El Taqwa y nuestra relación con Al-lah
Después de recitar el Tashahhud, Ta’wwuz y Surah Al-Fatihah, Hazrat Jalifatul Masih V (aba) declaró:
En la era actual, el desorden y la confusión se han extendido por todo el mundo. En algunos lugares se ha hecho en nombre de la religión, y en otros, con el objetivo de reafirmar el poder mundano y la superioridad. Por otro lado, en algunos casos, debido a la lucha entre la pobreza y la riqueza y en otros, porque los partidos políticos toman el control de los poderes gobernantes. En algunos lugares las peleas y disturbios se deben a cuestiones menores a nivel interno y en otros, las luchas, disturbios y desórdenes surgen porque hay personas que no cumplen con los derechos de los demás. Hay casos en los que se intenta por todos los medios propagar el desorden afirmando la supremacía racial, y en otros, con el objetivo de obtener derechos de forma ilícita.
En resumen, desde cualquier ángulo que uno observe, el mundo se ve sumido en el desorden y la confusión. Ni los pobres ni los ricos están a salvo de esto. Ni las naciones desarrolladas ni las menos desarrolladas o en vías de desarrollo están a salvo de esto. Parece que la humanidad, que se considera muy avanzada y está convencida de que esta es la era de la ciencia, la racionalidad y el progreso, en realidad está sumida en la oscuridad. Después de haberse olvidado de Al-lah el Todopoderoso, se dirige al pozo de la destrucción mientras persigue los bienes mundanos y los considera su único Señor. De hecho, ya se ha acercado mucho a ese pozo. Bajo tales circunstancias, uno puede entender hasta cierto punto, que la razón por la que el mundo no musulmán se sumerge en las atracciones y en el resplandor del mundo se debe a que su religión se ha corrompido. Su religión no ofrece una solución completa y exhaustiva en términos de guía hacia Al-lah el Exaltado. Sin embargo, uno se sorprende en el caso de los musulmanes, ya que tienen una escritura completa en su forma original. Además, Al-lah el Todopoderoso, de acuerdo con Sus promesas, envió al Imam de esta era para corregir la falsa imagen o la disensión con respecto a la fe o los comentarios del Sagrado Corán, debido a las diferencias surgidas entre los ulemas. Sin embargo, en lugar de ver y escuchar al Elegido y Profeta de Al-lah el Todopoderoso, que habría puesto fin a todas las disputas, la mayoría de los musulmanes han optado por seguir a esos ulemas que crean desorden en nombre de la religión y no están preparados para escuchar y seguir al enviado por Al-lah el Todopoderoso.
Aunque Al-lah el Todopoderoso lo ha organizado todo para el cese del desorden en el mundo, la inculcación del amor mutuo y la hermandad, así como para que Al-lah el Todopoderoso sea reconocido, los musulmanes no están preparados para prestarle atención. Esta es la razón por la que el mundo musulmán es vulnerable a sufrir todo tipo de desórdenes. Sus líderes religiosos y mundanos los están empujando a la oscuridad. Los habitantes de sus países están sedientos de la sangre de los demás. Aprovechando esta situación, el mundo no musulmán, en particular las grandes potencias, están suministrando equipamiento y asistencia militar con el fin de que los grupos de musulmanes luchen entre sí y de esa forma obtener beneficio de ello.
Por lo tanto, esta situación es una fuente de gran agonía. Además de que este hecho debe hacernos enfocar la atención hacia las oraciones, tanto de los musulmanes que han aceptado al Mesías Prometido (as) como de quienes no lo han aceptado, necesitamos también prestar atención a la transformación de nuestro estado práctico y espiritual de acuerdo con lo que el Mesías Prometido (as) desea ver en nosotros. La razón de esto es que si nuestro estado práctico no está de acuerdo con lo que el Mesías Prometido (as) desea ver en nosotros, es muy posible que caigamos en la categoría de aquellos que están sumidos en el desorden y la agitación. El Mesías Prometido (as) ha dado orientaciones continua y repetidamente a su Yama’at sobre cuál debería ser el estado tras realizar el Bai’at [juramento de lealtad] y qué métodos deberían adoptarse para este fin.
Expondré a continuación varios extractos del Mesías Prometido (as), para llamar nuestra atención hacia estos asuntos. Es por eso que debemos escucharlos atentamente. No deis por sentado que ya los sabéis por haberlos escuchado o leído previamente en numerosas ocasiones, ya que los olvidamos incluso después de haberlos leído o escuchado. Además, la regularidad y las diversas maneras en que el Mesías Prometido (as) ha mencionado en sus reuniones estos asuntos, así como el énfasis continuo que ha puesto en la mejora del estado práctico de la Yama’at, y que ha difundido durante años, indican su grado de preocupación para la Yama’at, con el fin de que no olviden su objetivo: que no se extravíen después de haber hecho el Bai’at y que no avancen hacia la oscuridad.
En un lugar, el Mesías Prometido (as) declara:
“Es necesario que nuestra Yama’at adopte la piedad en este tiempo de desorden, en el que una ráfaga de desorientación, ignorancia y depravación sopla desde todas las direcciones. El estado del mundo es tal que la grandeza de los mandamientos de Al-lah el Todopoderoso ya no es visible y se están descuidando los derechos y la guía.”
No son conscientes de sus derechos y cómo cumplirlos, ni conocen las enseñanzas que se les han inculcado, que ellos mismos predican a otros, o que se les ha predicado.
