La Palabra de Dios y las Religiones
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

¿Por qué existen diferentes religiones en el mundo? En el supuesto caso de que exista un único Dios, ¿cómo es posible que la religión se haya desarrollado en ramificaciones separadas? En el presente artículo, nos adentramos en las razones del por qué las religiones han evolucionado de formas tan dispares, y se han convertido en credos a gran escala en las diferentes partes del mundo. A su vez se responde a la pregunta de cómo Dios ha guiado a los humanos, y cuál es nuestro fin, si es que existe.

Dr Ijaz-ul-Haque

Traducido por Tahera Elahi Shamin

Salvo los cultos paganos que profesan una conexión con el demonio, todas las religiones antiguas, de un modo u otro, afirman que su origen procede de un Ser Supremo. Estas religiones reivindican entre sí su autonomía e independencia hasta el punto de ser antagonistas. Sin embargo, por otro lado, todas ellas ofrecen una absoluta sabiduría, guía y salvación para todo el mundo y para todos los tiempos. Las religiones reclaman que la guía y la sabiduría se infunde en su religión por el Ser Supremo o Su Creador, al cual respetan y veneran como su escritura sagrada. Este antagonismo extremo ha causado odio intenso, derramamiento de sangre injustificable y muchas y largas guerras crueles y violentas entre los pueblos rivales.

Las escrituras disponibles hoy pueden agruparse en cinco categorías:

Las escrituras hindúes:

Los Vedas, Ramayana y Bhagwat GitaLa historia de sus orígenes es bastante oscura. Están escritas en sánscrito, una lengua prácticamente muerta. Aunque aparecieron mucho antes, los registros escritos cuentan aproximadamente con unos 2.500 años de antigüedad. Estos libros son narraciones en tercera persona escritas en estilo épico y no pretenden ser la Palabra de Dios, pero esto no significa que estén exentos de contenidos correctos o de verdades, por el contrario, contienen muchas doctrinas y enseñanzas benévolas.

Las escrituras budistas:

Tripitika y otras aparecieron hace dos mil cuatrocientos años. Estos libros son narraciones de la vida y dichos del Profeta Budaas, los cuales están escritos en pali, una variante del sánscrito, y que a su vez  han sido traducidos a otros idiomas. Una vez más, no existe un procedimiento para su validación o autenticación. Estos libros  presentan una guía general sobre lo bueno y lo malo, pero no ofrecen soluciones factibles para el hombre actual.

La Torá:

La escritura judía forma los primeros cinco libros del Antiguo Testamento. El Libro en sí mismo no pretende ser la Palabra de Dios. Es básicamente una narración en tercera persona. Está escrita en hebreo, una lengua con un uso muy limitado. Los primeros manuscritos escritos tienen aproximadamente unos 2.500 años de antigüedad, pero su autenticidad y la falta de corrupción no se puede verificar ni autentificar.

El Antiguo y el Nuevo Testamento:

El Antiguo Testamento se compone de la Torá más los restantes treinta y cuatro libros del Testamento hasta el Libro de Malaquías. Todos ellos forman las escrituras cristianas. En tiempo de Jesucristoas, estas escrituras estaban escritas básicamente en hebreo, pero como el uso de la lengua estaba desapareciendo, fueron traducidas al arameo y al griego.

El Nuevo Testamento contiene los cuatro Evangelios, que son evidentemente una narración sobre la vida y la época de Jesucristo. También hay cartas y relatos de los discípulos sobre las actividades de los cristianos de ese tiempo.

El Sagrado Corán:

Es la última escritura revelada y constituye la base de la filosofía y la práctica religiosa islámica. El Corán fue revelado hace mil cuatrocientos años. Es una guía escrita en primera persona en un solemne estilo autobiográfico de Dios Todopoderoso hacia el hombre. El texto contiene treinta partes y ciento catorce capítulos. El texto consta de las revelaciones que el Santo Profeta Muhammadsa, recibió durante un período de veintitrés años.

