto en tres idiomas, expresó su profunda felicidad al leerlo y se lamentó de su avanzada edad, pues de lo contrario habría recorrido el mundo para propagar este libro. Por su parte, Hazrat Mufti Muhammad Sadiq (ra) escribió desde América que este libro tuvo una gran repercusión en toda América; de hecho, parecía que este libro se había escrito teniendo en cuenta los estándares intelectuales de América.

Aparte de los países occidentales, este libro también obtuvo reconocimiento en África. Alguien en el periódico “Leader” de Nairobi escribió:

“Aunque no soy cristiano, nací en un hogar cristiano y entiendo su literatura. Sin embargo, la cantidad de conocimientos y deleite que he obtenido de esto no se puede expresar con palabras. Aunque el autor de este libro es musulmán, parece bastante probable que haya pasado años entre cristianos y haya estudiado cuidadosamente su literatura. De lo contrario, es muy difícil decir estas cosas relativas al cristianismo con tanta franqueza. Hasta el día de hoy, no he visto ningún libro que haya sido escrito sobre la base de la religión pero que haya permanecido libre de cualquier prejuicio. Este es el primer libro de su nivel”.

Asimismo, “Ahmadiat o el verdadero Islam” fue un discurso de 1924. El resumen de este libro se leyó en la Conferencia de Wembley (Londres); el libro en sí es bastante extenso, pues consta de unas 250 páginas. La Conferencia de Wembley tuvo lugar en 1924 y se invitó a renombrados eruditos de las religiones del mundo a dar discursos sobre la superioridad de sus respectivas religiones; Hazrat Musleh Ma’ud (ra) fue invitado a asistir a esta conferencia. Teniendo esta conferencia en mente, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) escribió el voluminoso libro ‘Ahmadiat o el verdadero Islam’ que comenzó a escribir el 24 de mayo y terminó el 6 de junio, completando así este libro en dos semanas. Chaudhary Muhammad Zafrul’lah Jan Sahib leyó un resumen en la conferencia en presencia de Hazrat Musleh Ma’ud (ra). Esta conferencia fue tan única, que destacados líderes cristianos se vieron obligados a decir que, sin duda, las ideas presentadas en este tratado eran completamente únicas con respecto a su formación moral, sus pruebas y su belleza. Por consiguiente, a través de esta conferencia, Dios creó una oportunidad para que el mensaje del Ahmadiat, o sea, el verdadero Islam, llegara a líderes de renombre de otras religiones, que no tuvieron otra opción que dar testimonio de la veracidad del Islam.

En este libro, Hazrat Musleh Ma’ud arroja luz sobre los diversos aspectos de las hermosas enseñanzas del Islam de manera excelente. En primer lugar, demostró, a través de los versos del “Surah As-Saffat”, que la celebración de conferencias religiosas como éstas se había predicho hace ya 1.300 años en el Sagrado Corán. A continuación, hizo una introducción a la Comunidad Musulmana Ahmadía y demostró con pruebas sólidas que el Ahmadiat y el verdadero Islam son una y la misma cosa. A continuación, explicó los cuatro propósitos principales de la religión y en relación con esto, primero explicó claramente el concepto de Dios tal y como lo presenta el Islam. Expuso el tipo de relación que el Islam espera que una persona tenga con Al’lah, así como las responsabilidades que Dios impone a la humanidad.

Hazrat Musleh Ma’ud (ra) también eliminó la idea errónea de que el Islam enseña que los medios mundanos no pueden utilizarse en absoluto y que, en cambio, todas las cosas deben dejarse en manos de Al’lah; en otras palabras, que uno no necesita hacer nada en absoluto, (esta es una acusación que se plantea contra los musulmanes). Hazrat Musleh Ma’ud (ra) declaró que está demostrado a través de los versículos del Sagrado Corán que esto no es lo que enseña el Islam. De hecho, la enseñanza del Islam es que hay que aprovechar al máximo los medios de los que se dispone y luego confiar en Dios. La confianza en Al’lah no significa que haya que abandonar todos los demás medios, sino que la confianza en Dios se refiere a la certeza de que Al’lah Todopoderoso es un Dios vivo.

