El significado de Maylis-e-Shura y la consulta mutua
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

El significado de Maylis-e-Shura y la consulta mutua

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

SERMÓN DEL VIERNES, 12 de MAYO de 2023.

Pronunciado en la MEZQUITA MUBARAK de Islamabad (Tilford, Surrey), Reino Unido.

Después de recitar el Tashahud, el Taawwuz y el Surah Al-Fatihah,

Hazrat Mirza Masrur Ahmad, Jalifatul Masih V (atba), recitó el versículo 160 del Surah Al-Imran:

Y dijo lo siguiente:

La traducción de este versículo es: “Y por la gran misericordia de Al’lah has sido amable con ellos; y si hubieses sido rudo y desconsiderado, ciertamente se habrían apartado de ti. Perdónalos, pues; pide el perdón para ellos y consúltales en asuntos importantes; y cuando estés decidido, pon tu confianza en Al’lah. En verdad, Al’lah ama a quien pone en Él su confianza”, [3:160].

En estos días, “Mayilis-e-Shura” [reuniones del órgano consultivo] de la Comunidad se están celebrando en varios países. En algunos de ellos ya se han celebrado y en otros se celebran esta semana y la siguiente. [Por ejemplo], en Alemania, al igual que en muchos otros países, comienzan hoy. Del mismo modo, el “Mayilis-e-Shura” del Reino Unido se celebrará la próxima semana, junto con el de otras muchas naciones.

En mis sermones anteriores he dirigido la atención a la importancia del “Shura” y las responsabilidades de los representantes. Sin embargo, dado que han pasado varios años [desde la última vez que hablé de este tema], he considerado apropiado volver a decir hoy unas palabras, de acuerdo con los mandamientos de Dios Altísimo, a la luz del ejemplo del Santo Profeta Muhammad (sa), la tradición y las prácticas establecidas de la Yamat [Musulmana Ahmadía]. [Así que], en aquellos lugares donde los “Mayilis-e-Shura” ya se han celebrado, sus representantes podrán, no obstante, beneficiarse de las directrices acerca de las responsabilidades de sus miembros, porque algunas responsabilidades de los miembros [del “Mayilis-e-Shura”] solo surten efecto tras las recomendaciones del [propio] “Mayilis-e-Shura” y la decisión tomada por el Jalifa del momento. [Por eso], es deber de cada miembro del “Shura” cumplir con esas responsabilidades y desempeñar su papel. De todos modos, antes de llamar vuestra atención hacia las responsabilidades, diré unas palabras sobre el versículo que he recitado y mencionaré el ejemplo y la práctica del Santo Profeta (sa). Si bien este versículo atestigua el hecho de que el Profeta (sa) era extremadamente bondadoso con los miembros de su “Ummah” [seguidores], como resultado de la misericordia especial de Dios, al mismo tiempo Al’lah también nos ha guiado y ha llamado nuestra atención hacia el hecho de que aquellos, a los que se les confiará el progreso de la misión del Santo Profeta Muhammad (sa) y a los que deben completar la misión del Mesías Prometido y Mahdi (as) que, de acuerdo con las profecías del Santo Profeta (sa), debía venir en calidad de su siervo, también deben actuar con amor, afecto y bondad. Dios Altísimo dice que si no sois cariñosos y por el contrario sois muy sensibles y si os enojáis fácilmente, la gente se alejara de vosotros. Por lo tanto, Dios nos ordena perdonar, buscar el perdón y, junto a ello, Él también nos ha ordenado que pidamos consejo.

Por ello, los “Mayilis-e-Shura” se celebran de acuerdo con esta enseñanza. Sin embargo, como resulta evidente de su nombre, el “Mayilis” [consejo] solo presenta sugerencias y no toma ninguna decisión. Por tanto, Al’lah ha declarado que cualquier decisión que se tome, una vez [presentadas] dichas sugerencias, se debe hacer depositando toda vuestra confianza en Dios Altísimo. Además, una vez que depositéis vuestra confianza en Dios, Él hará que den resultado y que esté lleno de inmensas bendiciones. [En este sentido], vemos el mayor ejemplo de poner la confianza de uno en Al’lah en la persona del Profeta (sa). En muchos asuntos, el Santo Profeta Muhammad (sa) recibió directrices directamente de Dios Altísimo. No obstante, en relación a los asuntos en los que no existían mandamientos claros de Dios, él se aseguraba de pedir consejo. [Por lo que], esta práctica suya y este mandamiento de Al’lah nos muestran cuál debe ser la actitud de los responsables de la Comunidad hacia sus miembros y que debemos cumplir con nuestros deberes a través de la consulta mutua.

Es una gran bendición de Dios Altísimo que haya bendecido a la Yamat Musulmana Ahmadía con la institución del Jalifato. Como tal, y de acuerdo con los mandamientos de Dios y las tradiciones del Santo Profeta (sa), el Jalifa de la época también consulta a las comunidades de todo el mundo en función de sus circunstancias locales. [Entretanto], no cabe duda de que si Dios hubiese querido guiar directamente al Profeta (sa) en todos los asuntos, lo habría hecho. Aunque, ordenarle que busque consejo en algunos asuntos y que el Santo Profeta Muhammad (sa) pida consejo sobre varios temas, de hecho, nos sirve de guía para caminar por el camino recto, cumplir con nuestros deberes a través de la consulta mutua y para formar una unidad dentro de la “Ummah” [seguidores del Islam].

Un hadiz lo explica:

Hazrat Ibn Abbas (ra) narra que cuando el versículo [que habla de “consultarles” en asuntos de administración] fue revelado, el Santo Profeta (sa) aclaró: “Aunque Al´lah y Su Mensajero (sa) no necesitan esto, sin embargo Al´lah lo ha decretado como un medio de misericordia para mi pueblo. Por consiguiente, los que busquen consejo no se quedarán desprovistos de guía, pero los que no lo hagan, no podrán evitar la humillación”.

