El duelo de la oración y la gran victoria – Inauguración de la Mezquita Histórica Fath-e-Azeem en Zion, Estados Unidos
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

El duelo de la oración y la gran victoria – Inauguración de la Mezquita Histórica Fath-e-Azeem en Zion, Estados Unidos

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Resumen

Después de recitar el Tashahhud, el Ta’awwuz y la Surah al-Fatihah, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) dijo

Hoy, por la gracia de Al’lah nos hemos reunido para la inauguración de la mezquita en Zion. Al’lah Todopoderoso ha permitido a la Comunidad en Estados Unidos construir una mezquita en una ciudad que tiene gran importancia para la Comunidad Musulmana Ahmadía. Su Santidad (aba) respondió a un periodista sobre la importancia de esta ciudad, afirmando que es la ciudad de un opositor de la Comunidad. Con el fin de arrojar luz sobre la importancia histórica de la ciudad, la Comunidad también ha hecho una exposición de la que la gente puede beneficiarse.

Su Santidad (aba) dijo que el hecho de que un falso reclamante hablara mal del Mesías Prometido (as), que pereciera, que luego se estableciera la Comunidad Musulmana Ahmadía en su ciudad y que se construyera una mezquita en Zion debería hacer que todos estuviéramos extremadamente agradecidos a Al’lah Todopoderoso.

Una gran señal de la veracidad del Mesías Prometido (as)

Su Santidad (aba) dijo que el Santo Profeta (sa) afirmó que quienes no son agradecidos con los demás tampoco son agradecidos con Dios. Por lo tanto, este día no sólo es un día de inmensa alegría para los ahmadíes, sino también un día de inmensa gratitud, ya que Al’lah Todopoderoso manifestó una gran señal en este lugar por la veracidad del Mesías Prometido (as). Ciertamente, Al’lah Todopoderoso concedió el progreso de la Comunidad al Mesías Prometido (as), pero sólo podremos ser testigos de ello cuando seamos agradecidos. Hace 120 años se profetizó el fin de este falso reclamante y enemigo del Islam, habiendo sido informado por Al’lah Todopoderoso, y qué maravillosa señal es que ahora la Comunidad haya podido construir una mezquita en el mismo lugar donde esa persona afirmaba que ningún musulmán podía entrar sin aceptar primero el cristianismo.

Su Santidad (aba) explicó que nuestra tarea no termina aquí, aunque esta Comunidad se haya extendido por más de 200 países del mundo y haber construido una mezquita aquí. Más bien, la tarea del Mesías Prometido (as) era difundir el mensaje del Islam a todos los rincones del mundo. También se prometió que esto se llevaría a cabo, sin embargo, no sucederá sin la oración.

El verdadero propósito de la construcción de mezquitas

Su Santidad (aba) explicó que las mezquitas se construyen para que la gente pueda adorar cinco veces al día, recordar a Dios y abstenerse de la mundanidad. Pero si este no es el resultado después de construir esta mezquita, entonces no participaremos de las bendiciones de esta mezquita. El Mesías Prometido (as) declaró que la Comunidad debe seguir apoyándole con fervientes oraciones. Por lo tanto, es nuestro deber hacer de la adoración una parte integral de nuestras vidas e inculcarla a nuestros hijos. Qué afortunados son aquellos que logran esto y son testigos de las bendiciones que Dios derrama sobre ellos. Su Santidad (aba) dijo que, por lo tanto, debemos evaluarnos a nosotros mismos en este sentido.

Su Santidad (aba) afirmó que no debe darse el caso de que, debido a nuestras acciones, retrasemos el cumplimiento de las promesas de Al’lah, o que nos quedemos sin ellas. De hecho, el Santo Profeta (sa) fue el profeta más querido por Al’lah el Todopoderoso. Su humildad era tal que, a pesar de haber se le prometido la victoria durante la batalla de Badr, lloraba profusamente buscando la ayuda de Al’lah. Explicó que era su deber buscar la ayuda de Al’lah con la mayor humildad. A partir de ese momento, la gran victoria que se le concedió fue tal que no tuvo comparación en toda la historia. El Mesías Prometido (as) explicó que fueron las oraciones de aquel que estaba tan perdido en su amor por Al’lah Todopoderoso las que concedieron la victoria.Una manifestación de la gran victoria contra Alexander Dowie – Mezquita ‘Fath-e-Azeem’

Su Santidad (aba) dijo que esta mezquita ha sido nombrada mezquita ‘Fath-e-Azeem’, ya que es una manifestación de esa gran victoria que fue concedida al Mesías Prometido (as). El fin de ese enemigo fue declarado como una gran victoria, que presenciamos como se cumplió hace aproximadamente 115 años. Su Santidad (aba) citó un periódico de la época que mencionaba qué grandioso es el Mesías Prometido (as) que profetizó el fin de Alexander Dowie. Este hombre de la India ha afirmado que él es el Mesías prometido que vendría en esta época. Además, menciona que si Dowie huye del desafío del Mesías Prometido (as), entonces será una derrota para él y demostrará que sus afirmaciones son falsas. El Mesías Prometido (as) dijo que él y Dowie deberían rezar por la desaparición del otro para ver quién es verdadero en su afirmación.