Luego, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) arrojó luz sobre el hecho de que en este momento es solo la religión del Islam la que puede ayudar al hombre a llegar a Dios, pues el Islam dice que quien actúa de acuerdo con las enseñanzas que ha presentado y tiene el anhelo de encontrar a Dios, esa persona ciertamente encontrará a Dios. Hazrat Musleh Ma’ud (ra) afirmó que solo el Islam aclara esta incertidumbre, donde se afirma que, siguiendo sus enseñanzas, surgirán personas que se convertirán en manifestaciones de los Atributos Divinos; o sea, reflexionarán sobre los Atributos Divinos y los adoptarán en primer lugar, y luego mostrarán los signos a los demás, otorgándoles así una comprensión completa sobre la existencia de Dios. Por eso, en esta época, para ayudar a la gente a reconocerle y liberarse de la duda, Dios Altísimo envió al Mesías Prometido (as).

Posteriormente, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) discutió ampliamente los diferentes aspectos de la moralidad y demostró que las enseñanzas morales del Islam son realmente las más perfectas y que ninguna otra religión puede compararse con ella. A continuación, dio una explicación detallada sobre los principios de las buenas cualidades morales y las formas de abstenerse de la conducta inmoral; además presentó las enseñanzas del Islam con respecto a la reforma de la moralidad. Luego, presentó las enseñanzas del Islam relativas a la civilización y expuso la diferencia entre civilización y la moralidad de una forma excelente. Más tarde, arrojó luz sobre las diversas formas en las que la sociedad debe interactuar con los demás. Incluso presentó los derechos y responsabilidades del gobierno y de los ciudadanos con gran detalle, y ampliando este tema, habló de cómo deberían ser las relaciones entre los distintos gobiernos. Presentó los principios universales mencionados en el Santo Corán con respecto a la resolución de disputas entre naciones, afirmando que si la Liga de Naciones hubiera sentado sus bases sobre estos principios, habría tenido éxito; pero fracasó en sus objetivos porque no siguió estos principios. Ahora, como la ONU tampoco ha seguido estos principios, está demostrando su ineficacia y lo continuará haciendo en el futuro.

Al final de este libro, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) arroja luz sobre lo que ocurre después de la muerte, a la vez que menciona la realidad de las recompensas y los castigos que uno recibirá en la otra vida. No sólo ha mencionado las enseñanzas del Mesías Prometido (as), sino que también ha dado ejemplos de aquellos que actuaron en base a estas enseñanzas y cómo provocaron una revolución en sus vidas, y hasta qué punto el Mesías Prometido (as) afectó a sus vidas, por lo que algunos de ellos prefirieron sacrificar sus vidas antes que abandonar sus enseñanzas. Al final, Hazrat Musleh Ma’ud (ra) invitó al mundo entero a aceptar el Ahmadiat y les dio la buena noticia de que había llegado el momento de disipar todos estos problemas. Además, si se unen de la mano del enviado de Dios, alcanzarán el éxito en su fe y en el mundo.

Al concluir este discurso, el presidente hizo un comentario con palabras similares afirmando:

“No tengo nada más que decir, pues la belleza y la exquisitez ya han sido expresadas en este discurso. Solo deseo, en nombre de todos los asistentes a la reunión, dar las gracias a Hazrat Jalifatul Masih por la maravillosa coherencia, la fantástica visión y la argumentación superior de este discurso. Es evidente, por las caras de los asistentes, que están de acuerdo con lo que acabo de decir. Estoy seguro de que atestiguarán que tengo razón al expresar mi gratitud también en su nombre y que estoy haciendo justicia a esta inferencia”.

