Islam Ahmadíat y conquistando los corazones de la gente
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Islam Ahmadíat y conquistando los corazones de la gente

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Después de recitar el Tashahud, el Ta’awuz y el Sura Al-Fatiha, Hazrat Jalifatul Masih V (aba) dijo:

En el informe del Jalsa (convención anual) se mencionan las bendiciones de Al’lah Altísimo que se derraman sobre la Comunidad del verdadero siervo del Santo Profeta (sa) de acuerdo con la promesa de Dios Altísimo. En el informe, dije que no es posible mencionar en un tiempo tan limitado el modo en que Dios Altísimo otorga Sus bendiciones; cómo Dios Altísimo abre los corazones de la gente hacia la comunidad, cómo Dios fortalece la fe de la gente y cómo deja a los enemigos sin éxito. La gente me escribe innumerables anécdotas, y hoy también mencionaré algunas de ellas, pues estos casos se convierten en un medio para fortalecer la fe en los corazones de muchos áhmadis.

Refiriéndose al modo en que Dios Altísimo hace que las almas afortunadas acepten el Ahmadíat a través de varios medios de Tabligh [predicación] y cómo se establecen nuevas comunidades, el misionero local de Congo Kinshasa, Hameed Sahib, donde también tenemos una estación de radio FM, escribe lo siguiente:

“Tras escuchar nuestro programa de radio en Uvira, el Imam de la mezquita local, Isa Sahib, se puso en contacto con nosotros y acudió al centro de la misión. Comprendió el mensaje de la comunidad e hizo el Baiat (pacto de iniciación). De hecho, no sólo aceptó el Baiat sino que al regresar a su pueblo, Kaliba Anderi, comenzó a predicar allí también.  Como resultado de su predicación, 24 personas aceptaron el Ahmadíat. Cuando nuestro misionero central fue allí de visita, otras ocho personas hicieron el Baiat. De esta manera, se estableció allí una Comunidad

Por un lado, vemos cómo Dios Altísimo hace que este Imam de buen carácter escuche y comprenda el mensaje, y por otro lado, están los [así llamados] eruditos de Pakistán que lo único que hacen es oponerse a la comunidad.

Umar Munawwar Sahib es un Mual-lim [misionero local] y fue enviado a una aldea del distrito de Maindombe, en Congo Kinshasa, con el propósito de realizar Tabligh. Visitó una mezquita perteneciente a los musulmanes wahabíes y distribuyó panfletos entre la gente. Algunos jóvenes malhechores empezaron a levantar un alboroto fuera de la mezquita y a lanzarle piedras.  A menudo se dice que la gente de África es analfabeta y por eso está dispuesta a escuchar lo que decimos, pero allí también hay oposición. El misionero local se protegió de las piedras y continuó predicando a los demás, que quedaron muy impresionados por su paciencia y tolerancia. Como resultado, algunos de los que habían abandonado la mezquita volvieron a entrar y empezaron a escuchar lo que decía. Se formularon preguntas sobre la comunidad, se plantearon alegaciones y se respondió a muchas preguntas. Un joven infame, dijo con descaro: “Vosotros vais a Londres a realizar el Hall (peregrinación), mientras que el Santo Profeta (sa) realizaba todas sus peregrinaciones en La Meca”. El Mual-lim le dijo: “Dime, ¿cuántas veces realizó el Santo Profeta (sa) el Hall? El joven respondió: “El Santo Profeta (sa) estuvo realizando el Hall desde que nació.” El misionero local dijo: “El Santo Profeta (sa) sólo realizó un Hall. El Imam y los ancianos que estaban sentados en la mezquita reprendieron al joven y le dijeron que estaba creando el desorden. Entonces, estos osados individuos se sintieron avergonzados y se marcharon. Después, el Imam de la mezquita llevó a la delegación de la comunidad a su vivienda, donde también se encontraban otros dos imanes y algunas otras personas. De esta forma, unas 40 o 42 personas recibieron el impacto positivo del Tabligh de la Comunidad Ahmadía y realizaron el Baiat, estableciéndose también allí una nueva comunidad.