Su Santidad (aba) dijo que Dowie pereció en un estado tan deplorable; su ciudad fue presa de disensiones internas, perdió toda su fortuna, su salud física y mental se deterioró y sus propios seguidores comenzaron a alabar el Islam. Su Santidad (aba) dijo que esto es ciertamente una prueba de la veracidad del Mesías Prometido (as), pero no es donde termina nuestra alegría. Más bien, debemos encontrar nuevas vías para difundir el mensaje, y seguir reformándonos para alcanzar la verdadera alegría. La primera gran victoria fue la de la batalla de Badr, pero no disminuyó el nivel de rectitud, agradecimiento y adoración de los musulmanes. Por lo tanto, no debemos pensar que hemos alcanzado una gran victoria aquí y perder el enfoque del verdadero objetivo.

La ayuda de Dios y nuestra responsabilidad

Su Santidad (aba) declaró que es la obra de Dios la que ha permitido que esta Comunidad se extienda a más de 200 países y que el mundo conozca el nombre del Mesías Prometido (as). Todos los que se opusieron a él perecieron. Por todos los medios, las comunidades divinas se enfrentan a la persecución, pero a pesar de todos los esfuerzos y el poder del enemigo, fracasan en su misión.

Su Santidad (aba) dijo que debemos mostrar el mismo ejemplo que mostraron los musulmanes en la época del Santo Profeta (sa), y apoyar al Mesías Prometido (as) para hacer justicia a la promesa que le hicimos. Debemos elevar nuestros estándares de adoración para cumplir con el propósito mismo de la vida, para el cual hemos sido creados. La gente sólo prestará atención a esta mezquita cuando hagamos justicia a nuestro culto a Dios, y sólo entonces podremos cumplir la misión del Mesías Prometido (as). Por lo tanto, cada ahmadi debe evaluarse a sí mismo.

La oración es nuestra única arma

Su Santidad (aba) dijo que hay muchas mezquitas hermosas en todo el mundo, pero quienes asisten a ellas no cumplen su propósito. La adoración no significa ofrecer rápidamente las oraciones sin sentido. De hecho, debe observarse cuidadosamente para alcanzar la cercanía a Dios. Por lo tanto, debemos llenar estas mezquitas cumpliendo los mandamientos de Al’lah Todopoderoso y observar la oración para alcanzar Su complacencia.

Su Santidad (aba) dijo que el mundo fue testigo de la humillación de Dowie, y esta victoria proclamó la veracidad de Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as) al cumplirse esta profecía. Esta fue una señal no para la destrucción del enemigo, sino para la grandeza del Islam, y para mostrar que ahora es el momento para que la comunidad del Mesías Prometido (as) prevalezca. Por lo tanto, hoy es nuestro deber establecer la unidad de Dios a la gente, aumentar nuestra rectitud y desarrollar nuestra relación con Dios. Además, debemos limpiar nuestro estado interior, para que se abran más vías hacia la victoria. Cada señal de victoria debe provocar un cambio revolucionario en nuestro interior. Este día debe provocar una revolución espiritual en nuestro interior, de lo contrario, el final de Dowie no nos beneficiará en absoluto. La gran victoria debe ser el gran cambio que se produzca dentro de nosotros y cuando el mundo se ponga bajo la bandera del Santo Profeta (sa).Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah Todopoderoso nos permita a nosotros y a nuestra progenie conseguirlo. Su Santidad (aba) también dijo que en el futuro se darán más detalles sobre esta mezquita.

Resumen del sermón de viernes preparado por The Review of Religions.

SERMÓN DEL VIERNES, 30 de SEPTIEMBRE de 2022.

Pronunciado en la Mezquita “Fath-e Azim” de Zion (Wisconsin, Illinois), Estados Unidos.

Después de recitar el Tashahud, el Taawwuz y el Surah Al-Fatihah,

Hazrat Mirza Masrur Ahmad, Jalifatul Masih V (atba), dijo estas palabras:

Hoy, todos vosotros os habéis reunido aquí para la inauguración de la [nueva] mezquita en Zion. Dios Altísimo le ha otorgado a la Comunidad Musulmana Ahmadía de EEUU la oportunidad de construir esta mezquita en una ciudad que tiene un significado especial con respecto a la historia de la Yamat. [En este sentido], hace dos días una periodista me preguntó por qué esta mezquita era tan importante y le expliqué que todas las mezquitas tienen gran relevancia para nosotros, [pues en realidad] todas las mezquitas tienen una gran importancia para nosotros. Ella pensó que tal vez solo he venido especialmente para [la inauguración de] esta mezquita. [Por lo tanto, le dije] que también había viajado aquí anteriormente para inaugurar otras mezquitas. En cualquier caso, le comenté que esta mezquita sin duda tiene un significado especial y eso se debe al hecho de que ha sido construida en una ciudad que fue establecida por un opositor al Islam.

