Honestidad, dedicación y rectitud: el papel de aquellos que ostentan cargos
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
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Honestidad, dedicación y rectitud: el papel de aquellos que ostentan cargos

En la Comunidad Musulmana Ahmadía, un  sistema administrativo que funciona bajo la guía y supervisión directa del Jalifa, gestiona todas las diversas actividades. El 22 de diciembre de 2019, Su Santidad, Mirza Masrur Ahmadaba, jefe mundial de la Comunidad Musulmana Ahmadía y Quinto Jalifa, se dirigió al Foro Nacional Qaidin del Comité  Juddam ul Ahmadía UK, jóvenes auxiliares de la Comunidad Musulmana Ahmadía, en Islamabad, Tilford, Reino Unido. Aunque se dirigió a un organismo auxiliar, el mensaje de Su Santidad iba también dirigido al conjunto de funcionarios de la Comunidad Musulmana Ahmadía. Review of Religions se complace en presentar la transcripción oficial del discurso pronunciado por Su Santidad.

Después de recitar Taháyud, Taáwuz y Bismillah, Su Santidad Jalifat ul Masih Vaba dijo:

“Con la Gracia de Dios, os habéis reunido hoy aquí para el Curso de Actualización Juddamul Ahmadía Qaideen y lo primero que os quiero recordar es que ‘Qaid’ significa ‘líder’, y un líder adecuado es alguien que lidera con el ejemplo y lleva a su gente por la senda por la que él mismo camina.

Ciertamente, la responsabilidad de un Qaid, o de cualquier titular de una oficina auxiliar o de la Comunidad, no es en absoluto insignificante u ordinaria. Es más, su deber, independientemente del nivel al que sirven, exige que se esfuercen al máximo de tal manera que sean un  excelente modelo a seguir por los otros miembros de la Comunidad. En este sentido, es de suma importancia que todos los responsables  de la Comunidad o de la  oficina auxiliar tengan la firme convicción en sus corazones de que Dios Altísimo los está observando en todo momento y los hará responsables de sus acciones. Nunca deben olvidar que, aunque oculten cosas de otras personas, no pueden ocultar nada a Dios Altísimo. Él sabe todo lo que hacemos y todo lo que está  en nuestros corazones,  y teniendo esto en cuenta, cada titular de la oficina debe esforzarse por cumplir con sus responsabilidades lo mejor que pueda, y salvarse de cualquier forma de debilidad en su fe  o del abandono en sus obligaciones. Debéis prestar atención constantemente y reflexionar sobre la promesa que cada  áhmadi  ha  hecho de   ‘dar prioridad siempre a su fe sobre todos los asuntos mundanos.’

Como titular de una oficina,  cada uno debe cumplir esta promesa en todo momento y utilizar las habilidades y capacidades que Dios Altísimo  le ha dado para el cumplimiento de los  deberes de la Comunidad. Si todos los responsables de nuestras oficinas de la Comunidad sirven con este espíritu de mantener el temor de Dios en sus corazones, podemos lograr una gran transformación espiritual, no solo dentro de nuestra Comunidad, sino también entre la sociedad  y la humanidad en general. Como Qaid, o en cualquier posición en la que sirva a la Comunidad, debéis demostrar que sois  personas que los demás consideran sinceras y un modelo positivo de quien poder aprender y beneficiarse. Deben tener plena confianza en vosotros y reconocer que no hay nada que les pidáis que no estéis haciendo vosotros mismos. Como es sabido,  se eligen ciertos cargos dentro de la Comunidad, mientras que otros se hacen por designación. Independientemente de cómo se otorga un deber, siempre se otorga con la creencia y la expectativa de que el titular de la oficina tratará de cumplir sus responsabilidades con honestidad, integridad y dedicación. Entonces, como Qaids, debéis tratar de cumplir la fe depositada en vosotros por vuestra asociación, por el Sadr Juddam ul Ahmadía y finalmente por el Jalifa de la época. No se deben escatimar esfuerzos y se han de utilizar  todas las facultades y talentos para cumplir con las responsabilidades. Debéis ser un excelente modelo a seguir y esforzaros  por hacer justicia a la confianza que se ha depositado en vosotros. Si todos los Qaidin sirven de esta manera, obtendréis  éxito en la  prosperidad de la Asociación,  y jugaréis un importante papel  ayudando  a la Comunidad a cumplir los grandes objetivos y la misión del Mesías Prometido y el Imam Mahdias.