El Imam Tamane, de Guinea Bissau, dice: “Hasta el día de hoy, habíamos oído decir que la Comunidad [Ahmadía] no acepta al Santo Profeta (sa), ni al Corán ni los hadices. Sin embargo, hoy hemos presenciado el programa del Yalsa”. Dice: “Con las bendiciones de este Yalsa hemos tenido la oportunidad de ver y escuchar a vuestro Jalifa, quien nos ha guiado de acuerdo con las enseñanzas de Dios Altísimo, el Santo Profeta Muhammad (sa), el Corán y los Hadices. Hoy estoy convencido de que se está difundiendo propaganda falsa contra la Comunidad, y siempre suele difundirse propaganda falsa contra las comunidades divinas.” El Imam de esta misma mezquita dice: “Hoy, entro en las filas de la Comunidad Ahmadía y predicaré el mensaje de la Comunidad a toda mi gente.” Por la gracia de Dios, está haciendo Tabligh y gracias a ello se están estableciendo nuevas comunidades locales.

Por lo tanto, nuestros oponentes en Pakistán no deben oponerse a nosotros simplemente por hostilidad, sino que deben escuchar, leer y comprender nuestras enseñanzas, y luego presentar las alegaciones que consideren. Esto es lo que el Mesías Prometido (as) dijo una y otra vez, que antes de oponerse a él la gente debería primero escuchar lo que dice.

El Amir Sahib de Liberia ha descrito cómo Dios Altísimo nos concede apoyo a pesar de la oposición. Dice: “Hace dos años, algunas personas de la ciudad de Gena Gle, del condado de Nimba, aceptaron el Ahmadíat. Antes eran cristianos o no religiosos. Tras jurar lealtad, se dispuso la veranda de una persona para la formación moral de estas personas y para la oración. Un día, tras terminar la oración, el misionero local, Murtaza Sahib, instó a la gente a pedir a Dios para que les concediera un terreno adecuado para construir una mezquita. Esta zona es el centro del cristianismo y de gente no religiosa, y no ven con buenos ojos a los musulmanes, por lo que era extremadamente difícil conseguir terreno para la construcción de una mezquita. Mientras se hablaba de esto, el señor Dahan, una persona no religiosa que ni siquiera creía en Dios y se hallaba sentado allí, se levantó y dijo: “Desde que el misionero acude a nuestro pueblo, he sido testigo de su muy buena moral. Conoce a todo el mundo y come en un solo recipiente e incluso viene a sentarse conmigo, un ateo y borracho, y me pregunta cómo estoy. Nunca había visto tanta moral. Tengo un terreno sobre el que quería construir mi casa, pero hoy dono este terreno para la construcción de la mezquita’. Pocos días después, juró lealtad. También abandonó por completo el consumo de alcohol y, tras experimentar un cambio revolucionario, siguió progresando en su sinceridad. Mejoró en su sinceridad hasta tal punto, que la gente pudo ver cómo se transformaba en una persona completamente distinta. Al comenzar la construcción de la mezquita, la gente se quejó al jefe para que no permitiera su edificación. Sin embargo, el Sr. Dahan dijo con gran valentía: ‘He cedido el terreno para la mezquita, y se construirá aquí’. De esta forma, se completó la construcción de la mezquita, que es la primera de la zona. Se llamó Mezquita Baitun Nur”. Así es como, por la gracia de Dios Altísimo, los no musulmanes, e incluso los ateos que no creen en Dios, no sólo alcanzan la certeza en la existencia de Dios, sino que también aceptan al Islam como religión verdadera.