“Están absortos en asuntos mundanos sin medida. Al observar la más leve pérdida en términos mundanos, abandonan los aspectos religiosos y los derechos de Al-lah el Todopoderoso. Del mismo modo que uno puede observar de manera similar entre los litigantes o cuando se trata de compartir la riqueza entre los herederos. Se comportan entre ellos con codicia. Son extremadamente débiles cuando se enfrentan a sus sentimientos personales.”
Se dejan llevar por sus sentimientos personales en los incidentes más leves.
“No se atreven a cometer pecados mientras Dios los haya hecho débiles”.
No cometen pecados ya que son débiles y temen ser descubiertos y castigados. Sin embargo, tan pronto como obtienen un poco de fuerza y ven la oportunidad de cometer un pecado, rápidamente lo hacen.
El Mesías Prometido (as) declara:
“En los tiempos actuales puedes mirar a todas partes. Sin embargo, encontraréis que ya no existe ni la verdadera piedad ni la verdadera fe. Sin embargo, como Al-lah el Todopoderoso no desea desperdiciar la semilla de Su verdadera piedad y fe, hace que crezca una nueva cosecha cuando observa que la cosecha anterior está al borde de la ruina.”
Cuando una generación o cosecha se arruina, Él crea otra nueva. Lo que se intenta decir aquí es que si una generación, un número de personas o una nación se arruina, Él las creará de nuevo, y de hecho lo hace.
El Mesías Prometido (as) declara:
“En relación a ese Sagrado Corán eterno que está entre nosotros, Al-lah el Exaltado dijo:
que ‘En verdad, Nosotros mismos hemos enviado esta Exhortación, y ciertamente Nosotros seremos Su Guardián.’
El Mesías Prometido (as) declaró:
“Hay una gran colección de los Ahadiz [tradiciones del Santo Profeta (sa)] y bendiciones entre nosotros. Sin embargo, los corazones están desprovistos de fe y el estado práctico no es visible en absoluto. Esta es la verdadera razón por la cual Al-lah el Todopoderoso me ha erigido con el fin de desarrollar nuevamente estos aspectos. Cuando Dios observó que el campo estaba vacío, el requerimiento de Su Divinidad fue que no deseaba para nada que este campo permaneciese vacío.”
Si los vicios se están extendiendo, se requiere por el Honor de Al-lah el Todopoderoso y la dignidad de Su Divinidad, llenar de nuevo ese campo con tales personas o nuevas personas, que den prioridad a la fe en el mundo, que pongan en práctica la religión, que difundan la religión y que actúen de acuerdo con la religión.
El Mesías Prometido (as) declara:
“Dios no desea en absoluto que este campo permanezca estéril y que las personas permanezcan distantes [de Él]. Por lo tanto, Al-lah el Todopoderoso, en contraste con aquellas personas, desea ahora crear otra nación de gente viva, y por esta misma razón predicamos para que podáis adquirir una vida de rectitud”.
Por lo tanto, si un áhmadi ha hecho Bai’at, tendrá que unirse a la gente viva, a la gente que vive espiritualmente. De lo contrario, no obtendrá beneficio alguno [del Bai’at]. ¿Será suficiente para esta nueva nación simplemente proclamar verbalmente que se convertirá en una nueva nación? ¡No! En realidad, para esto tendremos que transformar nuestro estado práctico y desarrollar la verdadera piedad. Solo cuando comprendamos la verdad del islam seremos capaces de convertirnos en esa nueva nación. Solo cuando alcancemos el placer de Al-lah el Todopoderoso podremos convertirnos en esas personas. Solo entonces podremos cumplir nuestra promesa del Bai’at. ¿Cuál es la verdad del islam y cómo podemos obtenerla?
En relación a esto, El Mesías Prometido (as) afirma:
“Islam significa dedicarse completamente a Al-lah el Todopoderoso y su esencia es la verdadera y absoluta obediencia hacia Dios. Un musulmán es el que dedica todo su ser a Al-lah el Todopoderoso y desea alcanzar el placer de Al-lah el Todopoderoso sin el deseo de obtener alguna recompensa.
[El que se somete completamente a Al-lah, y es el hacedor del bien].
En otras palabras, un musulmán es el que dedica todo su ser a alcanzar el placer de Al-lah el Todopoderoso, por lo que el objetivo y propósito espiritual y práctico es obtener el placer y el contento de Al-lah el Todopoderoso. Además, todas las virtudes y buenas obras realizadas no deberían realizarse por obligación o con gran dificultad. Más bien, deben realizarse con un sentido de placer y deleite.”
Si vamos a realizar virtudes o si vamos a actuar de acuerdo con los mandamientos de Al-lah el Todopoderoso, no deberíamos hacerlo como si supusiera una pesada carga sobre nuestros hombros. Más bien, una persona debería sentir placer y deleite en cada acto virtuoso, y hacerlo de todo corazón.
El Mesías Prometido (as) declara:
“Esto debería transformar cualquier forma de dificultad en facilidad y placer.”
El Mesías Prometido (as) declara:
“Un verdadero musulmán ama a Al-lah el Todopoderoso diciendo y creyendo que Él es su Amado, su Maestro, su Creador y Benefactor. Por esta razón, él se prosterna ante Su umbral. Incluso si a un verdadero musulmán se le dice que no recibirá ninguna recompensa por estas acciones, o que no hay infierno, ni cielo, ni consuelo, ni delicias, él no podrá en absoluto abstenerse de realizar buenas obras y amar a Dios”.