Porque hemos aceptado a esa persona cuyo advenimiento fue anunciado por el Santo Profetasa y que fue enviado por Dios para revivir las verdaderas enseñanzas del islam y llevar a la humanidad de regreso a su Creador. Por lo tanto, en todo momento, los Qaideen y otros funcionarios deben asegurarse de que viven sus vidas de acuerdo con las enseñanzas del Mesías Prometidoas. Solo entonces podrán guiar a otros hacia la prosperidad espiritual y religiosa. Por supuesto, cada áhmadi debería estar muy familiarizado con las instrucciones y la guía del Mesías Prometidoas, que son un tesoro eterno para nuestra Comunidad. Al mismo tiempo, los responsables de la Comunidad o de la oficina auxiliar deben considerar que son los primeros destinatarios y receptores de sus instrucciones y, por lo tanto, antes que nadie, les corresponde llevarlos a cabo  en todos los aspectos. Solo si aquellos que ostentan cargos inculcan tales cualidades y valores, comenzaremos a cumplir los objetivos del advenimiento del Mesías Prometidoas y fue fundada la Comunidad. En una ocasión, el Mesías Prometidoas habló sobre la proclamación de la fe en la Unidad de Dios que cada musulmán hace:

لَا إِلَٰهَ إِلَّااللَّهُ

‘No hay digno de ser adorado excepto Al’lah.’

Él dijo que nuestra declaración de fe debe hacerse con total sinceridad y fervor sincero y con un intenso deseo de desarrollar un vínculo espiritual inquebrantable con Dios Altísimo.

Del mismo modo, el estándar de nuestras oraciones y el recuerdo de Dios debe ser ejemplar y hacerse con total certeza en la Unidad de Dios.

Además, el Mesías Prometidoas dijo que sus seguidores deberían exhibir los más altos estándares posibles en el cumplimiento de los derechos de la humanidad.

Deben tener simpatía y amor por sus hermanos y hermanas dentro de la Comunidad y también por el resto de las personas.

Si bien estas fueron instrucciones generales para todos los áhmadis, los responsables de nuestras oficinas deben prestar especial atención a estas benditas palabras del Mesías Prometidoas y tratar de vivir sus vidas en consecuencia.

Vivimos en una época en la que las personas se están alejando de Dios Altísimo, por lo que sus metas y aspiraciones carecen de espiritualidad.

Por ejemplo, las personas tienen empleos o responsabilidades mundanas, que cumplen de acuerdo con las normas y reglamentos mundanos.

Como resultado, logran ciertos objetivos limitados o influyen en otros en cierta medida a través de formas y medios materialistas.

Sin embargo, el trabajo de una comunidad puramente espiritual, fundada según la Divina Voluntad, es completamente diferente porque está respaldado por un vínculo directo y constante con Dios Altísimo.

Por lo tanto, cualquier representante u oficial de una comunidad espiritual establecida divinamente nunca puede tener éxito en el desempeño de sus deberes, salvo por las bendiciones y la misericordia de Dios Altísimo.

Y para alcanzar Sus bendiciones, los titulares de nuestros cargos deben desarrollar una convicción inquebrantable en la verdad de:

لَا إِلَٰهَ إِلَّااللَّهُ

‘No hay digno de ser adorado excepto Al’lah.’

Por lo tanto, si se desea tener éxito, debe, sobre todo, volverse hacia Dios Altísimo. La forma principal de lograr esto es a través del Salat, por lo que debe asegurarse   ofrecer las cinco oraciones diarias a tiempo,  y en la medida de lo posible,  ofrecerlas en la congregación. En segundo lugar, debe convertirse  en rutina  cotidiana de su vida recitar y estudiar el Sagrado Corán y considerarlo como la mejor fuente de inspiración para su trabajo y servicio. Esto le permitirá obtener un código de prácticas y un plan de acción para uno  y para su Asociación,  y garantizar así que sus objetivos y estrategias se diseñen de una manera que resulte fructífera y bendecida. Señalar también que un Qaid o un responsable no debe perder el tiempo esperando una orden directa de su superior o de Sadr Juddam antes de realizar cualquier trabajo. Por supuesto, el centro le dará objetivos, un marco general a seguir y resaltará sus responsabilidades clave. Al mismo tiempo, también debe asumir la responsabilidad personal y desarrollar nuevas formas y medios para mejorar el progreso de su Asociación. Además, hay que recordar que el Mesías Prometidoas expresó repetidamente su sincero deseo de que cada miembro de la Comunidad se convierta en un Muttaqi, es decir, una persona justa y piadosa. De hecho, esta no es una instrucción suya, sino del Santo Profetasa y, de hecho, el mandamiento de Dios Altísimo. A los ojos de Dios Altísimo, justicia  es  todo lo que es  virtuoso y moral, por lo que una persona verdaderamente piadosa es aquella que, antes de realizar cualquier actividad o antes de hablar, recuerda que Dios lo  está vigilando. Se preguntan  si lo que persiguen  está de acuerdo con las enseñanzas del islam y, de no ser así, se abstienen. Las personas a menudo preguntan qué está permitido y qué es ilegal según las enseñanzas del islam. En una ocasión, cuando se le hizo una pregunta similar, el Mesías Prometidoas dio un hermoso principio rector.