En consecuencia, a pesar de que el Profeta (sa) no necesitaba realizar ninguna consulta, en efecto la solicitó para establecer un ejemplo a fin de que sus seguidores pudieran participar siempre de la misericordia de Dios Altísimo y recorrer continuamente los caminos de la guía evitando la humillación. Es un favor especial de Dios sobre nosotros que tenemos un sistema establecido de “Shura”, [es decir, un sistema de consulta. Por eso], todos los áhmadis, especialmente los miembros del “Shura”, deben honrar esto y estar agradecidos a Al’lah por establecer los medios para nuestra orientación.

[Ahora], voy mencionar algunas de las ocasiones en la historia, en las que el Santo Profeta Muhammad (sa) buscó consejo y cómo lo hizo. Asimismo, esta fue la misma práctica adoptada por los Jalifas Rectamente Guiados (ra) y, en esta época, el Mesías Prometido (as) también implementó dicha práctica.

En general, encontramos tres formas en las que se buscó la consulta:

Una era que, cuando surgía un asunto que requería consejo, una persona convocaba a la gente y esta se reunía. Entonces, basándose en las sugerencias y opiniones, el Santo Profeta (sa) y, [más tarde], los Jalifas Rectamente Guiados (ra) tomaban una decisión, que a la luz de la consulta, [al final], tal y cual eran sus decisiones y debían ser implementadas. Como en aquella época había jefes, a pesar de que la gente de la tribu se reunía en gran número, las opiniones las expresaban los jefes o los líderes como representantes. La gente solía estar perfectamente satisfecha de que su jefe o líder la representara y expusiera sus opiniones. De hecho, si en un arrebato de entusiasmo, alguien contradecía la tradición establecida e intentaba expresar su opinión, el Profeta (sa) le ordenaba que se la transmitiera a su jefe o líder para que este la expusiera, de lo contrario su opinión no tendría ningún valor. Este fue uno de los métodos [de consulta].

El segundo método consistía en que el Santo Profeta Muhammad (sa) convocaba a las personas que consideraba apropiadas para la consulta, en lugar de invitar a toda la gente en general. Así pues, consultaba a ese grupo específico de personas.

[Finalmente], el tercer método consistía en que cuando el Santo Profeta (sa) consideraba que no era adecuado que dos personas se reunieran, el [mismo] Profeta (sa) llamaba a las personas individualmente y les consultaba,  primero llamando a una persona y luego a la otra.

[Por lo tanto], estos eran los tres métodos por medio de los cuales el Santo Profeta Muhammad (sa) buscaba asesoramiento y estos eran los mismos métodos adoptados por los Jalifas Rectamente Guiados (ra). [Aunque de todas maneras], como ya se ha mencionado, el Santo Profeta (sa) expresó que Dios Altísimo y Su Mensajero (sa) no necesitaban ninguna consulta; pero a pesar de esto, la historia nos dice que el Profeta (sa) buscó la consulta en diversas ocasiones. De hecho, solía consultar mucho a sus Compañeros (ra).

[En este sentido], Hazrat Abu Hureirah (ra) relata:

“Nunca encontré a nadie que consultara tanto a sus Compañeros como el Santo Profeta Muhammad (sa)”.

Como mencioné anteriormente, si el Mensajero de Dios (sa), quien recibió guía directa de Al’lah, pudo buscar consulta, entonces esto muestra el grado hasta el que uno debe esforzarse por entender la importancia de la consulta.

[A continuación], voy a relatar un caso en el que el Santo Profeta (sa) pidió consejo. Así, se menciona en una narración:

Hazrat Maaz bin Yabal (ra) dice que “cuando el Profeta (sa) estaba decidiendo si me enviaba a Yemen, consultó a muchos Compañeros (ra). Entre ellos se encontraban Hazrat Abu Bakr (ra), Hazrat Umar (ra), Hazrat Uzman (ra), Hazrat Talha (ra), Hazrat Zubair (ra) y muchos otros. [Entonces], Hazrat Abu Bakr (ra) comentó: ‘Si el Santo Profeta Muhammad (sa) no nos hubiera consultado, no habríamos dicho nada’. Ante esto, el Santo Profeta (sa) respondió: ‘Yo permanezco igual que vosotros en asuntos sobre los que no he recibido ninguna revelación’.”

Hazrat Maaz (ra) añadió:

“Sobre esta afirmación del Profeta (sa) de que la gente debía dar su opinión cuando él les consultara, todos dieron sus opiniones, tras lo cual el Santo Profeta Muhammad (sa) exclamó: ‘Maaz, dime, ¿cuál es tu opinión?’; y yo respondí: ‘Coincido con la opinión de Hazrat Abu Bakr (ra)’.”

(O sea, el Santo Profeta (sa) incluso le preguntó [a Hazrat Maaz -ra-]).

[Pues bien], esta expresión del Santo Profeta Muhammad (sa) no solo muestra su sencillez, humildad y la importancia de la consulta, sino que además es un excelente ejemplo para nosotros en cuanto a la relevancia que debemos dar a la consulta. Los ejemplos de los Compañeros (ra) nos demuestran que cuando daban sus opiniones por orden del Santo Profeta (sa), entonces -mientras caminaban por la senda de la rectitud [“taqwa”]-, expresaban sus opiniones según su capacidad y experiencia.

Incluso después de emigrar a Medina, cuando los incrédulos de La Meca intentaron destruir la paz y la seguridad de los musulmanes, el Profeta (sa) consultó con los Compañeros (ra) para intentar que eso no ocurriera. [Para ello], incluyó a los jefes tanto de los “Ansar” [mayores de cuarenta años] como de los “Muhayirin” [musulmanes que emigraron de La Meca a Medina]; y después de consultar con los “Ansar” y los “Muhayirin” y, con su consentimiento, el Santo Profeta Muhammad (sa) partió hacia “Badr”, [primera batalla que los musulmanes libraron en defensa propia. Entonces], en el momento de la consulta, los jefes de los “Ansar” dieron un ejemplo de gran sinceridad e hicieron una promesa, respecto a la que el Profeta (sa) se sintió extremadamente complacido y expresó su satisfacción. Esto se debió a que la consulta no se limitó a dar opiniones, sino que los consultados también debían comprometerse a actuar, a trabajar y a ser los primeros en poner en práctica sus sugerencias; [puesto que] si uno no se compromete con sus acciones ni actúa en consecuencia, entonces su consulta resultará inútil.

