El centenario: la mezquita Fazl de Londres
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

El centenario: la mezquita Fazl de Londres

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Después de recitar el Tashahud, el Taawuz y la Sura al-Fatiha, Hazrat Jalifatul Masih V (aba) declaró:

Mañana, la Comunidad (Musulmana Ahmadía) del Reino Unido celebrará un acto sobre el centenario de la Mezquita Fazl, al que también se ha invitado a personas que no son áhmadis y a vecinos de la zona. La Mezquita Fazl tiene un significado histórico, ya que es la primera mezquita de la Comunidad Musulmana Ahmadía, que se construyó en el centro de influencia del cristianismo y desde donde se empezaron a propagar las verdaderas enseñanzas del islam a gran escala. Hoy, nuestros oponentes afirman que la Comunidad Musulmana Ahmadía fue una semilla plantada por los británicos. Sin embargo, es sorprendente que a través de esta supuesta semilla plantada por ellos, los fallos de la religión de estas personas que viven en Occidente salgan a la luz en sus países y, al mismo tiempo, se predique la belleza del islam. Además, quienes formulan estas acusaciones, no son capaces de realizar tales esfuerzos para propagar las enseñanzas del islam de esta manera.

Es cierto que antes de la construcción de la mezquita de Fazl, el conocido orientalista G. W. Leitner construyó una mezquita en Woking. Se jubiló como rector del Oriental College de Lahore, regresó a Inglaterra y construyó una mezquita en Woking en 1889. Es una asombrosa coincidencia que éste sea el mismo año en que se fundó la Comunidad Musulmana Ahmadía y en que el Fundador de la Comunidad, Hazrat Mirza Ghulam Ahmad, el Mesías Prometido (as), fundó la Comunidad. Además, este célebre profesor creó una institución de estudios orientales para que los musulmanes pudieran adquirir conocimientos religiosos y practicar el culto. La gobernante de Bhopal, Shah Jahan Begum, donó una enorme suma para la construcción de esta mezquita, que lleva su nombre. Sin embargo, este profesor falleció en 1899 y esta mezquita quedó cerrada, ya que no había nadie que se ocupara de ella.

Posteriormente, durante el Jalifato de Hazrat Jalifatul Masih I (ra), Khawaja Kamal-ud-Din Sahib vino aquí (al Reino Unido). Intentó reabrirlo y lo consiguió. Luego escribió a Hazrat Jalifatul Masih I (ra) que se había creado un fondo para esta mezquita y que él estaba a cargo de ella. A partir de entonces, se reanudó el culto en esta mezquita. Cuando se reabrió esta mezquita, Chaudhry Zafrullah Khan Sahib (ra) también acompañó a Khawaja Kamal-ud-Din Sahib a la mezquita. Allí ofreció oraciones voluntarias y suplicó profundamente. Poco después, Hazrat Musleh Maud (ra) hizo un llamamiento para que se enviaran misioneros. Sin embargo, no se pudieron recaudar fondos (suficientes) para ello. No obstante, de algún modo se las arreglaron y enviaron aquí a Chaudhry Fateh Muhammad Sial Sahib, que trabajó junto a Khawaja Sahib durante algún tiempo.

Tras el fallecimiento de Hazrat Jalifatul Masih I (ra), Khawaja Sahib no hizo la promesa de iniciación a manos de Hazrat Jalifatul Masih II (ra). Como consecuencia de ello, Chaudhry Fateh Muhammad Sial Sahib lo dejó y se fue a otro lugar. En cualquier caso, esta era la mezquita de Woking. Sin embargo, la primera mezquita oficial construida por una comunidad musulmana o por la Comunidad Musulmana Ahmadía es la Mezquita Fazl. Es cierto que hay muchas mezquitas construidas por musulmanes en Londres, así como en otros países occidentales, pero es la Mezquita Fazl la que tiene el honor de ser la primera mezquita de Londres.