Este es el amor desinteresado hacia Al-lah el Todopoderoso, que el Mesías Prometido (as) desea establecer; no por ninguna recompensa, no por el miedo al infierno y no para alcanzar el cielo, sino por puro amor a Al-lah el Todopoderoso. Uno debería amar a Al-lah el Todopoderoso, incluso si no se recibe nada. La razón de esto es su adoración, formar una relación con Al-lah el Todopoderoso y serle completamente devoto y obediente, no está basado en ninguna recompensa o deseo. Más bien, en realidad la persona debe considerar que simplemente ha sido creada para comprender a Al-lah el Todopoderoso, amarlo y ser obediente hacia Él y sin ningún propósito [personal]. Por lo tanto, cuando utiliza sus habilidades dadas por Dios para estos objetivos y propósitos, es testigo del rostro de Su verdadero Amado. Cuando establecéis desinteresadamente una relación con Al-lah el Todopoderoso, veréis el rostro de Al-lah el Todopoderoso. Es entonces cuando se forma una verdadera relación. Él no mira hacia el cielo o el infierno. Más bien, mira en la dirección del placer de Al-lah el Exaltado.
Describiendo el estado de estar envuelto en el amor de Al-lah el Todopoderoso, el Mesías Prometido (as) declara:
“Yo os digo que si me aseguran que recibiré los más severos castigos por amar a Dios y obedecerle, entonces juro que mi naturaleza se ha vuelto tal que estoy listo para tolerar estas aflicciones y pruebas con placer y con la pasión del amor. A pesar de saber esto, sea cual sea el castigo y la aflicción que se imponga, nunca será peor que pisar incluso con un pie fuera de la obediencia de Al-lah el Todopoderoso, y esto es peor que mil muertes, muertes interminables y todo tipo de desgracias. Un verdadero musulmán consideraría abandonar el mandato de Dios como la causa de su destrucción, no importando cuánto lujo y consuelo se le prometa por desobedecer a Al-lah el Todopoderoso. Por lo tanto, para convertirse en un verdadero musulmán es necesario desarrollar una naturaleza donde el amor y la obediencia a Dios no esté basada en la esperanza y el temor a alguna recompensa o castigo. Por el contrario, debe ser una parte innata de su personalidad. Entonces ese amor formará por sí mismo un paraíso, y será en realidad el verdadero paraíso, y nadie podrá entrar al cielo hasta que adopte esta forma. Es por eso que os digo, a todos los que os relacionáis conmigo, que debéis recorrer este camino, ya que es el verdadero camino al paraíso”.
Por lo tanto, este es el vínculo y el amor por Al-lah el Todopoderoso que el Mesías Prometido (as) desea y espera ver en nosotros. El Mesías Prometido (as) claramente declaró que debemos demostrar plena obediencia a los mandamientos de A-lah. Alcanzar solamente el placer de Al-lah el Todopoderoso no es una hazaña fácil, sino que es algo por lo que debemos esforzarnos y solo entonces se cumplirá el propósito de ser un verdadero áhmadi. Por lo tanto, El Mesías Prometido (as) mismo planteó la cuestión de si la obediencia es un asunto fácil.
Él declara:
“Quien no muestra completa obediencia desprestigia a esta Comunidad. No hay solo un mandamiento, hay numerosos mandamientos. Así como hay varias puertas al cielo donde uno entra por una puerta y otro entra por otra, también hay varias puertas al infierno. No debería darse el caso de que se cierre una puerta mientras se deja otra abierta”.
El Mesías Prometido (as) luego declara:
“Tened en cuenta que simplemente inscribir el nombre no ingresa alguien en la Yama’at, la Comunidad. El solo hecho de tener vuestros nombres anotados no significa que seáis parte de esta Comunidad, hasta que al menos la esencia se cree en vosotros. Amaros los unos a los otros, no usurpéis los derechos de unos y otros, (no asumáis los derechos de los demás) y absorberos enloquecidamente en el camino de Al-lah para que Él pueda derramar bendiciones sobre vosotros. Fuera de esto no hay nada”.
Declaró claramente que para alcanzar las bendiciones de Dios es imperativo tener auténtica fe y llevar a cabo buenas obras. El Mesías Prometido (as) declara que el ejemplo práctico de esto es como cuando uno pronuncia las palabras ‘dulce’ y ‘azúcar’, pero no puede llenar la boca con un sabor dulce hasta que la comida dulce no se consume realmente. De igual manera, simplemente con declarar el amor hacia Dios y declarar Su Unidad de forma verbal no es de ningún beneficio hasta que uno no lo practica. Esto se demostrará únicamente cuando uno abandone el fardo de su atracción por el mundo y de preferencia a su fe. El Mesías Prometido (as) dice que:
“Nuestra Comunidad desea agradar a Dios el Todopoderoso, por tanto, hay que dar prioridad a la fe. Si vosotros también deseáis contentar a Dios, entonces dad preferencia a vuestra fe. Vuestra primera prioridad debería ser vuestra fe”.
Nos advirtió de que:
“Si no tenéis fidelidad ni sinceridad entonces sois falsos, y en tales circunstancias uno perecerá incluso antes que el enemigo si no tiene devoción. Dios el Todopoderoso no puede ser confundido, ni nadie puede engañarlo. Por tanto, es necesario que desarrolléis en vosotros una verdadera devoción y sinceridad”.