Una persona se dirigió a Hazrat Musleh Ma’ud (ra) y le dijo:

“He trabajado en la India como misionero durante 30 años y he estudiado las circunstancias y los argumentos de los musulmanes, pero nunca antes había escuchado la forma en la que ha presentado este tema hoy de una manera tan maravillosa, clara y exquisita. Escuchar este discurso me ha impresionado profundamente en cuanto a sus ideas, coherencia y pruebas. Por eso le felicito”.

Otra persona vino y dijo:

“He viajado desde Francia para escuchar este discurso. Antes daba prioridad al Islam sobre el cristianismo y al budismo sobre el Islam, pero ahora que he escuchado este discurso, y el discurso presentado en nombre del budismo, acepto que solo el Islam es la religión superior. La hermosa y excelente manera en que ha presentado el Islam demuestra, que ninguna otra religión puede compararse con ella. Me ha impresionado mucho”.

Hubo muchos otros comentarios. La Sra. Sharples, secretaria de esta conferencia, dijo a Chaudhary Sahib: “le felicito y el público le está muy agradecido”. La misma mujer dijo: “hombres y mujeres han venido a mí alabando mucho este discurso”. Cuando regresaba de la conferencia, un profesor alemán iba caminando por la calle, cuando se acercó a Hazrat Musleh Ma’ud (ra) para felicitarle y le dijo: “estaba sentado junto a algunos ingleses prominentes y vi que algunos de ellos se golpeaban las manos en las rodillas mientras decían: “extrañas ideas. No se escuchan tales ideas todos los días”.

El mismo profesor alemán afirma que algunas personas se levantaron incontroladamente diciendo: “¡qué principio tan bello y verdadero!”; y el profesor alemán expresó su opinión con estas palabras diciendo que esta ocasión era un punto de inflexión para los áhmadis, es decir, la encrucijada hacia el éxito, aunque gastaran miles de libras, nunca alcanzarían un reconocimiento y un éxito como el que recibieron en esta conferencia.

Una mujer bahai escuchó el discurso y caminó junto a los áhmadis hasta que llegaron a su destino y dijo: “yo creía en las enseñanzas bahai, pero después de escuchar la conferencia de hoy mis creencias han cambiado. Me gustaría escuchar más conferencias suyas. Por favor, hágame saber dónde y cuándo impartirá más conferencias y sin duda asistiré”.

Otra mujer los siguió e insistió en que Hazrat Musleh Ma’ud (ra) fuera a tomar el té a su casa. Otra persona dijo que este discurso era tan fascinante que era incluso más querido para él que su amor por su país.

He presentado estos pocos destellos de las perlas de sabiduría y conocimiento que Hazrat Musleh Ma’ud (ra) poseía entre los 18 y los 35 años. Son de la juventud y de los primeros años de la vida adulta de una persona que -como he mencionado antes- no tenía educación formal, pero que estaba llena de conocimientos seculares y espirituales. Esto también es un signo de la veracidad del Mesías Prometido (as) y de la profecía del Santo Profeta (sa). Los puntos que he mencionado son sólo de un período de 17 años, algunos de los cuales son anteriores a su elección como Jalifa y otros posteriores. Además, sólo he presentado una centésima parte de lo que Hazrat Musleh Ma’ud (ra) dijo durante este tiempo -antes mencioné 1/50-, pero más bien ni siquiera se ha mencionado una centésima parte. Creía que podría presentar muchos de los otros libros de Hazrat Musleh Ma’ud (ra). Aparte de esto, hay varios sermones y exégesis de Hazrat Musleh Ma’ud (ra) que están llenos de profundas verdades de conocimiento y sabiduría, de los cuales brotan corrientes de verdad y discernimiento. Además, hubo varias reuniones en las que ofreció guía al mundo. Por tanto, este tesoro de conocimiento que en gran medida ha sido publicado, debería ser leído por los miembros de la Comunidad.

Que Dios Todopoderoso siga elevando el rango de Hazrat Musleh Ma’ud (ra).

Oremos también por la situación en Pakistán. Que Dios Altísimo, conceda la paz, la seguridad y el consuelo a las personas que viven allí, y que por Su gracia destruya todas las conspiraciones, los planes y los ataques de los enemigos.