Sin embargo, ni siquiera las mezquitas de aquí transmiten realmente las verdaderas y hermosas enseñanzas del Islam al mundo o a Occidente, (no transmiten) enseñanzas que traigan amor, paz y armonía a todos de la forma en que se difunden desde las mezquitas musulmanas áhmadis. Otras mezquitas del mundo occidental dependen de la ayuda financiera de los gobiernos del mundo; en algunos casos, los gobiernos islámicos también han ayudado en cierta medida a financiar la construcción y el mantenimiento de estas mezquitas. Sin embargo, por la gracia de Dios Altísimo es la belleza de las mezquitas construidas por la Comunidad Ahmadía (de hecho aquellas mezquitas que han sido construidas con la ayuda del gobierno incluso ahora reciben ayuda financiera continua a través de varios programas de apoyo estatal aquí en Inglaterra), que la Comunidad Ahmadía no depende de este tipo de financiación. Es la excelencia de la comunidad que sus mezquitas se construyan con las donaciones y sacrificios de sus miembros. De hecho, ahora incluso en Londres, por la gracia de Dios Altísimo, gracias al sacrificio económico de los musulmanes áhmadis, se han construido docenas de mezquitas nuevas. Y también en otros países occidentales se han construido muchas mezquitas.

En cualquier caso, hoy me gustaría decir algo en referencia a la Mezquita Fazl. Sin embargo, la importancia de mencionar ésto o la importancia de este acto conmemorativo que estamos organizando por su centenario, sólo será beneficiosa cuando cumplamos el verdadero propósito de las mezquitas tal y como merecen ser cumplidas; haciendo verdadera justicia al provocar un cambio en nosotros mismos; para mejorar nuestra conexión con Dios Altísimo; para vincular a nuestras futuras generaciones con la mezquita. Debemos cumplir los derechos establecidos por el islam. Por ello, todo musulmán áhmadi debe tener presente que no debemos contentarnos con organizar un acto o con colocar luces. En lugar de ello, debemos cumplir los derechos de esta mezquita, conocer su historia y centrarnos en ella, y después evaluar nuestras propias condiciones.

A este respecto, lo primero que me gustaría decir es que el Mesías Prometido (as) ha dicho mucho sobre la expansión del islam en Occidente. Esta es la base de nuestros esfuerzos de Tabligh (predicación). En una ocasión, hablando de una visión sobre la expansión del islam en Occidente, el Mesías Prometido (as) escribe:

“Aunque creemos en el sol que ha de salir por el oeste, sin embargo, lo que se le dio a entender a este humilde en un sueño es que el significado del sol saliendo por el oeste es que aquellos países occidentales que han estado durante mucho tiempo en un estado de incredulidad y extravío, finalmente serán iluminados por el sol de la verdad y participarán del islam.”

El Mesías Prometido (as) dijo esto con gran firmeza, por lo tanto, siempre debemos tener la esperanza de que el islam también se extienda en estos países.

Luego hay otra profecía del Mesías Prometido (as) que dice:

“Vi (en una visión) que estaba de pie en un púlpito en la ciudad de Londres y exponía la verdad del islam en lengua inglesa, en un discurso muy bien razonado. Después, cogí varios pájaros que estaban posados en pequeños árboles y eran de color blanco y sus cuerpos se parecían a los de las perdices. Interpreté esta visión en el sentido de que, aunque no pudiera viajar a ese país, mis escritos se publicarían entre ellos y muchos ingleses justos se sentirían atraídos por la verdad. De hecho, la conexión de los países occidentales con las verdades religiosas había sido hasta entonces muy escasa. Es como si Dios hubiera dado el conocimiento de la religión a toda Asia y el conocimiento secular a Europa y América. La cadena de los profetas también permaneció en Asia, al igual que los beneficios de la santidad consumada. Dios Altísimo quiere manifestar ahora Su divina misericordia sobre los pueblos de los países occidentales”.

Esta es la guía, el deseo, la oración y la buena nueva del Mesías Prometido (as). Con el fin de continuar esta tarea, la Comunidad Ahmadía en el Reino Unido, así como la comunidad en todo el mundo, incluyendo América y otros países occidentales, se esfuerza por transmitir el verdadero mensaje del islam y la fundación de la Mezquita Fazl se estableció con el fin de cumplir con este objetivo.

Como ya he mencionado, Khwaja Kamal-ud-Din Sahib vino por primera vez a la Mezquita de Woking, pero tras el fallecimiento de Hazrat Jalifatul Masih I (ra), no prometió su lealtad al Jalifato. Debido a esto, Chaudhry Fateh Muhammad Sial Sahib – que estaba con él en ese momento – se sintió incómodo trabajando a su lado, por lo que se separó de él y comenzó a propagar y promulgar el mensaje del Islam-Ahmadía en otro lugar, y fue recibido con éxito por la gracia de Dios. Así, podemos decir que Chaudhry Fateh Muhammad Sial Sahib fue el primero en venir oficialmente aquí como misionero de la Comunidad Musulmana Ahmadía, y el primer fruto lo recibió a través de él, el Sr. Corio, un periodista. Se hizo musulmán y, a partir de entonces, más de una docena de personas se hicieron áhmadis. La mayor parte de la propagación de Chaudhry Sahib fue a través de conferencias. Para difundir el mensaje del islam, visitaba diversos clubes y sociedades en diversos lugares y pronunciaba discursos.