[Pues bien], aquellos que tienen interés en la historia intentarán investigar la historia de esta ciudad. Sin embargo, aparte de nuestra Comunidad, nadie conoce la historia de esta ciudad o de Alexander Dowie. Por tanto, la Yamat ha puesto en marcha una exposición que arroja luz sobre su historia en relación con la Comunidad y aquellos que tengan un gran interés en esto podrán beneficiarse en cierta medida de esta exposición. [Por cierto que la periodista] puede incluso escribir un artículo mañana sobre esto también. En cualquier caso, como mencioné, dada la importancia histórica de esta ciudad y el hecho de que hubo un falso proclamador [que dijo venir de Dios y] que usó palabras insultantes contra el Mesías Prometido (as), y que luego murió [totalmente humillado]; y que posteriormente la Yamat se estableciera aquí, son todos ellos aspectos que harán -y deberían en realidad- que cada áhmadi exprese su gratitud a Dios Altísimo.

A la luz de los dichos del Santo Profeta (sa), expresamos además nuestra gratitud a la gente de esta ciudad. A pesar de que el “Council” [ayuntamiento local] inicialmente se opuso a la construcción de la mezquita y rechazó la propuesta, la gente de esta localidad nos apoyó y obligó al ayuntamiento a permitirnos construir una mezquita. [Es más], es la guía del Santo Profeta Muhammad (sa) que quien no está agradecido con la gente tampoco está agradecido a Dios. De acuerdo con dicha directriz, debemos expresar nuestra gratitud a ese Dios Magnífico que nos permitió construir la mezquita. Como tal, este no es simplemente un día de regocijo para nosotros los áhmadis, sino también un día para expresar nuestra inmensa gratitud a Al’lah, Quien junto con la construcción de esta mezquita además manifestó un signo vivo del Imam de la época y el Fiel Devoto (as) del Santo Profeta (sa). Asimismo, mencionaré algunos aspectos de los registros históricos de ese tiempo, que arrojan luz sobre su significado, la veracidad del Mesías Prometido (as), así como las personas que dieron testimonio de ello. Cuanto más expresemos nuestra gratitud, mayores serán las bendiciones de Dios Altísimo derramadas sobre nosotros y las señales de la veracidad del Mesías Prometido (as) continuarán revelándose delante nuestra. Por consiguiente, es nuestra expresión de gratitud lo que nos hará testigos de la veracidad de esas señales. No hay duda de que Al’lah ha concedido innumerables promesas al Mesías Prometido (as) en relación con el progreso de la Comunidad. [Por su parte], Dios Altísimo ha mostrado el progreso de la Yamat y os continuará mostrando su progreso. No obstante, solo seremos verdaderamente capaces de presenciar y ser parte de este progreso cuando seamos agradecidos a Al’lah, actuemos de acuerdo con Sus mandamientos y cumplamos con los derechos que Le debemos. [Al final], hay innumerables promesas, cuyo cumplimiento hemos visto durante nuestra propia vida y Dios Altísimo manifiesta el cumplimiento de cada una de Sus promesas en el momento apropiado.

[Por eso], si esta [mezquita] no es una manifestación del cumplimiento de Sus promesas, entonces ¿qué es? Hoy, Dios Altísimo ha permitido a la Comunidad construir una mezquita en una ciudad que fue fundada por un falso proclamador y enemigo del Islam, cuya destrucción fue profetizada por el Mesías Prometido (as) hace 120 años, después de que Al’lah le informase sobre ello. Además, este oponente había anunciado que ningún musulmán podría entrar en la ciudad hasta que se hubiera convertido al Cristianismo. Por lo tanto, estas son las obras de Dios Altísimo y Al’lah mismo evidenció su falsedad y finalmente destruyó a tal individuo, que era extremadamente rico y tenía una gran estima mundana. Por otro lado, Dios otorgó los medios para propagar la proclama de Su Elegido [el Mesías Prometido (as)], que vino de un pequeño pueblo del Punyab [norte de la India] y cuya proclamación estaba relacionada con el rejuvenecimiento del Islam a fin de llegar a los 220 países [que existen en] el mundo. Sin embargo, ¿es aquí donde termina nuestra responsabilidad? ¿Es suficiente para nosotros haber construido una mezquita en una pequeña ciudad de los Estados Unidos y que la Yamat haya progresado? Ciertamente no. De hecho, Dios Altísimo ha hecho del mundo entero un territorio para el Mesías Prometido (as). Debemos traer ciudades pequeñas y grandes, y países enteros a la servidumbre del Santo Profeta Muhammad (sa). [Ahora bien], basado en los medios que tenemos, esto parece una gran tarea; aunque, a pesar de todo esto, se nos ha confiado esta obligación y esto también es una promesa hecha por Dios Altísimo al Mesías Prometido (as).