[En este sentido], vemos cómo en el campo de “Batalla de Badr”, esos mismos Compañeros (ra) exhibieron asimismo, de manera práctica, sinceridad y lealtad. No solo hicieron sugerencias, sino que además arriesgaron sus vidas. En consecuencia, sin importar de dónde sean nuestros delegados de “Shura”, siempre deben recordar que no solo deben sugerir consejos, sino que han de prepararse para ser los primeros en implementar cualquier decisión que se tome a la luz de su propuesta, o lo que decida el Jalifa de la época, y estarán dispuestos a ofrecer cualquier sacrificio para implementarlo. Cuando establezcan sus propios ejemplos prácticos, entonces el resto de los miembros de la Yamat también estarán dispuestos a ofrecerse felices [para llevar a cabo] los sacrificios que sean necesarios. [Es más], los miembros del “Shura” siempre deben tener en cuenta que cada áhmadi ha prometido lealtad y obediencia al Jalifato, cuyo máximo ejemplo tiene que ser mostrado por los funcionarios [de la Comunidad] y los miembros del “Shura”, ya que han sido nombrados miembros de una organización que sirve para ayudar a la institución del Jalifato y del sistema de la Yamat.

Recordad siempre que si bien se le ordena al Jalifa de la época que actúe de acuerdo con la práctica del Santo Profeta Muhammad (sa) y que consulte con su gente sobre asuntos importantes en la fe, y se le ordena ser compasivo y orar, al mismo tiempo, a los que son consultados también se les instruye que den sugerencias con intenciones puras y mientras caminan por la senda de la rectitud [“taqwa”]. Los que dan sugerencias deben recordar constantemente que las mismas han de ajustarse a los más altos estándares de intenciones puras y rectitud [“taqwa”]. Por tanto, los que presentan sugerencias tienen una gran responsabilidad para evaluarse tanto a sí mismos como el estándar de su rectitud [“taqwa”].

Una narración de Hazrat Ali (ra) explica esto hasta tal punto, que llegó a declarar:

“Consultad a aquellos que son inteligentes y devotos de la adoración”.

[Por consiguiente], no todos [pueden ser consultados].

Este es el estándar [requerido] de los delegados. Esta es, asimismo, una lección para aquellos que seleccionan a los delegados del “Shura”, a fin de que seleccionen aquellos de entre ellos que posean buen juicio, tengan un excelente conocimiento religioso y tengan un alto nivel de adoración; [pues] siempre que se tiene en cuenta este criterio al seleccionar a los delegados, he observado que existe una clara distinción en las opiniones presentadas por tales delegados. Al mismo tiempo, es responsabilidad de esos delegados que, si los miembros de la Comunidad han pensado positivamente sobre ellos y los seleccionaron como delegados del “Shura”, entonces deben alcanzar el nivel de ese pensamiento positivo. Uno no puede lograr altos estándares de conocimiento o la profundidad de la fe en un día o en cuestión de semanas; sin embargo, todos pueden caminar sobre la rectitud [“taqwa”] cuando dan sugerencias que estén por encima de cualquier tipo de interés personal. De la misma forma, dondequiera que se celebre el “Shura”, los delegados deben postrarse ante Dios Altísimo buscando Su ayuda y dar sus sugerencias después de haber rezado, en lugar de conformar sus opiniones con las de los demás al ser influenciados por un discurso pronunciado por otra persona o teniendo en cuenta una relación o amistad con alguien. Además, uno no debe cambiar sus opiniones por ningún tipo de miedo o consideración de otro. De hecho, solo cuando se dan puntos de vista teniendo en cuenta la rectitud [“taqwa”] y teniendo en cuenta el beneficio general de la Yamat en primer plano, se puede hacer justicia a ser miembro [del “Mayilis-e-Shura”].

[Por otro lado], hay que recordar constantemente que Dios conoce el estado de nuestros corazones y vigila todo lo que hacemos; [por lo que uno debe considerar que], si no actúa con esto en mente, por ello puede estar incurriendo en el desagrado de Al’lah. De manera similar, en aquellos lugares donde ya ha tenido lugar el “Shura”, los miembros del mismo ahora pueden cumplir con sus responsabilidades prometiendo permanecer en todo momento atentos a sus ejemplos prácticos, sus estados espirituales y su práctica. Luego, deben esforzarse por implementar y garantizar la implementación de cualquier decisión que se haya tomado, caminando al mismo tiempo con rectitud [“taqwa”]; y es solo cuando establezcamos esta condición que podremos convertirnos en aquellos que atraen la misericordia de Dios Altísimo y nuestras decisiones también serán bendecidas. De lo contrario, el que nos reunamos y pronunciemos discursos persuasivos sobre nuestras opiniones no serán diferentes de aquellas asambleas mundanas que están desprovistas de rectitud [“taqwa”] y que a veces toman decisiones que destruyen por completo la moralidad e incluso contradicen los mandamientos de Dios, pues consideran solo las agendas de su propio partido. A veces, los efectos nocivos de tales decisiones, que destruyen la paz y la seguridad, se manifiestan con bastante rapidez y otras veces estos resultados tardan en mostrar su impacto. En cualquier caso, están desprovistas de cualquier bendición, [porque] tales decisiones que contradicen las leyes y mandamientos de Al’lah se convierten en última instancia en medios para destruir naciones enteras. Por lo tanto, también debemos observar el estado del mundo y concentrarnos en mejorar nuestras propias condiciones.

