Estrellas brillantes del Islam Ahmadíat - El recuerdo perdurable de nueve mártires en Burkina Faso'
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Estrellas brillantes del Islam Ahmadíat – El recuerdo perdurable de nueve mártires en Burkina Faso’

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

SERMÓN DEL VIERNES, 20 de ENERO de 2023.

Pronunciado en la MEZQUITA MUBARAK de Islamabad (Tilford, Surrey), Reino Unido.

Después de recitar el Tashahud, el Taawwuz y el Surah Al-Fatihah,

Hazrat Mirza Masrur Ahmad, Jalifatul Masih V (atba),

leyó los versículos 155 al 157 del Surah Al-Baqarah y dijo:

“Y no digáis de los que cayeron por la causa de Al’lah que están muertos;

no, están vivos, pero no os dais cuenta”.

“Y os pondremos a prueba con algo de temor y hambre, y con pérdida de riquezas, de vidas y de frutos,

pero dad la buena nueva a los pacientes”.

“Aquellos que, cuando les aflige una desgracia, dicen:

‘En verdad, a Al´lah pertenecemos y a Él volveremos’.”

Dios Altísimo ha declarado en relación a aquellos que sacrifican sus vidas en Su camino, que no están muertos sino vivos. En la Comunidad Musulmana Ahmadía, la entrega de la propia vida en el camino de Al’lah se practica desde hace más de cien años. [Ahora bien], ¿han sido en vano estos sacrificios? ¡No! De hecho, aparte de elevar el estatus [espiritual] de estos mártires de acuerdo con Su promesa, Dios ha concedido a la Yamat un progreso aún mayor que antes.

Mientras que, por un lado, estos mártires han adquirido una posición distintiva en el Más Allá, que les ha sido particularmente reservada, y que su estatus seguirá siendo elevado, al mismo tiempo, han dejado tras de sí un legado brillante también en este mundo. Además, el hecho de haber sacrificado sus vidas en el camino de Dios no es solo un medio de concederles la vida eterna, sino además una forma de insuflar [nueva] vida a la Comunidad. [Así pues], son estas mismas personas las que trabajan como un medio para garantizar la vida y el progreso de quienes dejan atrás. [Por lo tanto], ¿cómo pueden entonces considerarse “muertos”?

El sacrificio de la propia vida por la Yamat Musulmana Ahmadía, cuyo precedente fue el sacrificio de Hazrat Sahibzada Sayed Abdul Latif Shahid [el mártir], se ha limitado generalmente a los áhmadis de Afganistán y del subcontinente [India y Pakistán]. En Congo, [país de] África, un devoto áhmadi sacrificó su vida por la Comunidad en el 2005, pero recientemente, en Burkina Faso, que es un país del continente africano, los miembros de su yamat demostraron colectivamente un ejemplo notable y verdaderamente único de máximo amor, lealtad, sinceridad, fe y convicción. A estas personas se les dio la opción de negar la veracidad del Mesías Prometido (as) y aceptar la creencia de que Jesús (as) está vivo en los cielos, y que descenderá de los mismos, como resultado de lo cual, salvarían sus vidas. Sin embargo, estas personas, que estaban llenas de fe y convicción, una fe que era incluso más fuerte que las montañas, respondieron: “Todo el mundo va a morir, si no hoy, mañana, así que no podemos poner en juego a nuestra fe a cambio de salvar nuestras vidas y no podemos abandonar la verdad de la que hemos sido testigos”. Y así, cada uno de ellos, uno tras otro, entregó su vida.

Sus mujeres e hijos también presenciaron estas escenas, aunque controlaron sus emociones. Por tanto, estas son las personas que han escrito un nuevo capítulo de sacrificios en la historia de Ahmadíat, es decir, después de la vida del Mesías Prometido (as), en el que Hazrat Sahibzada Sahib (ra) ofreció [el primer] sacrificio, ya que han sacrificado sus vidas en este mundo y, a cambio, han alcanzado la vida eterna. De hecho, han cumplido el juramento que habían hecho de sacrificar sus vidas, su riqueza y su tiempo, y lo cumplieron de tal manera que, a pesar de haberse unido más tarde, superaron a los que se habían unido antes que ellos. ¡Qué Dios Altísimo permita que cada uno de ellos se convierta en el receptor de las buenas nuevas que Él ha concedido a aquellos que ofrecen sacrificios en Su camino!

A continuación hablaré brevemente de las vidas de estos mártires, que demuestran que siempre fueron resolutivos y firmes en su fe. Según el informe, existe una comunidad en la ciudad de Dori, Burkina Faso, donde se encuentra Mehdi Abad. [Pues bien], el 11 de enero, a la hora de la oración de “ishaa”, nueve ancianos áhmadis fueron martirizados, uno a uno, por negarse a renunciar al Islam-Ahmadíat; y esto ocurrió en el patio de la mezquita, delante de todos los que se habían reunido para la oración.

¡En verdad venimos de Al’lah y hacia Él volveremos!

Según el informe, ocho hombres armados llegaron a la mezquita en cuatro motocicletas, a la hora de la oración de “ishaa”. Antes de acudir a la mezquita áhmadi, estos hombres armados estuvieron en la cercana mezquita wahabí, donde permanecieron desde la oración de “maghrib” hasta la de “ishaa”. No obstante, en esa mezquita nadie resultó herido porque solo vinieron a atacar a los áhmadis. [Más tarde], cuando estos terroristas llegaron a la mezquita áhmadi, se estaba realizando el “Azán” (la llamada a la oración). Para entonces, algunos asistentes a la oración ya habían llegado y otros estaban llegando y al finalizar el “Azán” (llamada a la oración), los terroristas dijeron al “muecín” [el que llama al “Azán”] que anunciara que todo el mundo debía entrar rápidamente en la mezquita, porque habían llegado unas personas que querían hablar con ellos. Entonces, cuando todos los asistentes se reunieron, los terroristas preguntaron quién era el imam. Alhaj Ibrahim Bidiga Sahib les dijo que él era el imam de la mezquita; y cuando preguntaron quién era el imam adjunto, Umar A.G. Adramane Sahib respondió que él era el imam adjunto. [Entretanto], al llegar la hora de la oración, el Imam Ibrahim Sahib pidió a los terroristas que les dejaran rezar, pero éstos no se lo permitieron. [A continuación], los hombres armados hicieron muchas preguntas al Sr. Imam sobre las creencias de la Yamat Musulmana Ahmadía, a las que el Imam Sahib respondió con total firmeza y valentía.

El Imam Sahib explicó que eran musulmanes y que creían en el Santo Profeta Muhammad (sa). Los terroristas preguntaron a qué secta pertenecían y el Imam Sahib respondió que a la Comunidad Musulmana Ahmadía. Entonces preguntaron al Imam Sahib por nuestras creencias y él se las explicó. [Entonces], los terroristas preguntaron si, según sus creencias, el Profeta Jesús (as) estaba vivo o había fallecido y el Imam Sahib dijo que el Profeta Jesús (as) había muerto. A pesar de todo, estos terroristas dijeron que, de hecho, Jesús (as) estaba vivo en los Cielos y que volverá para matar al “Dayyal” [Anticristo] y resolver los problemas de los musulmanes. [En fin, mirad cómo] estas personas siguen aferrándose a esa esperanza.

Preguntaron entonces quién era el Imam Mahdi y el Imam Sahib replicó que Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as) había venido como el Imam Mahdi y el Mesías Prometido (as). Al final, estos hombres armados, tras escuchar estas palabras, declararon que los áhmadis no eran musulmanes y que con toda seguridad eran incrédulos. Después de ello, los hombres armados llevaron al Imam Sahib al centro de costura áhmadi que había contiguo [a la mezquita]. En las paredes habían imágenes del Mesías Prometido (as) y de los Jalifas de la Yamat Musulmana Ahmadía. Con estas fotos, llevaron al Imam Sahib de vuelta a la mezquita y luego preguntaron al Imam Ibrahim Sahib por esas fotos. [Pues bien], el Imam Sahib les dijo los nombres del Mesías Prometido (as) y de los Jalifas, y les introdujo cada foto; y añadió que el Mesías Prometido (as) había venido como Imam Mahdi y Mesías. Ante esto, los terroristas manifestaron que la declaración del Mesías Prometido (as) de ser profeta era falsa, (Dios nos perdone).

