Masroor Ahmad: “El terrorismo se alimenta del tráfico de armas desde Europa y Estados Unidos”
El líder de la comunidad Ahmadía, Masroor Ahmad, habló EL DEBER en Londres. Reclama a las potencias por la falta de acción contra el terrorismo
A sus 66 años, Masroor Ahmad se ha transformado en una de las voces pacifistas más importantes del islamismo. Cuando se lo ve frente a miles de musulmanes nunca sonríe, sin embargo, durante el diálogo con la prensa rompe el protocolo y afirma: “Aquellos que estamos con Dios debemos sonreír más que otros, aunque las noticias no siempre sean buenas”.
Su labor como Quinto Califa de la comunidad musulmana Ahmadía ha estado marcada, paradójicamente, por la persecución que sufren sus seguidores de parte de sectores radicalizados de sunismo, una de las dos grandes vertientes de la religión que fundó el profeta Mahoma.
Después de la cumbre internacional Jalsa Salana que congregó a 35.000 musulmanes en la ciudad de Londres, Ahmad sostuvo una extensa entrevista con EL DEBER en la que resaltó que la paz mundial pende de un hilo por la intolerancia, la venta de armas y la proliferación de grupos radicales islamitas y de otros credos e ideologías.
¿Cuáles son, para Ud., los principales factores que ponen en riesgo la paz mundial?
La paz mundial se encuentra balanceándose sobre el filo de un cuchillo. Cada día que pasa, somos testigos del aumento de conflictos e inseguridad alrededor del mundo. Es una paradoja extraña y trágica que estemos más conectados que nunca y que nos vayamos alejando unos de otros cada día que pasa. Hay que ver quiénes están detrás de las organizaciones terroristas y denunciar con claridad que hay empresas europeas y estadounidenses que venden grandes cantidades de armas a esos grupos que utilizan el terror como medio para lograr sus objetivos.
¿Cómo ve la posibilidad de que en Estados Unidos sea electo Donald Trump?
Nosotros esperamos que sea electa una persona que pueda hacer justicia en Estados Unidos. Hemos visto claramente que Trump se ha expresado contra los musulmanes sin razón. Incluso, los miembros del Partido Republicano han señalado sus reparos con esta candidatura. Por lo que nunca estaríamos nosotros a favor de una persona que piensa de esa manera. No importa si los ataques son contra los musulmanes o contra otro tipo de personas.
¿Cuán difícil ve que son los esfuerzos para revertir la imagen que existe en el mundo sobre los musulmanes por la acción de Al Qaeda y el Estado Islámico?
Es un desafío muy grande. Pero estamos determinados a mostrar al mundo que hay otros musulmanes que buscan la paz y el diálogo entre las naciones. Y que, además, esos grupos extremistas son una minoría muy pequeña que hace demasiado ruido. Nuestro objetivo es muy claro, llevar a la humanidad más cerca del creador y ayudar a los hombres a asumir las tareas para lograr el encuentro entre todos. Si estos grupos extremistas radicalizan su lucha a través de los jóvenes tenemos que pelear contra ellos.
No con espadas ni con armas, sino con esfuerzos continuos para alcanzar la paz. Todos aquellos que reciben nuestro mensaje entienden que nuestra pelea es muy clara a favor del diálogo, no de la guerra, porque ese es el verdadero Islam.
Desde que nos encontramos la última vez, en agosto de 2015, varios atentados terroristas sacudieron a Europa y otras partes del mundo. ¿La situación del terrorismo está peor?
Aquella vez lo resaltamos con claridad. La situación irá de mal en peor porque, de un lado, quieren combatir el extremismo islámico, pero por el otro hay sectores que los financian y les proveen armas para sus actividades. ¿De dónde salen las armas que utilizan los terroristas?De los países europeos. Hay empresas muy concretas que proveen armas a los extremistas y otros grupos que actúan contra los gobiernos. Hay que ver de dónde sale el dinero para financiar todas estas actividades.
