Costumbres de las mujeres musulmanas
Es falso decir que el Islam trata mal a las mujeres y no les brinda ningún derecho, o que las considera inferiores a los hombres. Estos malentendidos se deben sobre todo a la falta de conocimiento de la religión islámica y al mal ejemplo de algunas personas que proclaman ser musulmanas, aunque en realidad no actúan de acuerdo con las verdaderas enseñanzas del Islam. La verdad es que, si se estudia tanto el Sagrado Corán como los dichos del Santo Profetasa, resulta bastante evidente que esta religión es la que realmente ha elevado el estatus de la mujer. Por ejemplo, antes de su llegada las mujeres eran vendidas como artículos personales, algunas tribus enterraban vivas a las niñas recién nacidas porque eran consideradas como una maldición para la familia, etc. Sin embargo, el advenimiento del Profetasa y el Islam trajo todo tipo de respeto y honor a las mujeres, y las puso al mismo nivel que los hombres, algo muy sorprendente en una sociedad y un mundo donde las mujeres eran maltratadas en cada esfera de la vida.
En definitiva, en la religón islámica la mujer goza del mismo estatus que el hombre, pues el objetivo de su creación, al igual que su deber para con Dios y para con los seres humanos, son iguales a los del hombre. Por otra parte, el Islam no solo ha hecho posible que las mujeres tengan derecho a la herencia de la propiedad, sino que también les ha dado los mismos derechos que a los hombres, pero no de una manera en la que no se tienen en cuenta los rasgos distintivos de su anatomía y su responsabilidad casi exclusiva en la crianza y cuidado de los hijos.
En la época del Mensajero de Al’lahsa y sus Sucesores o Jalifas, las mujeres musulmanas iban a las mezquitas, realizaban la Peregrinación, ayunaban y de sus bienes e ingresos personales daban limosnas por la causa de Dios; además, acompañaban a los hombres al campo de batalla, proveían agua y atendían a los heridos, y algunas incluso participaron en los combates. Todo esto ocurrió hace más de mil cuatrocientos años, cuando ninguna mujer hubo levantado una sola voz contra su difícil situación en todo el mundo.
El Islam siempre ha proporcionado igualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres, como apunta el Corán:
“En verdad, los hombres que se someten a Dios y las mujeres que se someten a Él, los hombres y las mujeres creyentes, los hombres y las mujeres obedientes, los hombres y las mujeres veraces, los hombres y las mujeres perseverantes en su fe, los hombres y las mujeres humildes, los hombres y las mujeres que dan limosnas, que ayunan y que guardan su castidad, los hombres que recuerdan mucho a Al’lah y las mujeres que Lo recuerdan mucho: para todos ellos Al’lah ha preparado Su perdón y una magnífica recompensa”, (33:36).
También es falso decir que el Islam no ofrece las mismas oportunidades a las mujeres como a los hombres para buscar el conocimiento y aspirar a lo más alto de cada faceta de la vida, pues tal concepto no existe en la religión islámica.
El Profetasa dijo al respecto:
“Es deber de todo hombre musulmán y toda mujer musulmana buscar el conocimiento”.
(Ibn-e-Majah, bab fadlul ulama walhath ala talabul ilm musnad al imamul azam, “Kitabul ilm”, p. 20).
Nuevamente, el Sagrado Corán menciona:
“Él es Quien os creó a partir de un solo ser e hizo de aquel su compañera, para que pudiera encontrar consuelo en ella. Y cuando la ha cubierto, ella concibe y porta una carga ligera con la que camina; y cuando se hace más pesada, ambos rezan a Al’lah: ‘Si nos das un hijo sano y bueno, en verdad seremos de aquellos que son agradecidos’”, (7:190).
La enseñanza islámica sobre el trato a la mujer es una de las que mayores malentendidos suscita. La mujer occidental, por lo general, considera que la mujer musulmana vive reprimida y privada de derechos. Los medios de comunicación representan a la mujer musulmana totalmente cubierta y dominada por su marido, con un estatus no superior al del esclavo cuando sorprende comprobar el hecho de que durante 1400 años la mujer musulmana ha disfrutado de derechos, que la mujer occidental aún no ha conseguido.
Este escrito define los derechos que disfruta la mujer musulmana, junto con otros temas relacionados con la mujer y su lugar en la sociedad.