Más tarde, estos terroristas hicieron grupos separados con los que se habían reunido y los dividieron en niños, jóvenes y ancianos. Incluyendo a los jóvenes, los ancianos y las mujeres, había aproximadamente entre 60 y 70 personas presentes en ese momento; y al otro lado de la cortina había unas 10 o 12 mujeres presentes para la oración. [Así que] tras dividirlos en grupos en función de la edad, los terroristas dijeron a los “Ansar” [varones áhmadis de más de 40 años] que salieran al patio de la mezquita. En ese momento había 10 ancianos en la mezquita, entre ellos un discapacitado físico, que cuando se levantó para acompañar a sus hermanos “Ansar”, los terroristas le insultaron diciendo que no servía para nada y le obligaron a sentarse de nuevo. [Entonces], cogieron a los otros nueve miembros y los llevaron al patio. [Pues bien], les hicieron salir al patio y le comunicaron al Imam Ibrahim Bidiga Sahib que si rechazaba el Ahmadíat le perdonarían la vida. [Sin embargo], el Imam Sahib respondió: “Si lo desean, podéis cortarme la cabeza, pero no puedo dejar el Ahmadíat. No me es posible dar marcha atrás respecto a la verdad que he aceptado. ¿Qué valor tiene la vida comparada con la fe?”.

[A continuación], los terroristas colocaron un gran cuchillo en el cuello del Imam Sahib e intentaron inmovilizarlo para matarlo, pero éste se resistió y clamó: “En lugar de dar mi vida tumbado, prefiero que me maten estando de pie”. Al oír esto, dispararon al Imam Sahib y lo martirizaron. [Así pues], el primer martirio fue el del Imam Alhaj Ibrahim Bidiga Sahib.

Tras martirizar sin piedad al Imam Sahib, los terroristas pensaron que el resto de los hombres sentirían miedo y se apartarían de su fe. Por eso, le dijeron al siguiente anciano áhmadi: “Renuncia al Ahmadíat o tú también tendrás el mismo fin que tu imam”. Y con gran valor y valentía, este anciano declaró: “No me es posible abandonar el Ahmadíat. Nosotros también recorreremos la misma senda por la que nuestro imam ha entregado su vida”. Al oír esto, le dispararon en la cabeza y lo martirizaron. [Luego], a los que se quedaron atrás se les pidió uno a uno que renegaran del Imam Mahdi y abandonaran el Ahmadíat; ya que si lo hacían, no se les diría nada y se les permitiría vivir.

[No obstante], exhibiendo una determinación superior a la de las montañas, todos los miembros abrazaron y aceptaron el martirio con sumo coraje y valentía. Ninguno de ellos mostró el más mínimo signo de debilidad, ni renunciaron al Ahmadíat. Uno tras otro fueron cayendo al suelo mientras eran martirizados, pero la fe de ninguno de ellos se tambaleó. Cada uno hizo gala de una firme convicción y valentía; y, mientras enarbolaban el estandarte de su fe, dieron su vida en el camino de Dios. Más o menos tres balas fueron disparadas contra cada uno de los mártires. [Cabe decir que] entre los nueve mártires había también dos hermanos gemelos. Después de martirizar a ocho personas, solo quedaba Umar A.G. Adramane Sahib, que tenía 44 años. Por edad, era el más joven de los mártires. Los terroristas le dijeron que era joven y que podía salvarse abandonando el Ahmadíat. Pero él respondió con gran valor: “Yo también estoy dispuesto a seguir a mi imam y a mis mayores, y a dar mi vida por la causa de mi fe, que es el camino de la verdad”. Al oír esto, lo martirizaron sin piedad.

Al mencionar a Hazrat Sahibzada Abdul Latif Sahib Shahid, el Mesías Prometido (as) habló sobre una visión, al final de su libro “La narración de dos martirios” y escribió lo que Dios Altísimo declaró en la visión: “Al’lah traerá a muchos en su lugar”. [Así], el Mesías Prometido (as) dedujo de esta visión lo siguiente: “Espero que tras el martirio de Sahibzada Sahib, Dios traiga a muchos más en su lugar”. [En este sentido], somos testigos de que, hoy en día, las personas que viven en África han seguido este ejemplo y han hecho justicia siguiendo esos pasos.

[En definitiva], desde que los terroristas entraron en la mezquita, hasta la discusión detallada sobre las enseñanzas y todo ese calvario, hasta que [finalmente] salieron de la mezquita, pasó aproximadamente una hora y media. No podemos ni imaginar la angustia y el dolor que los niños y el resto de la gente estarían padeciendo en ese momento, ya que sus mayores estaban siendo martirizados ante sus propios ojos. [Luego], tras abandonar la mezquita, los terroristas no huyeron de inmediato, sino que permanecieron en Mehdi Abad durante un buen rato y [además] los hombres armados amenazaron a la gente de la mezquita diciendo: “Sería mejor para todos vosotros que abandonarais el Ahmadíat. Volveremos de nuevo y si no habéis abandonado el Ahmadíat, o si alguien intenta reabrir la mezquita, seréis todos asesinados”.

En cuanto a la información referente a cuando se estableció la Comunidad en Mehdi Abad y los detalles sobre ello, se indica lo siguiente:

“La misión se estableció oficialmente aquí a finales de 1998. La yamat creció rápidamente y, en 1999, la inmensa mayoría del pueblo de Tikniwell aceptó el Ahmadíat, con lo que se estableció una comunidad sincera. Antes de aceptar el Ahmadíat, el imam de este pueblo, Alhaj Ibrahim Bidiga, era el imam wahabí más destacado de la zona. Prometió su lealtad [hizo el “Baiat”] tras una investigación exhaustiva. Tras jurar lealtad, se convirtió en un apasionado predicador, un intrépido misionero y un valiente soldado [de la Yamat]. Aún no lo he mencionado, pero se dice que cuando juró lealtad, sus amigos y compañeros eruditos le preguntaron por qué la había aceptado y respondió: “He encontrado oro, es el mandato de Dios Altísimo, las [profecías] del Santo Profeta (sa) se están cumpliendo todas, y el Sagrado Corán da testimonio de ello; así que, ¿cómo puedo rechazarlo y permanecer privado de ello?”. De todas maneras, el Imam Sahib era una persona muy culta.

Todos los habitantes de este pueblo pertenecen a la tribu tamasheq y todos hablan la lengua tamasheq. Se dice que la población total de los tamasheq es de unas 200.000 personas. El pueblo tamasheq se encuentra en todo Burkina Faso, Nigeria, Malí y Argelia. El 99% de ellos son musulmanes. La mayoría de ellos tienen creencias extremas wahabís. Aunque no muchas personas tamasheq se convirtieron al Ahmadíat, los residentes tamasheq de Mehdi Abad fueron los primeros en jurar lealtad al Mesías Prometido (as) y tras hacer ese sacrificio tan extraordinario, han alcanzado su propio rango especial. En 2004, cuando se descubrió un gran yacimiento de oro en esa región, la empresa minera construyó una zona residencial cerca del pueblo y les pidió a todos que se mudaran allí. La mayoría de las personas que se mudaron eran áhmadis, por lo que eran pocos los hogares no-áhmadis; o sea, la nueva aldea que se formó estaba compuesta principalmente por áhmadis. El Imam Ibrahim Sahib propuso que a la [nueva] aldea no se le diera el mismo nombre que ya tenía, por lo que me escribió para ponerle otro nombre a la misma y entonces se la llamó “Mehdi Abad”. [Más tarde], en 2008, la IAAAE [Asociación Internacional Áhmadi de Arquitectos e Ingenieros] construyó allí una aldea moderna con servicios de agua y electricidad. Este fue el primer proyecto de aldea-modelo en Burkina Faso y en todo el mundo y, a través del mismo, el pueblo recibió servicios como electricidad, agua, una escuela de costura, etc.

En cuanto a su entierro, consta en el informe que los terroristas estuvieron una hora y media en la mezquita, y el ambiente era tan espantoso que los cuerpos de los mártires permanecieron sin poder ser retirados durante toda la noche. El peligro persistía, ya que los terroristas no habían salido del pueblo, por lo que, si alguien intentaba sacar los cuerpos, podían ser asesinados. En las inmediaciones había una base militar a la que se le informó del incidente, aunque no acudió nadie, ni personal de ningún organismo de seguridad alguno se acercó al lugar. Los mártires fueron enterrados el 12 de enero a las 10:00 horas en Mehdi Abad.