En la ciudad de Nyanza Lac, en Burundi, existía mucha oposición a la Comunidad, por haber muchos musulmanes en la zona, y el imam de la mezquita suní hizo todo lo posible por cerrar la mezquita de la Comunidad. Incluso intentó reunirse con funcionarios del gobierno, pero fue en vano.  Nuestro Muallim (misionero local), Hamza Endowimana Sahib, invitó a ese Imam para una sesión de preguntas y respuestas. Durante esta sesión se trató el tema de la muerte de Jesús (as). Cuando los Mu’allim demostraron la muerte de Jesús (as) a través de pruebas coránicas, este autoproclamado erudito se quedó sin respuesta. En consecuencia, comenzó a disputar con el misionero y publicó un edicto de incredulidad contra la Comunidad. En ese momento, un cristiano se levantó y dio su apoyo a la postura de la Comunidad, dejando claro al clérigo que la Comunidad Ahmadía es precisamente la que es musulmana, afirmando que su entendimiento del Islam estaba fuera de su comprensión, mientras que la de ellos [es decir, de la Comunidad Ahmadía] era fácil de entender. Por otra parte, se produjo una disputa entre los clérigos de la mezquita, que acarreó la intervención del gobierno. El gobierno tuvo que cerrar su mezquita durante tres meses.

Querían que se cerrara nuestra mezquita, sin embargo, fue la suya la que se cerró. Este es el plan que los llamados eruditos están llevando a cabo en todas partes para cerrar las mezquitas de los áhmadis. Igual que en Pakistán, si no se cierran las mezquitas, rompen los minaretes o mihrabs. En ninguna parte de la legislación de Pakistán está escrito que los áhmadis no puedan construir minaretes, sin embargo, el gobierno no tiene más remedio que doblegarse ante estos supuestos eruditos y clérigos. En cualquier caso, se están esforzando al máximo por causar todo tipo de daño, sin embargo, si Dios quiere, ellos mismos se extinguirán algún día. En Pakistán, tenemos prohibido publicar el Sagrado Corán, por no hablar de su traducción. Es un crimen imperdonable publicar incluso la simple escritura árabe. De hecho, algunas personas han sido objeto de un trato severo, y de hecho ha habido casos, por el simple hecho de escuchar la recitación del Sagrado Corán o reproducir una grabación del mismo. Este es ahora el Islam de estos autoproclamados clérigos. Estos clérigos han distorsionado completamente la religión. Paralelamente, podemos observar cómo Dios Todopoderoso nos está abriendo caminos, cómo publicamos el Sagrado Corán en varios países del mundo, y cómo nuestro Corán gusta en todas partes, especialmente las traducciones, no importa en qué idioma estén, que atraen especialmente a la gente.

Un Mual-lim  de Darus Salam (Tanzania) ha declarado que se dirigió a cierto lugar para distribuir folletos. También vende libros de la Comunidad, a través de los cuales se establecen contactos de Tabligh. Dice: “Un día, recibí una llamada telefónica de una persona no áhmadi que vivía a 30 kilómetros de distancia, que deseaba comprar la traducción de swahili del Sagrado Corán”. El Mual-lim (misionero local) le dijo que podía encontrar el Corán en una zona cercana. Sin embargo, la persona respondió: “Me gusta mucho la traducción y el comentario de la Comunidad. Otros también la han traducido, sin embargo, la forma en que está traducido por la Comunidad es la que me gusta, ya que tiene un sentido lógico, y por eso deseo disponer de la misma”.

Bilal Sahib, misionero de Malí, afirma: “La Comunidad Ahmadía tuvo el honor de celebrar una exposición del Corán. Un estudiante se acercó al puesto y se le presentó la traducción francesa del Corán, y se le dijo que la traducción francesa actual es la mejor que existe. Al oír esto, este joven dijo que ya tenía en casa una copia de la traducción francesa, que según su opinión era mejor que la realizada por la Comunidad. En cualquier caso, volvió a casa y trajo el Corán. Luego estuvo más de una hora diciendo que su traducción era mejor que la nuestra. Siguió comparando las dos traducciones. Era muy natural. Al final no tuvo más remedio que decir que la traducción de la Comunidad era de hecho mucho mejor, y que era mucho más fácil entender el Corán a través de ella. Luego compró un ejemplar del Corán para llevárselo”.