A partir de entonces, el Jalifa II del Mesías (ra) llamó a Chaudhry Fateh Muhammad Sial Sahib a Qadián y envió a Qazi Abdul’lah Sahib como misionero [en su lugar]. Trabajó aquí durante algún tiempo y Qazi Sahib también fue un compañero [del Mesías Prometido (as)]. Era muy difícil trabajar aquí mientras la guerra había empezado. Fue extremadamente difícil llevar a cabo la propagación cuando comenzó la Primera Guerra Mundial, pero estas personas continuaron transmitiendo el mensaje. Durante el mandato de Qazi Sahib, con el fin de tener un lugar permanente para la misión, se alquiló un local en Star Street.

También está registrado en la historia que durante el tiempo que Qazi Sahib estuvo aquí, el Jalifa II del Mesías (ra) también envió a Hazrat Mufti Muhammad Sadiq Sahib como misionero. Residió aquí desde enero de 1917 hasta 1920. En 1919, Chaudhry Fateh Muhammad Sial Sahib fue enviado una vez más junto con Maulwi Abdur Rahim Nayyar Sahib, y ambos trabajaron desinteresadamente para propagar el mensaje del Ahmadíat.

En 1920, el Jalifa II del Mesías (ra) le ordenó a Chaudhry Fateh Muhammad Sial Sahib que comprara un terreno en Inglaterra en el que se pudiera construir una mezquita y una casa de misión para que las obras pudieran comenzar allí. Se hicieron esfuerzos para lograr este propósito y este lugar en Putney se compró por más de 2.200 £.

El Jalifa II del Mesías (ra) estaba en Dalhousie cuando le informaron de esto. Allí celebró un gran acto y le puso el nombre de «Mezquita Fazl». Luego se hizo un llamamiento a donaciones para que se pudiera reunir la mayor cantidad de dinero posible para construir la mezquita. Hazrat Chaudhry Fateh Muhammad Sial Sahib compró esta tierra a una persona judía. Como les he comentado, han comenzado ahora nuevas obras allí,  pero en aquel momento era una casa y tenía un terreno de aproximadamente un acre.

Luego, la historia nos cuenta cómo se fue avanzando en esta mezquita y cómo fue construida. Durante la Conferencia de Wembley de 1924, algunas personas respetables tuvieron la idea de que, paralelamente a esta conferencia mundial, se debían pronunciar diversas religiones. Dejando de lado la fe cristiana, que los occidentales conocían muy bien, se debería recopilar información sobre otras religiones. Después de invitar a sus representantes a Londres, se les debería dar la oportunidad de dar conferencias. Para esta tarea, invitaron a Maulwi Abdur Rahim Nayyar Sahib (ra), el misionero en ese momento, a dar una conferencia en nombre de la Comunidad Musulmana Ahmadía. Maulana Nayyar Sahib transmitió esta información a Qadián. El Jalifa II del Mesías (ra) lo aprobó, declarando que enviaríamos algunos representantes que pudieran presentar las bellezas del islam. Al mismo tiempo, el Jalifa II del Mesías (ra) comenzó a escribir un tratado en el que se mencionaban las bellezas del islam y las verdaderas enseñanzas. Con el tiempo esto se convirtió en un voluminoso libro, que escribió para esta conferencia, y ahora se publica bajo el nombre de “Ahmadiat o el verdadero islam”.

Posteriormente, se convocó una consulta dentro de la comunidad, en la que Hazrat Mirza Bashir Ahmad Sahib (ra) y Hazrat Abdur Rahim Sahib Dard propusieron que ésta fuera una ocasión en la que el Jalifa del Mesías (ra) mismo podría asistir junto con algunos miembros de la comunidad, en lugar de enviar un representante. Posteriormente, se tomó la decisión de que el Jalifa II del Mesías (ra) viniera personalmente a Inglaterra. Después de visitar Damasco, Egipto, etc., llegaría a Europa y traería algunos miembros con él. Entre ellos estaban Chaudhry Zafrulla Khan Sahib (ra) y Hazrat Mirza Sharif Ahmad Sahib (ra). Hazrat Mirza Sharif Ahmad Sahib (ra) y Chaudhry Zafrulla Khan Sahib (ra) vinieron por sus propios gastos. Del mismo modo, el Jalifa II del Mesías (ra) también viajó por su propia cuenta.