Ahora presentaré brevemente a cada uno de los mártires:

Alhaj Ibrahim Bidiga, el imam del que ya he hablado, tenía 68 años en el momento de su martirio. Debido a sus logros educativos, también vivió en Arabia Saudí por un tiempo. Fue un gran erudito del idioma tamasheq y un exégeta del Santo Corán en su idioma. Hizo el juramento de lealtad en 1999, [aunque] antes de aceptar el Ahmadíat, el Imam Ibrahim Bidigia era el imam principal de muchas aldeas y numerosos eruditos de la zona se consideraban afortunados de poder sentarse en su compañía y aprender de él. Al menos una vez al año, los eruditos y predicadores de esa región venían a verle y sacar provecho de su compañía. El número llegaba en ocasiones a 500 y se quedaban con él durante una semana. Se dice que la reunión anual de eruditos e imames se llevaba a cabo en su presencia.

Según sus estudiantes, en aquellos días, el Imam [Ibrahim] Sahib decía:

“La verdad aún no ha salido a la luz, porque solo unas pocas personas aceptan la verdad; y aunque cientos de imames vienen a estar en mi presencia y aparentemente se consideran musulmanes, cuando la verdad salga a la luz, aquellos que la acepten serán pocos en número. Estas personas también me abandonarán”.

Era piadoso, justo y sabio, y a la luz de las condiciones que había, dedujo que la verdad aún no se había manifestado. Llegó a la conclusión de que estas personas se convertirían en la oposición y se comportarían como siempre han actuado los enemigos de los profetas. Sin embargo, había decidido en su corazón que aceptaría la verdad una vez que saliera a la luz.

En 1998, cuando se estableció una misión áhmadi permanente en Dori, el mensaje también llegó al Imam Ibrahim. Fue durante una campaña “tabligh” [predicación] en un mercado, cuando Alhaj Bidiga Sahib escuchó el nombre “Ahmadíat” por primera vez. Se enteró de que los áhmadis creen que Jesús (as) había fallecido y difundían noticias sobre la llegada del Mesías y el Mahdi. Así, Ibrahim Bidiga Sahib y otras siete personas viajaron a la casa-misión en Dori en busca de la verdad. Después de mucha investigación, aceptó el Ahmadíat y tuvo el honor de ser el primer áhmadi en su zona.

Nuestros enemigos objetan que atraemos a los pobres y necesitados a jurar lealtad porque no tienen conocimiento de religión. Estos mártires han silenciado por completo a tales personas, pues aceptaron la verdad tras comprenderla y entenderla, y después de eso, se convirtieron en un modelo al hacer un sacrificio del más alto nivel.

De todos modos, con respecto al Imam Ibrahim, se registra además, aunque ya se ha mencionado, que fue un soldado intrépido de la Comunidad, un predicador valiente y una verdadera encarnación de lo que es un devoto áhmadi. [Es más], el Ahmadíat se extendió por toda su región debido a sus esfuerzos de predicación. Estableció muchas comunidades locales en el área y participó activamente en sus actividades. Antes de aceptar el Ahmadíat, creía que todas las demás sectas [de musulmanes] aparte de los wahabís eran incrédulos. Según la creencia wahabí, [cosas como] mirar televisión, ir a la escuela, jugar o ver el fútbol o hacer dibujos, son cosas no permitidas [por el Islam]. No obstante, tras aceptar el Ahmadíat, se abstuvo de todas esas creencias erróneas y educó a otros sobre la verdad.

También tuvo la oportunidad de asistir al Yalsa de aquí en el Reino Unido durante la época del Jalifatul Masih IV (rh), en el año 2000. Estaba dedicado por completo a la predicación. Como se ha mencionado anteriormente, incluso antes de aceptar el Ahmadíat, él era un hombre importante e influyente, y el imam principal de muchas aldeas. Tras aceptar el Islam, se dedicó a la predicación y parecía como si no deseara nada más que propagar el mensaje. Había creado grupos de “whatsapp” para predicar y dedicó un grupo especialmente para la gente tamasheq. Ese grupo estaba formado por personas de Mali, Níger, Ghana, Arabia Saudí, Libia, Túnez, Costa de Marfil y otros países. Estaba continuamente ocupado en predicar a estas personas. Él grababa y les enviaba mensajes de audio día y noche. Solo estaba ocupado en esto, ya fuera de día o de noche. Como respuesta, muchos opositores le enviaban mensajes calumniándolo. [Así que] por supuesto que tuvo oposición. También recibió amenazas de muerte, pero nunca habló con nadie en un tono de enfado. De hecho, respondía a quienes le enviaban amenazas de muerte diciendo que les pagaría el viaje para que pudieran venir a matarlo.

[Por otra parte], alentó tanto a los misioneros como a los “mual’lims” [misioneros y educadores locales] a predicar, recordándoles que era una excusa decir que las circunstancias eran desfavorables y no permitían visitar lugares y predicar. Cuando las circunstancias eran desfavorables, solía decir que se podía predicar a través de los medios de comunicación. [Al mismo tiempo], ofreció pagar paquetes de datos de teléfonos móviles para aquellos que no podían pagarlos y alentó a todos a crear grupos en las redes sociales y participar en la “yihad” [esfuerzo para difundir el mensaje del Islam] y predicar desde la comodidad de sus hogares. Tenía [un gran] deseo y pasión por la predicación.

Nasir Siddhu Sahib, un misionero que sirve en Burkina Faso, dice:

“Llegué a Burkina Faso en 1997 y Jalifatul Masih IV (rh) me había confiado la tarea de [hacer] ‘Dawat il-Al’lah’ [propagar el mensaje de Al’lah]. No conocía el idioma, por lo que pasaron tres meses solo haciendo un plan para ello.  A partir de entonces, viajé y visité varios pueblos y además conocí al imam del pueblo. Cuando se enteraron de la muerte de Jesús (as) y del advenimiento del Mesías y del Mahdi, Ibrahim Bindiga Sahib fue a la casa-misión de Dori junto con otros siete hombres e hizo varias preguntas. Permaneció conmigo durante tres días y en esos tres días ni él mismo durmió ni me dejó dormir. Luego, todos se fueron. Discutíamos todos los días desde la mañana hasta la noche [mientras estaban allí]. La semana siguiente volvieron y trajeron a otro imam con ellos, y continuaron su investigación durante tres meses seguidos. Aunque había recibido las respuestas a la mayoría de sus preguntas, aún no había expresado sus intenciones de ingresar en el redil del Ahmadíat. Sin embargo, seguí escribiendo a Jalifatul Masih IV (rh) para pedir oraciones. Un día, el Imam Sahib vino y llenó el formulario del ‘Baiat’ [juramento de lealtad]. Asimismo, le pregunté acerca de los otros hombres que visitarían [la casa-misión] con regularidad y le pregunté cuándo harían el ‘Baiat’, y él respondió que todos harían el ‘Baiat’ también, pero él vino porque quería ser el primero entre ellos en entrar en el redil del Ahmadíat. Tenía un gran amor por el Jalifato”.

El Amir de la Yamat de Burkina Faso escribe que alrededor de 45 aldeas estaban bajo el mando del Imam Sahib. Realizó la peregrinación y permaneció allí para adquirir más educación. Hablaba muy bien el árabe y hacía mucho “tabligh” en la zona. Iba a las aldeas en bicicleta y, por la gracia de Al’lah, iluminó a muchas personas con la luz espiritual del Ahmadíat. A través de él, muchos eruditos prominentes del área entraron en el redil del Ahmadíat y muchas de las yamats en esa área se establecieron gracias a sus esfuerzos de “tabligh”. [Po otra parte], cada vez que el Sr. Amir visitaba Londres, el Imam Sahib preguntaba cómo estaba el Jalifa y mostraba un gran amor [por el Jalifato]. Un ejemplo de este amor resulta evidente del hecho de que, a pesar de no saber el idioma urdu, miraba mis clases con los niños con gran atención, como si pudiera entender lo que se decía y explicaba que simplemente sentarse en esa reunión y observar era un medio para aumentar su fe. Cuidaba mucho a los invitados y generalmente hablaba muy poco. Pero, si alguna vez tenía que hablar por la causa de la Comunidad, lo hacía de una manera muy apasionada. Era un misionero completo, que mantuvo muchos debates y sesiones de preguntas y respuestas, tanto individuales como colectivas, con los no-áhmadis.

