La igualdad espiritual de la mujer y el hombre se subraya repe- tidamente en el Sagrado Corán. Por ejemplo, se dice:
“En verdad, los hombres que se someten a Dios y las mujeres que se someten a Él, los hombres y mujeres que creen, los hombres y mujeres obedientes, los hombres y mujeres veraces, los hombres y mujeres perseverantes en su fe, los hombres y mujeres humildes, los hombres y mujeres que dan limosnas, que ayunan, que guardan su castidad, los hombres que recuerdan mucho a Al’lah y las mujeres que Lo recuerdan mucho: para todos ellos Al’lah ha preparado Su perdón y una magnífica recompensa.” (33:36)
“Al’lah se vuelve con misericordia a los hombres y mujeres creyentes; pues Al’lah es el Sumo Indulgente, Misericordioso.” (33:74)
Hombres y mujeres gozan de la misma protección por igual. Por ejemplo:
“Y quienes molestan a los creyentes y a las creyentes por lo que no han merecido, serán culpables de calumnia y de pecado manifiesto.” (33:59)
“Quienes persiguen a los hombres y mujeres creyentes y luego no se arrepienten, para ellos acaecerá, en verdad, el castigo del fuego.” (85:11)
Con respecto a la situación que se desarrolló en Hudaibia12, se dice:
“Y de no haber sido por los hombres y mujeres creyentes a los que no conocíais y que hubierais podido exterminar, hasta el punto de que os hubierais perjudicado, sin saberlo, a causa de ellos, Él os hubiera permitido luchar, pero no lo hizo para poder admitir a Su Misericordia a quien quisiera. Si hubiesen estado separados de los incrédulos, en verdad habríamos castigado a los que no creían con un severo castigo.” (48:26).
1 Tratado de paz firmado entre los musulmanes y los infieles
Las mujeres, al ser más vulnerables que los hombres, reciben una protección especial:
“En verdad, aquellos que acusan a las mujeres castas, inocentes y creyentes, son malditos en este mundo y en el Más Allá. Y para ellos habrá un castigo terrible. En el día en que sus lenguas, manos y pies sean testigos contra ellos de lo que solían hacer.’” (24:24-5)
Hombres y mujeres serán igualmente recompensados en el Más Allá:
“Pero quien hace buenas obras, sea hombre o mujer, y es creyente, entrará en el Cielo y no será perjudicado ni tan siquiera en lo que ocupa el pequeño hueco que hay detrás de un hueso de dátil.” (4:125)
“A quien actúa con justicia, sea hombre o mujer, y sea creyente, le concederemos en verdad una vida pura; y ciertamente le daremos su recompensa de acuerdo con lo mejor de sus obras.” (16:98)
“Quien hace el bien, sea hombre o mujer, y crea, éstos entrarán en el Jardín; en él se les proporcionará sin medida”. (40:41)
“Y los creyentes, hombres y mujeres, son mutuamente amigos. Ordenan el bien y prohíben el mal, cumplen la oración, pagan el Zakat y obedecen a Al’lah y a Su Mensajero. Con ellos es con quienes Al’lah tendrá misericordia. En verdad, Al’lah es Poderoso, Sabio. Al’lah ha prometido a los creyentes, hombres y mujeres, Jardines por los que corren ríos, en los que habitarán; y moradas deliciosas en los Jardines de la Eternidad. Pero el agrado de Al’lah es lo más grande de todo. Es el triunfo supremo.” (9:71- 72)
“Para hacer que los hombres y mujeres creyentes entren en Jardines por los que corren ríos, en los que habitarán y para retirarles sus males –y esto, a la vista de Al’lah, es el triunfo supremo–” (48:6)
“Entonces su Señor respondió a sus plegarias, diciendo: ‘No permitiré que se pierda el trabajo de ninguno de vosotros, sea hombre o mujer. Procedéis unos de otros.” (3:196)
“¡Siervos míos! No habrá temor para vosotros en ese día, ni os afligiréis; los que creísteis en Nuestros Signos y os sometisteis”. (43:69-70)
“En verdad, los habitantes del Cielo, en ese día estarán felizmente ocupados en diversos quehaceres. Ellos y sus esposas estarán bajo sombras agradables, reclinados en divanes elevados. Tendrán allí frutos y tendrán todo lo que pidan.” (36:56-58)
“Piensa en el día en que verás a los hombres creyentes y a las mujeres creyentes con su luz corriendo ante ellos y a su mano derecha, y se les dirá: ‘¡Hay buenas noticias en este día para vosotros! Unos Jardines por los que corren ríos, en los que habitaréis. Ése es el triunfo supremo.’” (57:13)
Se instó al Santo Profetasa a buscar el perdón tanto para las mujeres creyentes como para los hombres creyentes3. (47:20)