Profundizando en relación con dar preferencia a la fe con respecto al mundo, y en cómo uno puede lograrlo, y cómo lo lograron los Compañeros del Santo Profeta (sa) y cómo podemos hacer esfuerzos para lograrlo, el Mesías Prometido (as) dice:
“Observad que hay dos tipos de personas. Las primeras son aquellas que aceptan el islam y permanecen ocupados en objetivos mundanos y Satán prevalece sobre ellos. No quiero decir que está prohibido hacer negocios o hacer cualquier tarea materialista. Por supuesto que no. Los Compañeros [del Santo Profeta (sa)] también dedicaron tiempo a los negocios, pero dieron preferencia a la fe sobre el mundo. Aceptaron el islam y adquirieron un verdadero conocimiento sobre el islam, el cual llenó sus corazones. Esta es la razón por la que no cayeron presa de los ataques de Satanás y éste fue incapaz de atacarlos o prevalecer sobre ellos”.
Tenían ocupaciones mundanas pero siempre mantuvieron en mente a Al-lah el Todopoderoso y nada les privó de expresar la verdad. El Mesías Prometido (as) dice también que:
“Lo que quiero decir con esto es que aquellos que se pierden a sí mismos en el mundo y se convierten en esclavos del mismo por adorarlo, son aquellos sobre los que Satanás prevalece y se hace control de ellos. Los segundos son aquellos que siempre están pensando en el desarrollo de su fe. Estos son los llamados Hizbul-lah (el grupo de Al-lah) y vencen a Satanás y sus tropas. Viendo que la riqueza es producto del negocio, Al-lah el Todopoderoso ha declarado que el deseo de fe y el desarrollo de la religión son como una forma de negocio. Así, Al-lah el Todopoderoso dice:
‘¿Queréis que os señale un negocio que os librará de un castigo doloroso?’”
El Mesías Prometido (as) dice que:
“El mejor negocio es el de la fe que os salvará de un castigo doloroso. Por tanto, yo también digo estas palabras de Al-lah el Todopoderoso:
[‘¿Queréis que os señale un negocio que os librará de un castigo doloroso?’]
Tengo más esperanza en aquellos que no disminuyen en su pasión por el desarrollo de la fe, que por aquellos que disminuyen dicha pasión; por los que temo que Satanás prevalecerá sobre ellos. En otras palabras, aquellos que no son firmes y no dan preferencia a la fe sobre el mundo, se irán volviendo perezosos, y lentamente, pero con seguridad, estas personas caerán presas de las garras de Satanás. Por tanto, nunca debéis mostrar pereza. Cualquier cosa que no entendáis, debéis preguntar sobre ello para poder aumentar vuestro conocimiento. No está prohibido preguntar y uno debería preguntar incluso si no está de acuerdo con algo”.
Si uno no acepta algo en particular mientras estamos predicando, entonces es su derecho el investigar y hacer preguntas. Y para un creyente que desea progresar en sus actos, es necesario que obtenga conocimiento y haga preguntas.
“Aquellos que desean progresar en su conocimiento, deben leer y reflexionar sobre el Sagrado Corán. Donde sea incapaz de entender algo, debe preguntar sobre ello. Si no comprende algo debe preguntar y beneficiarse de los demás. El Sagrado Corán es un mar de conocimiento y en lo más profundo de su océano, se encuentran grandes perlas preciosas y joyas de incalculable valor.”
En una ocasión, llamando la atención de la Yama´at hacia el taqwa [la piedad], el Mesías Prometido (as) dijo:
“He sido enviado para establecer justicia. El campo de la piedad está vacío. Se debería de practicar la justicia en vez de levantar la espada”.
No se debe alzar la espada para matar a otras personas, que es lo que están haciendo en la actualidad algunas organizaciones y grupos terroristas en nombre del islam. En lugar de ello, si deseáis difundir la fe y propagarla, entonces el primer paso es desarrollar la piedad dentro de uno mismo. Todo empieza a ocurrir de forma gradual una vez que se establece la piedad. El Mesías Prometido (as) ordenó no alzar la espada ya que está prohibido.
“El mundo entero os apoyará si practicáis la piedad. Por tanto, sed justos. Aquellos que beben alcohol o aquellos que practican una fe que les permite beber como norma, no tienen relación con la moralidad. Están en guerra con la virtud. Por tanto, si Al-lah el Todopoderoso otorga a nuestra Yama´at la buena fortuna y la capacidad de luchar contra el mal y avanzar en el campo de la justicia y la pureza, entonces esto sería un gran logro. Nada puede ser más efectivo que esto”.
No estamos para luchar con la espada, sino que estamos para luchar con nuestras almas para lograr la justicia y así hacer llegar el mensaje a otros. La gente no se ofenderá si se adopta este método. El Mesías Prometido (as) dice:
“En este momento si observáis a todas las religiones del mundo, su verdadero objetivo carece de justicia y han tomado como Dios a las atracciones de este mundo. El Dios Único y Verdadero no está a la vista y está siendo deshonrado. Sin embargo, Dios desea que se Le acepte y que el mundo Lo reconozca. Aquellos que consideran este mundo como su Dios no pueden mostrar plena confianza en Él”.