Como dije, las propuestas de los miembros del “Shura” se presentan al Jalifa del momento; de hecho, el “Shura” es convocado por instrucción del Jalifa de la época. Por tanto, siempre debe tenerse en cuenta que el “Mayilis-e-Shura” es una institución que ayuda al Jalifato y, como tal, tras la [misma] institución del Jalifato, tiene una gran importancia. Cada miembro elegido para el “Shura” sigue siendo miembro durante un año y siempre deben tener en cuenta la importancia de esto; [porque] es a través de las agendas y propuestas del “Shura” que el Jalifa de la época llega a conocer los diversos problemas presentes en los diferentes países y las opiniones que se presentan forman las pautas de cómo resolverlos. [No obstante], a veces, ciertos aspectos relacionados con la solución de un problema no se mencionan con suficiente detalle o ni siquiera se presentan ante los miembros del “Shura” y, a pesar de ello, el Jalifa los incluye en esa directriz. Hay ciertos momentos en que yo también adopto esta misma práctica. En cualquier caso, cada miembro del “Shura” debe comprender perfectamente que esto tiene un significado especial que no se limita a tres días, sino que es para todo el año.

[Aparte], cada miembro del “Shura” debe asegurarse de que se implementen las directrices que se decidan y que la organización [de la Comunidad] coopere en todos los sentidos para garantizar su implementación. En efecto, esta es su responsabilidad y cuando se cumpla, los planes para el éxito de la Yamat estarán en la dirección correcta y se podrán implementar de la mejor manera. [Si hacemos esto], seremos capaces de convertirnos en ayudantes en la misión de guía para la cual fue enviado el Mesías Prometido (as). [Pero] si esto no sucede, entonces no sirve de nada ser miembro del “Shura”.

Aquí, debo asimismo mencionar que, en general, el “Shura” en cada país está presidido por su Amir [Presidente Nacional]. [Por otro lado], a veces, la persona que expresa su opinión se apasiona tanto que pronuncia palabras que contradicen la santidad del “Shura”. En primer lugar, cuando los delegados presenten sus opiniones, en lugar de exhibir un discurso apasionado y hablar vehemente sin control sobre sus sentidos, deben expresar sus opiniones de una manera adecuada; [puesto que] a veces, aquellos que presentan sus opiniones hablan de una manera que hace que los miembros del “Amla” [consejo ejecutivo], o el Amir de la Comunidad que preside el “Shura”, pueden pensar que el orador se opone directa o indirectamente a ellos; y así, en su calidad de presidente [de la mesa], usan palabras fuertes para interrumpir a la persona que habla o para reprenderla. [Pues bien], los “Umara” [los Amires o Presidentes Nacionales] también deben mostrar paciencia, han ver al orador de manera positiva y considerar que la persona está hablando teniendo en cuenta el beneficio de la Yamat y por su empatía. [De todos modos], si alguien usa palabras fuertes o que están en contra de la santidad del “Shura”, entonces podéis interrumpir a esa persona de una manera amable. No os comportéis de una forma que pueda inducir a error a pensar que el presidente está protegiendo su honor personal. Especialmente cuando se está discutiendo el presupuesto, las emociones se disparan, lo que hace que se expresen ciertas reservas. Incluso en tales escenarios, el secretario respectivo, es decir, el secretario de finanzas y el presidente de la mesa, deben escuchar la propuesta con calma y dar una respuesta satisfactoria. [Es más], han de discutir a fondo cuál debe ser el presupuesto, cuál será la recaudación frente a los gastos y cómo se justificará el presupuesto. Un miembro que presenta una propuesta lo hace teniendo en cuenta el beneficio de la Comunidad, por lo que no debe pensarse mal de él. De la misma manera, a veces la administración y los delegados caen en debates sin sentido sobre otras propuestas de la agenda. Por el contrario, a veces también se quedan completamente callados como si tuvieran miedo de la administración. Tales personas tampoco cumplen con lo que es su deber. Por eso, recordad constantemente que la gente ha elegido a los delegados para que los representen y cumplan debidamente con su deber. Por esta razón, ningún asunto debe volverse personal, ni debe existir algún temor. Considerad constantemente el hecho de que la gente os ha elegido a la luz del siguiente mandamiento de Dios Altísimo:

[“En verdad, Al’lah os ordena devolver lo depositado a sus propietarios”, 4:59].

En otras palabras: “Entregad la confianza a aquellos que se la merecen”.

Incluso el Jalifa del momento cree que cuando las personas han elegido a sus delegados con buenas intenciones y a la luz de las instrucciones de Dios, entonces aquellos que han sido elegidos harán justicia a la confianza que se les ha otorgado. [Por lo que] si los delegados no cumplen con este derecho durante o incluso después del “Shura”, entonces no solo estarán quebrantando la confianza de la gente, sino que también serán infieles al Jalifa de la época, al no cumplir con la confianza depositada en ellos.

Pero en este caso, incluso puede haber un tercer escenario: podría ser que algunas personas no se adhieran a la rectitud [“taqwa”] al elegir delegados si muestran parcialidad hacia sus familiares, eligiendo a sus amigos a fin de mantener sus relaciones. Por consiguiente, aquellos que eligen a otros de esta manera cometen un pecado y si actúan así están en un error. Si no han cumplido con su obligación, entonces deben arrepentirse. Además, también me dirijo a las personas que ostentan cargos y delegados para decirles que tras ser elegidos, si sus acciones y espiritualidad no están en el nivel que deberían estar, entonces deben esforzarse con arrepentimiento para ser merecedores de que se les deposite esa confianza y comprometerse a lograr un cambio duradero en ellos mismos y caminar por la senda de la rectitud [“taqwa”]. Cuando hagáis este esfuerzo, obtendréis el agrado de Dios Altísimo, os convertiréis en ayudantes en la misión del Mesías Prometido (as) y mejoraréis vuestras acciones y vuestro estado espiritual.