Se ha visto que hay fondos que salen de los bancos en Estados Unidos, llegan a Irak y, de allí, a los grupos extremistas. Si somos serios en la lucha contra el terrorismo, hay que ver toda la cadena. Si estamos determinados para combatir este mal hay que sancionar a los países que los financian y apoyan como Irán y Rusia.
¿Los gobiernos no están haciendo lo suficiente?
Definitivamente. Y no son serios de su lucha contra el terrorismo. No se trata solo de presionar a los países del Tercer Mundo. Estados Unidos es el país más moderno del mundo, saben cómo es su economía y los dólares que imprimen. ¿No pueden calcular qué montos de dinero van a estos grupos? Son miles de millones de dólares. La lucha contra el terrorismo también tiene que ver con el control de armas en el mundo. Estos grupos reciben miles de millones de dólares. Además, el Estado Islámico secuestra petróleo y lo vende a los países vecinos de Siria con total impunidad. Incluso, el gobierno sirio está comprando petróleo de esos grupos. Turquía compra ese mismo petróleo. De esa forma consiguen dinero para financiar sus actividades.
En marzo de este año, un comerciante ahmadí, Asad Shah, fue asesinado con 33 puñaladas por un musulmán suní en Glasgow (Escocia). ¿Cómo ve la relación entre las diferentes comunidades islámicas en el Reino Unido?
Todas las comunidades islámicas asentadas en el Reino Unido expresaron su rechazo y preocupación por el asesinato del miembro de nuestra comunidad. Pero el problema está en algunos pocos clérigos que propugnan la violencia desde los púlpitos de sus mezquitas. Si les dicen que matar a un ahmadí los llevará al paraíso, entonces no nos sorprendamos cuando surgen este tipo de hechos violentos.
Pese a que las principales comunidades islámicas rechazan la violencia, pero si vemos el escenario completo vamos a encontrar que detrás de estos clérigos algunos siguen propugnando el enfrentamiento. Hay mucha gente frustrada en el Reino Unido por sus condiciones de vida que cae en manos de gente que no quiere nada con los ahmadíes.
¿Teme por su vida?
Permanentemente estamos amenazados, pero Dios dirá cuál es su voluntad. Estas amenazas no pueden detenernos en nuestro trabajo por el bien de la humanidad y por dar a conocer las enseñanzas del verdadero Islam. Nadie puede saber qué le pasará al día siguiente. En Niza, quién iba a imaginar que durante la celebración del aniversario de Francia se iba a dar semejante ataque brutal contra personas inocentes. Nadie está seguro hoy en el mundo, ni siquiera en las ciudades occidentales.
¿Cómo están trabajando los ahmadíes en el mundo?
Hemos aumentado en más de medio millón de personas este año y somos la organización islámica de mayor crecimiento en el mundo. Los que se dan cuenta que propugnamos el verdadero Islam.
¿Con el agresivo reclutamiento de jóvenes por parte del Estado Islámico, las religiones que propugnan la paz están perdiendo la batalla?
Si nuestros miembros no siguen las verdaderas enseñanzas del Islam entonces hay la posibilidad de que puedan ser influenciados por el Estado Islámico. Si conocen el mensaje que propugnamos eso no va a ocurrir. Pero, el desafío está en entrenar a nuestros jóvenes desde que son niños para que puedan rechazar los mensajes de los extremistas. Si un niño es educado desde una temprana edad en las enseñanzas del profeta Mahoma y que amar a tu país es parte de la fe, entonces nunca hará tales acciones diabólicas. Si conoce el mensaje verdadero amará al país donde está viviendo.
En la comunidad Ahmadía hay un mensaje de paz insistente, pero también una advertencia sobre el riesgo de la guerra nuclear. ¿Vamos hacia una Tercera Guerra Mundial?