Por tanto, es necesario que cada uno se autoevalúe en cuanto a si están prestando más atención en cumplir sus objetivos mundanos y no están dejando de lado sus responsabilidades hacia Al-lah el Todopoderoso. ¿Está nuestra atención más enfocada a cumplir con los objetivos mundanos? Con el objetivo de cumplir los derechos de Al-lah el Todopoderoso, debemos dar prioridad a la fe y menos valor a los objetivos del mundo. Por tanto, debemos permanecer conscientes del hecho de si estamos dando preferencia a la fe o la han superado los objetivos mundanos. ¿Estamos avanzando en piedad o está empeorando nuestra situación?
En una ocasión, dirigiendo nuestra atención hacia el aumento de la espiritual, desarrollar una relación con Al-lah el Todopoderoso y aumentar el conocimiento religioso, el Mesías Prometido (as) dijo:
“La relación entre un mentor y sus discípulos se puede entender si se compara con la relación entre un profesor y sus estudiantes. Un estudiante recibe beneficio de su maestro de igual manera que un discípulo lo hace de su mentor. Sin embargo, un estudiante no puede obtener beneficio alguno de su maestro estableciendo únicamente una relación entre ellos pero sin avanzar en su educación. Esta condición es similar en el caso de un discípulo. Un estudiante no puede obtener beneficio alguno si tiene una conexión con su maestro y tiene una buena relación con él, pero no aumenta en su conocimiento y no practica lo que aprende. Asimismo, el Mesías Prometido (as) declaró:
“Es igual a la relación entre un mentor y un discípulo. Un discípulo, hasta que no ponga en práctica lo que le ha sido enseñado, no puede obtener ningún beneficio de lo que ha aprendido aunque diga: ‘Tengo una conexión con mi mentor.’”
El Mesías Prometido (as) dice:
“En este sentido, debéis aumentar vuestro conocimiento sobre Dios. Por lo tanto, el que busca la verdad, no debe permanecer estancado después de alcanzar un nivel. De lo contrario, Satanás el Maldito, le llevará por otro camino. El ejemplo de una persona así es similar al agua estancada que se vuelve rancia después de un tiempo y luego produce un hedor muy sucio. Del mismo modo, si un creyente no se esfuerza por progresar, retrocede. Los pies de los verdaderos creyentes siempre avanzan. Si permanecéis parados en un lugar, entonces no solo seguiréis allí, sino que retrocederéis más.”
El Mesías Prometido (as) dice:
“Es deber de un creyente buscar la religión de forma sistemática. No hay un ser humano perfecto aparte de nuestro Santo Profeta (sa) que vivió en este mundo, pero incluso a él se le enseñó la oración: ‘Oh mi Señor, aumenta mi conocimiento.’ Entonces, ¿qué ser humano puede permanecer estancado teniendo completa confianza en la comprensión del conocimiento de Dios y no considerar el progreso futuro como una necesidad? A medida que el ser humano avanza en su conocimiento y comprensión de Dios, continúa aprendiendo que hay infinidad de cosas que deben ser averiguadas. Al principio, los seres humanos consideran ciertos asuntos completamente absurdos, al igual que un niño al que se le introducen las formas geométricas por primera vez, pero finalmente entiende que estas cosas forman parte de la verdad y la realidad. Por tanto, es completamente necesario llegar a la cúspide, mejorar nuestra condición a la vez que incrementamos nuestro conocimiento”.
El Mesías Prometido (as) declara:
“Habéis abandonado muchas cosas vanas y habéis aceptado este movimiento. A menos que adquiráis un conocimiento y una comprensión completa sobre ello, ¿qué beneficio obtendréis?”
Decir: “hemos jurado lealtad, nos hemos convertido en áhmadis” o “somos áhmadis de nacimiento” no tendrá ningún beneficio hasta que obtengáis el conocimiento por vosotros mismos. No habrá beneficio de ser un áhmadi de nacimiento salvo que ampliéis vuestro conocimiento religioso.”
El Mesías Prometido (as) dice:
“¿Cómo habrá fortaleza en vuestra convicción y conocimiento divino si no desarrolláis vuestro entendimiento? Os enfrentaréis a sentimientos de duda y recelo sobre asuntos insignificantes, que pueden acabar sacudiendo vuestros cimientos”.
Hay muchas personas que se quedan atrás, o que critican, o que siguen siendo áhmadis solo porque sus familiares son áhmadis. Estas personas no obtienen ningún beneficio. Si consiguen tener conocimiento, entonces todas sus dudas y sospechas pueden ser solventadas y como consecuencia de ello, no retrocederán y Satanás no les atacará. Por ello, el Mesías Prometido (as) nos ha aconsejado que contemplemos y meditemos sobre el Sagrado Corán. Del mismo modo, también debemos centrar nuestra atención en leer sus libros [libros del Santo Mesías Prometido (as)] y aumentar nuestro conocimiento religioso. También debemos esforzarnos por establecer una relación con el Jalifa. Debemos crear un vínculo con el Jalifa de la época a través de las bendiciones de la MTA y beneficiarnos de todos los programas del Jalifa de la época. Hay muchos que han fraguado esta relación prestando especial atención a este tema. Escuchan y tienen una relación con la MTA. He recibido numerosas cartas de estas personas. Me escriben diciendo que han experimentado progresos y convicción en su fe debido a esta relación. Por lo tanto, este es un gran recurso y cada áhmadi debe beneficiarse de ello.