Hay un incidente sobre cómo el conocimiento de las verdaderas enseñanzas del Islam y la creencia en Dios Altísimo aumenta entre los musulmanes, que son de naturaleza piadosa, gracias a las enseñanzas de la Comunidad y la literatura del Mesías Prometido (as). En la Feria del Libro de Jorhat, un caballero llamado Julaymus, que es ingeniero de software, se acercó al puesto [de libros] de la Comunidad y miró la foto del Mesías Prometido (as) y la literatura de la Comunidad. Al cabo de un rato, el caballero se puso a hablar con nuestro misionero de guardia y tenía lágrimas en los ojos. Dijo: “Hoy, si puedo presentarme ante ustedes como musulmán, es sólo gracias a la Comunidad Ahmadía. La Comunidad Ahmadía me ha concedido un gran favor”. Se le preguntó si era áhmadi y qué favores había recibido de la comunidad. Él respondió: “No soy áhmadi, pero me aparté tanto de la religión que me convertí en ateo. Sin embargo, mi padre tiene en mi casa algunos libros antiguos de la Comunidad Ahmadía que estaban escritos por Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani Sahib. Estudié aquellos libros. En esos libros, las pruebas que el Mesías Prometido (as) dio sobre la existencia de Dios Todopoderoso me abrieron los ojos y me dejaron atónito. Llegué a convencerme de la existencia de Dios Todopoderoso”.

De esta manera, incluso las personas ateas han vuelto a recobrar la fe gracias a la literatura de la Comunidad. Dijo, además: “Ahora estudio regularmente el sitio web de la Comunidad Ahmadía. Los argumentos presentados por la Comunidad Ahmadía a favor del Islam fortalecen mi fe y aumentan mi conocimiento. Gracias a la comunidad Ahmadía hoy soy musulmán”.

En Occidente, hay ciertos países como Suecia o Dinamarca, etc., en los que se intenta deshonrar al Sagrado Corán, pero cuando se les presentan las hermosas enseñanzas del Islam, la actitud de los oponentes cambia. Por lo tanto, hoy, solo es la Comunidad Ahmadía la que se esfuerza por elevar el estatus y el rango del Corán [a los ojos de los demás] y explica sus verdaderas enseñanzas a los demás. Una dama alemana dice que había una exhibición del Sagrado Corán y de la literatura de la Comunidad Ahmadía. La exposición abarcaba diferentes temas del Islam. Se presentaban versículos del Corán y extractos de los hadices demostrando que el Islam no promueve la violencia de ninguna manera. Esta señora dijo: “Su comunidad nos ha explicado las enseñanzas del Islam de una manera fácil de entender. No veo ninguna razón por la que debamos oponernos al Islam o al Corán”.

Voy a presentar otro incidente respecto al impacto que causa en la gente la propagación del Sagrado Corán y la literatura que contiene las enseñanzas islámicas. “En la feria del libro de Golaghat, una profesora musulmana llamada Shabana Yasmeen Sahiba acudió a nuestro puesto (está hablando la persona que envió este informe) y al verlo, se puso muy feliz. Cogió la traducción al asamés del Sagrado Corán (esta exposición se estaba llevando a cabo en Assam) y dijo a su profesor compañero: “Mi sueño se ha hecho realidad hoy. Durante bastante tiempo he estado buscando la traducción asamés del Sagrado Corán. Tenía un maestro que me pidió en numerosas ocasiones la traducción al asamés del Sagrado Corán. Al no tenerlo, no pude dárselo. Esto me apenó mucho y me arrepentía de ser musulmana [y no poder proporcionar la traducción]. Después de la muerte de mi maestro, hoy por fin he conseguido uno. Incluso si costara miles de rupias, lo habría comprado”. Solo gracias a las bendiciones de Dios Altísimo, incluso en lugares lejanos, donde el Sagrado Corán y otros libros islámicos no están disponibles para los musulmanes, la Comunidad Ahmadía puede satisfacer sus necesidades espirituales y religiosas a través de ferias de libros.