De todas formas, el Mesías Prometido (as) ha declarado que todo este trabajo que se está llevando a cabo no es más que nuestro humilde esfuerzo; junto con ello, lo que realmente necesitamos son oraciones, porque es a través de la oración que se puede lograr esta tarea. Por tanto, siempre debemos tener presente este importante aspecto que es enfocarnos en las oraciones. [Al mismo tiempo], la verdadera razón para construir mezquitas es permitir que la gente se reúna para adorar, para que puedan presentarse ante Al’lah cinco veces al día, para que se hagan asiduos a realizar las oraciones de los viernes [en congregación] y para que en medio de las atracciones y pasatiempos del mundo no olviden su adoración [de Dios]. Si abandonamos nuestra adoración, entonces construir esta mezquita no será nada más que haber levantado una estructura física; y aunque le estaremos diciendo al mundo que los musulmanes han construido una mezquita aquí, a los ojos de Dios Altísimo nuestras acciones no serán del estándar [suficiente] que nos permita cosechar las bendiciones de esta mezquita o ser considerados entre los verdaderos ayudantes del Mesías Prometido (as), quien ha declarado que uno debe convertirse en su ayudante a través de la oración constante, para así poder ver el cumplimiento de las bendiciones de Al’lah tan pronto como sea posible.

Por consiguiente, hoy es el deber de cada uno de nosotros hacer de la adoración una parte de nuestras vidas para que nuestras oraciones alcancen el nivel de aceptación. Además, debemos inculcar en nuestros hijos el hábito de la oración y hemos de ofrecer nuestras oraciones de la manera [que ha sido] enseñada por Dios; y hemos de inclinarnos sinceramente ante Dios Altísimo e implorarle por más victorias. ¡Cuán afortunados serán aquellos entre nosotros que alcancen todo esto y luego sean testigos de la lluvia de las bendiciones de Al’lah! Pues si elevamos los estándares de nuestras oraciones y damos prioridad a nuestra fe sobre el mundo, entonces veremos en nuestra [propia] vida el cumplimiento de las promesas de Dios Altísimo al Mesías Prometido (as).

En consecuencia, hemos de prestar la debida atención a nuestras propias condiciones, ya que, habiendo venido a estos países desarrollados, [mi anhelo es que] no os veáis inmersos en esfuerzos mundanos. En el pasado reciente, nuevos solicitantes de asilo han llegado aquí; no os sumerjáis en la mundanería. Cada mezquita que se construya aquí debe generar en nosotros una nueva pasión, entusiasmo y conexión con Al’lah y Él ciertamente cumplirá Sus promesas, [por lo que] no debe ocurrir que por nuestras acciones se demore su cumplimiento, que se cumplan por medio de otros o de otros que vengan después de nosotros, mientras [que nosotros mismos nos] quedemos privados [de cumplir con ese deber y de alcanzar sus bendiciones].

Dios Altísimo había prometido la victoria del Islam al Santo Profeta (sa) y ¿quién podría ser más amado por Dios que el Profeta (sa)? Sin embargo, a pesar de esto, con motivo de la “Batalla de Badr”, ¿no había alcanzado su fervor, humildad, miedo y oraciones un nivel extraordinariamente alto? Su fervor era tal que su capa se caía constantemente de sus hombros y luego, cuando Hazrat Abu Bakr (ra) afirmó: “¡Oh Mensajero de Al’lah (sa)! Dios Altísimo ha prometido ayuda y la victoria, ¿por qué entonces estás tan inquieto?”. Ante esto, el Santo Profeta Muhammad (sa) dijo: “Al’lah es Independiente, pero incluso en la victoria puede haber condiciones ocultas. Por lo tanto, es mi deber buscar la ayuda de Dios Altísimo con gran humildad”. Luego, a pesar de los constantes ataques enemigos en varias ocasiones y de que intentaron causar daño de todas las formas posibles, Al’lah concedió una victoria tan grandiosa unos años más tarde, como nunca antes se había visto u oído en la historia, cuando no solo los enemigos que estaban empeñados en quitarle la vida se convirtieron en musulmanes, sino que se transformaron en aquellos que lo amaban, convirtiéndose en un ejemplo práctico de quienes estaban dispuestos a dar la vida por él. Aparte, demostraron al mundo que nadie podía llegar al Santo Profeta (sa) sin pasar primero por sus cadáveres. Por el contrario, aquellas personas que estaban destinadas a la desgracia y la humillación, Dios Altísimo las destruyó por completo.

El Mesías Prometido (as) afirma que fueron las súplicas del que se había perdido en Dios las que provocaron esta revolución y hoy son las oraciones del Verdadero Servidor [el Mesías Prometido (as)], quien se había perdido en su amor por Dios las que se cumplirán en el momento adecuado y llevarán al mundo a la servidumbre del Santo Profeta Muhammad (sa). No obstante, el Mesías Prometido (as) ha declarado: “Aquellos de vosotros que os asociáis conmigo debéis ayudarme con vuestras oraciones y acciones”.