Mientras dirigimos nuestra atención para expresar amor y afecto mutuo de unos hacia los otros y concienciación del sufrimiento de los demás y el cumplimiento de sus derechos, el Prometido El Mesías (as) declara:
“La verdad sobre este tema es que en la Comunidad todos no están en el mismo nivel respecto al estado interno. (No es posible que todo el mundo tenga el mismo estado). Después de plantar un campo de trigo, ¿crecen todos los cultivos igual? Cuando plantamos trigo, no todos ellos brotan. Hay muchas semillas que se desperdician, otras las comen los pájaros y otras no crecen debido a otros factores. Por lo tanto, las semillas que son saludables y tienen el potencial de florecer, no se desperdician”.
El Mesías Prometido (as) ha explicado que la comunidad preparada por Al-lah el Todopoderoso es akin to ka zarrín (como un campo de cultivo). Por lo tanto, es importante progresar de esta forma. Algunas personas son menos débiles que otras, otras tienen más conocimiento en asuntos de fe. Algunas personas superan a otras en ciertas cualidades piadosas, y todos trabajan de acuerdo con sus capacidades. Es responsabilidad de las personas que se encuentran en un estado más elevado, ayudar a los más débiles. El Mesías Prometido (as) dice:
“Debería establecer el hábito de ayudar a nuestros hermanos más débiles y convertirnos en un apoyo para ellos. ¡Qué gran desgracia sería que hubiese dos hermanos, y uno de ellos supiera nadar y el otro no. ¿No sería responsabilidad del primero salvar a su hermano de ahogarse, o lo dejaría ahogarse? ¿No le corresponde salvarlo de la muerte? El Sagrado Corán menciona lo siguiente:
…”Y ayudaos los unos a los otros en rectitud y piedad”
El Mesías Prometido (as) dice además:
“Aligera la carga de tu hermano más débil y ayúdalo en asuntos de fe, buenas obras y sacrificios financieros”.
Si tienen carencias en sus obras prácticas, ¿sería de ayuda adoptar estas carencias también? ¡Ciertamente, no! De hecho, uno debe tratar de alejar estas carencias. Si son débiles en asuntos de fe y vuestra fe es fuerte, entonces debéis buscar formas de salvaguardar su fe. Si son económicamente débiles, y podéis ayudarles, debéis hacerlo. De lo contrario, debéis informar a la administración de la Yama’at y ellos buscarán el modo de ayudarles en la medida de lo posible. El Mesías Prometido (as) dice:
“Apoyarlos a través de asistencia médica”.
Debéis tratar de ayudarles con su salud física y tratar cualquier dolencia. El Mesías Prometido (as) dice:
“Ninguna comunidad puede considerarse comunidad hasta que los más fuertes apoyen a los más débiles y esto solo ocurre cuando uno cubre las faltas de los demás. En lugar de exhibir las faltas de los demás, debéis tratar de ocultar sus carencias. A los compañeros del Santo Profeta (sa) se les enseñó que no deberían sentirse frustrados al ver las faltas de los demás, pues algunos compañeros también se comportaban de esa manera. Del mismo modo, es vital que los mayores traten a los más jóvenes [hermanos] con respeto y cordialidad. Recordad, una comunidad no puede ser considerada como tal si se consume mutuamente, por ejemplo, si cuatro hermanos se sientan juntos y se quejan de su hermano pobre. Uno de ellos no puede consumir al otro. Aquí la palabra “consumir” se emplea en el contexto mencionado por Al-lah el Todopoderoso, donde dice que robar y hablar mal de los hermanos equivale a ingerir la carne del hermano muerto. Por lo tanto, no critiquéis las debilidades de los demás, sino observad sus rasgos positivos.”
El Mesías Prometido (as) dice:
“Una comunidad no puede considerarse comunidad si sus miembros se consumen unos a otros, ni cuando cuatro personas que se sientan juntas se quejan del hermano más pobre, haciendo hincapié en sus defectos, y también contemplan con desdén y desagrado a los miembros más débiles de la comunidad. No debe ocurrir esto nunca. La fuerza estriba en la unión y la unidad, pues incrementa el amor y las bendiciones mutuas. Veo que por cosas pequeñas surgen disconformidades, y como consecuencia, nuestros oponentes prestan atención a estos asuntos insignificantes y después publican el incidente en los diarios de forma muy exagerada”.
El Mesías Prometido (as) dice:
“Intentan de este modo desorientar al público”.
Dicen a la gente que tienen determinados defectos y como el público en general no investiga por cuenta propia, son inducidos al engaño. Después, el Mesías Prometido (as) dice:
“Sin embargo, si no existieran debilidades internas, nadie tendría el valor de publicar tales reportajes ni publicar noticias destinadas a confundir al público. ¿Por qué no mejoramos nuestra conducta moral? Esto solo puede ocurrir si propagamos ampliamente el amor, la compasión, el perdón y la beneficencia y hacemos que la compasión, el cariño, compasión y el acto de cubrir las faltas ajenas prevalezcan en todos los aspectos.”
En otras palabras, cuando observamos una falta en cierta persona, debemos intentar cubrirla en lugar de resaltar sus imperfecciones y exponer en público sus debilidades. A este respecto, hoy en día existe el extraño hábito de resaltar las debilidades mutuas de los maridos y esposas hasta el punto de hacer grabaciones al respecto. El Mesías Prometido (as) dice:
“No deben existir reproches mutuos que sean motivo de dolor y decepción”.
