Introducción
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Este escrito trata de una lectura pronunciada en diciembre de 1896 en la Gran Conferencia de las Religiones, celebrada en Lahore, en la que el autor expuso la belleza insuperable de los principios islámicos fundamentados en el Santo Corán.

Desde entonces ha servido como introducción al Islam para quienes buscan los conocimientos religiosos y la verdad, en distintas partes del mundo. Ha sido publicado en distintos idiomas. Consta de cinco temas generales establecidos por los moderadores de la Conferencia, y resume la totalidad de las enseñanzas y el espíritu del Islam.

Una Gran Noticia para los que Buscan la Verdad (*)

En esta Asamblea sobre las Grandes Religiones, que ha de celebrarse en el Salón de Actos del Ayuntamiento de Lahore el 26, 27 y 28 de diciembre de 1896, se leerá una ponencia escrita por este humilde servidor, acerca de los milagros y las gracias del Santo Corán. Esta ponencia no es fruto del esfuerzo humano, sino que es una de las muchas señales de Dios, y ha sido escrita con Su ayuda especial. En ella se exponen las bellezas y las verdades del Santo Corán, y se establece con suma claridad que el Santo Corán es, verdaderamente, la Palabra de Dios, un libro revelado por el Señor de toda la creación. Quienquiera que escuche esta ponencia desde el principio hasta el final, y escuche mi tratamiento de los cinco temas propuestos para la Asam­blea, desarrollará una nueva fe, percibirá que una nueva luz ilumina su alma, y adquirirá un concepto comprensivo de la Santa Palabra de Dios. Esta ponencia mía está libre de toda debilidad humana, de vanagloria y de afirmaciones extravagantes.

La profunda compasión que por la especie humana siento, me ha llevado a publicar este manifiesto, para que los hombres perciban la belleza del Santo Corán, y comprendan la equivocación de nuestros adversarios, que aman las tinieblas y odian la luz. Dios, el Omnisciente, me ha revelado que mi ponen­cia será declarada superior a todas las demás que se presenten. Está llena de la luz de la verdad, la sabiduría y la comprensión, y los demás participantes se sentirán avergonzados, siempre que asistan a la Asamblea y la escuchen en su totalidad. No podrán citar cualidades semejantes en su propia sagrada escritura, ya sean Cristianos, Arios o Dharm sanatanes, o de cualquier otra religión, porque Dios Exaltado ha querido que la Gloria de Su Santo Libro se manifieste en este día. Tuve una visión en la que una mano, saliendo de lo invisible, se posó sobre mi palacio, y al tocarlo una luz deslumbrante se extendió desde él en todas direcciones. La luz también iluminó mis manos. En este momento, un hombre que estaba a mi lado proclamó en voz alta: Al-lah o Akbar, Jaribat Jaibar (Dios es grande, Jaibar ha caído). Así ha de interpretarse la visión: El palacio alude a mi corazón, sobre el que des­ciende la luz celestial de las verdades del Santo Corán, y Jaibar alude a las religiones perversas, afligidas del paganismo y la falsedad, en las que el hombre ha sido elevado hasta ocupar el lugar de Dios, o en las que los atributos divinos han caído de su posición perfecta. Así me ha sido revelado que la difusión y publicación de esta ponencia sacará a la luz la falsedad de las religiones perversas, mientras la verdad del Corán se extenderá paulati­namente por toda la tierra, hasta llegar a su apogeo. De esta visión mi mente se desplazó hacia la recepción de la revelación siguiente:

“Dios está contigo, y Dios estará donde tú estés”. Esta metáfora denota la seguridad del apoyo divino.

No es preciso escribir más. Pido a todos que asistan a la Asamblea en Lahore, aunque les sea difícil, y que escuchen estas verdades. Al hacerlo, su razón y su fe derivarán beneficios más allá de toda esperanza. La paz sea con aquellos que guarden estas normas.

Ghulam Ahmad
Qadian, 21 de Diciembre de 1896

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(*) En su anuncio, el Swami Shugan Chandra Sahib ha invitado a los principales teólogos Musulmanes, Cristianos y Arios, en el nombre de Dios, a que expongan los méritos de sus respectivas religiones en una Asamblea propuesta por él. Queremos comunicarle al Swami Sahib que para honrar el nombre de Dios, como él desea, estamos dispuestos a cumplir con su pro­puesta y, si Dios quiere, se leerá nuestra ponencia ante dicha Asamblea. El Islam requiere que un verdadero Musulmán demuestre obediencia cuando se le pide hacer algo en nombre de Dios. Ahora veremos el respeto que tienen sus hermanos los Arios y los teólogos Cristianos hacia el honor de Per­meshwar o de Jesús, y si están dispuestos a participar en la Asamblea que se celebrará en el nombre del Glorioso Dios.

Es esencial que toda afirmación, y los argumentos aducidos en su apoyo se basen en el libro revelado.

En esta Asamblea propicia, que tiene como propósito que aquellos que han sido invitados a participar expongan los méritos de sus respectivas reli­giones, con referencia a las cinco consideraciones formuladas, hoy expon­dré los méritos del Islam. Antes de entrar en materia, creo apropiado comu­nicarles que me he impuesto la obligación de basar todas mis afirmaciones en el texto del Santo Corán, que es la Palabra de Dios Exaltado. Considero esencial que quienquiera que siga un libro, creyéndolo un libro revelado, base su exposición en aquel libro, y no extienda el alcance de la defensa de su fe como si escribiera un libro nuevo. Dado que mi propósito hoy es el de establecer los méritos del Santo Corán, y de demostrar su excelencia, me incumbe no afirmar nada que no esté contenido en el Corán, y realizar toda mi exposición ateniéndome a sus versículos, de acuerdo con su significado y con el sentido que puede deducirse de ellos, para que los oyentes no encuentren dificultad a la hora de comparar las enseñanzas de las distintas religiones. Ya qué todos los que creen en un libro revelado también se aten­derán a las afirmaciones contenidas en los respectivos libros revelados, no me referiré a las “tradiciones”, porque todas las verdaderas “tradiciones” son simplemente explicaciones del Santo Corán, que es un libro perfecto, y comprende todos los demás libros. En resumen, éste es el día de la manifestación de la gloria del Santo Corán, y ruego humildemente a Dios Exaltado que me ayude en mi empresa. Amen.

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