Otro misionero de [Burkina Faso], Munib Al’lah Sahib [el amigo de Al’lah] narra:

“Conocí personalmente a estas personas, porque visitaba esa zona con frecuencia. Tenían un gran amor por el Jalifato y eran extremadamente hospitalarios y leales. Cuando los jóvenes trabajaban todo el día, estos ancianos se sentaban a la sombra que se construyó fuera de la mezquita y veían la MTA [Muslim Television Ahmadiyya]. Cuando fueron martirizados, inmediatamente recibí una llamada telefónica de un joven que me informó que estos miembros respetados habían sido martirizados. Les habían dicho que sus vidas serían perdonadas si renunciaban al Ahmadíat, aunque prefirieron el martirio en su lugar. Este joven me dijo entonces que si los martirizaban a todos ellos, tampoco renunciarían al Ahmadíat. Dijo que estos eran solo nueve miembros de ‘ansar’ y que si martirizaran a todos los ‘juddam’ [jóvenes] y ‘lallna’ [mujeres] también, tampoco abandonarían el Ahmadíat, InshAl’lah”.

Este era el espíritu que estos miembros sinceros de la Yamat les habían inculcado. Cuando los ancianos entrenan a otros, este es el nivel de pasión y fe que se encuentra entre la gente.

El misionero local, Maiga Tiyan Sahib, relata que:

“El Imam Ibrahim Sahib estaba recibiendo amenazas de muerte. Unos días antes de su martirio, me comentó que seguía recibiendo amenazas de muerte y que lo iban a matar”.

En cuanto a su excelente moral, afirma:

“Trataba a sus familiares y allegados con mucha amabilidad. Era normal en él tratar a todos con compasión. Sacrificarse por el bien de los demás y demostrar espíritu de sacrificio era una cualidad sobresaliente suya. Era un individuo muy honorable de la zona y la gente lo respetaba mucho. Siempre que Ibrahim Sahib tomaba una decisión, la gente la tenía en gran consideración y la aceptaba. Tuvo muchos alumnos y algunos de ellos sirven como misioneros y profesores en los países vecinos, y muchos otros sirven además como profesores y misioneros locales en Burkina Faso.

Fue un ejemplo para los demás en piedad, rectitud y para superarse unos a otros en buenas acciones. Siempre que pedía a los miembros que participaran en algún proyecto, primero lo hacía él mismo. Si había algún llamamiento para sacrificios económicos, él era el primero en contribuir hacia el mismo. Nunca se quedaba atrás en ninguna actividad de la Comunidad o Convenciones Anuales, o cualquier otro evento. Rezaba las cinco oraciones diarias en la mezquita y era regular en la oración de ‘tahayyud’ (oración voluntaria de la madrugada). Si alguna vez no estaba presente en un programa de la Yamat, ello quería decir que estaba enfermo o de viaje. Nunca se preocupaba a la hora de gastar su dinero en aras de participar en las actividades de la Comunidad. Tenía dos esposas y Dios le había concedido 11 hijos de ellas”.

El Señor Jalid Mahmud, que es misionero, menciona que estas personas estaban llenas de sinceridad y lealtad, y eran devotos hacia el Jalifato y el Ahmadíat.

[Por otro lado, Hazur] cuenta que:

“En 2008, cuando yo [es decir, Su Santidad, Jalifatul Masih V (atba)] visité Ghana en el año del aniversario de Jalifato y asistí a la Convención Anual, allí, miles de áhmadis de Burkina Faso, Mali, etc., también vinieron a verme. En aquel momento, la yamat de Ghana había hecho muy buenos arreglos para la comida y el alojamiento. A pesar de todo, algunos miembros, incluidos los que habían venido de Dori, tardaron en recibir comida, o tal vez no la recibieron en absoluto y a última hora de la noche se compró algo de comida en el mercado y se les dio. En aquel momento, le dije al misionero que se encontraba conmigo que pidiera disculpas a esos miembros en mi nombre y los consolara. El misionero relata que fue a disculparse y cuando les comunicó el mensaje, Alhaj Ibrahim Sahib era el presidente de la comunidad [de Burkina Faso]. [Pues bien], él, junto con los demás miembros, dijeron: ‘Hemos venido a encontrarnos con el Jalifa de la época y ahora que lo hemos visto y nos hemos reunido con él, nuestra hambre y cansancio han desaparecido, y no tenemos ninguna queja. De hecho, estamos sentados aquí y solo comentamos nuestro encuentro [con el Jalifa] y obtenemos placer de ello’.

En cualquier caso, también me preocupaba en aquel momento que habían recorrido una distancia tan larga y que muchos de ellos vinieron en bicicleta, y no se hubieran hecho los arreglos adecuados para ellos; y aunque se tomaron medidas inmediatas para hacer los arreglos necesarios, aun así mostraron un asombroso nivel de sinceridad y lealtad. Incluso en el momento en que recibí esta respuesta suya, me sorprendió lo fuertes que eran estas personas en su fe”.

Un “mual’lim”, Al-Hajj Mahmood Deko Sahib, ha manifestado que:

“Muhammad Sharif Odeh Sahib [nuestro misionero de Palestina] vino a visitar Benín y el Imam Sahib viajó mil kilómetros en autobús desde Burkina Faso y por la noche, y llegó allí a las tres de la mañana. Fue un viaje agotador de 30 horas (y las carreteras tampoco están en buenas condiciones) y, sin embargo, él estaba muy alegre y sonriente. Luego tuvieron que seguir viajando desde allí, lo que él también hizo junto con ellos y participó en todos los programas. Sentía una gran pasión por el ‘tabligh’ [la predicación].

Se ponía muy contento cuando observaba las mezquitas de Benín y decía: ‘Esto también es una prueba de la veracidad del Mesías Prometido (as)’. Además, durante los debates con los no-musulmanes, pronunciaba sus discursos con gran elocuencia en árabe. En una ocasión, había un debate entre los ‘maulwis’ [clérigos no-áhmadis] y Muhammad Sharif Odeh Sahib y estos ‘maulwis’ dijeron algo inapropiado, por lo que él se levantó enfadado y quiso responderles, pero cuando le dijeron que no dijera nada, se sentó inmediatamente. Los no-áhmadis dijeron entonces que si ellos [o sea, los áhmadis] los consideraban musulmanes, entonces debían ofrecer la oración detrás de ellos y en respuesta, él se levantó y dijo: ‘¿Cómo podemos ofrecer la ‘salat’ (oración) detrás de quienes nos llaman incrédulos y no aceptan al Imam de esta era? Si aceptáis que el Mesías Prometido (as) es el Imam de la era, entonces ofreceremos la oración detrás de vosotros’.”

Un misionero local jubilado de Benín escribe que él era una ilustración viviente del amor por el Jalifato y a menudo decía:

“En el momento en que recibí el mensaje de Ahmadíat de un misionero pakistaní, me convertí en áhmadi desde ese mismo instante. He aprendido que el éxito de uno en este mundo solo puede lograrse apegándose al Jalifato y solo este es el verdadero camino, y permaneceré firmemente establecido en él hasta mi último aliento”.

Este misionero dice que realmente cumplió lo que había dicho.

Otro misionero local de Benín, Isa Sahib, dice:

“Le conocía desde hacía mucho tiempo y era un áhmadi que no tenía quejas contra nadie. Era un verdadero áhmadi que estaba al frente de cada acto, ya fuera ‘tabligh’ [predicación] o ‘chanda’ [sacrificios financieros en forma de donativos], siempre estaba al frente. Por esta razón, los otros ocho miembros de ‘Ansar’ [áhmadis mayores de 40 años] también siguieron su ejemplo y sacrificaron sus vidas en el camino de Dios”.

El Director de la “Yamia Ahmadía” [‘Universidad Áhmadi’ de preparación de misioneros] de Burkina Faso escribe que:

“Una persona vio un sueño y comentando el mismo, Hazrat Jalifatul Masih IV (rh) escribió al Amir [Presidente Nacional] diciendo: ‘El sueño es bendito y significa que la tierra de ese país era fértil y estaba preparada para aceptar la verdad. Después de mi gira, si Dios quiere, brillarán con luz propia tras aceptar la verdad. ¡Que Dios permita que esto llegue a ocurrir!’.”

