Segregación durante la Convención Ahmadía, ¿represión o empoderamiento?
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Segregación durante la Convención Ahmadía, ¿represión o empoderamiento?

Autora: Zanubia Iffat, Alemania. Colaboradora de The Review of Religions edición española

Cada año, las mujeres desempeñan un papel esencial tanto en la planificación como en la ejecución del Yalsa Salana [Convención Anual]. Ellas organizan y toman la iniciativa de su propio espacio, similar al de los hombres, desde donde Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (que Al’lah le ayude), el sábado, dirige una sesión y pronuncia un discurso.

Aunque muchos opinan que la segregación va en contra de los derechos fundamentales de las mujeres y esta práctica es percibida como una forma de represión, la Convención Ahmadía demuestra que esto queda lejos de la realidad: año tras año, tanto los invitados áhmadis como los no áhmadis son testigos de la verdadera virtud de la segregación y tanto unos como otros se ven obligados a aceptar que esta práctica no hace más que empoderar a las mujeres y les permite tomar sus propias decisiones para manejar más de 60 departamentos con la ayuda de miles de voluntarias.

Tras la Convención Anual del Reino Unido de 2018, en referencia a la sección de las mujeres en el Yalsa, una periodista afirmó:

“Tuve la oportunidad de asistir a la Convención Anual del año pasado, sin embargo, no pude visitar la sección de las mujeres. Pero este año sí que pude visitarla. Debo admitir que sus mujeres tienen más conocimiento y son más activas que los hombres. He visto que tenían total libertad y parecían muy sinceras con su Comunidad. Esta experiencia ha cambiado por completo mi perspectiva”.

Del mismo modo, Sonia Delesalle, reportera del periódico francés Libération declaró: tras asistir a la Convención Anual del Reino Unido en 2017:

“Cuando vine estaba bastante preocupada porque los hombres y las mujeres habían sido segregados. Sin embargo, cuando visité el recinto, observé que, en el área de las mujeres, eran hombres los que les preparaban la comida. Luego, pasé algún tiempo en la sección de las mujeres y me di cuenta de que, debido a sus preparativos por separado, tenían más libertad y, sobre todo, eran completamente independientes y hacían todo como ellas querían”.

La organización de la Convención Ahmadía es una demostración práctica de cómo podemos extrapolar a nuestro día a día esta enseñanza islámica que empodera a las mujeres en el sentido más esencial de la palabra.

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