Hoy, estamos sentados en esta mezquita para su inauguración y se llama “Mezquita Fath-e-Azim”, [‘La Mezquita de la Gran Victoria’] y se le ha dado este nombre basado en una revelación Divina y una profecía del Mesías Prometido (as). Al recibir dicha revelación de Dios Altísimo, el Mesías Prometido (as) profetizó la muerte de Alexander Dowie y escribió: “Esta señal, que será una gran victoria, se manifestará muy pronto”; y el mundo fue testigo de cómo en un plazo de 15 a 20 días, Al’lah destruyó a Dowie de una manera humillante. [En este contexto], la forma en que Al’lah lo trató antes de su muerte requiere una exposición detallada en sí misma. En cualquier caso, al recibir buenas nuevas de Dios Altísimo, el Mesías Prometido (as) declaró esta señal como una gran victoria y hoy entramos en la siguiente etapa [de esta victoria] al inaugurar una mezquita en esta misma ciudad. Fuimos testigos [en su día] del cumplimiento de un aspecto de esta revelación hace aproximadamente 115 años y hoy lo somos del cumplimiento de otro aspecto. Hace entre 115 y 120 años, los periódicos seculares de la época publicaron en sus tiradas el desafío hecho por el Mesías Prometido (as) y más tarde también recogieron la noticia de la muerte de Dowie. Por tanto, esta fue una señal de Al’lah que el mundo aceptó. [De todas maneras] no podré abarcar mucho, pero al menos mencionaré algunos detalles de la noticia publicados por un periódico. El 23 de junio de 1907, “The Sunday Boston Herald” escribió una introducción del Mesías Prometido (as), su proclama y sobre desafío que había dado; y también lo hizo con respecto a Dowie. Ahora citaré brevemente este mismo periódico. [Pues bien], el titular que dio esta noticia decía lo siguiente:

“Grande es Mirza Ghulam Ahmad, el Mesías:

Predijo el patético fin de Dowie y ahora predice plagas, inundaciones y terremotos”.

Publicó además esto otro:

“Veintitrés eran los días [que habían pasado] de agosto de 1903 cuando Mirza Ghulam Ahmad de Qadián (as), India, predijo la muerte de Alexander Dowie, el Elías III, que tuvo lugar el pasado mes de marzo”, [proclamó ser la segunda venida del profeta Elías (as) precursor de la venida del Mesías].

Y el artículo continúa diciendo:

“El caballero de la India es bien conocido en las latitudes orientales del mundo desde hace muchos años. Su afirmación es que él es ‘el verdadero Mesías que iba a venir en los últimos tiempos’ y que Dios lo ha colmado de gracia. Llamó la atención de los Estados Unidos por primera vez en 1903, a causa de una controversia con Elías III. Desde la muerte de Dowie, la reputación del profeta indio se ha disparado, pues ¿no dijo que la muerte de Dowie, que tendría lugar durante su vida (la del Mesías), ocurriría ‘con gran dolor y tormento?’.”

Este periódico afirma también, citando al Mesías Prometido (as):

“Si (el señor Dowie) se muestra dispuesto por cualquier medio directo o indirecto a entrar en las listas [de aquellos que están] contra mí, dejará el mundo ante mis ojos con gran pena y tormento”.

A continuación, afirma con referencia al Mesías Prometido (as), quien escribió:

“‘Pero si el Dr. Dowie no puede ni siquiera ahora reunir el valor para presentarse en el desafío contra mí, que ambos continentes den testimonio de que tendré derecho a reclamar la victoria incluso en el caso de que muera durante mi vida tras no haber aceptado el desafío. Las pretensiones del Dr. Dowie serán así falsificadas y se demostrará que son un engaño. Aunque intente por todos los medios huir de la muerte que le espera, su huida de tal desafío no será nada menos que la muerte para él, y la calamidad alcanzará ciertamente a su Zion [ciudad que fundó él mismo], pues deberá asumir las consecuencias de la aceptación del desafío o de su rechazo.

Concluyo estas breves observaciones con la siguiente oración: ‘¡Oh Dios Todopoderoso y Perfecto, que siempre Te has revelado y seguirás revelándote a Tus profetas, emite Tu juicio y muestra a Tu pueblo el engaño y la falsedad de Dowie y Piggott, pues Tus débiles criaturas, habiéndose entregado al culto humano y confiando en débiles mortales como ellos, se han alejado de Tu camino y vagan en el error alejándose de Ti’.”

[Piggott fue otro que falsamente y de forma arrogante proclamó ser profeta en Inglagerra].

El periódico incluso escribió:

“Al principio, Dowie no prestó atención pública de forma directa al desafío [que llegó] del lejano oriente. Pero el 26 de septiembre de 1903, manifestó en su publicación de Zion City:

‘La gente a veces me dice: ¿por qué no respondes a esto, aquello y lo otro? ¡Responde! [Y yo les digo]: ¿acaso creéis que debo responder a los mosquitos y las moscas? Si pusiera mi pie encima de ellos, los aplastaría hasta su muerte. Así que solo les doy la oportunidad de alejarse volando y vivir”.

Solo una vez demostró de alguna manera que conocía la existencia de Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as). Se refirió a él como el “insensato Mesías Mahometano” (Dios nos perdone) y el 12 de diciembre de 1903 proclamó:

“Si yo no soy el profeta de Dios, no hay nadie en la tierra de Dios que lo sea”.

