Dominando la moderación: Recurriendo a la oración en medio de la provocación en las redes sociales
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Dominando la moderación: Recurriendo a la oración en medio de la provocación en las redes sociales

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Sermón del viernes 6 de junio de 2025

Después de recitar Tashahud, Taawuz y Sura Al-Fatiha Su Santidad Jalifa V del Mesías (aba) dijo:

Hoy en día, si bien por un lado las redes sociales tienen sus beneficios y la gente se beneficia de ellas, por otro lado también hay algunos aspectos que causan molestia. Aprovechando las redes sociales, estos días los opositores utilizan un lenguaje extremadamente grosero contra la Comunidad Musulmana Ahmadía. Ellos arrojan mentiras e inmundicias contra el Mesías Prometido (as) que hieren los sentimientos de los ahmadíes cuando las escuchan.

Luego, en represalia, algunos ahmadíes les responden de manera errónea. Aunque puedan tener buenas intenciones, terminan utilizando un lenguaje que puede interpretarse en un sentido equivocado. Esta no es nuestra práctica. Un ahmadí debería abstenerse de esto. No es nuestro trabajo utilizar un lenguaje inapropiado o responder de una manera en la que inadvertidamente usemos un lenguaje que pueda convertirse en un medio para degradar a alguien de cualquier manera, mediante la cual los oponentes luego puedan aprovecharse y continuar diciendo que – ¡Dios no lo quiera! – deshonramos al Santo Profeta (sa) o a sus Compañeros (ra). Cuando en realidad, el rango que otorgamos al Santo Profeta (sa) y a sus Compañeros no puede ser comprendido por esta gente ni siquiera en una diezmillonésima parte.

Todo lo que poseemos, lo sacrificamos por el Santo Profeta (sa). Él es aquel Sello de Todos los Profetas, quien es el Profeta amado y último [portador de la ley] de Dios. Con respecto a sus Compañeros, hay innumerables casos en los que el Mesías Prometido (as) ha usado palabras y ha dicho cosas que están mucho más allá de la comprensión de estos oponentes que hablan en contra de nosotros.

Así, no sólo nuestros corazones reverencian el rango del Santo Profeta (sa) –de hecho lo hacemos, y es incomparable– sino que también apreciamos el rango de sus Compañeros.

Por lo tanto, todo ahmadí debe tener esto en mente; y todo ahmadí debe evitar decir cualquier cosa que cree una impresión equivocada o que tenga el potencial de dejar una percepción equivocada de cualquier manera. Algunos ahmadíes creen que han mostrado un gran sentido del honor al dar una respuesta particular: ésta es su respuesta cuando se les pregunta. Pero esta supuesta dignidad es en realidad ignorancia. Si un ahmadí dice cosas que puedan interpretarse de forma incorrecta, entonces se están convirtiendo en un medio para difamar al Mesías Prometido (as) y a la Comunidad.

El Mesías Prometido (as) afirma:

“Debéis manteneros pacientes y mostrar siempre paciencia”.

En una ocasión el Mesías Prometido (as) dijo:

“La gente me insulta, pero no me importan sus insultos ni siento pena por ellos porque son incapaces de avanzar más allá de este punto. La única manera que tienen de ocultar su impotencia y depravación es insultando. Emplean vulgaridades y tácticas absurdas porque no tienen argumentos ni respuestas, y por eso insultar es lo único que pueden hacer”.

El Mesías Prometido (as) dice:

“Pueden emitir edictos de incredulidad, presentar casos falsos e inventar todo tipo de acusaciones falsas y calumnias; pueden ejercer todos sus esfuerzos contra mí, y serán testigos de a quién le favorecerá la decisión final. Pueden intentar lo que quieran, pero Dios Altísimo está con el Mesías Prometido (as) y por eso serán testigos de quién prevalecerá al final”.

El Mesías Prometido (as) afirma:

“Si comenzara a preocuparme por sus insultos, eso me desviaría de la tarea que Dios me ha confiado. Por eso, aunque no me importan sus agravios, aconsejo a mi Comunidad que les conviene escuchar sus injurias y soportarlas, y que bajo ninguna circunstancia deben responder a las ofensas con ofensas, porque eso elimina las bendiciones. Deben mostrar ejemplos de paciencia y tolerancia y exhibir su moral. Ciertamente, recordad que existe una peligrosa división entre el intelecto y la pasión. El intelecto no puede prevalecer en presencia de la pasión y la ira. Sin embargo, a una persona que muestra paciencia y tolerancia se le da una luz que aporta un nuevo brillo a sus capacidades de intelecto y comprensión. Entonces esta luz engendra luz. Como la ira y la pasión oscurecen el corazón y la mente, la oscuridad engendra oscuridad”.

Por tanto, esta es una lección que debemos recordar siempre. Aquellos que se convierten en autoproclamados eruditos y comienzan a responder en las redes sociales a los no ahmadíes y a los llamados ulemas que lanzan acusaciones contra nosotros, deberían abstenerse de hacerlo. Si quieren buscar respuestas, entonces deben consultar a los eruditos de la Comunidad, aquellos que poseen un conocimiento profundo de la literatura de la Yamaat, y las respuestas dadas deben ser contundentes y deben refutar enfáticamente las acusaciones que se plantean.

Debéis actuar según las enseñanzas del Mesías Prometido (as), que son las verdaderas enseñanzas del islam. De lo contrario, siendo parte de la Comunidad, la estaréis difamando.

¡Que Dios Altísimo nos salve del daño causado por los perversos y conceda sentido común a quienes hacen alarde de su falso honor y a veces se convierten en instrumentos para propagar el desorden y el caos debido al lenguaje que utilizan! En lugar de responder en las redes sociales, si nos postráramos ante Dios Altísimo, ofreciéramos nuestras oraciones con absoluta devoción y sinceridad, y desarrolláramos tal dolor en nuestras postraciones que conmoviera el honor de Dios Altísimo, entonces alcanzaríamos rápidamente resultados más excelsos que los que estas personas consiguen al dar respuestas. Por lo tanto, todo ahmadí debe abstenerse de utilizar cualquier tipo de lenguaje que innecesariamente dé a los oponentes la oportunidad de decir que un ahmadí dijo tal o cual cosa.

Nuestra moral debe ser la de los estándares más elevados. Aquellos que no tienen una moral elevada, no cumplen con su promesa de lealtad al Mesías Prometido (as). Por eso, debemos analizarnos a nosotros mismos; cada uno debe autoevaluarse, reflexionar y en lugar de dar respuestas inapropiadas, centrarse en las oraciones.

¡Que Dios Altísimo nos permita a todos hacerlo y torne la crueldad de los malvados hacia ellos mismos y nos proteja de sus actuaciones!

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