Por otra parte, durante la feria del libro Dhemaji, una dama, Banti Dobaras quien es hindú y actualmente está construyendo un templo para el Señor Shiva y propaga su fe. Cuando vio nuestro puesto, se sorprendió que en una zona donde hay muy pocos musulmanes hubiera un puesto de libros islámicos. Se acercó a nuestro puesto y comenzó una discusión. Regresó muy feliz y contenta. Al día siguiente volvió a visitar el puesto y trajo fruta, etc. para todos en el puesto. Le agradó mucho ver el Sagrado Corán. Compró el Corán y dijo: “Hoy habéis cumplido un sueño mío”. Compró el Sagrado Corán y lo mantuvo al lado de su pecho. También se tomó una foto con él.

El misionero de la República Checa, un país de Europa del Este, cuenta que un joven vino a nuestro puesto y dijo: “He llegado a la conclusión de que hay un Dios, pero no sabía qué religión me llevaría a Dios. Durante varios años he estado estudiando a fondo varias religiones, y he llegado a la conclusión de que la Comunidad Ahmadía es la única que proporciona respuestas a todo de una manera que satisface el corazón y la mente. Siento una sensación de espiritualidad aquí”. Los mulás [clérigos religiosos] deberían responder a esta pregunta: ¿quién está propagando las enseñanzas del Sagrado Corán a todas estas personas?

También hay incidentes inspiradores de fe sobre cómo Dios crea los medios para abrir avenidas para la predicación. En Pakistán sufrimos una restricción total, sin embargo, en otros lugares, a pesar de ciertos obstáculos, Dios crea facilidades. Un misionero de Guinea-Bissau escribe: “En diciembre pasado, visitamos la isla Kapot. Durante esta visita, sentimos una gran necesidad de tener un programa de radio de nuestra comunidad que pudiera ayudar a difundir el mensaje de la Comunidad con aún mayor rapidez. Sin embargo, a pesar de muchos intentos, no conseguíamos registrar a la Comunidad, por lo que no podíamos disponer de un programa de radio”. Dice que después de completar la visita, se imprimieron una gran cantidad de folletos en Guinea-Bissau y se enviaron a Kapot, donde se distribuyeron ampliamente. Dice: “Después de leer el folleto, una persona llamó al centro de misión de la Comunidad y dijo que deseaba obtener más información sobre la Comunidad. Se contactó personalmente con él y se le dio información acerca de la Comunidad. Dijo: “¿Por qué no compartís las enseñanzas de vuestra comunidad en la radio?”. Le respondimos que lo estábamos intentando, pero no lográbamos conseguir ningún programa de radio. Al oír esto, dijo que tenía su propia estación de radio y que él era el director y que podíamos realizar nuestro programa en su estación de radio y difundir el mensaje de la Comunidad”. De esta manera, Dios Altísimo abrió una nueva vía.

Un misionero de Mali escribe: “Ahmad Touray, perteneciente a un pueblo la región de Koulikoro, acudió al Yalsa Salana de Mali y dijo que en Mali había una secta que no daba mucha importancia a las oraciones y a los pilares del Islam”. Esta secta no le da importancia a las oraciones o a los pilares del Islam, pero aún así se llaman a sí mismos musulmanes, mientras que [según ellos] los áhmadis no son musulmanes. Continuó diciendo que “pertenecía a esta secta; sin embargo, su corazón no estaba satisfecho (él era de naturaleza pura y expresó que aunque se diga que no hay necesidad de los pilares del Islam, de la fe o la oración, su corazón no estaba satisfecho). Un día, estaba escuchando la radio, y resultó ser un programa de la Comunidad en el que se enseñaba la manera adecuada de ofrecer la oración. Lo escuchó con mucha atención, y después de escuchar repetidas veces este programa de radio de la Comunidad llegó a convencerse de que estas personas son verdaderos musulmanes. Sin embargo, la gente de su aldea le dijo que todos los eruditos islámicos los habían expulsado [es decir a nosotros] del ámbito del Islam. Dice: ‘Cuando vi a la gente aquí ofreciendo oraciones y el tahayyud [oración voluntaria antes del amanecer] sentí alegría en mi corazón. No sé mucho sobre religión, pero todo lo que conozco sobre el Islam, lo he presenciado aquí con mis propios ojos, y deseo entrar la Comunidad Ahmadía”.