Y en el mes enero siguiente escribió:

“Mi labor es sacar a la gente del este y del oeste, del norte y del sur, y asentarla en esta y otras ciudades de Zion hasta que llegue el momento en que los mahometanos sean barridos [de la faz de la Tierra]. ¡Que Dios nos conceda ese momento!”.

Esto es lo que había declarado Dowie.

El periódico añadió:

“Después de lo cual Mirza Sahib le retó concisamente a ‘rezar a Dios para que, de nosotros dos, el que sea mentiroso perezca primero’.

Dowie murió con sus amigos alejados de él y su fortuna menguada. Sufrió de parálisis y locura. Tuvo una muerte miserable, con la ciudad de Zion desgarrada y raída por las disensiones internas.

Mirza (Sahib) se presenta con franqueza y declara que ha ganado su desafío, o una ‘predicción’; y pide a todos los buscadores de la verdad que acepten la verdad tal y como la ha anunciado. Considera las desgracias que le ocurrieron a su oponente en América como evidencias de la venganza Divina mezclada con el juicio Divino. [Sin embargo], como dice uno de sus seguidores:

‘No es para exultar a un enemigo caído que nos referimos a ciertas circunstancias de la vida de Dowie. Tal cosa está muy lejos de nuestras intenciones. Solo publicamos estos hechos por la causa y para el fomento de la verdad. La sagrada religión del Islam, sin duda, nos enseña a no mencionar las faltas de los muertos, pero esto no significa que se deban ocultar los hechos cuando su divulgación sea en el interés de la sociedad y un servicio a la humanidad, a la verdad y a Dios”.

El periódico publica asimismo con referencia al Áhmadi [Mirza Ghulam Ahmad (as)]:

“Al traer la devastación sobre la cabeza de Dowie y finalmente su prematura muerte, provocada con dolor y tormento, Dios ha emitido Su juicio exactamente como había informado a Su mensajero tres o cuatro años antes de estos sucesos”.

Este fue el ejemplo de un periódico que se presentó [en su día]. De hecho, esta fue la victoria y un testimonio de la veracidad del Mesías Prometido (as). No obstante, como he mencionado, la misión del Mesías Prometido (as) es muy amplia y esto es solo la mención de una victoria en un frente. Así que solo encontraremos la verdadera felicidad y alegría cuando traigamos al mundo entero bajo la subordinación del Santo Profeta (sa) y para lograrlo debemos buscar nuevas vías de propagación del Islam aparte de ver la finalización de [la construcción de] esta mezquita. Debemos presentar al mundo los argumentos del Mesías de Muhammad (sa) y más que nunca debemos mejorar nuestras acciones y estados espirituales, pues como ya he mencionado [en otras ocasiones], la verdadera “gran victoria” tuvo lugar en la Conquista de La Meca, porque tras dicha conquista, ¿acaso el Santo Profeta Muhammad (sa) y los Jalifas Rectamente Guiados (ra), o los musulmanes que vinieron después, cesaron en sus esfuerzos a la hora de propagar el Islam? ¿No se esforzaron por difundir el mensaje del Islam por todos los rincones de la Tierra? ¿Acaso conquistaron tierras mediante guerras? Efectivamente hubo combates, aunque estos no se libraron para difundir el Islam. Por el contrario, se ganaron los corazones, lo que llevó a montones de personas hacia el Islam, [siendo ellas mismas] quienes estuvieron dispuestas a ofrecer sacrificios [no antes vistos].

Por consiguiente, debemos dar continuidad en el futuro a la victoria alcanzada por el Mesías Prometido (as) a través de la propagación del Islam y la oración. [En este sentido], los seguidores del Mesías Prometido (as) se cuentan entre las personas de los Últimos Días que se reunirán con los que les precedieron [es decir, se refiere a los Compañeros del Santo Profeta (sa)]. ¿Acaso los que les precedieron cesaron en la propagación del Islam y en realizar la reforma de sus estados espirituales y morales? O ¿acaso bajaron sus estándares de adoración? [En consecuencia], mientras estos rasgos permanecieron en los musulmanes, el Islam siguió progresando y estos empezaron a enfrentarse a la decadencia solo cuando el mundo se volvió más importante para ellos, [por lo que] sus estándares de rectitud empezaron a caer y su atención hacia la adoración siguió disminuyendo. De todas formas, como la promesa de Dios al Santo Profeta Muhammad (sa) fue que esta religión permanecería establecida y se le concedería fuerza hasta el Día del Juicio Final, Él envió al Mesías Prometido y Mahdi (as) en los Últimos Días; y tras su advenimiento, el Mesías Prometido (as) informó al mundo de su llegada y, a pesar de no contar con medios suficientes, su mensaje llegó a Europa y América y a muchos otros países.