En cualquier caso, el Jalifa II del Mesías (ra) llegó a Inglaterra desde Damasco y Egipto a través de Italia, Suiza y Francia. Llegó aquí el 22 de agosto de 1924. Lo interesante es que el Jalifa II del Mesías (ra) ya había tenido una visión sobre su bendita llegada aquí, que estaba descendiendo en algún lugar de las costas de Inglaterra y colocó su pie sobre un bloque de madera. Como un general victorioso, miraba en las cuatro direcciones cuando escuchó una voz que decía: “Guillermo el Conquistador”. Fue como si la victoria espiritual sobre Inglaterra estuviera destinada con la llegada de Su Santidad (ra) a Inglaterra, lo que ahora se ha manifestado.

Los periódicos publicaron ampliamente el viaje de Su Santidad y su llegada a Inglaterra. Al llegar allí, Su Santidad llegó a la estación Victoria de Londres; (fue desde el puerto marítimo a la estación Victoria). Desde allí, Su Santidad y su séquito llegaron frente a la gran Catedral de San Pablo, que es la iglesia más grande de Inglaterra. Mientras estaba allí, oró a Dios Altísimo por la victoria del islam y el establecimiento del Tauhid [la unidad de Dios], y luego entró en la ciudad junto con su séquito. Ya se había organizado un alojamiento adecuado: una casa grande que había sido alquilada.

Pronunció discursos en varios eventos religiosos, reuniones privadas, conferencias públicas y también durante este tiempo se recibió la noticia de Kabul sobre la lapidación de Naimatullah Khan Sahib Shaheed: estos incidentes atrajeron mucha atención a la Comunidad Ahmadía y fueron ampliamente reportados en muchos periódicos. Sin embargo, después de estos acontecimientos, llegó el momento de colocar la primera piedra de la mezquita, y por la gracia de Dios Altísimo, esta tarea también se llevó a cabo de manera sobresaliente e impactante.

Respecto a la mezquita, se menciona en la historia que tan pronto como comenzaron los esfuerzos de predicación en Inglaterra, el Jalifa II del Mesías (ra) ya tenía la intención de construir una mezquita, porque el constante traslado de un lugar a otro inhibía severamente la efectividad de los esfuerzos de predicación. Era necesario tener una sede para la Yama’at (comunidad). Alquilar diferentes casas y mudarse de un lugar a otro no permitió la estabilidad y por lo tanto disminuyó el impacto de los esfuerzos. Sin embargo, por eso deseaba que hubiera una sede.

Sin embargo, esta tarea parecía difícil de llevar a cabo y hasta 1919 no se encontró ninguna solución práctica para ella. La recaudación de fondos, la búsqueda de terrenos dentro de Londres que fueran suficientes y ubicados en un vecindario respetable y libre de condiciones o restricciones legales: éste fue un obstáculo importante para comprar edificios y terrenos en Londres y construir un edificio como se deseaba. Estas condiciones también debían cumplirse. Lo más importante fue atraer la atención de la gente hacia su construcción y gestión. Así pues, hubo varios obstáculos en su camino, pero Dios cumplió cada necesidad de la mejor manera y con el mejor resultado.

El primer desafío fue conseguir los fondos, y se resolvió de tal manera que, una vez terminada la guerra, llegó un momento en que el valor de la libra esterlina empezó a caer. Cuando el valor de la libra disminuyó significativamente, el Jalifa II del Mesías (ra) sintió una fuerte inspiración en su corazón para aprovechar esta oportunidad y comprendió que este momento era valioso. El 6 de enero de 1920, mientras regresaba de dirigir la oración del mediodía, en ese momento, algunos rezaban en la mezquita, por lo que el camino estaba bloqueado, por lo que se detuvo y se sentó. Después de sentarse allí, dio instrucciones al Nazir Bait-ul-Maal [Secretario del Tesoro] para que inmediatamente tomara 14.000 o 15.000 rupias en préstamo y las enviara a Inglaterra, y como el tipo de cambio estaba bajando, se podría adquirir una cantidad significativa de libras intercambiando rupias.