Creo que Hazrat Jalifatul Masih IV (rh) no llegó a visitar [Burkina Faso]. No obstante, yo viajé allí en una visita [que hice] en 2004.

El Director continúa diciendo:

“Usted [es decir, Su Santidad] también afirmó que creía que la semilla que se ha sembrado en Burkina Faso dará rápidamente frutos duraderos. [Hazur, Su Santidad, también afirmó]: ‘La gente de Burkina Faso es verdaderamente extraordinaria y me complace que Dios les haya concedido la luz [espiritual] del Ahmadíat. La concentración y determinación que he visto entre los miembros de la yamat de Burkina Faso es realmente asombrosa. Espero que los extraordinarios resultados de esta gira salgan a la luz en los próximos dos o tres años y que la comunidad progrese rápidamente, si Dios quiere’.”

Yo le escribí esto después de mi viaje, ya que de las yamats de África, he visto que un rasgo especial de los miembros de la comunidad de Burkina Faso era que cada uno de ellos deseaba abrazarme. Además, el amor que tenían [en sus caras] era ejemplar.

El Director añade:

“Hoy, con su extraordinario sacrificio, los [áhmadis] sinceros y devotos de Mehdi Abad han dado fe de sus palabras y demostrado ser ‘personas verdaderamente notables’.”

 

El segundo de los mártires es Alhassane A.G. Maniel Sahib:

En el momento de su martirio, tenía 71 años. Trabajaba como agricultor. Aceptó la Ahmadíat en 1999 y fue uno de los primeros áhmadis del pueblo. Formó parte de la delegación que fue a la Misión de Dori, junto con el Señor Ibrahim, para informarse sobre el Ahmadíat y desde que juró lealtad, siguió destacando por su sinceridad y lealtad. Mantuvo un profundo vínculo de sinceridad y lealtad con el Jalifato. Era regular en el ofrecimiento de oraciones en congregación y de las oraciones de “tahayyud”. Siempre participaba en las contribuciones financieras y deja tras de sí un piadoso modelo para su familia. En general, la forma en que sacrificó su vida, su riqueza y su tiempo por la Yamat fue extraordinaria.

Hablaba unas cuatro o cinco lenguas locales de Burkina Faso, por lo que conocía a miembros de la Comunidad de todo el país. Debido a que conocía otros idiomas, cuando se celebraba la Convención Anual, se reunía con los invitados que hablaban otras lenguas y pasaba tiempo con ellos. La gente le apreciaba mucho y disfrutaba pasando tiempo en su compañía. [Asimismo], siempre que se anunciaba una iniciativa de la Yamat, se esforzaba por formar parte de ella. El año pasado, cuando se animó a los miembros de la Comunidad a hacer ‘Waqf-e-Arzi’ [trabajos voluntarios de forma temporal], el Señor Alhassane era el primero en inscribir su nombre en la comunidad de Mehdi Abad. [Por desgracia], en la tragedia de Medhi Abad también fue martirizado su hermano gemelo, Ousseni A.G. Maliel Sahib.

[La siguiente mención es] la del Señor Ousseni A.G. Maliel y, como se ha dicho, era el hermano gemelo del Señor Alhassane y también tenía 71 años [en el momento de su martirio]. Tuvo la oportunidad de jurar lealtad en 1999 y fue uno de los primeros áhmadis de su pueblo. Formó parte de la delegación con el señor Alhaj Ibrahim que fue a la casa-misión en Dori para informarse sobre el Ahmadíat. Antes de su martirio ejercía como “Zaim Ansarul’lah” [encargado de los áhmadis mayores de 40 años] de Mehdi Abad. Tenía la habilidad de organizar a los hermanos “Ansar” de manera excelente y mantenía a los miembros involucrados en las actividades y programas de la Yamat. Organizó muchos programas para su formación moral. Se encargaba de la limpieza de la mezquita y otros lugares a través de “Waqar-e-Amal” [trabajos voluntarios]. Pagaba regularmente el “chanda” [donativos financieros] y ofrecía las cinco oraciones diarias en la mezquita. Además, era regular en ofrecer las oraciones de “tahayyud”. Como ya se ha mencionado, su hermano gemelo también fue martirizado en la tragedia de Mehdi Abad. Entraron en este mundo el mismo día y se marcharon el mismo día.

[El turno ahora es para] Hamidou A.G. Abdouramanae Sahib, que tenía 67 años. También trabajó como agricultor y aceptó el Ahmadíat en 1999. Tenía un corazón muy puro y un carácter tolerante. Siempre estuvo en primera línea en los programas de la comunidad. Si se ausentaba en algún programa, se suponía que había un asunto urgente o que se encontraba indispuesto; de lo contrario, nunca se perdía ningún evento. Fue uno de los que más ayudaron al Imam Ibrahim Sahib. Se aseguró que su familia siempre estuviera vinculada a Yamat y les animaba a asistir a los programas de comunidad. Tenía un vínculo de lealtad con el Jalifato del Ahmadíat. Pasaba la mayor parte del tiempo en la mezquita y veía programas en la MTA. Observaba con especial atención mis sermones de los viernes.

[Luego está] Souley A.G. Ibhrahim Sahib, quien en el momento de su martirio, tenía 67 años. También trabajó como agricultor y era regular en sus cinco oraciones diarias y en dar el “chanda”. Era miembro activo de la agrupación de los “Ansar” [áhmadis mayores de 40 años] y un áhmadi muy sincero. Era ayudante del Señor Ibrahim y le prestó un gran apoyo. Por la gracia de Al’lah, era muy intelectual y tenía por costumbre entablar conversaciones sobre temas religiosos y seculares. Siempre que los miembros “Ansar” de la yamat participaban en una discusión, él estaba presente. Era una persona muy noble y amable. Entre sus cualidades estaba la de tratar amablemente a todo el mundo, tanto a jóvenes como a mayores. De camino a la Convención Anual o a una reunión, si alguna vez se enteraba de que otro miembro no poseía dinero para asistir o no tenía suficiente para el viaje, él mismo le pagaba para que pudiera asistir. [Por cierto], viajar fuera de Dori estos días es muy difícil debido a la insurgencia de los terroristas en la zona. A pesar de todos estos peligros, viajó desde Mehdi Abad a la Convención Anual de Burkina Faso, que tuvo lugar la última semana de diciembre.

A continuación está Ousmane A.G. Soudeye Sahib, que tenía 59 años. Era un áhmadi sincero y muy devoto. Sacrificaba su riqueza y su tiempo por la causa de la Comunidad y, al final, Dios Altísimo le concedió la oportunidad de sacrificar también su vida. Durante la construcción de la mezquita de Medhi Abad, proporcionó agua y prestó una gran ayuda durante todo el proceso de construcción. Era regular a la hora de ofrecer oraciones y dar el “chanda”. De lo que ganaba, primero pagaba los donativos de esa cantidad. ¿Puede una persona con tal mentalidad haber jurado lealtad por avaricia de dinero, como afirman los oponentes [del Ahmadíat]? Era empresario de profesión y tenía un negocio de zapatos. Si una persona acudía a él para adquirir calzado pero no podía permitirse comprar un par de zapatos, o no tenía suficiente dinero, nunca dejaba que se fuera con las manos vacías, pues si el cliente no tenía suficiente dinero, le decía que podía pagarle más tarde.

También está Ali A.G. Maguel Sahib, que nació en 1970. Aceptó el Ahmadíat en 1999, junto con su padre. Asimismo trabajó como agricultor y era el “muecín” [quien realiza la llamada a la oración] de la yamat [local] ahmadía en Bilareh. Hace poco, cuando se vio obligado a abandonar su pueblo por culpa de los terroristas, vino y se instaló en Mehdi Abad. Era un áhmadi muy sincero, regular en sus oraciones y la donación de “chanda”. [Además], se esforzaba por participar en todas las actividades de la Comunidad.

Ahora viene [el turno de] Moussa A.G. Idrahi Sahib, que tenía 53 años en el momento de su martirio. También se dedicaba a la agricultura. Cuando se trataba de actividades de la comunidad, él estaba en primera línea. Antes de aceptar el Ahmadíat, era miembro activo de la secta wahabí. Ofrecía regularmente sus oraciones, así como las oraciones de “tahayyud”. Acudía a la mezquita para la oración de “maghrib” y regresaba a casa tras ofrecer las oraciones de “ishaa”. Pasaba el tiempo entre “maghrib” e “ishaa” en la mezquita recordando a Dios. Todo el mundo ha dicho de él que era un verdadero áhmadi y un creyente, que demostró prácticamente lo que significaba ser un áhmadi sincero. Me escribía cartas con regularidad pidiéndome oraciones y me decía que tenía por costumbre rezar por el Jalifa.