Resumen

Después de recitar el Tashahhud, el Ta’awwuz y la Surah al-Fatihah, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) dijo que, en la Comunidad, el 20 de febrero se conmemora la profecía concedida al Mesías Prometido (as) sobre el Hijo Prometido. Su Santidad (aba) dijo que en el sermón de hoy, se centraría en un aspecto de la profecía: ‘Estaría lleno de conocimiento secular y espiritual’.

‘Se llenará de conocimientos seculares y espirituales’

Su Santidad (aba) dijo que en lo que respecta a la educación formal de Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra), no fue muy extensa, ya que sólo estudió hasta el nivel primario. Sin embargo, sus logros académicos son tales que se necesitaría toda una serie de sermones para abarcarlos. Su Santidad (aba) dijo que, aunque estos logros no se pueden abarcar en un solo sermón, presentaría una introducción al cumplimiento de este aspecto de la profecía.

Su Santidad (aba) dijo que ha tomado ejemplos de los diversos discursos, escritos y obras de Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) desde la época de su juventud, durante la cual comenzó a mostrar extraordinarias capacidades académicas.

Por ejemplo, a la edad de 17 años, Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) pronunció un discurso sobre la “Unidad de Dios”. Fue un discurso extraordinario muy apreciado por el Primer Califa (ra). De hecho, el Primer Califa (ra) dijo que había presentado puntos nuevos que nunca antes se habían escuchado.

Comprensión del Amor a Dios

Su Santidad (aba) dijo que en marzo de 1907, cuando sólo tenía 18 años, Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) escribió un escrito sobre el tema del ‘Amor a Dios’. Su Santidad (aba) dijo que esto demuestra que Dios Todopoderoso le había inculcado esta conciencia desde una edad muy temprana. Comparó los diversos conceptos de Dios en las distintas religiones, y al hacerlo mostró que el Dios presentado por otras religiones era incompleto, mientras que la visión de Dios presentada por el Islam es la única visión que es completa y permitie así que uno ame verdaderamente a Dios. Dijo que sólo el Dios presentado por el Islam es el que sigue guiando a la humanidad a través de la revelación hasta el día de hoy. Cuando uno suplica a Dios, éste no responde de inmediato, sino que somete al suplicante a una prueba, tras la cual Dios abre la puerta de la comunión divina para el suplicante. Es entonces cuando el suplicante disfruta de la belleza de la oración.

Conocimiento con respecto a la obtención del verdadero éxito

Su Santidad (aba) dijo que en diciembre de 1908, Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra), a la edad de 19 años, presentó un discurso en la Convención Anual en Qadian sobre el tema de “Alcanzar el verdadero éxito”. Dijo que uno debe darse cuenta de que hay una vida eterna en el más allá. Planteó la cuestión de que, cuando la gente toma todas las precauciones en este mundo para una vida que es temporal, ¿no deberían también prepararse más para una vida que va a durar para siempre? Dijo que todo el mundo se esfuerza por tener éxito en este mundo a través de su trabajo o negocio, pero hay otro tipo de comercio, que no puede dar frutos en este mundo, pero que seguramente dará frutos en el más allá. Para tener éxito en este tipo de comercio, Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) estableció algunos principios importantes que deben seguirse: 1) Buscar siempre el perdón de los propios pecados 2) prestar siempre atención a la adoración 3) estar siempre agradecido a Dios 4) ordenar el bien 5) ser consciente de los límites establecidos por Dios. Siguiendo estos pasos, dijo, se puede llegar al verdadero éxito.

Comprensión del Recuerdo de Dios

Su Santidad (aba) dijo que en la Convención Anual de 1916, dos años después de ser Califa, Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) pronunció un discurso sobre “El recuerdo de Dios”. Dijo que hay cuatro tipos de recuerdo: 1) Ofrecer la oración 2) recitar el Sagrado Corán 3) proclamar y explicar los atributos de Dios a los demás 4) reflexionar sobre los atributos de Dios en soledad. Presentó más de una docena de formas en las que se puede ser regular en el ofrecimiento de oraciones supererogatorias, veinte formas en las que se puede ser regular en las oraciones, y una docena de beneficios para el recuerdo de Dios.