Como ya he mencionado, [los así elegidos] se convierten en delegados por un año. Durante ese tiempo, debéis cooperar con la administración, actuar de acuerdo con las decisiones tomadas y ayudar a otros a hacerlo también Para lograr esto, estad siempre atentos a si esto se está aplicando en sus yamats locales, o en qué medida se está siguiendo. Valorad si la gente está poniendo en práctica lo que decidió el Jalifa de turno. De esta forma, debéis convertiros en ayudantes del Jalifa del momento. [Digo esto porque] a veces, se ha observado en algunas comunidades que las decisiones no se ponen en práctica debido a la pereza de los funcionarios. En este caso, es deber de los delegados no solo llamar la atención de los miembros de la Yamat, sino también de los que ocupan cargos hacia sus responsabilidades. Si, aun así, la gente no hace caso y la propuesta no se lleva a la práctica como es debido, entonces debéis escribir a la Sede Central, [“Markaz”].

Muchos titulares de cargos son también miembros del “Shura”, por lo que su deber no es solo ocuparse de su propio departamento, sino que además deben considerar la seriedad de las decisiones del Jalifa del momento que no se han aplicado o ejecutado; [y esto], independientemente de que pertenezca a su departamento o al de otra persona. El respectivo funcionario y el Amir deben llamar la atención al respecto, y este asunto también debe presentarse en el “Amla” [Consejo ejecutivo]. Si no se hace así, los cargos y delegados tampoco estarán cumpliendo con sus obligaciones. Algunos pueden salvarse en esta vida por sus excusas, pero siempre debéis recordar que nada está oculto a Al’lah y Él os pedirá cuentas con respecto al cumplimiento de la confianza que se os ha depositado. [En realidad], este es un asunto muy preocupante; [y dicho sea de paso], tampoco debemos enorgullecernos de ser delegados del “Shura” o de tener cargos [en la Comunidad]. Por el contrario, cada uno debe, [sobre todo], preocuparse de sus responsabilidades.

Como ya he mencionado, si a pesar de los esfuerzos de los delegados del “Shura”, los funcionarios no aplican las decisiones del mismo, se debe informar de ello a la Sede Central. Algunas personas ya actúan de acuerdo con esto, así que no significa que nadie actúa en consecuencia. Si los que tienen cargos no implementan [las decisiones], se informará a la Sede Central. Sin embargo, este tipo de preocupaciones suelen plantearse cuando existe una disputa personal con el titular de un cargo, cuya  práctica no tiene nada que ver con la rectitud [“taqwa”]. Si todos los delegados y cargos se esforzaran por aplicar con rectitud [“taqwa”] las propuestas aprobadas por el “Shura”, no habrá necesidad de volver a presentar la misma propuesta al año siguiente o al cabo de unos años; [puesto que] si se vuelve a presentar una propuesta, significa que no se ha aplicado en su totalidad, o al menos no de la manera que debería haberse hecho. En consecuencia, las yamats locales y los responsables deben reflexionar sobre si están demostrando rectitud [“taqwa”] y cumpliendo con sus deberes. ¿Están cumpliendo [realmente] su promesa de ser leales y obedientes al Jalifato?

Las comunidades locales de un país envían estas propuestas a la sede central nacional cuando observan que ciertos asuntos no se están aplicando. Si se aplicaran estas cuestiones y se supervisara a todos los niveles en qué medida se están aplicando, dichas propuestas no se volverían a presentar. Además, los países ya no tendrían que enviar esas propuestas al Jalifa de la época con explicaciones, afirmando que no recomiendan que determinadas propuestas formen parte del “Shura” porque ya fueron presentadas uno o dos años antes. Al escribir esto, las sedes nacionales deben expresar su pesar por haber sido incapaces de aplicar la propuesta y [su determinación de] que la aplicarán en el año en curso. [Si no implementan las propuestas, se les considerará culpables y se les incluirá entre los que no cumplen sus obligaciones]. Por lo tanto, tienen que escribir formalmente lo siguiente:

“Con total humildad, pedimos perdón y solicitamos no presentar dicha propuesta este año”.

Cuando escriban de esta manera, también llegarán a comprender su responsabilidad. Como mínimo, al hacerlo, la administración y los delegados se darán cuenta de que, aunque presenten grandes planes de acción ante el Jalifa de turno, no los ponen en práctica. Como resultado, son injustos e infieles al Jalifa del momento. De ahí que, junto a una evaluación global, los responsables y delegados deben evaluarse a sí mismos, arrepentirse y esforzarse por identificar las razones por las que no se ha aplicado en todos los niveles. Estas son las evaluaciones que pueden orientar a la Yamat en la dirección correcta. De lo contrario, las proclamas verbales no servirán de nada. [Así que], estas evaluaciones deberían realizarse dentro de los países para comprobar cómo algunas ramas activas de la Comunidad son capaces de aplicar entre el 70% y el 80% de las propuestas, si no el 100%. Lo hacen con pasión por su amor al Jalifa del momento, que ha aprobado este plan de acción para ellos y no desean serle infiel. [Los países] deben averiguar cuál es esa pasión que ha transformado a los miembros de la Yamat. Aquellos que tienen cargos dichas secciones activas de la Comunidad deben reunirse con los responsables de las secciones inactivas. De hecho, incluso los responsables de la oficina central deberían celebrar una reunión con ellos y beneficiarse de su experiencia. En una zona, aunque haya solo una sección activa que cumpla debidamente con sus tareas y eventos espirituales, puede beneficiar a otras diez secciones compartiendo sus métodos. No obstante, lo cierto es que esto solo es posible si cada secretario, encargado de la administración central y delegado del “Shura” [Reunión Consultiva] cumple fielmente su función.

Algunas yamats locales y países de la Comunidad han evaluado en qué medida se han aplicado y se están aplicando las propuestas del “Shura” aprobadas en los últimos tres años y, en consecuencia, se han beneficiado de ello. También envían un informe trimestral a la Sede Central. Al hacerlo, han comprendido que no basta con decir que una propuesta debe retirarse porque se propuso hace dos años. En efecto, entienden que deben enviar un informe a la sede sobre sus progresos en la aplicación de su plan de acción para alcanzar sus objetivos y que sus esfuerzos prosiguen su curso. Las yamats que lo han hecho comprenden mejor su responsabilidad, [pues] las meras palabras sin acciones no pueden conquistar el mundo. Cuando es necesaria una planificación sólida, asimismo lo es la acción.