Si queremos evitar una guerra mundial tenemos que hacer justicia. No habrá paz sin justicia. Y eso no se está cumpliendo con las grandes potencias. Todas las grandes potencias defienden sus intereses. ¿Por qué Estados Unidos respalda a Arabia Saudí cuando sabemos que ese país lleva a cabo ataques injustificados contra disidentes islámicos? ¿Por qué Estados Unidos vende armas directamente a Arabia Saudí? Arabia Saudí gastó 87.000 millones de dólares el año pasado para comprar armas. Esas potencias no están haciendo justicia. Si pudieran invertir ese dinero en Yemen, la situación sería mucho mejor en ese pequeño país hoy asolado por la guerra.
¿Qué proyección tiene la comunidad Ahmadía para América Latina teniendo en cuenta que la mayoría profesa la fe católica?
– Todavía no tenemos una comunidad grande en América Latina, pero tenemos varias misiones. Esperamos dar a conocer el mensaje del verdadero Islam, que es un mensaje de paz.
Pero más allá del número, nosotros creemos que si se comprende el mensaje de fondo de los ahmadíes, la gente se irá sumando. En todos lados, hay gente que necesita un mensaje de bien y esperamos que nos puedan abrir las puertas. No intentamos competir con el catolicismo. Ni vamos a conquistar a la gente con programas sociales.
Nosotros queremos compartir un mensaje. La religión tiene que ver con el corazón. Si tu corazón está satisfecho con el catolicismo, entonces debes seguir esa religión.
Si tu corazón está satisfecho con las enseñanzas del Islam que nosotros propugnamos, entonces, tendrás las puertas abiertas. No queremos ganar países, queremos ganar corazones. Nadie debe obligar a otro a seguir una religión. La religión es una opción personal.
¿Cómo fue su experiencia personal con el Islam?
Nací en una familia islámica ahmadí. Yo creo que el Islam es la región verdadera. He visto muchos signos de esta verdad. En muchas ocasiones de mi vida he visto la voluntad de Dios, Alah, que se ha cumplido. Cuando tenía unos 15 años, me di cuenta que quería algo diferente. La inspiración en ese momento fue mi padre. Fue muy importante ver la fe de mi padre para darme cuenta sobre este mensaje. Incluso antes de ese momento, yo sabía que podía tener otro tipo de vida. En la escuela no era bueno para las matemáticas y por eso un día me dirigí a una mezquita en Rabwah para pedirle a Dios sobre cuál debía ser mi camino. Rezaba en una esquina hasta llorar. Y la respuesta provino de mi corazón, que yo debía seguir a Dios en todas sus expresiones.
¿Ud. fue apresado una vez por su fe en Pakistán? ¿Cómo fue vivir en una cárcel?
Era la cabeza de la comunidad Ahmadía en Pakistán. Alguien escribió versos del Corán cerca de uno de los templos y uno de los mulláhs hizo una denuncia por supuesta blasfemia en mi contra, un delito que tiene pena de prisión de por vida.
Fuimos injustamente acusados y la justicia nos encontró culpables, pese a que no habíamos hecho nada. Si no hubiera sido por la gestión del Cuarto Califa de nuestra comunidad no me hubieran liberado de la prisión. Obviamente, creo que Dios intervino para que me liberen.
La situación de la mujer en el Islam es uno de los temas más polémicos.
¿Cómo responde a los cuestionamientos?
– Sería bueno preguntarle a las mujeres musulmanes que son parte de la comunidad Ahmadía. Nunca han dicho que son segregadas ni que sus derechos hayan sido conculcados. Las mujeres islámicas son libres de moverse por donde quieran y tienen plenos derechos para educarse y hacer sus obligaciones.
Hombres y mujeres tienen sus labores asignadas según el Corán. Nosotros creemos que las mujeres tienen mayores capacidades para criar a los hijos en la casa, pero también pueden ser profesionales y trabajar como médicas, ingenieras, arquitectas o científicas.
Todo depende de sus aptitudes y su voluntad para luchar por sus sueños. Es un concepto errado pensar los derechos de las mujeres son conculcados en el Islam.