Recepción celebrada en la nueva mezquita Ahmadía inaugurada en Florstadt, Alemania, por el Jalifa V del Mesías
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Recepción celebrada en la nueva mezquita Ahmadía inaugurada en Florstadt, Alemania, por el Jalifa V del Mesías

Recepción celebrada en la nueva mezquita Ahmadía inaugurada en Florstadt, Alemania, por el Jalifa V del Mesías

“Cuando cumplimos con las obligaciones ante Dios, se crea dentro de nosotros el espíritu de ayudar a la humanidad” – Hazrat Mirza Masrur Ahmad

El 28 de agosto de 2023, el Líder Mundial de la Comunidad Musulmana Ahmadía, el Jalifa V del Mesías, Su Santidad Mirza Masrur Ahmad pronunció el discurso de apertura en una recepción especial celebrada para conmemorar la inauguración de la Mezquita Mubarak en Florstadt, Alemania.

Su Santidad inauguró oficialmente la Mezquita antes de la recepción develando una placa conmemorativa y ofreciendo una oración silenciosa en agradecimiento a Dios Altísimo. Posteriormente, Su Santidad dirigió las oraciones del Dhur y Asr en la Mezquita e inspeccionó las nuevas instalaciones.

Posteriormente, 120 invitados, entre dignatarios, políticos y vecinos locales de la Mezquita asistieron a una recepción especial celebrada en la Sala Aralia de Florstadt.

Durante su discurso de apertura, Su Santidad habló de cómo el islam protege los derechos de todas las personas y salvaguarda la libertad religiosa de todas las religiones.

Al explicar el verdadero propósito de las mezquitas, Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:

“Una mezquita es una casa de Dios según el islam. Una Mezquita es un lugar donde las personas se reúnen para adorar al Dios Único e inspirarse unos a otros para mostrar bondad y amor unos hacia otros de acuerdo con las enseñanzas de Dios Altísimo… Es imposible que una persona que verdaderamente cumple con los derechos de una Mezquita pueda llevar a cabo cualquier acción que vaya en contra de los derechos de adoración de Dios Altíimo y los derechos de la humanidad”.

Su Santidad se refirió al capítulo 22, versículo 41 del Sagrado Corán, donde se concedió permiso para una guerra defensiva a los primeros musulmanes y dijo que las siguientes palabras del versículo coránico: “[…] ciertamente habrían sido destruidos monasterios e iglesias, sinagogas y mezquitas, en las que se conmemora frecuentemente el nombre de Al’lah. […]” testificó que el islam protege los derechos de todas las religiones.

Al explicar el versículo, Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:

“Es una enseñanza fundamental del islam proteger todas las religiones y respetar todas las creencias. Por eso decimos que respetamos al Profeta Moisés, al Profeta Jesús, a los profetas de los hindúes y a Buda (la paz sea con todos ellos). Respetamos cada fe que ha llegado al mundo. Se nos ordena respetar a todas las personas. El Sagrado Corán dice que no se debe vilipendiar ni siquiera a los ídolos de quienes los adoran porque, en represalia, abusarán del Dios Único. Por lo tanto, si insultan a Dios, crearán malestar y una atmósfera de conflicto. Ésta es la enseñanza del islam que sustenta las verdaderas mezquitas”.

Al comentar sobre la ubicación de la mezquita, Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:

“Esta Mezquita está construida en el centro de la ciudad donde hay tiendas y un mayor nivel de comercio materialista. Sin embargo, en esos lugares también debe haber una representación de la fe para que la gente aprenda acerca de las verdaderas enseñanzas espirituales y se familiaricen con esa [riqueza espiritual] que Dios Altísimo está otorgando a la gente. Al tener la Mezquita en un lugar así, se recuerda a las personas que, si bien se benefician de las riquezas materiales, también deben estar agradecidos con su Creador y siempre deben tenerlo en sus mentes, ya que la enseñanza del islam es que si sois agradecidos a Dios Altísimo entonces Él aumentará Sus favores sobre vosotros. Por lo tanto, creo que también es importante que las mezquitas y otros lugares de culto estén situados en lugares concurridos donde la gente se dedica al comercio y a actividades materiales, para que no se sumerjan completamente en el materialismo y puedan volverse a Dios.”

Al concluir su discurso, Su Santidad se refirió a la naturaleza integral de las enseñanzas del islam y a cómo buscan proteger a las personas en todas las circunstancias.

Hazrat Mirza Masrur Ahmad dijo:

“El Santo Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él) dijo que debemos condenar la injusticia y que se debe ayudar tanto al opresor como al oprimido. Sus compañeros dijeron que sabían cómo ayudar a los oprimidos salvándolos de los opresores, pero preguntaron cómo podían ayudar al opresor. El Santo Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él) dijo que deben ayudar al opresor impidiéndole llevar a cabo sus crueldades porque si continúa cometiendo injusticias, enfrentará la ira de Dios. Así se arruinará en esta vida y en la próxima.”

Hazrat Mirza Masrur explicó con más detalle y dijo:

“Así, una persona religiosa no mira sólo a esta vida; también tiene los ojos puestos firmemente en la vida venidera. Una persona religiosa no sólo se preocupa por sí misma, sino que se preocupa por proteger a la gente del castigo de la vida venidera y salvarla de incurrir en el desagrado de Dios. Esta es la razón por la que tratamos de cumplir con las responsabilidades de nuestra adoración. Cuando cumplimos los derechos de Dios, se crea dentro de nosotros el espíritu de ayudar a la humanidad. Genera un deseo de ayudar tanto al oprimido como al opresor.”

Antes del discurso, el Emir de la Comunidad Musulmana Ahmadía de Alemania, Abdullah Wagishauser, presentó la mezquita, tras lo cual Herbert Unger, alcalde de Florstadt, Michael Hahn, alcalde de la vecina ciudad de Niddatal y Tobias Utter, miembro Los miembros del Parlamento del Estado de Hesse hablaron sobre su aprecio por la Mezquita y los esfuerzos de la Comunidad Musulmana Ahmadía por la comunidad local.

El evento concluyó con una oración silenciosa dirigida por Su Santidad.

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