Conciencia de los Atributos de Dios

Su Santidad (aba) dijo que en octubre de 1919, Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) pronunció un discurso en Patiala, cuyo tema era el atributo de Dios ‘Señor de todos los mundos’, también conocido como la gracia general de Dios que se aplica a todas las cosas y a todas las personas. En este discurso, explicó cómo Dios Todopoderoso ha establecido medios para mejorar y el progreso del alma y de la propia espiritualidad. Explicó que fue bajo esta gracia general, que el Santo Profeta (sa) fue enviado para iluminar el mundo, y luego, más tarde, el Mesías Prometido (as) fue enviado para hacer revivir ese mismo mensaje.

Su Santidad (aba) dijo que otra conferencia pronunciada en 1919 fue “El inicio de la disensión en el Islam”. En esta conferencia, Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) dijo que la disensión que surgió en el Islam después de unos quince años tras el fallecimiento del Santo Profeta (sa) es citada a menudo por los oponentes del Islam como una plaga contra la religión del Islam. Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) dijo que deseaba eliminar estas falsas nociones, y por lo tanto presentó una explicación detallada de todos los sucesos y sus antecedentes, aclarando conceptos erróneos como el hecho de que la disensión surgió a causa de algunos compañeros mayores del Santo Profeta (sa). Explicó detalladamente los eventos que ocurrieron y los principales proponentes del aumento de la disensión, como Abdul’lah bin Saba y otros opositores e hipócritas. Sin embargo, a pesar de la oposición, Hazrat Uthman (ra) y otros compañeros veteranos se mantuvieron firmes en las enseñanzas del Islam y mostraron la mayor amabilidad, incluso hacia los opositores. Su Santidad (aba) presentó los comentarios de algunos eruditos e historiadores no árabes después de escuchar esta conferencia o leer su versión publicada. Un renombrado historiador dijo que nunca había visto un tratado tan detallado y bien documentado sobre la historia del Islam.

La visión del Decreto Divino

Su Santidad (aba) dijo que otro discurso pronunciado en 1919 fue sobre el tema del ‘Decreto Divino’. Su Santidad (aba) dijo que este, sin duda, es un tema difícil de abordar, sin embargo Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) lo presentó de una manera muy elocuente. Con respecto a esto, el Cuarto Califa (r) dijo que pronunciar un discurso de este tipo en la Convención Anual, en la que estaban escuchando tanto personas cultas y educadas como aquellas que no lo eran, y presentarlo de tal manera que ambos pudieran entenderlo es realmente un gran logro. Aclaró muchos conceptos erróneos sobre el decreto divino y explicó el tema con extensas pruebas y explicaciones. Su Santidad (aba) dijo que se trata de algo sobre lo que surgen muchas preguntas y por eso la gente debería leer este libro.Consejos a las naciones musulmanas

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Mirza Bashiruddin Ahmad (ra) pronunció otra conferencia sobre el tema “El Tratado de Turquía y la conducta futura de los musulmanes”. Después de la primera guerra mundial, los tratos hechos con los países musulmanes fueron muy dañinos e injustos. Por lo tanto, Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) dio buenos consejos y orientación sobre cómo los países musulmanes, como Turquía, deberían proceder en el futuro. Señaló los aspectos negativos del tratado firmado por Turquía y sugirió cómo los musulmanes podían evitar sus efectos negativos. Además, explicó cómo podrían prosperar los musulmanes en el mundo. Su Santidad (aba) dijo que el panorama descrito en cuanto a la forma en que los países occidentales trataban a los países musulmanes tiene cierto parecido incluso hoy en día. Su Santidad (aba) dijo que la manera en que Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) dio orientación y consejo es claramente indicativa de que la ayuda de Dios estaba con él.