[Por otra parte], debemos elevar el nivel de nuestra adoración. Si los responsables y los delegados del “Shura” se preocupan por mejorar el nivel de su adoración y, predicando con el ejemplo, llenan las mezquitas, el número de adoradores podría multiplicarse por tres o por cuatro. [Por tanto], deberíamos evaluar esto. Así pues, dad ejemplo, mostrad amor y afecto a los demás, compadeceros y rezad por los demás, elevad el nivel de vuestra obediencia al Jalifa de la época; [ya que] cuando estas sean las señas de identidad de todos los titulares de cargos y delegados del “Shura”, entonces seremos testigos de que se produce una transformación revolucionaria en la Comunidad.

[En realidad], se nos ha encomendado una gran tarea, [ya que] el propósito del advenimiento del Mesías Prometido (as) y su misión no es una labor pequeña, [porque] la propagación del hermoso mensaje del Islam y la inculcación de la adoración del Dios Único es un trabajo que requiere un esfuerzo constante. [En este sentido], la razón por la que el “Shura” se celebra en todos los países del mundo es para que, junto con hacer planes para reformar nuestras acciones prácticas, también hagamos planes a fin de transmitir las enseñanzas de Al’lah con el propósito de unir al mundo en una sola nación bajo la bandera del Santo Profeta (sa), para así producir una transformación revolucionaria.

Recordad siempre que la realización de estas tareas también requiere fondos. Por ello, preparad vuestros presupuestos de manera que nos permitan obtener el máximo beneficio de gastos mínimos. La mayoría de la Yamat está formada por personas pobres y de clase media. Por esta razón, nuestros esfuerzos [a la hora de ] dar limosnas deben ser tan excepcionales que seamos capaces de propagar al máximo nuestra fe con los mínimos fondos posibles; y esto solo puede lograrse cuando comprendamos que debemos cumplir con nuestras responsabilidades y obligaciones, al mismo tiempo que demostramos rectitud [“taqwa”]; y debemos considerar la oportunidad de servir a nuestra fe como una gracia de Dios Altísimo.

En una ocasión, al guiarnos para que sigamos el camino de la rectitud [“taqwa”], el Mesías Prometido (as) afirmó:

“¡Oh pueblo creyente! Si permanecéis constantes en la observancia de la rectitud [‘taqwa’] y firmes y determinados en vuestra cualidad de rectitud [‘taqwa’] con Dios, entonces Al’lah os distinguirá de los demás. Vuestra distinción será que se os concederá una luz que os acompañará en cada camino. En otras palabras, esa luz impregnará cada una de vuestras acciones, palabras, facultades y sentidos. Vuestro entendimiento se iluminará, e incluso vuestras presunciones contendrán luz; y vuestros ojos, oídos, lengua, palabras, movimientos y vuestros momentos de reposo se iluminarán. Los caminos que piséis brillarán con luz propia. Sea cual sea el camino que elijáis y como quiera que se manifiesten vuestras facultades y sentidos, estarán llenos de luz y caminaréis totalmente en la luz”.

¡Que Dios Altísimo nos permita a todos mantener nuestras responsabilidades al tiempo que demostramos rectitud [“taqwa”].

¡Que Al’lah oculte nuestros errores y debilidades, y siga concediéndonos Su gracia!

Resumen

Después de recitar Tashahhud, Ta’awwuz y Surah al-Fatihah, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) recitó el siguiente versículo:

Y por la gran misericordia de Al-lah has sido amable con ellos; y si hubieses sido rudo y desconsiderado, ciertamente se habrían apartado de ti. Perdónalos, pues; pide el perdón para ellos y consúltales en asuntos importantes; y cuando estés decidido, pon tu confianza en Al-lah. En verdad, Al-lah ama a quien pone en Él su confianza. (Sagrado Corán 3:160)

La importancia de la institución de la Shura

Su Santidad (aba) dijo que en estos días varios países están celebrando su Maylis-e-Shura (reunión del órgano consultivo). Su Santidad (aba) dijo que aunque ya ha hablado sobre la importancia de la Shura y la responsabilidad de los delegados, sin embargo, como ya han pasado algunos años, Su Santidad (aba) dijo que consideraba apropiado hablar de nuevo sobre el tema como un recordatorio a la luz de los mandamientos de Dios, del Santo Profeta (sa) y de la tradición de la Comunidad.

Su Santidad (aba) dijo que incluso en los países en los que ya se ha celebrado la Shura, los delegados pueden seguir beneficiándose de este consejo, ya que sus responsabilidades continúan después de que el Califa de la época haya aprobado sus propuestas con el fin de garantizar su aplicación.

Hay que depositar toda la confianza en Dios

Su Santidad (aba) dijo que destacaría ciertos aspectos a la luz del versículo que recitó al principio junto con el ejemplo del Santo Profeta (sa). En el versículo, Al’lah el Todopoderoso atestigua el hecho de que el Santo Profeta (sa) era extremadamente tierno con su pueblo. El versículo también afirma que aquellos que iban a llevar a cabo la misma misión, especialmente su verdadero siervo que vendría en los últimos días, debían mostrar la misma bondad y compasión. Dios afirma que, en lugar de bondad, si se mostrara ira y rigor, la gente huiría, razón por la cual se ha dado el mandamiento de perdonar y orar pidiendo perdón. Del mismo modo, también se ha dado el mandamiento de la consulta mutua. Es así como se celebra el Maylis-e-Shura, pero como su nombre indica, este órgano existe para consultar, no para tomar decisiones. De ahí que Dios establezca que tras la consulta, cuando se tome una decisión, se debe confiar plenamente en Dios.