Existen otros libros a los que los seguidores les ha concedido el estatus de revelaciones como:

Guru Grunth Sahib:

La escritura de la religión sikh. Es un documento con las enseñanzas y las tradiciones del fundador de la religión sikh, Su Santidad Guru Baba Nanak Sahib. Fue recopilado por su quinto sucesor, Guru Arjan Dave. Es una narración en tercera persona y está escrito en lengua punyabí. Se recita en el culto sikh, pero ni pretende ser la palabra de Dios, ni está libre de adulteraciones.

Al-Aqdas:

Es una escritura bahai. Es única porque está incompleta, está oculta y está a la espera ser revelada, y ha permanecido así durante más de cien años.

El Libro de los Mormones:

Hace aproximadamente unos ciento setenta años, un cristiano llamado Joseph Smith afirmó haber descubierto unas láminas de oro con inscripciones de enseñanzas cristianas en lengua indo-americana. Joseph Smith tradujo las láminas al inglés, pero las láminas de oro originales han desaparecido de modo inexplicable.

Todas estas escrituras constituyen la base de las enseñanzas de sus respectivas religiones. Las escrituras judías, cristianas e islámicas: La Torá, la Biblia y el Corán han sido traducidos de forma muy extensa y en numerosos idiomas. Se pueden adquirir fácilmente y son de lectura fácil y popular.

Es paradójico que todas estas escrituras se identifiquen como verdaderas palabras del mismo Único Ser Querido, y que, sin embargo, generen intenso odio y desprecio hacia quienes no acepten su Libro en particular. La situación ha suscitado que la palabra religión cree escepticismo y desprecio. Ha producido expresiones despectivas como el fundamentalismo, el comportamiento ortodoxo, detractores de la Biblia, el mulaísmo, etc.

Para poder comprender este fenómeno, es necesario analizar la historia de la religión en sí misma.

Según el islam, Dios Todopoderoso creó al hombre, guió su desarrollo y cuando estuvo listo, le infundió las semillas de la sabiduría. Además, Él le proporcionó sustento (en palabras del Sagrado Corán) con agua del cielo como alimento y guía.

El Sagrado Corán reconoce la comunicación Divina y las revelaciones a Adánas, Noéas, y todos los profetas de Dios Todopoderoso, incluyendo a Krishnaas, Budaas, Moisésas, Jesúsas, Muhammadsa y el Profeta Ahmadas.

Según las tradiciones islámicas, la raza humana, antes de llegar al estado actual, atravesó diversas fases en algún tipo de civilización. El Sagrado Corán indica que Adánas no fue el primer ser humano en esta tierra, sino el primer vice-regente o el primer profeta o mensajero de la raza humana (su familia) de la civilización homosapiens de la raza humana actual. Sus enseñanzas constituyeron la primera revelación para la raza humana. Él recibió las enseñanzas de Dios a través de la revelación o la Palabra de Dios.

Esta religión inicial era muy simple. El hombre necesitaba interactuar con otros de su especie. Guiado por su Dios, desarrolló la habilidad de identificarse con el fenómeno causa-efecto y utilizarlo para su beneficio.

Inicialmente, era una ecuación muy elemental y el resultado de la misma fue una sociedad muy simple y primitiva con normas y reglas muy básicas. Esto constituyó la religión o el camino hacia la paz y la armonía en sus orígenes. Se le pidió a la gente que viviera con concordia, que se ayudaran, que se beneficiara mutuamente y que reconocieran las bendiciones de Su Creador. A medida que la población de esta sociedad creció, hubo una mayor interacción humana. Esto supuso demandas mucho mayores y necesidades sin precedentes sobre el orden social. Entonces, la primera religión o código de vida se volvió inadecuado para proporcionar la orientación requerida.

Se sabe por las tradiciones islámicas y también por el Antiguo Testamento que la religión predicada por Adánas se volvió obsoleta en unos ochocientos años. Parece que siempre que una enseñanza se vuelve obsoleta, la sociedad comienza a introducir sus propias enmiendas y soluciones. Estas correcciones se convirtieron en corrupciones porque fueron introducidas por individuos, que para resolver sus problemas individuales, no consideraron los intereses de la sociedad en su conjunto. Los intereses de la sociedad, en su conjunto, sólo pueden ser elaborados por la guía de la religión proporcionada por el Creador de la sociedad a través de Sus profetas.