Su Santidad (aba) dijo que en 1920 Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) pronunció un discurso que duró dos días sobre el tema de ‘Los Ángeles de Al’lah’. Aunque también es un tema complejo, lo presentó de una manera muy fácil de entender. Explicó la existencia de los ángeles, su propósito, su trabajo, los diversos tipos y, al final, también presentó varios medios a través de los cuales se puede establecer una conexión con los ángeles.La necesidad de la religión

Su Santidad (aba) dijo que, en marzo de 1921, Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) dio un discurso sobre “La necesidad de la religión”. Abordó temas como el hecho de que algunos dicen que ya no hay necesidad de la religión, que hay quienes en otras religiones hacen profecías, y que el éxito del Mesías Prometido (as) no es indicativo de su verdad ya que Lenin en Rusia también tuvo éxito. Respondió a todos los puntos con gran competencia afirmando que la necesidad de la religión se basa en la existencia de Dios y su conversación con la gente, y en esta época, nadie ha tenido más conversación con Dios que el Mesías Prometido (as). Dijo que en cuanto a que otros reciban la revelación, esas afirmaciones que hacen se basan únicamente en su conocimiento y tienen un aspecto de conjetura. Finalmente, en cuanto al éxito del Mesías Prometido (as), dijo que al Mesías Prometido (as) se le había predicho su éxito antes de que sucediera.

Su Santidad (aba) dijo que otro tratado de Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) era ‘La Existencia de Dios’. Explicó con gran detalle el concepto de Dios; presentó el concepto de Dios en varias otras religiones de la historia y demostró sólidamente la existencia de Dios.Un regalo para el Príncipe de Gales

Su Santidad (aba) dijo que otro libro que Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) escribió fue ‘Un regalo para el Príncipe de Gales’ que fue enviado a Eduardo VIII. En él, le transmitió el verdadero mensaje del Islam y le invitó a aceptar el verdadero mensaje. El Príncipe de Gales recibió este libro y también envió una nota de agradecimiento a Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra). Los no-Ahmadis también presentaron sus opiniones sobre este libro, en el que apreciaron y alabaron enormemente el hecho de que Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) asumiera el deber de presentar el verdadero mensaje del Islam a un monarca actual.Invitando al mundo al verdadero Islam

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) escribió un libro titulado ‘Ahmadíat o El Verdadero Islam’. Un resumen de este libro fue leído en la Conferencia de Wembley en 1924. Este libro presentaba ideas tan grandes, que incluso los sacerdotes cristianos atestiguaron el hecho de que este libro presentaba puntos que nunca antes se habían escuchado. En este libro, declaró y aclaró que el Ahmadíat y el verdadero Islam son lo mismo. Entre otros temas, aclaró el tipo de relación que se debe tener con Dios. También aclaró la idea errónea de que los musulmanes deben abandonar todos los medios mundanos. Dijo que los verdaderos musulmanes deben utilizar todos los medios disponibles, y después de gastar las habilidades que Dios les ha dado, deben dejar el resto a Dios Todopoderoso. Además, demostró que las enseñanzas del Islam sobre el establecimiento de una moral elevada no tienen comparación con ninguna otra enseñanza. También mencionó cómo las personas deben interactuar entre sí en una sociedad, y también expuso cómo las tensiones globales entre los países deben ser resueltas mediante la presentación de las enseñanzas del Sagrado Corán. Al final, Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) invitó al mundo a aceptar el Ahmadíat.

Su Santidad (aba) dijo que estos ejemplos eran sólo un vistazo a la vida de Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) cuando todavía estaba en su juventud. Aunque no tenía ninguna educación formal, según la promesa divina, estaba lleno de conocimiento tanto secular como espiritual. Su Santidad (aba) dijo que esto no cubre ni una centésima parte de lo que Hazrat Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad (ra) hizo y logró. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah siga elevando su estación en el paraíso.

Su Santidad (aba) volvió a pedir oraciones por los ahmadíes que residen en Pakistán. Pidió que Al’lah frustrara rápidamente las conspiraciones de todos los opositores.

Resumen preparado por The Review of Religions

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