Él dijo:

‘Teme a Dios Altísimo y hazlo todo.’

Estas palabras del Mesías Prometidoas están llenas de sabiduría ilimitada y reflejan el hecho de que si una persona realmente teme a Dios, no es posible que actúe a sabiendas en contra de sus enseñanzas y mandamientos. Nunca ignorará la rectitud o la moralidad y tampoco buscará  promover sus propios intereses a expensas de los demás ni manifestar ninguna forma de injusticia. Por lo tanto, como Qaids, cada una de las  acciones e intenciones debe ser para complacer a Dios solo y no para ganar el elogio de ningún individuo o el ‘Alm-e-Inaami’. No quiero decir que esperar ganar el Alm-e-Inaami esté mal o que no se deba  aceptar el agradecimiento o el reconocimiento de los demás por los propios esfuerzos. Por supuesto, los premios Alm-e-Inaami y similares son un medio para reconocer, registrar y respaldar los excelentes esfuerzos de un Qaid o una región y alentar a otros a aprender y mejorar sus esfuerzos en el futuro. Sin embargo, para un sirviente de la Comunidad, para un verdadero creyente y para una persona justa, ganar un premio o recibir elogios nunca debería ser la motivación; más bien, su intención y deseo deben ser simplemente complacer a Dios Altísimo. Sin lugar a dudas, el amor y la gracia de Dios son las recompensas finales y es por eso que el Mesías Prometidoas dijo una vez que:

‘Si quieres a Al’lah, el sol nunca se pondrá sobre ti.’

Esto significa que si una persona se dedica a buscar el placer y la cercanía con Dios, superará cualquier desafío o dificultad que pueda surgir y observará que las bendiciones de Dios Altísimo lloverán continuamente sobre ellos.

Por lo tanto, construir un vínculo personal con Dios Altísimo es la llave de oro  que le permitirá abrir las puertas a la prosperidad en sus deberes de la Comunidad y todos los demás aspectos de sus vidas. Para forjar tal conexión y unión con Dios Altísimo, también es importante que ofrezca la oración Taháyud con regularidad. Cuando una persona hace un esfuerzo especial para desarrollar un vínculo y una relación viva con Dios Altísimo a través de Taháyud, cumple  los derechos de la humanidad. Por lo tanto, cuanto más cerca esté de Dios, más se abrirán vuestros corazones a Juddam y Atfal en su región y tendrá un gran deseo de ayudarlos y guiarlos. Recuerde siempre que el Mesías Prometidoas ha dicho que entrar en su redil debería ser similar a comenzar una ‘nueva vida’ y esto requiere que una persona esté lista para hacer todos los sacrificios posibles por el bien de su fe y considerar todo lo demás como secundario a Dios Altísimo.

Si una persona vive su vida con este espíritu justo, incluso viviendo en este mundo material, descubrirá que Dios se convierte en su amigo, su ayudante y su protector.  Él le permitirá superar los desafíos o pruebas a los que se enfrente.

También es de vital importancia que vosotros y los miembros de vuestra Asociación aprovechen cada oportunidad para aumentar el conocimiento religioso, en lugar de centrarse únicamente en la educación secular. Hoy, con la Gracia de Dios, tenemos un gran tesoro de literatura de la Comunidad fácilmente disponible, tanto en forma impresa como electrónica en los diversos sitios web de la Comunidad. En particular, en alislam.org están disponibles los comentarios del Sagrado Corán, así como los libros del Hadiz, los libros del Mesías Prometidoas y los libros y sermones de los  Jalifas. Por lo tanto, es extremadamente fácil para las personas aumentar su conocimiento religioso, siempre y cuando estén dispuestas a sacrificar su tiempo para leer y estudiar. Otro punto crucial enseñado por el Mesías Prometidoas, y sobre el que deseo llamar vuestra atención, es que los miembros de su Comunidad deben esforzarse constantemente por mejorar sus estándares morales manteniendo el control de sus emociones y su lengua. Por lo tanto, todos los áhmadis, pero especialmente los titulares de cargos, deben rezar para que Dios les permita desarrollar las cualidades de compasión, humildad y mansedumbre. Además, no sirve  que seáis amables y considerados en público, si luego sois duros o injustos dentro del hogar. Una persona verdaderamente justa es aquella que permanece amable y afectuosa en todo momento y en todas las circunstancias. Una persona verdaderamente piadosa es aquella que practica lo que predica y cuyos estándares de moralidad y decencia siguen siendo del más alto orden tanto en público como en privado. Por lo tanto, debéis ser amable y afectuosos en todo tipo de trato, ya sea con los miembros de su Asociación, con otros áhmadis, la sociedad en general o con vuestra familia y  amigos. En esencia, no es solo vuestro deber guiar a los demás, sino que primero debéis incorporar en vosotros las instrucciones y principios que intentáis inculcar en los demás.