Cuando el Jalifa II del Mesías (ra) regresó a casa después de ésto, finalizó este plan. El Nazir Bait-ul-Maal también lo escribió. Sin embargo, cuando lo finalizó, en lugar de enviar 14.000 o 15.000 rupias, Su Santidad aumentó la cantidad a 30.000 rupias, y en lugar de escribir “préstamo” (porque primero Su Santidad dijo que se debía tomar un préstamo), escribió la palabra “Chanda” [donación financiera]. Su Santidad solía decir que todo esto sucedió por sí solo y después de escribirlo ese mismo día, Su Santidad se lo entregó al Nazir Bait-ul-Maal a la hora del Asr, y ordenó que la gente se reuniera después de la oración del Maghrib para este propósito. Había poco espacio en la mezquita Mubarak y había muy poco tiempo para hacer el anuncio, pero a pesar de ello se recaudaron 6.000 rupias en respuesta al anuncio de Su Santidad. Al día siguiente, este plan fue anunciado a las mujeres, y nuevamente ese día, en la oración del Asr, se hizo otro llamado entre los hombres en la Mezquita Aqsa. Y finalmente, el 9 de enero de 1920, se hizo un anuncio formal durante el sermón del viernes. Para el 10 o 12 de enero, se habían recaudado 12.000 rupias en Chanda (donativo) sólo de Qadián; esta humilde comunidad hizo un enorme sacrificio  para recaudar esta Chanda (donativo).

Hazur dijo:

“No era posible que una comunidad tan pobre hiciera contribuciones financieras de esta cantidad sin una ayuda divina especial, y creo que las bendiciones especiales de Dios Altísimo estaban asociadas a la realización de contribuciones financieras.”

Dijo también: “El fervor y el entusiasmo de la gente eran dignos de ver. Sólo lo comprobaron quienes lo vieron por sí mismos. Todos y cada uno de allí presentes ofrecieron contribuciones financieras, mientras se regocijaban de pasión por el sacrificio. Un niño, hijo de un hombre pobre y trabajador, dijo: ‘He ahorrado 13,5 rupias'”. En aquella época, 13,5 rupias tenían algo de valor, y con la caída del tipo de cambio habría sido una libra o libra y media. En cualquier caso, dijo: “He ahorrado 13,5 rupias que envío como contribución financiera”. Hazrat Musleh Maud (ra) dice: “No sé cuáles eran las ambiciones del muchacho para las que estaba ahorrando ese dinero, pero no sólo su pasión por la fe le llevó a sacrificar su dinero, sino que también sacrificó sus ambiciones”. Y cada vez más gente siguió participando en este sacrificio”. Entonces,  Hazrat Jalifatul Maish II (ra) hizo un llamamiento a otras zonas como Gurdaspur, Lahore y otros lugares y se pensó que el objetivo de 30.000 rupias se cumpliría con estos tres distritos. Después dijo: “Me preocupaba que otras comunidades pudieran quejarse, así que lo amplié y aumenté la cantidad a 100.000 rupias para que más gente pudiera participar en las bendiciones.” De hecho, una persona escribió a Hazrat Musleh Maud (ra) diciendo: “Rece para que Dios Altísimo me conceda éxito en mi negocio. A cambio, cubriré todo el coste de la construcción de una mezquita en Inglaterra”. Hazrat Jalifatul Masih II (ra) dijo: “No le concedí permiso para ello porque no quería privar a otros de la oportunidad.” En cualquier caso, la  cantidad comenzó a recaudarse y, a través del Banco de la India, se envió a Inglaterra por un valor de 3.468 libras. Si lo comparamos con las circunstancias actuales,  esa cantidad ascendería a 52.000 rupias. La cantidad se reunió en una semana y el resto se envió más tarde. El  valor de la libra volvió a bajar, lo que se tradujo en una mayor cantidad de libras por menos rupias; la libra pasó de 15 rupias a seis rupias. Como he mencionado antes, la construcción de los cimientos de esta mezquita comenzó con la llegada aquí de Hazrat Jalifatul Masih II (ra).

Los cimientos de la mezquita se colocaron el domingo 19 de octubre de 1924. Está registrado  en la prensa del 18 de octubre de 1924,  que el tiempo para el 19 de octubre se preveía agradable y sol. Sin embargo, Dios Altísimo demostró que este pronóstico era erróneo y, en una clara señal de Su existencia, ese día llovió desde la mañana. Este asunto fue presentado ante Hazrat Jalifatul Masih II (ra), a lo que él dijo: “No hay nada de qué preocuparse, de hecho esto es muy bueno. Los que acudan a la inauguración  en esas condiciones lo harán por sinceridad”. También hay previsión de lluvia para mañana; veamos si esta previsión se cumple o no. También dijo: “Los que asistan vendrán por sinceridad y Dios quiera que este evento tenga éxito”. Se instaló una pequeña carpa para que la gente pudiera sentarse bajo ella y asistir al evento sin problemas. Se habían enviado tarjetas de invitación a varias personas. Entre ellos había parlamentarios, dirigentes, políticos, diplomáticos y otros grupos de personas. Debido a la poca antelación, se pensó que la asistencia sería bastante escasa, pero, a pesar de ello, acudió un gran número de invitados. Hubo representantes de varios países y este acto fue un éxito en todos los sentidos. Durante el acto, Hazrat Jalifatul Masih II (ra) se situó junto al lugar donde se iba a colocar la primera piedra, momento en el que Hazrat Hafiz Roshan Ali (ra) recitó dos capítulos del Sagrado Corán: la Sura al-Lail y la Sura al-A’la. A continuación, Hazrat Jalifatul Masih II (ra) pronunció un discurso.