Su Santidad (aba) dijo que el ejemplo perfecto de confianza en Dios es el del Santo Profeta (sa). Mientras que el Santo Profeta (sa) recibía revelación divina para dilucidar diversos asuntos, también consultaba con sus Compañeros cuando se trataba de asuntos sobre los que aún no había recibido revelación divina. Esto nos muestra cómo debe ser la conducta de los titulares de cargos con los miembros de la Comunidad, y el hecho de que debemos hacer las cosas consultándonos mutuamente. Somos muy afortunados de que Al’lah el Todopoderoso concediera a la Comunidad Ahmadía la bendición del Califato. Como tal, el Califa de la época, de acuerdo con el mandamiento de Dios y las enseñanzas del Santo Profeta (sa), consulta con los miembros de la Comunidad en varios países sobre sus situaciones y asuntos que les conciernen.

La Shura como medio para la misericordia de Al’lah

Su Santidad (aba) dijo que el ejemplo del Santo Profeta (sa) buscando la consulta era seguramente para guiarnos correctamente y establecer la unidad en su pueblo. Se narra que cuando se reveló el versículo coránico sobre la consulta mutua, el Santo Profeta (sa) dijo que esto se había hecho como una misericordia para su pueblo. Por lo tanto, aquel que consulte recibirá bendiciones, mientras que aquellos que no consulten no podrán salvarse de la humillación. Por lo tanto, aunque el Santo Profeta (sa) estaba exento de esto, aún así estableció el ejemplo de la consulta mutua para guiarnos.

Tres Formas de Consulta del Santo Profeta (sa) y los Califas Guiados

Su Santidad (aba) dijo que a la luz de esto, deberíamos estar agradecidos por el establecimiento de Maylis-e-Shura y honrarlo. Con respecto a la manera en que el Santo Profeta (sa) buscaba consulta, encontramos tres tipos de ejemplos; uno era que cuando se requería consejo sobre un asunto, se hacía un anuncio para que la gente se reuniera. A continuación, el Profeta (sa) consultaba a la gente sobre el asunto, tras lo cual tomaba una decisión. Aunque toda la gente se reunía, los líderes y jefes de las distintas tribus eran los que realmente hablaban como representantes de su pueblo, y la gente estaba perfectamente satisfecha con esto. La segunda forma en que se consultaba era que el Santo Profeta (sa) convocaba específicamente a aquellos que consideraba más aptos para dar sugerencias sobre un asunto en particular. En tercer lugar, cuando el Profeta (sa) lo consideraba oportuno, convocaba a las personas de una en una para pedirles consejo. Éstos fueron también los métodos adoptados por los Califas guiados.

Cómo buscaba consulta el Santo Profeta (sa)

Su Santidad (aba) dijo que se ha narrado que nadie buscaba la consulta más que el Santo Profeta (sa). Por ejemplo, cuando se trató de enviar a Hazrat Mu’az bin Yabal a Yemen, el Santo Profeta (sa) consultó a varias personas, incluyendo a Hazrat Abu Bakr (ra), Hazrat Umar (ra), Hazrat Uthman (ra), Hazrat Talha (ra), Hazrat Zubair (ra), y muchos otros Compañeros. Hazrat Abu Bakr (ra) dijo que si el Santo Profeta (sa) no les hubiera preguntado, no habrían dicho nada. El Santo Profeta (sa) dijo que en asuntos en los que no había recibido revelación, era como ellos. En este asunto, el Santo Profeta (sa) también pidió la opinión de Hazrat Mu’az (ra). Por lo tanto, esto exhibe la humildad del Santo Profeta (sa) y la estimada importancia que debe darse a la consulta mutua.

Su Santidad (aba) dijo que el Santo Profeta (sa) también consultó a sus Compañeros después de su migración a Medina, cuando los de la Meca intentaron destruir la paz de los musulmanes. Después de consultarles, el Santo Profeta (sa) partió hacia Badr. De hecho, durante esta consulta, los jefes de los Ansar mostraron una gran sinceridad e incluso hicieron un juramento, lo que complació enormemente al Santo Profeta (sa). Esto se debió a que no sólo es de suma importancia la conducta de aquellos a quienes se consulta, sino que deben estar al frente en el cumplimiento de cualquier decisión que se tome como resultado de la consulta. Por lo tanto, todos los delegados del Maylis-e-Shura deben tener en cuenta que deben ser los primeros en poner en práctica cualquier decisión que tome el Califa de la época. Sólo cuando ellos den su propio ejemplo práctico, el resto de los miembros de la Comunidad estará dispuesto a ponerlo en práctica y a ofrecer cualquier sacrificio que sea necesario para ello.

Las responsabilidades de los delegados de la Shura

Su Santidad (aba) dijo que los delegados de la Shura deben recordar que cada ahmadí ha prometido lealtad al Califato y, por lo tanto, deben cumplir este compromiso al máximo. Al igual que el Califa debe cumplir con el mandamiento de buscar la consulta y ser bondadoso, aquellos que son consultados también tienen la responsabilidad de hacer lo mismo, y dar sus sugerencias con la más pura de las intenciones. Los delegados de la Shura deben reflexionar sobre su nivel de rectitud. Se narra que Hazrat Ali (ra) dijo que sólo los inteligentes y los entregados a la adoración. Este es el nivel que se exige a los delegados. De hecho, esta es también una guía para aquellos que eligen a los representantes de la Shura. Deben seleccionar a aquellos que parezcan capaces de dar un consejo sensato y sean entregados a la adoración. Cuando este es el espíritu con el que se seleccionan los representantes, entonces es visible una clara distinción en las sugerencias que hacen.

Su Santidad (aba) dijo que mientras dan sugerencias y expresan opiniones, los delegados de la Shura no deben dejarse influenciar por otra persona, no deben considerar sus amistades personales en las opiniones que expresan, ni deben cambiar sus propias opiniones por miedo a otra cosa. Por el contrario, deben dar sus opiniones manteniendo la rectitud en primer plano. Deben recordar que Dios sabe lo que hay en sus corazones y cuáles son sus acciones. Deben temer el hecho de que si no actúan para obtener la complacencia de Dios, podrían incurrir en Su desagrado.