El noveno es A.G. Adramane Agouma Sahib. Tenía 44 años en el momento de su martirio. Como ya se ha dicho, era el más joven [de los mártires]. Aceptó el Ahmadíat en 1999, a la edad de 20 años, tras lo cual su conexión y sinceridad con la Yamat siguieron creciendo. Era un miembro sincero y apasionado de la comunidad de Mehdi Abad. Era la mano derecha del Imam Ibrahim y también era el imam adjunto en la yamat [local] de Mehdi Abad. Cuando los terroristas entraron en la mezquita, tras preguntar por el Imam Ibrahim, le preguntaron quién era el imam adjunto y, sin dudarlo, dijo que era él. Siempre era de los primeros en llegar a la mezquita. Rezaba con gran fervor y ofrecía regularmente oraciones de “tahayyud”. Además, llevaba a sus hijos a la mezquita y prestaba especial atención a su formación moral. También me escribía cartas con regularidad. Era un ciclista experto y hacía largos viajes por la zona. Recorrió 265 kilómetros de Dori a Ouagoudou cuatro veces para el “Ijtema Juddamul Ahmadía” [Reunión de la Juventud Áhmadi]. En 2008, formó parte del grupo que viajó en bicicleta de Burkina Faso a Ghana para asistir al Yalsa [Convención] del Jubileo del Jalifato [al cumplirse los 100 años].

La palabra “A.G.” que se ha utilizado con cada nombre, según tengo entendido y basándome en sus informes, equivale a “ibn” [hijo de], refiriéndose a de quién eran hijos. En este sentido, “A.G.”, indica que son hijos de tal o cual persona. En cualquier caso, también se dice de él que cuando ocho personas fueron martirizadas, A.G. Adramane Agouma era el último que quedaba. Era el más joven en edad [de los mártires]. Los terroristas le dijeron que aún era joven y que podía salvar su vida abandonando el Ahmadíat. Él contestó valientemente, diciendo que seguiría el mismo camino de los sacrificios realizados por sus mayores y que estaba dispuesto a sacrificar su vida por la causa de su fe. En ese momento recibió un brutal disparo en la cara y fue martirizado.

Las condiciones en Burkina Faso son, en general, calamitosas. Los terroristas están causando estragos en varias zonas. Hace solo unos días, el “Qaid Sahib” [presidente local] de Dinia vino a la casa central de la misión, en la sede central, y narró que había una tienda de comestibles en su pueblo, y que un día un terrorista fue allí (esta es una zona completamente diferente). Vino a comprar algo y estuvo mirando por todas partes. En la tienda había fotografías del Mesías Prometido (as) y de los Jalifas. Preguntó al “Qaid Sahib” de quién eran las fotos. “Qaid Sahib” respondió que se trataba de fotos del Mesías Prometido (as) y sus Jalifas, pero él respondió diciendo que ese no era el Mesías Prometido, sino que algunos musulmanes simplemente se habían reunido y habían formado un grupo, y ese era precisamente el grupo de los incrédulos. [Presto], antes de marcharse, amenazó al “Qaid” diciéndole que retirara las fotos, pues de lo contrario, si la próxima vez que venía seguían allí, no sería bueno para él. Sin embargo, el “Qaid Sahib” dejó allí las fotos tal como estaban. Unos días más tarde, esa persona volvió para comprar algunas cosas y vio que las fotos seguían allí, así que se marchó. “Qaid Sahib” relató este incidente e incluso pidió más fotos. En lugar de asustarse dijo que pondría estas fotos también en otros lugares. Toda esta zona está controlada por terroristas desde hace mucho tiempo, mientras que el gobierno no tiene ningún control allí. Esa zona limita con Mali y, por el otro lado, Dori hace frontera con Níger. De este modo, todo el cinturón queda bajo su control.

En cualquier caso, estas son las estrellas brillantes de Ahmadíat que han dejado tras de sí un gran ejemplo. ¡Que Dios Altísimo aumente en sinceridad y lealtad a su descendencia! El enemigo piensa que sus martirios conducirán al fin del Ahmadíat en la zona, pero si Dios quiere, el Ahmadíat florecerá y crecerá allí incluso más que antes. La administración de allí, incluido el Amir, deberían actuar con sabiduría e idear un plan de propagación, además de tranquilizar a la población. ¡Que Al’lah siga concediendo a las familias paciencia y fortaleza! ¡Que Él les permita comprender el propósito por el que sus mayores sacrificaron sus vidas! En cualquier caso, tendremos que ser prudentes e idear un plan allí. Ya les he dicho con anterioridad que deben salir a difundir el mensaje.

Con el fin de satisfacer las necesidades de las familias de los mártires y ayudarles a recuperarse, durante la era de Hazrat Jalifatul Masih IV (rh) se creó un fondo conocido como el “Fondo Seyedna Bilal”, que se destina a las familias de los mártires. Estos días, después de que se produjera este incidente, algunas personas, a nivel individual, y otras organizaciones e incluso comunidades, han estado enviando donaciones para ayudar a cubrir las necesidades de las familias. No obstante, cuando ya se ha establecido un fondo, todo el mundo debe hacer sus donaciones al “Fondo Seyedna Bilal” y luego pueden especificar que estas donaciones son especialmente para los mártires de la yamat de Mehdi Abad de Dori. En cualquier caso, la Sede Central tomará la última decisión, pues se hagan donaciones o no, la Sede tiene que atender las necesidades de estas personas, y lo hará, si Dios quiere; pero quienes deseen hacer donaciones deben hacerlo al “Fondo Seyedna Bilal”. Esto no es un favor a las familias de los mártires, de hecho es nuestro deber ocuparnos de sus necesidades y satisfacerlas.

Ahora, presentaré una cita del Mesías Prometido (as), [en la que] él afirma:

“No penséis que Dios Altísimo dejará que os desperdiciéis. Sois una semilla sembrada en la tierra por la Propia Mano de Al’lah, Quien dice que esta semilla crecerá y florecerá, y se ramificará en todas direcciones al convertirse en un gran árbol, si Dios quiere. Por eso, bienaventurado el que cree en las palabras de Al’lah y no teme las pruebas que aparecen en el camino, porque las pruebas son necesarias para que Dios os pruebe”.

Estas personas que hicieron este sacrificio han pasado esto en a través de una prueba. Ahora es una prueba de fe y certeza para los que se han quedado atrás. ¡Que Dios Altísimo les conceda la capacidad, y a nosotros también, de permanecer en primera fila en nuestra fe y certeza! ¡Que Dios Altísimo continúe elevando el rango [espiritual] de estos mártires y que haga que su sacrificio dé frutos, como resultado de los cuales podamos ver que las verdaderas enseñanzas del Santo Profeta Muhammad (sa) se extienden rápidamente por todo el mundo! ¡Que el mundo se libre de su ignorancia y que la verdadera Soberanía de Dios Único se establezca en el mundo!

Junto con los funerales de estos mártires, que dirigiré ahora tras las oraciones, se harán también las oraciones fúnebres en ausencia de los siguientes dos miembros sinceros:

Uno de ellos es el Dr. Karimul’lah Zirvi, hijo de Sufi Khuda Bakhsh Zirvi Sahib. Era de los Estados Unidos y falleció el 4 de enero a los 83 años:

¡Ciertamente a Al’lah pertenecemos y a Él volveremos!

Por la gracia de Dios era “musi” (participante del sistema “Al-Wasiyat”). Su padre Sufi Khuda Bakhsh Sahib juró lealtad en Qadián de la mano de Hazrat Jalifatul Masih II (ra) en 1928, a la edad de 17 años. Karimul’lah Zirvi era también yerno de Malik Saifur Rahman Sahib. Era una persona muy erudita y autor de varios libros. Siempre estaba dispuesto a realizar servicios para la Comunidad. ¡Que Dios Altísimo le conceda Su perdón y Su misericordia!

El segundo funeral es el de la esposa de Karimul’lah Zirvi Sahib, Amatul Latif Zirvi Sahiba. Vivía en Estados Unidos y era hija de Malik Saifur Rahman Sahib. Falleció el 6 de enero, dos días después de la muerte de su marido, a la edad de 78 años.