Como dije, a los áhmadis en Pakistán se les prohíbe leer, escuchar o incluso poseer una copia del Sagrado Corán, el último Libro que contiene la ley, y se considera un gran crimen para ellos. Sin embargo, es este mismo libro el que la Comunidad Ahmadía está utilizando para difundir el mensaje del Islam al mundo y así reformar el mundo. El misionero de Micronesia, Serjeel Sahib dice: “Hace algún tiempo, una persona llamada Simon Gidon contactó conmigo para pedirme una copia del Sagrado Corán. Después de transcurrir cierto tiempo, recibí inesperadamente un mensaje suyo diciendo que deseaba venir a conocerme. Cuando llegó a la mezquita, dijo que había leído la Biblia con gran detalle durante toda su vida, pero a pesar de sus intentos, no conseguía asimilar sus enseñanzas y no podía entender nada. Sin embargo, cuando comenzó a leer el Sagrado Corán, era como si cada palabra penetrara en su corazón. Estaba asombrado de cómo era posible que él se hubiera equivocado toda su vida y hubiera estado privado de las enseñanzas del Sagrado Corán. Después, se dirigió hacia su madre y le dijo que iba a la mezquita para aceptar el Islam. Sus familiares, que también estaban presentes allí,  le dijeron que estaba cometiendo un error y lo reprendieron. Ante esto, respondió: ‘Podéis hacer lo que queráis, pero ya soy musulmán de corazón’”. Dice: “Cuando Simon me mencionó esto, tenía lágrimas en los ojos. No solo ha entrado en las filas de la Comunidad, sino que ahora propaga valientemente su mensaje”.

A través de la Comunidad Ahmadía, almas puras de todo el mundo están ingresando en el redil del Islam. El Amir de España escribe: “Después de investigar mucho, un español llamado Francisco Pesos se hizo musulmán en enero de 2023. Aceptó el Islam como religión verdadera, pero discrepaba sobre la falta de unidad entre los musulmanes. Sintió que después de la era de Hazrat Ali (ra) los musulmanes no habían podido unirse (él había estudiado algo de historia islámica) y sintió que ahora los musulmanes solo podían unirse bajo un sistema de Jalifato. ¿Dónde podría encontrar tal sistema de Jalifato? En marzo de 2023, entró en contacto con un áhmadi llamado Tariq Sahib, quien le sugirió que investigara sobre el Ahmadíat. Estudió, pues, el Ahmadíat durante tres meses y después de quedar satisfecho, juró lealtad y ahora asiste regularmente a las oraciones de los viernes y otros eventos”.

Khromov Turghan Sahib es de Tayikistán y actualmente reside en Kirguistán. Dice: “Trabajo aquí en Kashgar y también solían haber áhmadis aquí donde trabajo (luego nombró a algunos de ellos). Tuve conversaciones con ellos sobre la Comunidad durante unos tres años, después de lo cual me convencí de que el Ahmadíat es el verdadero Islam y que el Mesías Prometido (as) es el Imam Mahdi, y que Jesús (as) ha fallecido. Prometí, pues, lealtad y entré en las filas de la Comunidad Ahmadía”. Después solicitó oraciones: “Por favor, oren para que Dios Altísimo me conceda la capacidad de servir en la causa del Islam, me haga justo y me permita actuar de acuerdo con las diez condiciones del Baiat”.

Un misionero de Rusia, Ataul Wahid Sahib, escribe: “Dios Altísimo, dirigió la atención de un joven hacia el Ahmadíat. Vive en una ciudad pequeña y lo conocimos hace aproximadamente año y medio. Su padre se había alejado de la religión, sin embargo, la madre de Marcel era cristiana ortodoxa. Marcel (este joven) tiene un hermano mayor que también es cristiano. La atención de [Marcel] se centró en el Islam debido a las raíces nativas de su padre, que originalmente era musulmán. De esta forma, se sintió atraído hacia el Islam y lo aceptó, pero aceptó el Islam sunita. Incluso después de aceptar el Islam, dice que tenía muchas preguntas sobre las enseñanzas a las cuales el clérigo local no podía responder satisfactoriamente. La inquietud aumentó y precisamente durante este periodo Dios le puso en contacto, a través de Internet, con la Comunidad Ahmadía de Rusia, y allí Marcel comenzó a recibir respuestas satisfactorias a sus preguntas. Él dice: “Fui a muchos lugares para intentar entender el Islam, pero encontré el verdadero Islam en el Ahmadíat.”