Alcanzar las bendiciones de Dios

Su Santidad (aba) dijo que en los países donde la Shura ya ha tomado lugar, los delegados deben continuar cumpliendo con sus responsabilidades jurando dar sus ejemplos prácticos mientras son conscientes de sus estados espirituales y prácticos. Deben actuar conforme a las decisiones que se tomaron con rectitud y también velar por su cumplimiento. Al hacerlo, podremos alcanzar las bendiciones de Dios y que las decisiones que se tomaron tengan bendiciones. Cuando esto no se hace, entonces las decisiones tomadas pueden ser tales que causen ruina o incluso perturben la paz. Por eso, para evitarlo, debemos analizarnos siempre a nosotros mismos.

Maylis-e-Shura actúa como Ayudante del Califa

Su Santidad (aba) dijo que las propuestas realizadas se envían al Califa de la época. De hecho, la Shura sólo se convoca por instrucción del Califa de la época. Por lo tanto, el Maylis-e-Shura actúa como ayudante del Califato. Después del sistema del Califato, Maylis-e-Shura tiene una importancia estimada. Un delegado de la Shura ocupa ese cargo durante un año y debe comprender la importancia y la gravedad de este cargo. El orden del día de la Shura y las propuestas que se hacen dan al Califa de la época una visión de los problemas que se plantean en los diferentes países. Las propuestas que se hacen a veces no abarcan la manera completa en que se puede resolver un problema, sobre lo cual el Califa de la época incluye diferentes aspectos que tal vez no estaban en la visión de los delegados de la Shura. Cualquier aprobación que se reciba debe ser puesta en práctica por cada miembro de la Shura. Sólo así podremos ser verdaderos ayudantes en la misión del Mesías Prometido (as).

Defender la santidad de la Shura

Su Santidad (aba) dijo que a veces, al expresar una opinión, algunas personas se vuelven muy apasionadas y hablan de una manera que no favorece la santidad de la Shura. Por lo tanto, en lugar de pronunciar discursos apasionados y emotivos, deberían expresar sus opiniones de forma calmada y apropiada. A veces, el Emir que preside la sesión puede pensar que una persona que está expresando su opinión está hablando en su contra o en contra de su órgano ejecutivo y entonces le impide hablar. Sin embargo, el Emir debe ser razonable y considerar que la persona que expresa su opinión lo hace con dolor por la Comunidad. Del mismo modo, cuando se habla de asuntos como el presupuesto, puede haber ocasiones en las que la gente tenga opiniones muy fuertes. En lugar de dejar que prevalezcan las emociones, todos deben mantener la calma y escuchar las sugerencias de los demás sabiendo que todos buscan el beneficio general de la Comunidad. Hay que tener siempre presente que, como delegados, han sido elegidos como representantes, por lo que nada debe ser personal ni polémico. Al ser elegidos como representantes, si los delegados no están al nivel de rectitud que se requiere, entonces deben buscar continuamente el perdón y esforzarse por mejorar su condición. Deben ser ayudantes del Califa de la época, y deben asegurarse de que las decisiones tomadas por él se implementan exactamente como fueron tomadas.

Importancia de aplicar las decisiones de la Shura

Su Santidad (aba) dijo que, a veces, las decisiones no se aplican plenamente debido a la negligencia de los dirigentes. En tales casos, los delegados de la Shura no sólo deben llamar la atención de los miembros en general para que se aplique la decisión, sino que también deben recordárselo a los titulares. Si, a pesar de ello, la decisión no se aplica, el delegado de la Shura debe dirigirse por escrito a la sede central. Hay que tener en cuenta que uno puede inventar excusas para eludir sus responsabilidades y salirse con la suya en esta vida, pero será cuestionado por Dios en cuanto a las responsabilidades que le fueron confiadas. Hay que tener mucho cuidado con esto. También hay que tener en cuenta que un delegado no debe presentar una queja contra un titular de un cargo por tener algún tipo de desacuerdo personal con él. Deben seguir siempre el camino de la rectitud. Las decisiones deben aplicarse hasta tal punto que no haya que volver a presentar la propuesta al Califa de la época, ni debe enviarse la propuesta con la nota de que, puesto que el asunto ya se presentó anteriormente, se sugiere que no se vuelva a presentar. Su Santidad (aba) dijo que esto debería ser motivo de vergüenza. El objetivo debería ser que algo así no ocurriera nunca.

Su Santidad (aba) dijo que también debe analizarse que puede haber ciertos Yamats activos que apliquen plenamente la decisión tomada por el Califa de la época. Se debe ver qué es lo que ha llevado a implementar con tanta pasión y entusiasmo las decisiones que se han tomado y esos mismos principios deben ser compartidos con las jama’ats menos activas.

Su Santidad (aba) dijo que no podemos provocar un cambio en el mundo con meras palabras, sino que debemos mostrar nuestras acciones. Si los delegados de la Shura se centran en mejorar los niveles de su culto y asistencia a la mezquita, entonces la asistencia general podría triplicarse en las mezquitas. Si los delegados de la Shura trataran a los demás con amabilidad y compasión y rezaran por ellos, y si aumentaran el nivel de su obediencia al Califa de la época, entonces podría producirse un cambio revolucionario dentro de la Comunidad. Se nos ha confiado una poderosa tarea. El Mesías Prometido (as) fue enviado con la misión de difundir las hermosas enseñanzas del Islam en el mundo y ponerlo bajo la Unidad de Dios. El cumplimiento de esta misión requiere un esfuerzo constante. El cumplimiento de estas tareas también requiere fondos. Por lo tanto, al discutir el presupuesto, se debe ver cómo se puede hacer lo máximo sin dejar de ser económico.

Su Santidad (aba) rezó para que podamos cumplir con nuestras responsabilidades mientras caminamos por la senda de la rectitud. Que Al’lah cubra nuestras deficiencias y nos colme continuamente de Sus bendiciones.

Resumen preparado por The Review of Religions

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