Dijo:

“Nos hemos reunido hoy aquí para un evento que es único en sí mismo. Poner la primera piedra de un edificio erigido para recordar a ese Ser que es el Creador de todo, y dar expresión a nuestros sentimientos de devoción y adoración hacia Él. Al ir allí, todos nos unimos, independientemente del país o la regla de la que procedamos o del idioma que hablemos. Cuando estamos en Su presencia, que es el centro de todo, olvidamos todas las distinciones de edad, rango, color, o si pertenecemos al este o al oeste, pues cuanto más nos acercamos a ese Ser, las diferencias disminuyen y la unidad aumenta. Por  eso nos hemos reunido hoy aquí: para  poner los cimientos de un edificio que es signo de unidad y armonía,  y que nos recuerde que nuestra fuente y nuestro lugar de retorno es el mismo,  y que no debemos pelearnos entre nosotros ni crear problemas por el mero hecho de tener algunas diferencias entre  nosotros.”

Continuó:

“Siempre ha habido diferencias en el mundo y eso no tiene nada de malo. De hecho, es algo bueno, ya que el Santo Profeta (sa) ha dicho que las diferencias son un signo de misericordia y no son perjudiciales. Lo que es perjudicial es la intolerancia (que haya diferencias que luego lleven a la intolerancia). En otras palabras, cuando el propio deseo trasciende los límites de la unidad y  cuando todo el mundo insiste en que su opinión debe ser consensuada (no puede ser que sólo haya siempre acuerdo y nunca desacuerdo). De hecho, las diferencias son un signo de progreso. Si el hombre adopta esto, el éxito estará a su alcance”.

También dijo:

“El hombre debe poseer tolerancia. Se dice que las diferencias son algo malo, pero si no hubiera diferencias, ¿qué significado tendría la tolerancia? La tolerancia sólo puede ejercerse cuando hay diferencias. La tolerancia sólo puede emplearse cuando existen diferencias en determinados asuntos. Es entonces cuando uno puede mostrar tolerancia y esforzarse por no causar ningún tipo de daño a nadie. Esto es algo que siempre hay que tener en cuenta”.

Además, declaró:

“Lo que el mundo necesita es tolerancia, es decir, que la gente viva con amor a pesar de sus diferencias de creencias y principios. Ciertamente, todo el mundo tiene derecho a llamar a los demás hacia lo que cree que es bueno para ellos, porque sin difundir enseñanzas, el conocimiento no puede avanzar. Sin embargo, lo que nadie tiene derecho a hacer es intentar cambiar la forma de hablar o de actuar de alguien antes de cambiar su corazón, o causarle daño simplemente por diferencias de opinión. Esto está mal. Forzar a alguien a cambiar sus palabras o acciones es injusto; primero debe cambiar el corazón. Si se aplica la fuerza, no es correcto”.

Además, declaró:

“Una mezquita se construye para fomentar este espíritu, y el islam ha denominado a las mezquitas La Casa de Dios, lo que significa que es una casa donde ningún ser humano tiene derecho a expulsar a nadie por diferencias ni  causar daño, pues no es su casa, sino la de Dios”. Sin embargo, el clero paquistaní considera hoy que está en su derecho de hacer lo que le plazca, y se ha restringido a los áhmadis la entrada a las mezquitas.

Y añadió:

“Esta no es la casa de nadie en particular, sino la casa de Dios; el Dios del enemigo y el suyo propio, es el mismo.” En el Sagrado Corán, Dios dice:

[Árabe]

Es decir: ‘Y quién es más injusto que quien prohíbe a la gente adorar en la casa que ha sido establecida para la adoración de Dios'”. (2:115)

Esta injusticia la comete hoy el clero pakistaní en nombre del islam.

