Atributos de Allah: El Omnioyente (As-Sami’)
وَإِذْ يَرْفَعُ إِبْرَاهِيمُ الْقَوَاعِدَ مِنَ الْبَيْتِ وَإِسْمَاعِيلُ رَبَّنَا تَقَبَّلْ مِنَّا إِنَّكَ أَنْتَ السَّمِيعُ الْعَلِيمُ
‘Y acordaos de cuando Abraham e Ismael levantaron los cimientos de la Casa, pidiendo: “Señor Nuestro acepta esto de nosotros; porque Tú eres el que todo lo oye, el que todo lo sabe”.'[i]
El atributoالسَّمِيعُ – As-Samī’ – deriva de la palabra raíz árabe سَمِعَ que significa que escuchó. Otro significado de esta palabra raíz es que uno era capaz de comprender algo a través de la facultad de sus oídos.
اَلسَّمِیْع es un atributo de Dios Altísimo que significa que Él es Todo Oído.
Según el léxico árabe, Aqrab Al-Mawarid, سَمِعَ اللہُ لِمَنْ حَمِدَہٗ significa اَجَابَ حَمْدَہٗ وَ تَقَبَّلَہُ (Dios Altísimo respondió a la alabanza de uno y le concedió aceptación).
El Santo Profeta (Paz y Bendiciones sea con él) ha elaborado el atributo de As-Samī’ en la siguiente tradición:
عَنْ أَبِي مُوسَى الْأَشْعَرِيِّ رَضِيَ اللَّهُ عَنْهُ قَالَ: كُنَّا مَعَ رَسُولِ اللهِ صَلَّى اللهُ عَلَيْهِ وَسَلَّمَ فَكُنَّا إِذَا أَشْرَفْنَا عَلَى وَادٍ هَلَّلْنَا وَكَبَّرْنَا ارْتَفَعَتْ أَصْوَاتُنَا، فَقَالَ النَّبِيُّ صَلَّى اللهُ عَلَيْهِ وَسَلَّمَ: ” يَا أَيُّهَا النَّاسُ ارْبَعُوا عَلَى أَنْفُسِكُمْ فَإِنَّكُمْ لَا تَدْعُونَ أَصَمَّ، وَلَا غَائِبًا، إِنَّهُ مَعَكُمْ إِنَّهُ سَمِيعٌ قَرِيبٌ تَبَارَكَ اسْمُهُ وَتَعَالَى جَدُّهُ “
‘Abu Musa Al-Ash`ari narra: “Una vez estábamos en compañía del Mensajero de Alá (Paz y Bendiciones sea con él) y cuando llegamos a un valle, comenzamos a recitar en voz alta ‘no hay nadie digno de adoración excepto Al´lah’ y ‘Al´lah es el más grande’. Ante esto, el Santo Profeta (Paz y Bendiciones sea con él) dijo: ‘¡Oh, gente! Bajad la voz, porque no estáis llamando a alguien que está muerto o ausente. De hecho, Él está seguramente con vosotros y es el que todo lo oye y está siempre cerca'”[ii].
La aceptación de las súplicas
El Mesías Prometido (Paz sea con él) relata: ‘Entonces, mucho tiempo después, sucedió que el hijo de Nawab Sardar Muhammad Ali Khan, un noble de Malerkotla, cayó gravemente enfermo en Qadian, y su vida estaba casi desesperada. Me suplicó que rezara. Me retiré a mi Bait-ud-Du’a’ [una habitación construida para la oración en su casa de Qadian] y recé por él. Después de la oración se hizo evidente que su muerte había sido decretada y que era inútil rezar en ese momento. Ante esto dije: “Señor, si la oración no va a ser aceptada, entonces intercedo para que lo cures por mí”. Estas palabras salieron de mis labios, pero después me llené de remordimientos por haberlas pronunciado. Simultáneamente, recibí la revelación de Dios Altísimo texto árabe, que significa: “¿Quién puede atreverse a interceder sin Su permiso?”. Me quedé en silencio tras escuchar esta revelación. Apenas había pasado un minuto cuando recibí la siguiente revelación: texto árabe que significa: “Se te concede permiso para interceder”. Entonces recé fervientemente y pude sentir que esta vez la oración no quedaría sin respuesta. El niño empezó a recuperarse ese mismo día; de hecho, en ese mismo momento, y fue como si hubiera salido de su tumba”[iii].
En otra ocasión, el Mesías Prometido (Paz sea con él) afirma,
Yo también he observado por experiencia personal que el efecto de las oraciones supera con creces el del agua y el fuego. De hecho, nada en la cadena de causas naturales es tan gloriosamente potente como la oración”[iv].
[i] El Sagrado Corán, 2:128.
[ii] Sahih Bukhari, Kitab-ul-Jihad, Hadith no. 2992.
[iii] Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (Paz sea con él), Haqiqatul-Wahi, Ruhani Khazain Vol. 22 (Tilford, Surrey: Islam International Publication Ltd., 2018), 109.
[iv] Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (Paz sea con él), Blessings of Prayer, Ruhani Khazain Vol. 6 (Tilford, Surrey: Islam International Publication Ltd., 2007), 18.
