“El Islam proclama que todas las personas nacen iguales”
“El Islam proclama que todas las personas nacen iguales, al margen de su procedencia o del color de su piel.”
Hazrat Mirza Masrur Ahmad
El Líder de la Comunidad Musulmana Ahmadía hace un llamamiento a favor de la igualdad de todas las razas y de la paz en base a la justicia durante su discurso del Yalsa Salana de Alemania.
El sábado 26 de agosto de 2017, el Líder Mundial de la Comunidad Ahmadía, el Quinto Jalifa (Califa), Su Santidad Hazrat Mirza Masrur Ahmad se dirigió a una audiencia de unos 800 dignatarios e invitados durante el segundo día de la 42 Convención Anual (Yalsa Salana) de la Comunidad Musulmana Ahmadía de Alemania.
En un momento en que existe una escalada de tensiones y prejuicios raciales en ciertos países, Su Santidad dijo que existe la necesidad urgente de reconocer que todas las personas nacen iguales y que ninguna raza o nación es superior a otra.
Su Santidad también aprovechó su discurso para condenar categóricamente todas las formas de extremismo y a los llamados clérigos musulmanes que se dedican a radicalizar a los musulmanes de distintos países. Además, Su Santidad puso en tela de juicio las políticas occidentales de venta de armas a los países musulmanes que exacerban las guerras y conflictos.
Condenando en los términos más enérgicos el papel de los clérigos extremistas y los gobiernos musulmanes en la desestabilización del mundo, Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:
“Los grupos o clérigos musulmanes extremistas se han cernido sobre musulmanes vulnerables y en lugar de guiar y ayudar a este gente frustrada y desorientada, han envenenado sus mentes con el extremismo y les han radicalizado… Del mismo modo, llevamos viendo desde hace mucho tiempo que algunos gobiernos musulmanes maltratan a su gente y les han sometido a crueldades e injusticias indescriptibles, lo cual ha originado divisiones que han desembocado en sublevaciones y guerras civiles sangrientas.”
Comparando los actos de los extremistas con las verdaderas enseñanzas islámicas, Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:
“Sin lugar a dudas, las enseñanzas del islam son una garantía para la paz y seguridad de toda la humanidad. Sus enseñanzas están basadas en la compasión, merced y humanidad y son precisamente estos auténticos valores islámicos los que la Comunidad Ahmadía ha destacado sin cesar y se ha esforzado en propagar en el mundo durante más de 125 años.”
Su Santidad dijo que en el primer capítulo del Santo Corán está escrito que Dios el Todopoderoso es “el Señor de todos los mundos” y esto significa que Dios el Todopoderoso es el Proveedor y Sustentador de toda la gente, todas las razas y todas las creencias.
Por lo tanto, un verdadero musulmán jamás puede discriminar u oponerse a los que no son musulmanes, como se afirma cada vez más en los tiempos modernos. Por el contrario, Su Santidad dijo que entre aquellos que condenaban el islam se encontraba gente que incurría en racismo y prejuicios.
Condenando a quienes reivindicaban superioridad racial, Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:
“Estas opiniones extremistas solo pueden alimentar resentimiento y desesperación ente la gente de otras razas y etnias. En contraste absoluto, el islam proclama que toda la gente nace igual, al margen de su procedencia o del color de su piel.”
Su Santidad también citó el Sermón de Despedida del Santo Profeta Mohammad (la paz sea con él) al que calificó de “discurso memorable que sentó las bases para la paz mundial”.
Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:
“En palabras que eran tanto imperecederas como ilustradas, el Santo Profeta (la paz sea con él) proclamó que toda la gente nace igual y que una persona blanca no era superior a una negra, ni una negra superior a una blanca… Blandiendo una antorcha que iluminaba la senda hacia los derechos humanos universales, el Santo Profeta (la paz sea con él) declaró que todos seres humanos nacieron iguales y ostentaban los mismos derechos.”
Su Santidad dijo que el islam enseña que Dios ha enviado profetas a todas las naciones y que se ordenaba a los musulmanes respetar y honrar a todos ellos, incluso aunque otros insultaran al Santo Profeta (la paz sea con él).
Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:
“Es cierto que al escuchar a otros difamar a nuestro amado Profeta (la paz sea con él) nos causa un intenso dolor e hiere profundamente nuestros corazones. A pesar de todo nunca reaccionaremos faltando al respeto a los profetas o figuras santas de otras religiones y creencias. Frente al odio y la adversidad, es nuestra fe la que nos impulsa a responder con amor y a exhibir paz en todo momento.”
En respuesta a las alegaciones generales de que el islam permite la agresión para obligar a la gente a aceptar el islam, Su Santidad citó el capítulo 10, versículo 100 del Santo Corán que explica que, aunque Al-lah el Todopoderoso tiene el poder de obligar a la humanidad a aceptar el islam, Él ha otorgado libre albedrío.