Hablando de la fraternidad y compasión, el Mesías Prometido(as) nos ha amonestado con estas palabras:
“Nuestra comunidad no conseguirá florecer hasta que no mostremos verdadera compasión al prójimo”.
Si deseamos progresar y avanzar debemos mostrar al prójimo una verdadera compasión. Debemos utilizar toda nuestra capacidad y amar a los más débiles. Aquel que posee fuerza debe sentir amor por los más débiles.
El Mesías Prometido (as) dice:
“Escucho a menudo que cuando alguien ve a otra persona tropezar, en lugar de mostrar amabilidad hacia él, le trata con desprecio y aborrecimiento. Debería más bien implorar por tal persona, e intentar hacerle comprender el tema con amor y compasión, pues su actitud hace incrementar el rencor. Si no se muestra perdón ni compasión, el asunto llega a deteriorarse acarreando al final graves consecuencias”.
Además, el Mesías Prometido (as) dice:
“Dios no aprueba tales acciones. Solo se puede crear una comunidad cuando la gente muestra una actitud compasiva hacia los demás y cubre sus faltas. Cuando se llega a esta condición, las personas se convierten en miembros de una sola entidad y sienten más estima por los demás que por sus propios hermanos. Si alguien tiene un hijo que comete un error, intentará cubrir su equivocación e intentará explicarle discretamente su error, pues nunca deseará que tal error quede expuesto.”
Si alguien ve que su hijo comete equivocaciones, intentará aconsejarle y nunca deseará que tales equivocaciones queden expuestas. Incluso en el caso de familiares cercanos, nadie desea que sus equivocaciones salgan a la luz, sino que, más bien, se intentará cubrirlas. El Mesías Prometido (as) dice también:
“Dios ha declarado a los creyentes hermanos. ¿Son acaso estos los derechos del hermano? En este contexto, hermano significa un familiar cercano, que nunca abandona el lazo de fraternidad.”
El Mesías Prometido (as) después presenta el ejemplo de uno de sus familiares. Dice:
“Veo a menudo a Mirza Nizam ul Din y otros…”
Mirza Nizam ud Din y otras personas estaban emparentados con el Mesías Prometido(as), pero también eran oponentes suyos y se habían apartado por completo de la religión. Vivían una vida de total libertad, pero cuando se trataba de resolver algún asunto, se confabulaban los tres dejando atrás cualquier otro asunto. El Mesías Prometido (as) dice:
“A veces la persona aprende incluso de los animales, como los chimpancés y los perros. Las disputas internas están totalmente desprovistas de bendiciones. Al-lah el Todopoderoso recordó a los compañeros estas bendiciones y esta hermandad. Aunque gastaran el oro equivalente a una montaña no hubieran desarrollado nunca el nivel de hermandad que se creó con el Santo Profeta (sa). Al-lah el Todopoderoso ha establecido esta comunidad y establecerá este tipo de hermandad”.
El Mesías Prometido (as) dice:
“Tengo grandes expectativas de Al-lah el Todopoderoso, pues ha prometido: (árabe)”
Es decir, haré que tus seguidores ostenten superioridad sobre los incrédulos, hasta el Día de la Resurrección. También dice:
“Ciertamente, Al-lah el Todopoderoso establecerá una comunidad que triunfará sobre los incrédulos. Sin embargo, estos días son días de pruebas y de debilidad.”
Aquellos eran días de debilidad, y en esta época los áhmadis, especialmente en Pakistán, están atravesando una situación precaria pues el gobierno, las leyes de la nación y la administración están instigando contra ellos en mayor medida que nunca. Por lo tanto, en estos momentos debemos realizar un notable esfuerzo para mejorar nuestra condición.
El Mesías Prometido (as) dice además:
“Estos son días de debilidad y brindan a todos la oportunidad de reformarse y mejorar su condición. Proferir quejas, herir los sentimientos ajenos a través de un lenguaje abusivo y considerar inferior al débil y humilde es un grave pecado.
Ahora, se ha establecido entre vosotros una nueva comunidad con una nueva hermandad. Las comunidades anteriores han cesado y Al-lah el Todopoderoso ha establecido una nueva comunidad en la que los ricos, los pobres, los jóvenes y los ancianos forman parte de ella. Por lo tanto, es deber de los pobres respetar a sus honorables hermanos, y es deber de los ricos ayudar a los pobres, y no considerarlos inferiores y despreciables. Son hermanos entre sí, aunque sus padres no sean los mismos, pues su padre espiritual es el mismo para todos, y son como ramas del mismo árbol”.
A fin de que nos reformemos, el Mesías Prometido (as) nos ha exhortado a leer el libro, el Arca de Noé, y ha insistido reiteradamente en que lo estudiemos. El Mesías Prometido (as) declara:
“Le he dicho a mi Comunidad en numerosas ocasiones que no se limite a su acto de Bai’at [juramento de iniciación]. Hasta que no alcancéis la profundidad de su esencia no podréis lograr la salvación. Quien simplemente confía en los aspectos externos, queda privado de la esencia.”
No es suficiente quedarse solo en la cubierta externa, sino que hay que intentar alcanzar su esencia más profunda. El Mesías Prometido (as) declara además:
“Si el devoto no lleva a cabo actos [virtuosos], entonces la personalidad santa de su maestro no le sirve de nada. Si un médico prescribe un remedio para un individuo, pero lo coloca en una caja fuerte, no le proporcionará ningún beneficio.”