En relación a Dowie, somos testigos de la gloria con la que se difundió el mensaje [del Mesías Prometido (as)]. La semilla plantada por Al’lah a través del Mesías Prometido (as) para el renacimiento del Islam sigue creciendo y se extiende con mucha gloria por todo el mundo. Dios Altísimo hizo innumerables promesas al Mesías Prometido (as) y le reveló: “Dios no te abandonará. Dios te concederá un respeto extraordinario. La gente no te salvará, pero Yo te salvaré”. Dios Altísimo ha hecho innumerables promesas al Mesías Prometido (as) como esta y los 133 años de historia de la Comunidad son un testimonio de cómo Al’lah sigue cumpliendo estas promesas. Hoy en día, la Yamat se ha extendido a 220 países del mundo y esto se debe únicamente al hecho de que Dios está proporcionando los medios para que Su mensaje se difunda. Hoy el mundo reconoce a Hazrat Mirza Ghulam Ahmad de Qadián (as) como el Mesías Prometido y Mahdi.

El Mesías Prometido (as) desafió a todos sus enemigos y no les quedó más remedio que huir o enfrentarse a la ruina y la destrucción a manos de Dios Altísimo. De hecho, la oposición contra las comunidades de profetas no se detiene, aunque el enemigo nunca puede lograr su objetivo. Lo mismo ocurre con la Comunidad Musulmana Ahmadía, ya que el enemigo está poniendo todos sus medios y fuerzas para acabar con ella y sigue haciéndolo incluso ahora. Los de fe débil a veces caen presa, pero cuando perdemos uno, Al’lah nos concede miles a cambio. Por lo tanto, si nuestra proclama viene sinceramente del corazón y declaramos que Hazrat Mirza Ghulam Ahmad de Qadián (as) es el Mesías Prometido y el Mahdi cuyo advenimiento fue profetizado por el Santo Profeta (sa), entonces debemos emplear todas nuestras facultades para convertirnos en ayudantes de este Mesías y Mahdi; y tenemos que demostrar el mismo ejemplo que nos han dado los Compañeros (ra) [del Profeta (sa)]. Es nuestra responsabilidad reunir a todos los musulmanes bajo un solo credo y librarlos de todas sus innovaciones en la fe, y también llevar las hermosas enseñanzas del Islam a todos los no-musulmanes para que se conviertan en adoradores del Dios Único y ofrezcan bendiciones al Santo Profeta (sa). Solo entonces haremos justicia a nuestra promesa de lealtad [Baiat] hecha al Mesías Prometido (as); de lo contrario nuestra promesa está vacía; y para lograrlo debemos elevar nuestros estándares de adoración. Si no, la construcción de mezquitas no tiene sentido y solo podemos lograrlo si reconocemos el propósito de nuestras vidas; y ¿cuál es el objetivo de nuestra vida?

En este sentido, el Mesías Prometido (as) escribe:

“Los seres humanos no pueden designar por sí mismos el propósito de su vida. Es Dios quien ha creado a la humanidad y afirma: ‘He creado al hombre y a los yinn para que Me adoren’.”

El Mesías Prometido (as) ha explicado este versículo en muchas ocasiones y en una de ellas, al exponer este versículo, explicó:

“El verdadero propósito de la creación del hombre es reconocer a su Creador y obedecerle, tal y como afirma Dios Altísimo: ‘Y no he creado a los yinn y a los hombres sino para que Me adoren’.”, (51:57).

Sin embargo, es lamentable que después de alcanzar la madurez, en lugar de comprender sus deberes y centrarse en el propósito de sus vidas, la mayoría de las personas que vienen al mundo abandonan a Al’lah, se inclinan por el mundo y se enamoran tanto de la riqueza y los honores del mismo que queda muy poco espacio para Dios; de hecho, Él no está en absoluto en el corazón de muchos. Se sumergen en este mundo y se pierden en él. Desconocen por completo incluso si Al’lah existe. [Más tarde], por supuesto, toman conciencia de ello cuando Aquel que se apodera de las almas viene a llevarse su alma (o sea, cuando llega el momento de la muerte)”.

Nosotros, que pretendemos aceptar al Imam de la época, no deberíamos vivir dicha vida y hemos de hacer justicia a nuestra adoración mediante un esfuerzo continuo por reconocer el propósito de esta vida, pues solo cuando nos esforcemos por conseguir la ayuda de Al’lah, [será cuando] a través de nuestros esfuerzos la gente prestará atención a esta hermosa mezquita; solo entonces podremos realmente difundir aún más el mensaje del Islam y solo entonces podremos cumplir la misión del Mesías Prometido (as), lo cual no será posible hasta que cumplamos con los derechos de nuestra adoración. Por tanto, cada áhmadi debe reflexionar sobre esto y esforzarse por hacer de ello una parte de su vida, para así hacer justicia en su adoración a fin de que pueda adornar su existencia en este mundo y en el otro, al mismo tiempo que atrae las bendiciones de Dios Altísimo.

