Carta a la Canciller de Alemania
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Estimada Canciller,

En vista de la alarmante y preocupante situación actual del mundo, he considerado necesario escribirle, pues usted, como Canciller de Alemania, un país con poder e influencia significativa en el mundo, tiene potestad para tomar decisiones que afecten a su país y al mundo entero. Hoy, cuando el mundo se está dividiendo en bloques, el extremismo está aumentando y la situación político-económica está empeorando, hay una necesidad urgente de erradicar todo tipo de odio e instaurar la paz. Algo que solo se puede conseguir mediante el respeto de los sentimientos de los demás. Pero, lo cierto es que, al no estar cumpliéndose este criterio, la situación del mundo se está descontrolando rápidamente. Vemos que en muchos países no se cumplen los requisitos de justicia y, como consecuencia, ya se han echado los cimientos de otra Guerra Mundial. Muchos países, grandes y pequeños, ahora poseen armas nucleares y, en caso de que estalle dicha Guerra Mundial, no se luchará con armas convencionales sino con armas atómicas. La destrucción consecuente de un conflicto nuclear será devastadora, y sus efectos no se limitarán sólo a una destrucción inmediata; las futuras generaciones sufrirán sus efectos a largo plazo y nacerán con graves defectos médicos y genéticos.

Por tanto, creo que para establecer la paz mundial, se requiere poner en práctica la justicia verdadera, y el respeto a los sentimientos y a las prácticas religiosas de todas las personas. Es grato saber que muchos países occidentales han permitido generosamente que personas de países pobres y subdesarrollados, entre las que también hay musulmanes, se establezcan en sus respectivos países. No cabe duda de que algunos, que se hacen llamar musulmanes, actúan de manera completamente errónea y crean la desconfianza en los corazones de las naciones occidentales. Sin embargo, debe quedar claro que sus actos no tienen relación alguna con el Islam. Dichos extremistas, en verdad, no aman al Santo Profeta Muhammadsaw, quien trajo un mensaje de paz, amor y reconciliación para el mundo. Por tanto, las acciones de una minoría extraviada no han de servir de base para impugnar a nuestra religión y herir los sentimientos de la mayoría de los musulmanes que son sinceros e inocentes. La paz en la sociedad es un proceso dual, y solo se podrá establecer cuando todas las partes trabajen juntas para una reconciliación mutua. Debido a la desconfianza existente en los corazones de muchos occidentales, las relaciones entre naciones y personas lejos de mejorar, empeora día a día, creando una distancia cada vez mayor entre el mundo musulmán y el mundo no musulmán.

Vemos cómo, por culpa de los actos erróneos de determinados grupos y países musulmanes, los intereses creados de algunas de las grandes potencias adquieren primacía sobre la honestidad y la justicia. Algunos de los países más poderosos desean mantener un acceso fácil a la riqueza y a los recursos de determinados países, y desean evitar que otros países, que pueden competir con ellos, tengan el mismo acceso a dichos recursos. A menudo, por este motivo, se toman determinadas decisiones con el pretexto de ayudar a las personas a establecer la paz en el mundo. Además, un factor importante en relación con la situación política del mundo actual es la recesión económica, que nos está empujando hacia otra Guerra Mundial. Si la verdad se practicase de manera transparente, algunos de estos países del mundo conseguirían beneficios de manera justa, mediante lazos industriales y económicos basados en el trato equitativo. No pretenderían, mediante el fraude, conseguir beneficios de los recursos de otros; y se esforzarían por unirse y ayudarse mutuamente. En resumen, el factor principal en el que se basa el presente desorden, es la falta de justicia, que causa frustración e inquietud en todo el mundo.

Por ello, le pido que haga cuanto pueda por su parte para prevenir una nueva Guerra Mundial. Use su energía, recursos e influencia para salvar al mundo de la terrible destrucción que se avecina. De acuerdo con algunos informes, Alemania estaría dispuesta a proporcionar a Israel tres submarinos de alta generación, provistos de posibles armas nucleares. Según la opinión de un reconocido profesor alemán, esta decisión serviría únicamente para avivar las tensiones entre Israel e Irán. Debemos recordar que no solo las grandes potencias poseen armas nucleares, sino que incluso los países pequeños ahora las poseen.

Lo preocupante de esta situación es que los líderes de algunos de estos países pequeños, son egoístas y, quizás inconscientes de las consecuencias de utilizar dichas armas. Por ello, una vez más, es mi humilde petición que haga lo posible para garantizar la paz en el mundo. No cabe duda de que, si caemos en la desgracia que se avecina, la destrucción consecuente del conflicto dará como resultado generaciones enteras que nacerán con defectos, y que no perdonarán a sus mayores haberlas arrastrado a dicha catástrofe. Que Dios Todopoderoso le dé la capacidad, a usted y a todos los líderes del mundo, de entender este mensaje.

Con mis mejores deseos y plegarias,

Sinceramente suyo,

Mirza Masrur Ahmad
Jalifatul Masih V
Jefe Supremo de la
Comunidad Ahmadía del Islam

Imagen: cortesía de avda-fotoLicencia Creative Commons

Share via