Es como si uno recibiera una receta del médico, pero no la utilizara, y luego afirmara que no se ha curado. Este es precisamente el caso de aquellos que sufren dolencias espirituales; si no se adhieren a lo que se les encomienda, entonces no obtendrán ningún beneficio. El Mesías Prometido (as) continúa diciendo:
“Ciertamente no obtendrán ningún beneficio, porque el beneficio solo puede conseguirse mediante la adhesión a la práctica prescrita de la que ellos se han privado”.
El Mesías Prometido (as) declara además:
“Debéis estudiar constantemente [el libro], el Arca de Noé y actuar conforme al mismo.
Verdaderamente, prospera quien se purifica a sí mismo. [87:15]
Hay miles de personas culpables de cometer robo, adulterio, inmoralidades, de beber alcohol y llevar una vida malvada, y, sin embargo, afirman ser seguidores del Santo Profeta (sa), pero ¿pueden realmente ser considerados como sus seguidores? Ciertamente que no. Un verdadero seguidor es aquel que se adhiere a las enseñanzas del Santo Profeta (sa)”.
Al recitar el libro El Arca de Noé a los miembros de la Yama’at y persuadirles para que lean este libro, el Mesías Prometido (as) declara:
“En el Arca de Noé, presenté mis enseñanzas, y es esencial que todos las conozcan. Incluso, si fuera preciso, que las Yama’ats de cada ciudad organicen un Yalsa y las lean. Podría enviarse a algún individuo que esté dispuesto a leerlo y que tenga tiempo para hacerlo, porque si se distribuyera a todo el mundo, incluso 50,000 copias no serían suficientes. Sin embargo, de esta manera no solo se propagará el mensaje, sino que también alentará la unidad que deseamos inculcar entre las Yama’ats.
Sin embargo, de este modo no solo se propagará el mensaje, sino que también se establecerá la unidad en la Yama’at, que queremos instaurar en ella”.
Por tanto, a la vez que se debe realizar preparativos para leer esto a las Yama’ats, también deben realizarse preparativos para que se lea en la MTA. Todo el mundo adoptar esto en sus vidas. Debéis leerlo vosotros mismos y hacer un esfuerzo por practicarlo. En relación a salvaguardarse de los pecados y las cualidades de un verdadero áhmadi, el Mesías Prometido (as) afirma:
“Vuestra tarea ahora es la de dedicar vuestro tiempo a la súplica, istighfar (buscar el perdón) y adoración al Todopoderoso, así como la purificación interna y, de esta manera, haceros dignos de la recompensa de Al-lah el Todopoderoso y atraer Su especial atención, la cual ha prometido. Incluso si Al-lah el Todopoderoso ha hecho grandes promesas y profecías en relación a mí las cuales se cumplirán sin duda, vosotros no debéis enorgulleceros de ellas de forma innecesaria. Salvaguardaros de todo tipo de malicia, rencor, crítica, arrogancia, vanidad, formas de inmoralidad visible y oculta, indolencia y negligencia. Recordad, al final serán los piadosos los que tengan garantizado el éxito, tal y como Al-lah el Todopoderoso afirma:
[Y el final es para los temerosos de Dios]
Por tanto, debéis reflexionar inmensamente para tratar de ser virtuosos, dado que el final es para aquellos que son justos.”
¡Que Al-lah el Todopoderoso nos permita convertirnos en verdaderos áhmadis y seguir las enseñanzas del Mesías Prometido (as)! ¡Que nos permita cumplir con los derechos de Al-lah el Todopoderoso y obtener su beneplácito! ¡Que podamos convertirnos en aquellos que traen la reforma en nuestra condición práctica y prestan atención en aumentar su conocimiento religioso, así como el cumplimiento de los derechos del prójimo!
Como he aludido anteriormente, durante estos días en particular, orad por la situación en Pakistán y aquellos viviendo en Pakistán deben rezar también por sí mismos. ¡Que Al-lah el Todopoderoso les proteja de cualquier maldad! ¡Que Al-lah el Todopoderoso también proteja al país de los males del desasosiego civil que se ha desarrollado en el país por los ulemas!
También debéis orar por el mundo en general dado que está avanzando rápidamente hacia la guerra. Ambos Rusia y Estados Unidos están ocupados preparándose y realmente ambos quieren establecer su hegemonía, pero la excusa que dan es que desean proteger los derechos de aquellos que están siendo oprimidos. De hecho, bajo el disfraz de tratar de restablecer los derechos de los oprimidos, que a su vez se tratan de países musulmanes, también buscan destruir dichos países islámicos. Por tanto, que Al-lah el Todopoderoso guíe a los musulmanes y que en lugar de buscar ayuda de ellos, tomen las decisiones por su cuenta y cumplan con los derechos de su gente, así como que la gente cumpla con los derechos de sus gobiernos. ¡Que Al-lah el Todopoderoso también destruya a aquellas organizaciones terroristas que están cometiendo atrocidades en el nombre del islam y que Él guíe a ambas partes! Sobre todo, que les permita a ambas partes reconocer al Imam de la época porque sin esto no hay otra forma de ser salvados. ¡Que Al-lah el Todopoderoso les guíe y que los musulmanes, en lugar de ser una parte de esta opresión, propaguen amor, afecto y hermandad acorde con las enseñanzas del islam, y cumplan con los derechos de Al-lah el Todopoderoso!