Tu mejor versión según el Islam - Video motivacional
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Tu mejor versión según el Islam – Video motivacional

Director del Spanish Desk y editor de la revista Review of Religions en Español

Busca una razón para obligarte a ser mejor persona. No esperes que te llegue la oportunidad de ser bondadoso. Se proactivo, busca o crea tú las oportunidades para ayudar a alguien. Muestra la mejor versión de ti mismo. Y si eres creyente, recuerda: la fe sin compasión, no sirve para nada.

Transcripción

Hay un vacío en el mundo de buenas personas que sean ejemplos para nosotros, que nos inspiren a querer ser mejores personas, y que nos inciten a ser compasivos y bondadosos hacia los demás.

Y de ahí que la mayoría de las personas sean conformistas pensando que “yo soy buena persona. Ayer di unas monedas que me sobraban de la compra a una persona pobre.” O tal vez por ayudar a curar a un animal que sufría y se sienten bien. Pero dime, ¿acaso un atleta se conformaría con correr 5 minutos al día? ¿Acaso el premio nobel de física tendría éxito investigando solo de vez en cuando?  Nuestra capacidad para mejorar como seres humanos es enorme y no estamos aprovechando nuestro potencial.

Mejorar como seres humanos requiere desarrollar el hábito de tratar a los demás igual que quisiéramos que nos tratasen.

Hay gente que piensa que vivir una vida como un ciudadano que cumple con la ley es igual a ser una buena persona. Pero se olvidan de que, igual que un atleta necesita hacer ejercicio regularmente para mantener su nivel, la bondad se desarrolla ejercitándola y participando activamente en ayudar al prójimo y en ser un buen ejemplo para los demás.

Es importante desarrollar todas nuestras facultades. Si una persona no hace ejercicio regularmente, no solo dejará de estar en forma, sino que su salud deteriorará. Si no leemos o ejercitamos la mente de diferentes formas, no solo dejamos de tener esa agudeza mental, sino que, además, nos volvemos torpes y perdemos agilidad. De igual forma, si dejamos de practicar activamente actividades que nos permitan desarrollar la compasión, la bondad, la honestidad, no solo nuestro corazón se volverá más pequeño, sino que, además, seremos más propensos a caer en hábitos destructivos como el egoísmo, la pereza o la vanidad.

Busca una razón para obligarte a ser mejor persona. Busca esa cosa que te recuerde en cada momento “no muestres pereza, busca la oportunidad de ayudar a alguien” o, “contrólate y no cometas ese vicio, porque si no lo haces, habrá consecuencias.” Para unos, el motivo puede ser Dios, y para otros será otra cosa, pero lo importante es que debemos sentir tanta convicción en nuestro interior que se refleje en nuestras acciones.

La razón por la que mostramos pereza y nos cuesta levantarnos para hacer ejercicio, o hacer ese trabajo que llevamos posponiendo es la falta de fe en nuestro propósito. Esto es lo primero en lo que debemos trabajar. Si desarrollamos la convicción de que lo más importante en nuestras vidas es destacar en ser la mejor persona, es entonces cuando podremos superar todos los obstáculos y alcanzar nuestros objetivos.

Realizar actividades que desarrollen nuestra humanidad es un proceso que se retroalimenta. Si alguien ha sido bondadoso con nosotros debemos desarrollar la capacidad de responderle de igual manera de forma instintiva. Esta es nuestra obligación. De esta manera, cuando le correspondamos, siempre tendremos la opción de realizar una acción bondadosa mayor a la recibida. Y este hábito es el que nos ayudará a progresar.

Por ejemplo, todo musulmán debe donar obligatoriamente una parte de su riqueza personal como limosna para los necesitados. Con lo cual, para un musulmán, la limosna debe considerarse como algo obligatorio. Aparte de ello, siempre tienen la opción de dar dinero voluntariamente en forma de caridad, y normalmente se promueve este tipo de acciones.

Es un error pensar que solo debemos ser compasivos con nuestra familia, o nuestros vecinos o nuestros paisanos. Debemos mostrar compasión con todos los seres vivos, sin importar su raza, credo o forma de pensar. La compasión no tiene límites.

Sin embargo, hay personas que al mostrarse bondadosos con alguien se lo recuerdan como un favor, y esto es un error. La auténtica bondad consiste en realizar un acto bondadoso desinteresadamente como si fuera debido al amor personal que sentimos hacia los demás, y no por hacerle un favor. Este nivel de humanidad se asemeja a la relación de una madre con su hijo, que no busca nada a cambio de criar a su hijo, sino que lo hace como un impulso natural.

La humanidad, ahora más que nunca necesita de personas que sean líderes y pioneros en mostrar valores morales y espirituales que inspiren al resto del mundo a ser mejores personas. No esperes que te llegue la oportunidad de ser bondadoso. Se proactivo, busca o crea tú las oportunidades para ayudar a alguien. Muestra la mejor versión de ti mismo. Y si eres creyente, recuerda: la fe sin compasión, no sirve para nada. Pero como dice el Corán: los mejores de entre vosotros son quienes creen y hacen buenas obras.

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