Además, para aumentar vuestro conocimiento religioso y mejorar vuestros estándares morales y espirituales, debéis escuchar con atención los sermones y las direcciones de Jalifat-e-Waqt. Debéis reflexionar sobre lo que digo y aseguraros de que estáis actuando de acuerdo con todas mis instrucciones. Si seguís esta guía e instrucciones, los miembros de vuestra Asociación aprenderán naturalmente de vosotros y seréis   un modelo positivo para ellos.

A partir de esto, debéis comprender que el objetivo principal y la tarea de Asociación Ahmadía de Jóvenes es mantenerse en primera línea protegiendo y vigilando la institución de Jalifat-e-Ahmadía. La mejor manera de hacer esto es escuchar y actuar sobre las palabras del Jalifat-e-Waqt y ser completamente leal y obediente a Jalifato en todo momento y en todas las circunstancias. No podéis cumplir con este gran deber hasta que, y a menos que reconozca el hecho de que el éxito o el fracaso de nuestra Comunidad depende de nuestra unidad. Para unirnos debemos seguir los medios enseñados por Dios Altísimo y en esta era,   ha establecido la institución de Jalifat-e-Ahmadía como la cuerda espiritual que nos mantiene unidos. En consecuencia, para ayudar a garantizar la unidad continua de nuestra Comunidad, debéis aseguraros  de ser personalmente leal y obedientes al Jalifato y tratar de aumentar el vínculo entre Juddam y Atfal en su área y el  Jalifato. Si podéis lograr esto, estaréis desempeñando vuestro papel en la protección de la Comunidad y  la institución del Jalifato.

Sin ninguna sombra de duda, si la Comunidad del Mesías Prometidoas permanece unido a manos del Jalifato, continuaremos presenciando cómo las bendiciones de Dios se ciñen sobre nosotros. Podemos enfrentarnos a desafíos, podemos enfrentarnos sl dolor, podemos enfrentanos a la persecución; sin embargo, tened la seguridad de que si permanecemos a la sombra de Jalifato, después de todas las pruebas y tribulaciones que tendremos que  pasar,  surgirán con toda seguridad buenas nuevas  y la  prosperidad eterna.

Con estas palabras, rezo para que todos se hayan beneficiado de las discusiones y el intercambio mutuo de ideas en el Curso de Actualización de este año y las orientaciones dadas por el Equipo Nacional de Juddam o Sadr Juddam-ul-Ahmadía.

Además, deseo y espero que, habiendo escuchado mi discurso, regreséis a vuestra Asociación mucho más decididos a cumplir con vuestros deberes y que antes de pedir a los miembros de su Asociación que lleven a cabo  lo que habéis aprendido aquí, primero adoptéis   esas cosas dentro de vosotros mismos.

Como Qaid, Juddam y Atfal pueden tratarlo con respeto en su Qiadat, pero espero y rezo para que su respeto sea sincero y no se dé por un sentido del deber o la necesidad; más bien, rezo para que les respeten genuinamente y les consideren sus amigos, porque saben que defendéis su dignidad y los enfrentáis con amor, sinceridad y amabilidad.

Ciertamente, vuestra preocupación por ellos debe ser sincera, debéis orar por ellos y, sobre todo, debéis  desear   esforzaros sinceramente por acercar a cada persona de su Asociación a su Creador.

Que sus esfuerzos ayuden a fomentar un vínculo eterno entre Juddam y Atfal en su área y la Comunidad.

Al final, oro para que todos Juddam y Atfal tengan una fe firme en la Unidad de Dios, en la verdad del islam y la verdad del Mesías Prometidoas.

Que cumplan las condiciones y demandas del Baiat del Mesías Prometidoas y estén entre aquellos que son siempre leales y obedientes a la institución del Jalifato.

Que Dios Altísimo os permita cumplir vuestros deberes de la mejor manera posible y que la Asociación Ahmadía de Jóvenes pueda progresar y prosperar continuamente, Amin.”

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