Este parece ser un modelo recurrente que ha aparecido una y otra vez durante miles de años de historia. Cuando la religión de Adánas se corrompió y se volvió obsoleta, fue reemplazada por un nuevo conjunto de enseñanzas a través de Noéas. La religión de Noéas no era radicalmente diferente de la religión anterior, solamente había sido depurada de todas las alteraciones elaboradas por el hombre y había sido adaptada para satisfacer las necesidades de la evolución social, intelectual y espiritual del hombre.

Con el transcurso del tiempo, las enseñanzas de Noéas también se corrompieron y se hicieron innecesarias, y fueron reemplazadas por las enseñanzas de Abrahamas. Estas enseñanzas, de nuevo, no fueron muy diferentes de la religión anterior. Tenían los rasgos esenciales de la religión original, pero eran más elaboradas y detalladas. El Sagrado Corán denomina a Abrahamas  como “musulmán” o seguidor del mandamiento de la paz.

A lo largo de este período, la población de la comunidad se incrementó enormemente. Esto inició la migración hacia todas las direcciones. Entonces, Dios Todopoderoso proporcionó guía Divina a los emigrantes allá donde iban, y eso originó un gran número de religiones. Según las tradiciones islámicas, hasta este momento, Dios Todopoderoso ha designado a más de 120.000 profetas en diferentes partes del mundo. En las palabras de Dios Todopoderoso, el Sagrado Corán declara que no hay un solo pueblo en la tierra donde no se haya enviado un Amonestador.

Uno de los defectos más manifiestos y consistentes del hombre es su hostilidad a los cambios. Es muy difícil para él aceptar nuevas directrices, y es igualmente difícil renunciar a lo que se ha aceptado previamente. Adánas tuvo que pasar por muchas dificultades antes de que su gente aceptara sus enseñanzas. Una vez que las adoptaron, se abrieron ante ellos nuevos horizontes de progreso y comenzaron a dirigirse hacia nuevas direcciones. En última instancia, superaron los límites de esas enseñanzas del mismo modo que a un niño se le quedan pequeños sus camisas, pantalones y zapatos cuando crece.

Esto podemos compararlo con el progreso de un niño en la escuela. Éste no puede empezar directamente con libros de medicina y tecnología. Tiene que comenzar por el principio y aprender el alfabeto y los números, y luego tiene que entender los conocimientos básicos y avanzados sobre las asignaturas de su carrera. Si únicamente continúa con el plan de estudios y con los libros de primaria de forma indefinida,  su progreso llega a un punto muerto. Mirará hacia diferentes direcciones y captará todo lo que se le presente. Puede que no sea muy afortunado en su elección y que siga en direcciones que puedan resultar desastrosas, a menos que una autoridad competente o un nuevo profesor le encamine hacia un nuevo plan de estudios en una clase superior. Tendrá dificultades en adaptarse al nuevo plan de estudios, pero una vez que lo asimila, adquiere una nueva perspectiva y un nuevo entendimiento de la vida y se le presentan nuevas oportunidades y éxitos.

Esto ciertamente impulsa la evolución religiosa. Hubo religiones pre-escolares, religiones de enseñanza media, religiones de escuelas secundarias y finalmente religiones universitarias.

Otra característica constante sobre la evolución religiosa es que cuando la sociedad religiosa se corrompe, debido a la interpolación del hombre, Dios Todopoderoso designa a un nuevo maestro con un conjunto de enseñanzas revisadas. A la sociedad le incomoda este cambio y se opone al maestro a capa y espada. Incluso se esfuerzan en matarle, pero Dios Todopoderoso apoya a Su maestro y a Sus enseñanzas y le otorga autoridad para poner en práctica los cambios, con métodos de convicción lógica y emocional, hasta que finalmente la sociedad acepta los cambios. A lo largo de toda la historia de la civilización actual, no ha habido un solo momento en el cual los designios de Dios Todopoderoso y Sus Profetas se hayan visto frustrados de algún modo.

