¿Por qué no funcionan los matrimonios?
¿Por qué fracasan los matrimonios en las sociedades modernas, cuáles son las ventajas que tiene un matrimonio islámico, y qué debe ocurrir para que el matrimonio tenga éxito? Esto y mucho más en el vídeo de hoy.
Transcripción
La frustración a la hora de encontrar pareja se ha intensificado en los últimos años debido a las aplicaciones de citas y las redes sociales, que han transformado la forma en que la gente se conecta. A diferencia de los métodos anteriores de conocer pareja a través de la familia o conocidos, las aplicaciones de citas y las redes sociales crean un abanico infinito que da lugar a que, tanto hombres como mujeres, den prioridad a las relaciones sexuales sobre las conexiones emocionales.
Esta dinámica de relaciones superficiales suele provocar traumas emocionales y una serie de rupturas, sobre todo entre los jóvenes, lo que merma su capacidad para entablar relaciones sanas en el futuro.
Pero a pesar del daño evidente, muchos se sienten obligados a ajustarse a las expectativas sociales de la sexualidad moderna, creyendo que no tienen alternativa.
El matrimonio cada vez es menos popular, y la mayoría de matrimonios acaba tristemente en divorcio, muchas veces con niños de por medio, lo que añade más dolor a este panorama.
En este vídeo voy a explicar por qué fracasan los matrimonios en las sociedades modernas, cuáles son las ventajas que tiene un matrimonio islámico, y qué debe ocurrir para que el matrimonio tenga éxito.
Para empezar, el propósito del matrimonio no es buscar una pareja estable cuando ya nos hemos cansado de probar con diferentes chicos/as y queremos una cierta estabilidad con una pareja que tenga ciertas cualidades que deseamos.
Ese tipo de matrimonio está destinado a fracasar como bien indican las estadísticas. Los inconvenientes, sobre todo tras un divorcio, son muy indeseables: perdemos libertad financiera, nuestros hijos, nuestros bienes, etc.
Sin embargo, el matrimonio que cumple con una serie de requisitos, basados en las enseñanzas religiosas, tiene un alcance mucho mayor del que pensamos y tiene una gran cantidad de beneficios, que ahora veremos.
En primer lugar, para que funcione un matrimonio, el chico y la chica deben conocer cuales son sus preferencias y sus planes a largo plazo. Tristemente, hoy en día es ridículo pensar en hablar sobre nuestros planes a largo plazo en una primera cita. Pero cuando formamos una relación emocional de forma impulsiva sin considerar estos factores a largo plazo, llegara un punto en nuestra relación en la que nos encontraremos con diferencias en nuestra pareja que pueden acabar rompiendo la relación.
En el caso del islam, por ejemplo, se habla sobre la posibilidad de matrimonio y cuáles son las expectativas de cada parte de forma racional, antes de que se desarrollen apegos emocionales. El islam propone que las relaciones emocionales se desarrollen después de conocer las preferencias de cada uno, y con un compromiso fundamentado en la racionalidad. Pero esta no es la única garantía de que un matrimonio funcione.
Lo más importante es que, tanto el marido como la mujer deben tener un sentido de responsabilidad moral. Lo que quiero decir con esto es que al igual que un chico busca ciertas cualidades en su pareja como pureza, fidelidad, etc. Entonces él también debe adoptar ciertos comportamientos incluso antes de casarse y debe ser responsable de cumplir con ellos.
Por ejemplo, muchos chicos, desde jóvenes se acostumbran a acostarse con diferentes chicas, promoviendo este tipo de relaciones, pero luego buscan casarse con mujeres vírgenes. Este comportamiento hipócrita promueve una cultura que desvirtúa a las mujeres castas, haciendo que sea más difícil encontrar una mujer así.
Según el islam, los hombres deben ser consecuentes de sus acciones y adoptar una serie de hábitos desde jóvenes que permitan que la relación de pareja sea exitosa. Por ejemplo:
Deben controlar sus emociones desde pequeños, para que puedan ser pacientes con sus esposas y evitar así la violencia. También deben evitar el alcohol, que es un factor muy común en los casos de violencia doméstica.
Deben aprender a respetar a las mujeres desde una edad temprana, empezando por sus padres, sus hermanas, y otros parientes. Luego deben aprender a tratar con respeto a las mujeres con las que se encuentren, bajando sus propias miradas cuando se crucen con ellas, no mirarlas con deseo, incluso evitando el contacto físico, no por desprecio, sino al contrario, por respeto hacia ellas, y para evitar caer en tentaciones.
La liberación sexual que predomina en la sociedad actual sólo incentiva relaciones superficiales basadas en la apariencia física y la riqueza personal. El problema es que el placer que se obtiene en estas relaciones es temporal y no duradero. Por contra, las relaciones que perduran son aquellas que están basadas en los valores y principios personales como: la sinceridad, la paciencia y la compasión.
Por eso, las mujeres también deben cultivar cualidades como la paciencia, el respeto y la modestia. En lugar de exhibir su belleza al mundo indiscriminadamente, condicionando su comportamiento al deseo de los hombres, el islam anima a las mujeres a mostrar su valor social en base a sus habilidades y capacidades, y que reserven su belleza para sus seres queridos.
En resumen, cultivar valores morales es esencial para que un matrimonio funcione. Según el islam, el valor que tienes a la hora de buscar pareja no está solo en tu belleza o tu estatus social, sino también en la calidad de sus principios morales.
En contraste con las citas, que suelen dar prioridad a las experiencias sexuales, la visión islámica presenta el matrimonio como el marco adecuado para las relaciones íntimas, y por eso prohíbe las relaciones prematrimoniales. Esto hace que el matrimonio se considere un hito emocionante y gratificante, especialmente para las parejas más jóvenes.
Además, el matrimonio se considera un beneficio importante para las mujeres, ya que obliga a los hombres a asumir contractualmente y espiritualmente sus responsabilidades con sus parejas e hijos. De hecho la boda actúa como un compromiso público ante gente conocida y querida, lo que refuerza la seguridad de las mujeres en sus roles familiares.
El matrimonio también es beneficioso para los niños, ya que si los padres se dedican a cultivar valores morales, los hijos también aprenderán de ellos, y de esa manera las futuras generaciones podrán crear una sociedad mejor.