Su Santidad dijo que esto no significa que los musulmanes no deban predicar su religión, pues el Corán ha ordenado a los musulmanes informar a la gente sobre el islam, pero es esencial que prediquen con un
“espíritu de tolerancia y respeto mutuo”.
Su Santidad presentó un ejemplo de benevolencia y tolerancia sin paralelo del Santo Profeta Mohammad (la paz sea con él) cuando entró victorioso en la Meca con diez mil compañeros suyos, después de haber sido forzado a emigrar de la ciudad debido a una persecución implacable por parte de los no musulmanes de la ciudad.
Hablando el momento en que el Santo Profeta Mohammad (la paz sea con él) regresó a la Meca, Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:
“En aquel momento de triunfo glorioso, el Santo Profeta (la paz sea con él) mostró una humildad y tolerancia supremas al declarar que, de acuerdo con las enseñanzas pacíficas del islam, se perdonaría instantáneamente a todos los que torturaron a los musulmanes.”
Después, Su Santidad explicó con detalle su opinión de que los musulmanes no eran los únicos responsables de los diversos conflictos que afectan al mundo actual.
Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:
“Entre los nueve países que han adquirido armas nucleares, solamente uno, Pakistán, es un país musulmán. Por lo tanto, no se puede afirmar que el mundo musulmán es el centro de estas armas mortíferas que constituyen la mayor amenaza para el bienestar de la humanidad.”
Su Santidad dijo que, aunque por un lado las naciones no musulmanas hacen un llamamiento por la paz en el mundo musulmán, por otro, provocan esos mismos conflictos al producir el armamento que se utiliza en tales países.
Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:
“Los países occidentales y los productores de armamento tienen un claro interés comercial al mantener cierto grado de conflicto en los países musulmanes. Estas políticas unilaterales y motivos egocéntricos son muy lamentables y solo demuestran ser un medio de destruir la paz mundial.”
Su Santidad dijo que, desde la Segunda Guerra Mundial, las principales potencias mundiales han intentado cada vez más mantener la paz a través de la construcción de armamento cada vez más mortífero, con capacidad para destruir el mundo repetidas veces. Su Santidad dijo a través de tales medios no es posible mantener la paz a largo plazo.
Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:
“La característica que ha definido los esfuerzos del mundo para asegurar la paz durante aproximadamente los últimos setenta años ha sido la intimidación y las tácticas de miedo, a través de la cual, las naciones han buscado la paz mediante el desarrollo de armas incluso más mortales. Al margen de lo que se reivindique, la verdad es que tales medidas no conseguirán brindar una paz duradera y es más que probable que un día alguien pulse el botón, desencadenando una masacre y miseria jamás vista antes por el mundo.”
Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:
“En lugar de edificar la paz a través del llamado “modelo de disuasión”, nosotros, los áhmadis musulmanes, creemos que solamente existe un medio que conduce a la paz duradera, y es el camino de Dios el Todopoderoso… Mientras el mundo continúe dando prioridad a la riqueza y poder materiales, no podremos ver la auténtica paz en el mundo.”
Concluyendo, Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:
“Ha llegado el momento para que la humanidad reconozca a su Creador y acepte que Dios el Todopoderoso es realmente el Señor de todos los mundos, Quien nos sustenta, nos provee y es nuestro Creador.”
Con anterioridad, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad se dirigió directamente a los miembros de Lallna Imail-lah (organización auxiliar de mujeres) con respecto a las enseñanzas del islam en relación con los derechos de las mujeres.
Su Santidad dijo que, desde el principio, el islam ha otorgado a las mujeres el derecho a la herencia, matrimonio, divorcio, libertad de expresión, educación y otros muchos derechos que el mundo occidental ha otorgado a las mujeres solamente en tiempos recientes.
Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:
“Antes de la aparición del islam, los árabes se afligían al ver el nacimiento de una niña, y algunos osaban incluso enterrar a sus hijas recién nacidas. En momentos de tal ignorancia y crueldad supremas, el Santo Profeta (la paz sea con él) produjo una revolución en la que estableció el verdadero estatus y honor de las niñas y proclamó que el nacimiento de una niña era motivo de orgullo y alegría.”
Hazrat Mirza Masrur Ahmad continuó:
“El islam enseña que, si se tiene fe en Dios, hay que alegrarse del nacimiento de una niña. La gente mundanal solamente promete recompensas en esta vida, mientras que el islam promete la recompensa del Más Allá al cumplir los derechos de las mujeres. Es muy lamentable que, a pesar de tales bellas enseñanzas, se afirme que el islam no otorga derechos a las mujeres.”
Posteriormente, Su Santidad mantuvo entrevistas con representantes de los medios alemanes y recibió a delegaciones de los invitados que participaron en el Yalsa Salana desde distintos países.