Además,  declaró lo siguiente:

“La historia relata que en tiempos del Santo Profeta (sa), una delegación de cristianos de Yemen vino a reunirse con él. Mientras conversaban con él, llegó la hora de la oración y le pidieron permiso para salir a rezar. El Santo Profeta (sa) dijo: ‘No hay necesidad de salir fuera para vuestras oraciones; rezad dentro de nuestra mezquita’. Las enseñanzas del Sagrado Corán y las prácticas del Santo Profeta (sa) confirman que las puertas de las mezquitas islámicas están abiertas a cualquiera que desee rendir culto a Dios, y que sirven de punto de unión para personas de distintas creencias.”

También dijo:

“Nosotros (la Comunidad Ahmadía) tenemos la intención de construir esta mezquita con este mismo espíritu y estos mismos sentimientos, y hoy inauguro el proyecto. Pero antes de colocar la primera piedra, quiero dejar claro que se construye una mezquita solamente para la alabanza de Dios el Altísimo, para que se pueda extender Su amor sobre la tierra y para que el hombre vuelva a la religión, porque sin ello no puede haber ni paz ni progreso. Nunca pondremos ningún impedimiento a nadie que quiera alabar a Dios en esta mezquita,  siempre y cuando sigan las normas establecidas por su administración y que no hagan nada para molestar los actos de culto de los que han construido esta mezquita para satisfacer sus necesidades religiosas. Creo firmamente que el espiritu de tolerancia que nacerá en esta mezquita ayudará a eliminar la discordia y  establecer la paz, y que pronto vendrá una época en que los pueblos del mundo abandonarán la guerra y las luchas fratricidas y vivirán juntos en amor y armonía. El mundo entero reconocerá que, dado que la humanidad ha sido creada por el mismo Dios, deberían vivir juntos con más amor aún que si fueran hermanos. En lugar de impedir el progreso del otro, deberían ayudarle a avanzar. Igual que un padre se siente disgustado cuando sus hijos pelean entre si, del mismo modo, no es del agrado de Dios cuando hay entre Su creación conflicto y  guerra.

Además, declaró:

“Cuando los seres humanos se alejan de Dios, la consecuencia a menudo es la guerra. Por esta razón, Al’lah el Altísimo envió al Mesías Prometido (as), el Fundador de la Comunidad Ahmadía del Islam. Estas guerras nacen del alejamiento de Dios, y para unir a todo el mundo, Al’lah el Altísimo envió al Mesías Prometido (as) en su época para atraer al hombre de nuevo hacía Dios y para eliminar lo que divide y fomentar la unidad y el amor. Así que, con la ayuda de Dios, la Comunidad Ahmadía seguirá luchando para eliminar todas las guerras que sean motivadas por el racísmo o la política. Esperamos que las personas de buena voluntad de todas las religiones en cada país nos ayuden en nuestros esfuerzos de establecer la paz, y de hecho ya hay señales de esto. Afirmo que el hecho de que hubieren varias personas presentes, personas honorables de varias naciones demostraba este acercamiento”.

Incluso hoy, cien años más tarde, por la Gracia de Al’lah el Altísimo, vemos que muchas personas de diferentes naciones y religiones, cuando asisten a los eventos organizados por la Comunidad Ahmadía, se sienten unidos.

Cuando entréis en esta mezquita, sobre todo aquellos que  acuden a rezar en la Mezquita Fazl, veréis una placa colocada por Hazrat Jalifatul Masih II (ra) en la cual se puede leer:

“Yo, Mirza Bashiruddin Mahmud Ahmad Jalifatul Masih II, Imam de la Comunidad Ahmadía, que tiene su sede en Qadián, Punjab, India, coloco hoy la primera piedra de esta mezquita, el día 20 de Rabiul Awwal 1343, con el fin de buscar el beneplácito de Dios, y para que se glorifique Su nombre en Inglaterra y que el pueblo de este país pueda tomar parte de las bendiciones que Él nos ha otorgado. Ruego a Dios que acepte los esfuerzos humildes y sinceros de los miembros de la Comunidad Ahmadía, hombres y mujeres, y que haga prosperar esta mezquita y que sea para siempre un centro para la predicación, de pureza, piedad, justicia y amor, y que este lugar llegue a ser un sol de luz espiritual que ilumine este país y todos los paises a su alrededor con los rayos de luz benditos del Santo Profeta Mohammad (sa), el Elegido por Dios y Sello de los Profetas, y de Hazrat Ahmad, el Mesías Prometido (as), profeta de Dios y Vicerregente (y reflejo) de Muhammad (la paz y bendiciones de Al’lah sean con ambos). Amén, (que así sea)”.