¡En verdad, a Al’lah pertenecemos y a Él volveremos!

Era “musia” [integrante del “Wasiyat”]. Como ya he mencionado, era hija de Malik Saifur Rahman Sahib y su madre se llamaba Amatul Rasheed Shaukat, que solía ser editora de la revista “Al-Misbah” de Rabwah. Nació en Qadián. Le apasionaba aprender. Era muy culta y tenía un máster. Además, tuvo la oportunidad de prestar grandes servicios a la Yamat. ¡Qué Dios Altísimo conceda a la fallecida Su perdón y misericordia!

Su hermano, Malik Mujeebur Rahman Sahib, escribe sobre su hermana y su cuñado:

“Eran una pareja muy cariñosa. Soportaron muchas dificultades, pero nunca se quejaron de nada. Nunca les oí hablar negativamente de nadie. Ambos eran profundos océanos de conocimiento. Hasta sus últimos días, trataron a todo el mundo con cariño, se ocuparon de sus necesidades y mostraron mucho amor y compasión. ‘MashAllah’ [lo que Dios quiso pasó] vivieron vidas completas y plenas. [Siempre] producían un impacto positivo en todos los que estaban a su alrededor y eran ancianos influyentes”.

¡Qué Al’lah conceda a los dos Su perdón y misericordia!

Resumen

Después de recitar Tashahhud, Ta’awwuz y Surah al-Fatihah, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Amad (aba) recitó los siguientes versículos del Sagrado Corán:

Y no digáis de los que cayeron por la causa de Al-lah que están muertos; no, están vivos, pero no os dais cuenta. Y os pondremos a prueba con algo de temor y hambre, y con pérdida de riquezas, de vidas y de frutos; pero dad la buena nueva a los pacientes. Aquellos que, cuando les aflige una desgracia, dicen: “en verdad, a Al-lah pertenecemos y a Él volveremos”. (El Sagrado Corán 2:155-157)

Una nueva página en la historia de África y Ahmadíat

Su Santidad (aba) dijo que esto es lo que Dios Todopoderoso ha dicho con respecto a aquellos que sacrifican sus vidas por la causa de Dios: que no están muertos, sino que están vivos. Durante más de un siglo, los ahmadíes han sacrificado sus vidas por la causa de Dios. ¿Han sido en vano sus sacrificios? No. Al contrario, Dios no sólo elevó el nombre y el estatus de esos mártires, sino que lo convirtió en un medio para el progreso continuo de la Comunidad Musulmana Ahmadía. Estas son las personas que están permitiendo el éxito de los que quedan atrás; ¿cómo entonces se les puede considerar muertos?

Su Santidad (aba) dijo que estos martirios comenzaron con Hazrat Sahibzada Abdul Latif Shaheed (ra). Luego, en África, hubo un sincero ahmadí en el Congo que fue martirizado en 2005. En los últimos días, el amor, la lealtad, la sinceridad, la fe firme y la determinación mostradas por los ahmadíes de Burkina Faso son asombrosas y su ejemplo es único. Cuando se les dijo que renunciaran al Mesías Prometido (as) y declararan que Jesús (as) está vivo en el cielo para salvar sus vidas, respondieron que su vida se acabaría un día u otro, que no perderían la vida abandonando su fe. Entonces, uno tras otro, entregaron sus vidas por la causa de Dios. Sus esposas e hijos tuvieron que mirar, pero ninguno se lamentó ni exclamó, sino que mostraron la máxima paciencia. Así pues, éstas son las personas que han pasado a la historia no sólo de África, sino del Ahmadíat en todo el mundo. Se ganaron la vida eterna. Cumplieron su juramento de sacrificar su vida, su riqueza y su tiempo al máximo. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah les haga receptores de las recompensas prometidas a aquellos que sacrifican sus vidas por su causa.Nueve mártires de Burkina Faso en el camino de Al’lah

Su Santidad (aba) dijo que el 11 de enero en la comunidad Mahdi Abad de Dori, Burkina Faso, 9 ahmadíes fueron martirizados por no renunciar a su fe. Según los informes, 8 personas en 4 motocicletas acudieron a la mezquita Ahmadía a la hora de la oración de la tarde (Isha). Hicieron anunciar que todo el mundo debía entrar rápidamente en la mezquita, pues había algunas personas que habían venido a recibirles. Preguntaron quién era el imam de la mezquita y quién era el imam asociado. Hicieron varias preguntas sobre las creencias de los ahmadíes, a las que el imam respondió con seguridad. Preguntaron si Jesús (as) está vivo o ha fallecido, a lo que el imam respondió que la creencia ahmadí es que Jesús (as) ha fallecido. También les habló del advenimiento del Mesías Prometido (as). Entonces trajeron fotos del Mesías Prometido (as) y de los Califas y el Imam hizo una presentación de todos ellos. Entonces dijeron que -Dios no lo quiera- el Mesías Prometido (as) era falso en su afirmación. A continuación, los terroristas formaron grupos con todos los presentes en la mezquita, separando a los niños, los jóvenes y los ancianos. También había unas 11 o 12 mujeres en la mezquita. A continuación, los terroristas sacaron a los ancianos al patio de la mezquita. En ese momento había 10 ancianos, entre ellos uno enfermo, al que los terroristas dijeron que se quedara dentro. Mientras estaban fuera, los terroristas dijeron que quien renunciara al Ahmadíat se salvaría. El imam respondió que si querían decapitarlo podían hacerlo, pero que no renunciaría a la verdad después de haberla encontrado. Lo tumbaron en el suelo con un cuchillo en el cuello, pero él dijo que si lo iban a matar que lo dejaran en posición vertical. Ante esto, le dispararon, y así, el primer mártir fue el Imam Alhall Boureima Bidiga.Un ejemplo extraordinario de firmeza en la fe

Su Santidad (aba) dijo que después de esto, los terroristas pensaron que al ver esto, otros se asustarían y renunciarían a su fe. Pasaron al siguiente anciano, pero éste dijo que nunca podría renunciar al Ahmadíat y que se conformaba con seguir el camino del Imam. Ante esto, le dispararon en la cabeza. A continuación, los terroristas se dirigieron al resto uno por uno, haciéndoles la misma pregunta, recibiendo la misma respuesta, y todos se encontraron con el mismo honor del martirio. Todos exhibieron el más alto nivel de paciencia y perseverancia. Su fe no flaqueó ni un momento, a pesar de ver cómo martirizaban a sus hermanos, y todos dieron la misma respuesta. Cada mártir soportó unas tres balas. Dos de los mártires eran también hermanos gemelos. Cuando habían sido martirizadas 8 personas, quedaba AG Adramane Agouma, que tenía 44 años y era el más joven de los mártires. Los terroristas le dijeron que era el más joven y que debía salvar la vida. Él respondió con valentía que estaba dispuesto a sacrificar su vida igual que lo habían hecho sus mayores, y posteriormente fue martirizado.

Su Santidad (aba) dijo que en referencia a un sueño que vio sobre Hazrat Sahibzada Abdul Latif Shaheed (ra), el Mesías Prometido (as) comentó que Dios enviaría a otros como él. Sin duda, los eventos en Burkina Faso son un cumplimiento de eso.

Su Santidad (aba) dijo que todo el proceso duró aproximadamente una hora y media. Uno sólo puede preguntarse la dificultad que soportaron los niños y otros presentes al tener que ver cómo martirizaban a sus mayores. Los terroristas no se marcharon inmediatamente y siguieron profiriendo amenazas, diciendo que otros que no renunciaran al Ahmadíat se enfrentarían al mismo final.

Creación de la Comunidad Mahdi Abad en Burkina Faso

Su Santidad (aba) dijo que la Comunidad de Mahdi Abad se estableció en 1989. En 1999, la mayoría de un pueblo cercano aceptó el Ahmadíat. El imam de la zona era Alhall Ibrahim Bidiga, que era un imam wahabí. Se convirtió al Ahmadíat después de mucha investigación y estudio. Luego se convirtió en un valiente soldado del Ahmadíat. Cuando se enfrentó a la opción de renunciar al Ahmadíat dijo que después de haber visto la verdad atestiguada por el Sagrado Corán y los Ahadith (dichos del Santo Profeta (sa)), ¿cómo podría abandonar la verdad? En 2004, debido al descubrimiento de oro en su pueblo, una empresa minera los desplazó a otra zona. La mayoría de estas personas eran ahmadíes, por lo que, tras escribir al Califa, esta zona recibió el nombre de Mahdi Abad. En 2008, el IAAAE creó la primera aldea modelo en esta zona, que fue la primera de este tipo.

