El islam otorga un honor excepcional a la madre. El amor, devoción y ternura que se deben a los padres, en especial a la madre, son enfatizados repetidamente en el Sagrado Corán:
“Hemos ordenado al hombre la benevolencia con sus padres.” (29:9)
“Diles: ‘Venid, os recitaré lo que Al’lah os ha hecho inviolable: que no asociéis a nada como partícipe con Él, que tratéis a vuestros padres con extrema bondad. (6:152)
“Y adorad a Al’lah y no asociéis nada a Él y mostrad bondad a los padres.” (4:37)
“Tu Señor ha ordenado: ‘No adoréis a nadie sino a Él, y mostrad bondad a vuestros padres. Si uno o los dos alcanzan la ancianidad contigo, no les digas nunca ninguna palabra que exprese disgusto ni les reproches, mas bien dirígete a ellos con palabras amables.’ Y haz descender sobre ellos el ala de la humildad y de la ternura. Di: ‘Señor mío, ten misericordia de ellos al igual que ellos me criaron en mi niñez’.” (17:24-25)
“Hemos dado recomendaciones al hombre sobre sus padres -su madre lo lleva pena tras pena, y tarda dos años en destetarlo- ‘Dame gracias a Mí y a tus padres. Hacia Mí es el retorno final;’” (31:15)
“Hemos ordenado al hombre que sea bueno con sus padres. Su madre lo lleva con incomodidad y lo pare con dolor. Su parto y lactancia dura treinta meses hasta que, cuando alcanza la plena madurez, y cumple cuarenta años, dice: ‘Señor mío, concédeme el poder para ser agradecido por el favor que me has concedido a mí y a mis padres, y para que practique el bien para
complacerte. Haz que mi descendencia sea justa. Yo vuelvo ciertamente a Ti y, en verdad, soy de quienes se someten a Tu voluntad.’” (46:16)
El Santo Profetasa ha instruido:
“El mejor de vosotros es aquel que mejor se comporta con su familia”.
“El Paraíso está bajo los pies de vuestras madres”.
“Quien críe bien a sus hijas y no haga distinción entre ellas y sus hijos, estará cerca de mí en el Paraíso”.