Este panorama se ha repetido una y otra vez en diferentes rincones y partes del mundo. Según las tradiciones islámicas, cada vez que un pueblo deja atrás su religión y la corrompe con sus propias interpretaciones e innovaciones, Dios Todopoderoso designa a un nuevo maestro que, con la guía de su Dios y en Su nombre, purifica el código de vida anterior y lo presenta a la gente. Inicialmente, la gente se enoja y se opone con vehemencia, pero finalmente prevalecen los designios de Dios Todopoderoso.

El Sagrado Corán declara que no hay ninguna persona en esta tierra al que no le haya sido designado un amonestador por parte de Dios Todopoderoso y que éste haya fracasado.

Resulta interesante comprobar que el círculo de cada nueva religión siempre es más amplio que el de su predecesor. La religión de Adánas fue para su familia. Ellos se convirtieron en  nación cuando la religión de Noéas logró aceptación. En la época de Abrahamas, la raza humana se había multiplicado enormemente. Algunos permanecieron en Oriente Medio, pero otros emigraron hacia diferentes direcciones y dondequiera que iban, tuvieron sus propios profetas y religiones para guiarlos.

El Sagrado Corán proporciona conocimiento y registros válidos sobre Abrahamas y su pueblo. La Biblia también confirma la visión islámica. La progenie de Abrahamas ha sido citada como los Hijos de Israel, y Jesúsas declaró específicamente que él había sido enviado para las ovejas perdidas de la Casa de Israel e impidió enérgicamente a sus seguidores que predicaran a otras naciones. Del mismo modo, los profetas Ramaas y Krishnaas se dirigieron a la gente de la India, y el profeta Budaas extendió sus enseñanzas por el norte y este de Asia. Por otra parte, el Sagrado Corán describe al Profeta Muhammadsa, como la misericordia de Dios Todopoderoso para todo el mundo.

Se sabe muy poco sobre los otros hijos de Adánas que emigraron a tierras lejanas. Sólo en los últimos cien años hemos empezado a conocer el desarrollo y la evolución de la raza humana en la zona de Extremo Oriente y Occidente. A su vez encontramos que en estas áreas los patrones de la evolución de la religión eran muy similares a los que Oriente Medio. Estas religiones también comenzaron en pequeños grupos, posibles emigrantes de Oriente Medio, y se desarrollaron a medida que estos grupos se convirtieron en sociedades. Finalmente, según cómo se cuente, se desarrollaron cuatro o cinco religiones importantes esparcidas geográfica y cronológicamente en varias partes del mundo.

En relación a todo esto también es importante mencionar que con la excepción del Sagrado Corán, que es la última de las escrituras reveladas, todos los demás libros, en mayor o menor medida, han sufrido interpolaciones.

Tradicionalmente, las enseñanzas religiosas siempre han sido dirigidas a las masas. Inicialmente, estas fueron simples palabras, dichos y canciones que se transmitían boca en boca, reunión a reunión y persona a persona. La escritura y la lectura no eran medios de comunicación convencionales, ni populares. Estos se desarrollaron mucho más tarde y primero fueron concebidos como registros para el beneficio de la posteridad. Es por eso que todas las escrituras antes de la revelación del Sagrado Corán, que es la última escritura revelada, son relatos o narraciones en tercera persona.

Para terminar podemos decir que el islam define a la religión como un código de vida prescrito por Dios para que el hombre viva en esta tierra. El hombre es el producto de una evolución guiada. Ha evolucionado física, social y espiritualmente. Ha conseguido todo esto gracias a la guía de Su Creador, Sustentador y Hacedor. Esta guía Divina es la religión, que ha evolucionado según las necesidades del hombre requeridas durante diferentes etapas de su evolución. También, por así decirlo, ha mantenido al hombre encaminado durante su evolución.

Artículo original de la revista inglesa  “The Review of Religions”, Abril 1993.

Share via