Las pruebas son necesarias
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

El Mesías Prometido (as) dijo:

“Como se indica en el siguiente versículo, las pruebas son necesarias: Al’lah el Exaltado declara que aquellos que dicen:

“Nuestro Señor es Al’lah”

y luego permanecen firmes, los ángeles descienden sobre ellos. Los comentaristas del Sagrado Corán se han equivocado al creer que los ángeles descienden sólo cuando una persona está luchando en su último suspiro; esto no es cierto. En realidad, aquellos que limpian sus corazones y mantienen sus almas libres de inmundicia e impureza – que alejan a una persona de Al’lah-, desarrollan la capacidad de recibir revelación, y luego realmente la reciben también. Luego, en otro caso, Al’lah habla de la grandeza de los justos con las siguientes palabras:

Es decir, los amigos de Dios no se enfrentan a ningún dolor por el que Dios no sea un Protector, y no sufren ninguna dificultad real. Nadie puede dañar a una persona así al oponerse a ellos si Dios se convierte en Su amigo. Entonces, Al’lah declara:

Rregocíjate por el paraíso que se te ha prometido”.

Las enseñanzas del Corán indican que hay dos paraísos para la humanidad. ¿Cómo puede una persona que ama a Dios vivir una vida en el infierno? En este mundo, si incluso el amigo de un funcionario del gobierno disfruta de una especie de vida celestial debido a sus relaciones mundanas, ¿por qué entonces no deberían abrirse las puertas del Cielo a los que son los amigos de Al’lah? Aunque el mundo está lleno de dificultades y aflicciones, ¿quién puede conocer el placer que experimentan los amigos de Al’lah? Si realmente sufrieron tales circunstancias, incluso media hora de ese dolor sería difícil de soportar. Sin embargo, seguirán soportando tales dificultades durante toda su vida. Incluso si se les ofrecen grandes reinos para evitar que lleven a cabo su misión, no prestarán oído a tales ofertas. Aunque caigan sobre ellos montañas de aflicción, no se apartan de su objetivo “.(Malfuzat Vol. I, págs. 14)

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