Su Santidad (aba) dijo que el terrorista había infundido miedo en la población, se temía que si se recuperaban los cadáveres, los terroristas volverían. El campamento militar cercano no envió a nadie a pesar de haber sido informado y no llegó personal de seguridad hasta la mañana siguiente. Los mártires fueron enterrados en la mañana del 12 de enero.Nueve estrellas brillantes del Ahmadíat

Su Santidad (aba) dijo que daría detalles de cada uno de los mártires.

Alhall Boureima Bidiga.

Vivió algún tiempo en Arabia Saudí para realizar estudios. Era un erudito de la lengua tamasheq, especialmente del comentario del Sagrado Corán en esta lengua. Antes de aceptar el Ahmadíat, era el Imam principal de varias áreas, y muchos eruditos venían a quedarse con él para aprender y beneficiarse de su conocimiento. A veces, este número llegaba a quinientos, y se quedaban con él durante una semana. La primera vez que oyó hablar del Ahmadíat fue en un mercado. Cuando se enteró de que los ahmadíes creían en la muerte de Jesús y en el advenimiento del Mesías Prometido (as), fue a la misión en Dori para aprender más. Aceptó el Ahmadíat después de mucha investigación. Su Santidad (aba) dijo que algunos opositores dicen que la Comunidad Ahmadía tiene como objetivo convertir a la gente pobre, sin embargo estos mártires han refutado esto también, ya que él es un ejemplo de aquellos que aceptaron el Ahmadía después de mucha investigación y estudio. En el año 2000, viajó al Reino Unido para asistir a la Convención Anual (Yalsa Salana). Tenía una inmensa pasión por la propagación del Islam. Parecía como si nada le importara tanto como esto. Soportó muchas amenazas de muerte, pero nunca respondió con dureza. Muchos grandes eruditos de la zona aceptaron el Ahmadíat gracias a sus esfuerzos y muchos pueblos también entraron en el rebaño del Ahmadíat gracias también a sus esfuerzos. Sentía un profundo amor por el Jalifa; se sentaba y escuchaba atentamente las clases que el Jalifa daba a los niños, a pesar de no saber nada de urdu. Decía que era un honor para él simplemente sentarse y escuchar al Jalifa. Muchos de sus alumnos trabajan ahora como misioneros locales en distintas zonas de Burkina Faso. Era asiduo a las cinco oraciones diarias en la mezquita. Tenía dos esposas y 11 hijos. Su Santidad (aba) atestiguó su firme fe y determinación y también presentó los relatos personales de muchos que se vieron positivamente impactados por él. Su Santidad (aba) dijo, en relación con la sinceridad de la gente de Burkina Faso, que durante una gira por ese país se dio cuenta de que siempre que la gente se encontraba con él intentaba abrazarle. Incluso el Cuarto Jalifa (rh) declaró en una ocasión que la tierra de Burkina Faso le parecía fértil y dispuesta a aceptar la verdad.

AG Maniel Alhassane.

Era agricultor de profesión. Aceptó el Ahmadíat en 1999 y era uno de los principales ahmadiis del pueblo. Sentía un gran amor por el Jilafat. Rezaba con regularidad, ofrecía contribuciones económicas y siempre hacía sacrificios por el bien de la Comunidad. Era muy querido por todos. Siempre estaba en primera línea para cumplir cualquier llamada de la Comunidad.

AG Maliel Ousseni.

Era el hermano gemelo del mártir antes mencionado. También aceptó el Ahmadíat en 1999. Fue uno de los que acompañó al Imam Boureima a la misión de Dori para aprender más sobre el Ahmadíat. Era regular en las cinco oraciones diarias y en las oraciones voluntarias antes del amanecer.

AG Hamidou Abdouramanae.

Aceptó el Ahmadíat en 1999. También era agricultor de profesión. Era muy amable y siempre asistía a los programas dirigidos por la Comunidad. Siempre enseñó a su familia a permanecer unida a la Comunidad. Siempre veía la MTA con regularidad

AG Ibhrahim Souley.

También era agricultor de profesión. Siempre leía oraciones en congregación y presentaba sacrificios financieros. Poseía grandes conocimientos y mantenía discusiones eruditas. Era muy amable y gentil y trataba a todo el mundo con amabilidad.

AG Soudeye Ousmane.

Era un ahmadí sincero que siempre ofrecía su tiempo y su riqueza. Ayudó en la construcción de la mezquita de Mahdi Abad. Siempre ponía en primer lugar sus ingresos al servicio de la comunidad. También ayudaba a los necesitados en todo lo que podía.

AG Maguel Agali.

Aceptó el Ahmadíat en 1999 junto con su padre. Era un ahmadí muy sincero. Ofrecía regularmente sus oraciones y contribuciones financieras.

AG Idrahi Moussa.

También era agricultor de profesión. Era un ahmadí activo y rezaba con regularidad. Pasaba tiempo en la mezquita ocupado en el recuerdo de Dios. Escribía regularmente cartas al Jalifa y también rezaba por él.

AG Adramane Agouma.

Fue el más joven de los mártires. Aceptó el Ahmadíat a la edad de 20 años. A partir de entonces, su apego a la Comunidad Ahmadía no hizo más que aumentar. Cuando los terroristas entraron en la mezquita y le preguntaron quién era el Imam asociado, afirmó con valentía que era él. Siempre era de los primeros en llegar a la mezquita. También traía a sus hijos a la mezquita para mantenerlos unidos a ella. Era un ciclista experto e incluso viajó en bicicleta a Ghana en 2008.

Su Santidad (aba) dijo que estas son las estrellas brillantes de Ahmadíat. Nos han dejado un ejemplo. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah aumente la sinceridad de sus descendientes. El enemigo puede pensar que eliminará el Ahmadíat de la zona con sus martirios, sin embargo, si Dios quiere, el Ahmadíat sólo aumentará en la zona. Su Santidad (aba) dijo que la comunidad local debería diseñar cuidadosamente un plan para continuar propagando el mensaje de Ahmadíat. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah siga concediendo paciencia a las familias.

Su Santidad (aba) dijo que para ayudar a las familias de los mártires, se creó un fondo en la época del Cuarto Jalifa (rh) llamado Fondo Syedna Bilal. Su Santidad (aba) dijo que desde este incidente, la gente ha estado enviando donaciones directamente para estas personas, sin embargo la gente debe donar estos fondos al Fondo Syedna Bilal y especificar que esta donación es específicamente para las familias de los mártires en Burkina Faso. Su Santidad (aba) dijo que no se trata de hacer un favor, sino que es responsabilidad de la Comunidad cuidar de ellos.

Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah siga elevando la posición de estos mártires. Que sus martirios den frutos y sean el medio para que el mensaje del Santo Profeta (sa) se extienda rápidamente por todo el mundo.

Oraciones fúnebres

Su Santidad (aba) dijo que además de los nueve mártires, también dirigiría las oraciones fúnebres en-ausencia de los siguientes miembros sinceros:

Dr Karimul’lah Zirvi

Era de EEUU e hijo del sufí Khuda Bakhsh Zirvi. El Dr. Karimul’lah Zirvi falleció el 4 de enero de 2023. También era yerno de Malik Saifur Rahman. Fue un gran erudito; escribió varios libros y sirvió a la Comunidad de diversas maneras. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah le conceda el perdón y la misericordia.

Amatul Latif Zirvi

Era la esposa del Dr. Karimul’lah Zirvi y la hija de Malik Saifur Rahman. Falleció el 6 de enero de 2023, dos días después del fallecimiento de su marido. Su madre se llamaba Amatul Rashid Shaukat y fue editora de la revista Al-Misbah en Rabwah. Poseía grandes dotes intelectuales y también tuvo la oportunidad de servir a la Comunidad. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah le conceda el perdón y la misericordia. Su hermano escribe que ambos se profesaban un gran amor. Soportaban las dificultades pero nunca se quejaban. Ambos eran océanos de conocimiento y cuidaron de todos los que les rodeaban con amor hasta sus últimos días.

Resumen preparado por The Review of Religions

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