La actitud que te ayudará a darle sentido a tu vida
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
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Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)
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Esta mañana, alguien compartió conmigo un vídeo titulado: “¿Por qué personas como Elon Musk, el fundador de Tesla y Jeff Bezos, el fundador de Amazon, que no rezan ni recuerdan a Dios son tan exitosos y son tan ricos?” Ver vídeo (minuto 34.00)

El título inmediatamente captó mi atención. La pregunta quedó en mi mente durante un tiempo. Lo cierto es que, como creyente, puedo entender que muchas personas religiosas se pregunten por qué hay tanta gente que aparentemente tiene éxito sin recurrir a la religión. ¿No nos dice esto que Dios no es tan fundamental como lo describen las religiones? De hecho, parecería que no es necesario en absoluto.

Antes de resumir la respuesta del vídeo me gustaría decir que cuando analizas fríamente la vida de personas que han logrado enriquecerse creando negocios multimillonarios, te das cuenta de que realmente no es oro todo lo que reluce. Hay varios factores que hay que tener en consideración cuando analizas que hay detrás de la vida de una persona exitosa.

Primera consideración sobre el éxito

En primer lugar: su gran capacidad mental y física para dedicar el tiempo, la energía y el esfuerzo necesario para lograr su objetivo. Aquí englobamos características comunes en las personas de gran éxito como, por ejemplo: el talento, la ambición y la perseverancia (y muchos otros), que les permiten ampliar su conocimiento hasta convertirse en expertos en sus áreas, superar los obstáculos y los fracasos por muy complicados y dolorosos que sean, y mantener la atención siempre puesta en su objetivo. A priori podemos considerar esto como rasgos positivos y deseables que cualquier persona desearía tener. Pero digo a priori porque en realidad estos rasgos deberían ser considerados más bien como medios o herramientas que pueden ayudarnos a mejorar ciertos aspectos de nuestras vidas, pero que si se abusan o mal-usan puede acabar por perjudicarnos a nosotros y a las personas de nuestro entorno.

Por ejemplo: Ray Kroc es el responsable de que McDonalds se convirtiera en la primera cadena de comida rápida en número de restaurantes, y todo eso a pesar de tener 52 años cuando comenzó. La perseverancia que mostró a lo largo de su vida es realmente ejemplar y digna de admiración. Pero, por otro lado, su ambición por lograr su objetivo hizo que traicionara a los cofundadores de McDonalds con quienes se había asociado, haciéndose con el control total de la empresa, y ni siquiera respetando su acuerdo con ellos de pagarles un porcentaje de los beneficios anuales.

Por lo tanto, podemos decir que Ray Kroc tuvo éxito como empresario, pero fracasó como persona honesta y justa. Consideró que prevalecía su propio interés a costa de los demás, incluso si ello implicaba perjudicarles.

Segunda consideración sobre el éxito

El segundo factor es el objetivo que aspiras lograr. Me gustaría en este momento resumir la respuesta a la pregunta del vídeo, que respondía Mirza Masrur Ahmad, el líder de la Comunidad Musulmana Ahmadía. En el vídeo explica que ser una persona rica e influyente en este mundo no es el objetivo de la religión, es decir, Dios no nos ha creado para tener una vida materialista. Por encima de todo, el objetivo de un musulmán, en este caso, es llegar a reconocer al nuestro Creador y a mostrar compasión hacia Su creación. Si dedicamos nuestra capacidad física y mental en lograr este objetivo a lo largo de nuestra vida, entonces lograremos tener una vida plena y exitosa, tanto aquí como en el Más Allá, y lograremos que las personas a las que hemos afectado sean más felices. Eso no implica que no podamos tener otras aspiraciones en nuestra vida, pero siempre debemos tener en mente esta noble causa.

Es decir, si empleamos nuestras facultades con la intención de beneficiar a los demás y no perjudicarles, y para ello recordamos y rezamos a Dios para que Él mismo nos ayude y nos guíe, sentiremos como nuestra vida vuelve a tener sentido. Incluso si somos deportistas, emprendedores o investigadores, el éxito es mucho más gratificante cuando se comparte junto con otros. Y esto solo se puede lograr si somos capaces de dar prioridad a los valores que nos hacen humanos, por encima de nuestros otros objetivos materiales.

Tercera consideración sobre el éxito

Finalmente, el tercer factor es la vida después del éxito. ¿El éxito logrado te permite encontrar tranquilidad emocional y da sentido a tu vida? Creo que este factor es muy indicativo del éxito real de una persona. En el ejemplo anterior de Ray Kroc sabemos que su vida estuvo marcada por el acoholismo y sus consecuencias hasta tal punto que tuvo que acudir a rehabilitación. Steve Jobs, el fundador de Apple y uno de los empresarios más exitosos tuvo una vida personal desastrosa. Incluso tuvo una hija que no reconoció como suya. Pero, además, actualmente hay una gran cantidad de cantantes, actores e influencers que, a pesar de ser exitosos en su profesión, sufren de problemas de depresión y salud mental, adicciones al alcohol y las drogas, y algunos han llegado incluso al suicidio. La cantante Lady Gaga, el actor Robin Williams, el futbolista Maradona, etc. son algunos ejemplos, pero hay muchos más.

Teniendo en cuenta lo anterior, ¿qué es lo que falla? Pienso sinceramente que el éxito material, es decir, la riqueza, la fama, el poder, no son realmente objetivos en sí mismo, sino que pueden ser considerados como consecuencias de nuestros otros logros y esfuerzos, y a la vez como medios o recursos que podemos utilizar con otros fines. La cuestión que realmente debemos hacernos es ¿qué es lo que queremos hacer con la fama, el poder o la riqueza? Si nuestra intención final es beneficiarnos egoístamente de ello, entonces a largo plazo probablemente nos sintamos insatisfechos y con una vida carente de sentido. Ahora bien, si fijamos nuestro objetivo real en ayudar a los demás, mejorar el mundo en el que vivimos, y en desarrollar nuestros valores morales entonces, independientemente del éxito material que hayamos logrado, seguramente tengamos una vida mucho más plena y con sentido mayor.

Conclusión

Me gustaría terminar esta opinión comentando que apenas se habla de la vida exitosa de personas que sinceramente han dirigido sus vidas desarrollando su espiritualidad y sirviendo a la humanidad. Personas como Sindhutai Sapkal, una activista con numerosos premios que dedicó su vida a cuidar de los huérfanos en la India, o Leonid Roshal, un experto ruso de la OMS que destaca por sus notables servicios a los niños en zonas del mundo desgarradas por la guerra. El impacto de estas personas en el mundo es mucho más positivo y significativo para todas las personas que afectan con su trabajo.

Mirza Masrur Ahmad, entrevistado en el vídeo, es el Quinto sucesor del Mesías Prometido (Segunda venida de Jesús) y el actual líder de una comunidad de millones de musulmanes que trabaja por promover la paz en el mundo bajo el lema de “amor para todos, odio para nadie”. Es una referencia y un modelo para todas aquellas personas que buscan la paz en el mundo.

Por lo tanto, a lo largo de tu vida, en los momentos de éxito y fracaso, no comprometas nunca tus valores y principios, y busca oportunidades para utilizar tus facultades e influencia para ayudar a los demás. Con ello, lograrás una vida llena de sentido y dejarás atrás un mundo mejor.

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