19-10-1924

Esa es la inscripción que se puede leer allí. Se colocó la primera piedra de esta mezquita con la oraciones y con la Gracia de Al´lah. Muchos periódicos publicaron la noticia. Publicaron extractos del discurso de Hazrat Musleh Maud (ra) y aplaudieron el trabajo de la Yama’at. Ya he mencionado algunos puntos del discurso de Hazrat Musleh Maud (ra), pero hay más detalles. Los que quieran leer el discurso entero pueden hacerlo.

Dos años más tarde, la construcción de la mezquita terminó y fue inaugurada en 1926.  Se suponía que el Principe Shah Faisal inauguraría la mezquita y, de hecho recibió instrucciones de su padre para que estuviera presente. Sin embargo, a causa de la reacción entre los musulmanes, el Rey no le dejó asistir. Fue Sheikh Abdul Qadir Sahib quién inauguró la mezquita. Dejó claro que no era áhmadi, pero dijo que a pesar de ello, todos los musulmanes deben servir al islam y dejar de lado las diferencias y ayudarse mutuamente en este sentido. Así mostraba su valentía y su corazón abierto. ¡Que Al’lah le bendiga por ello!

He así resumido la historia de la Mezquita Fazl. El propósito de su construcción era la propagación del mensaje del islam en occidente. Hoy, como ya he señalado, conmemoramos los 100 años, pero este evento no se celebra por motivos mundanos. Más bien, basándome en las palabras y las obras de Hazrat Musleh Maud (ra) y del Mesías Prometido (as), he explicado que se ha construido esta mezquita para que la gente pueda unirse para rendir culto al Único Dios, cumplir con los derechos de los demás, para hacer progreso espiritual y destacar por haber  adquirido un nivel ético y moral excelente. En esta época, en la que la gente abandona a Dios, esta mezquita es aún más importante. Según Al’lah el Altísimo, el propósito fundamental de la existencia del hombre es alabar a Dios, pero actualmente nos estamos alejando de ello. Por lo tanto, hoy debemos esforzarnos aún más para cumplir con el deber de alabar a Dios. En nuestro ámbito, entre nuestra gente y nuestros familiares. Debemos informarles a todos, que la verdadera vida y nuestra supervivencia depende de nuestra alabanza a Dios y la manera en que cumplimos nuestros deberes para con Él y Su creación, y seguimos Su mandato. Sólo entonces se puede  establecer la armonía en el mundo. Sólo entonces, podremos asegurar que el mundo avanzará en paz, tranquilidad y armonía, y podremos aprovechar la vida. De otra manera, nada existe, salvo la guerra y el desorden que vemos a nuestro alrededor hoy en día. Cada áhmadi tiene la obligación de mantener siempre este propósito en la mente.

El Santo Profeta (sa) dijo que uno debe desear para los demás lo que desea para sí mismo. Por lo tanto, a la luz de estas enseñanzas, es el deber de cada áhmadi informar al mundo sobre las enseñanzas del islam, que está repleto de paz, amor y cariño; es un mensaje que contiene paz y armonía. Deberíamos informar al mundo y hacer entender a la gente que ésta es la única garantía de supervivencia del hombre, nada más puede salvar a las generaciones venideras de la destrucción y la caída en un abismo de ruina. No es un disparate plantear la posibilidad de que estas guerras puedan provocar entre nuestros hijos y nietos enfermedades, minusvalías y otras complicaciones. Es necesario avisar a la gente de ésto también. ¡Que Al’lah el Altísimo nos conceda a nosotros la capacidad de cumplir con sus deberes para con esta mezquita y cualquier otra mezquita! No se trata solamente de esta mezquita. Cada áhmadi debe asegurarse de que todas las mezquitas permanezcan llenas de fieles y de que nos esforcemos a cumplir con los deberes hacia la mezquita y las obligaciones religiosas. ¡Que cumplamos con nuestro deber de extender el mensaje de Al’lah el Altísimo y el mensaje del islam! ¡Que llegemos a ser verdaderos musulmanes para quien Al’lah el Altísimo envió al Santo Profeta (sa) en su época, Su verdadero siervo, para que el renacimiento del islam pueda comenzar, y que se establezca el reino del islam y el Único Dios sobre la tierra, y para se alce la bandera del Santo Profeta (sa) sobre este mundo! ¡Que Dios Altísimo nos permita hacerlo!

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