Por consiguiente, la inauguración hoy de esta mezquita solo será “grande” cuando reconozcamos cuál es el verdadero propósito de nuestras vidas; ya que, de lo contrario, hay innumerables mezquitas en todo el mundo que son hermosas e impresionantes, pero los que van allí no cumplen el propósito de sus vidas. La adoración no consiste simplemente en ofrecer las cinco oraciones, o unas pocas, siguiendo simplemente los movimientos físicos de la oración, pues la adoración significa hacer justicia en la propia oración y ofrecerla de manera excelente. [En este sentido], el Santo Profeta Muhammad (sa) instruyó a una persona para que ofreciera su oración tres o cuatro veces más, porque sentía que no estaba cumpliendo con el debido derecho de la oración ni ofreciéndola de la manera excelente que le corresponde. Por lo tanto, hay que ofrecer oraciones mientras se les hace justicia. Solo entonces podremos alcanzar la cercanía a Dios Altísimo y nuestras oraciones solo serán aceptadas cuando uno también esté cumpliendo con los derechos de la creación de Al’lah, Quien afirma que las oraciones de los que usurpan los derechos de los demás se convierten en el medio de su destrucción y les serán echadas en su cara.  En consecuencia, nuestro objetivo es llenar las mezquitas y hacerlo de acuerdo con los mandamientos de Dios Altísimo a fin de alcanzar Su placer.

[Por otra parte], ¿qué quería el que desafió al Mesías Prometido (as)? En nombre de la religión, deseaba gobernar el mundo y para ello utilizó el nombre del Mesías Prometido (as) e hizo grandes proclamas de que haría tal y tal cosa con el Mesías de Muhammad (sa), como acabo de citar de un periódico. No obstante, cuando el Mesías Prometido (as) le retó a un duelo de oración, su fin se puso de manifiesto y el mundo fue testigo de la humillación y la desgracia de Dowie en todos los aspectos; y se manifestó una señal tan clara que los periódicos no tuvieron más remedio que aceptarla y no tuvieron alternativa salvo declarar a Mirza Ghulam Ahmad (as) como “alguien extraordinario” [‘great’]. Así pues, ¿debemos limitarnos a construir una mezquita memorable y estar contentos por ello mientras nos alegramos de esta gran victoria? Como he dicho, hemos cosechado los frutos del Mesías Prometido (as) y seguimos haciéndolo, pero el Mesías Prometido (as) guio a sus seguidores a recorrer los caminos que permiten desarrollar una relación con Al’lah.

El Mesías Prometido (as) no hizo este desafío solo para destruirlo, sino que fue a fin de establecer la grandeza del Islam; para traer al mundo bajo el estandarte del Islam y mostrar que ahora se establecerá la supremacía del Mesías de Muhammad (sa) en la Tierra, quien debía levantar el estandarte del Santo Profeta (sa) y establecer la soberanía del Dios Único en el mundo.

Por lo tanto, es nuestra responsabilidad, como aquellos que se atribuyen a la Yamat del Mesías Prometido (as), que difundamos el mensaje del Mesías enviado en la “Ummah” del Santo Profeta (sa), a cada rincón de este país. Tenemos que demostrarles la unidad de Dios, pero esto solo ocurrirá cuando nosotros mismos forjemos una conexión con Al’lah y sobresalgamos en nuestra rectitud.

El Mesías Prometido (as) dice:

“A mi Comunidad le corresponde particularmente adoptar la rectitud, especialmente en vista del hecho de que se asocian y juran lealtad a un hombre que afirma estar Divinamente elegido. De este modo, se librarán de cualquiera de las diversas formas de malicia, rencor, asociación de copartícipes con Dios y apego mundano que puedan acosarles”.

Por tanto, purificar el interior de uno mismo es de vital importancia y cuando uno lo limpia, la rectitud se verá inculcada dentro de él. Entonces el mundo observará que seguirán manifestándose signos tras signos; y es precisamente cuando se llegue a ese preciso estado que se allanará el camino a nuevas victorias, si Dios quiere. Es este estado el que nos mostrará la realidad de esta gran victoria. Así, ¡oh siervos del Mesías de Muhammad (sa)! Todo signo de victoria debe provocar una transformación en nuestro interior. Por consiguiente, haced un juramento de que hoy es el día en que se producirá una gran revolución espiritual dentro de nosotros y debería servir como un día para producir una revolución espiritual dentro de nuestros hijos y nuestra progenie, y de hecho debería ser así. De lo contrario, ¿en qué nos beneficia la destrucción de [Alexander] Dowie o el hecho de que los habitantes de esta ciudad lo desconocieran y vosotros se lo hicierais saber? Solo será beneficioso cuando al cumplir con esta gran victoria, produzcamos una extraordinaria transformación en nuestro interior y llevemos a nuestros compatriotas y al resto del mundo a la servidumbre del Santo Profeta Muhammad (sa); y cuando se convenzan de la Unicidad de Dios y estén dispuestos a ofreceré todo [tipo de] sacrificio.

¡Que Al’lah nos permita y a nuestros descendientes alcanzar este estado!

[Jutba Zaniah]

[Hazur comentó finalmente]:

Han puesto por escrito [varios] detalles sobre la mezquita, algunos de los cuales ya he mencionado, y [sobre los restantes] os informaré en el futuro.

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