El misionero encargado de Filipinas dice: 139 personas han prometido lealtad en una isla de aquí, entre las que se incluye el director de una escuela y dos imames, y cuatro imames de mezquitas. Uno de los imames, Hayi Isa, dijo que la mezquita de la que era imam ahora pertenece a la Comunidad Ahmadía. Otra persona también ha donado a la Comunidad un terreno al lado de la mezquita, donde se pretende construir una casa de misión durante este año, para que se pueda nombrar a un misionero local permanente. Este Imam también presenta sacrificios financieros. No es que simplemente recaude dinero, sino que posee una tienda y un negocio, y además ofrece sacrificios económicos. Dijo que un día hizo un sacrificio financiero de quinientos pesos, y al día siguiente, para fortalecer su fe, Dios Altísimo le concedió inesperadamente cien mil pesos de cierto lugar. Así es como Dios Todopoderoso, guía a las personas de naturaleza pura.

El misionero de la región de Sikasso en Malí escribe: “Marwan Koulibaly acudió al centro de la Misión Ahmadía y dijo que deseaba jurar lealtad. Dijo que escuchaba con entusiasmo la Radio Ahmadía y estaba de acuerdo con la mayoría de los aspectos relacionados con la Comunidad. Sin embargo, aún no estaba convencido para jurar lealtad. Dijo que el día anterior se quedó dormido escuchando la radio, y vio en un sueño que la luna brillaba en el cielo y había imágenes de dos personas en la luna. Una imagen era grande y la otra pequeña, y algunos niños que estaban cerca exclamaban: “Estas son las imágenes del Imam Mahdi y su Jalifa. Ha llegado”. Marwan Sahib dice que le preguntó a un anciano de allí si él también podía ver las imágenes (en el sueño), a lo que respondió negativamente. Sin embargo, dice que su corazón quedó satisfecho en el sentido de que el Ahmadíat es la verdadera Comunidad que anuncia la venida del Imam Mahdi”. Cuando vio imágenes del Mesías Prometido (as) y el Jalifa, reconoció que la imagen más grande era del Mesías Prometido (as) y la otra imagen era la suya y dijo que esas eran las mismas imágenes que vio en el sueño.

El Sr. Amir de la Yamaat de España escribe: “Carlos hizo el juramento de lealtad este año. Se hizo musulmán anteriormente y por eso se llamaba Abdus Salam. En un sueño vio al Mesías Prometido (as) invitándolo hacia la paz. Después de tal sueño, un día su esposa le estaba mostrando algo en internet cuando vio una foto del Mesías Prometido (as). Comentó que esta era la misma persona que lo invitaba a la paz en su sueño. Después de esto, comenzó a realizar una investigación sobre el Ahmadíat y, al cabo de unos días, tuvo otro sueño. [En el sueño], el Mesías Prometido (as) le dijo: ‘Yo soy el Imam Mahdi y el Mesías’. Después de este sueño, aunque su corazón había aceptado el Ahmadíat, no juró lealtad formalmente y continuó su investigación. Volvió a ver al Mesías Prometido (as) en un sueño por tercera vez, esta vez con una expresión de desagrado. Ante esto, se puso en contacto con la Comunidad de inmediato y tomó el juramento de lealtad”.

A pesar de los incansables esfuerzos de nuestros enemigos, los nuevos conversos expresan firmeza en su fe. Un miembro anciano de Mahdiabad, Burkina Faso, llamado Syedo Jeka Sahib, dice: “Cuando la mayor parte de nuestra aldea aceptó el Ahmadíat, uno de mis primos que vivía en Arabia Saudita nos llamó y cubrió todos los gastos de viaje. Cuando llegamos allí, nos llevó a visitar la Sagrada Kaaba y dijo: “Estos son los lugares sagrados del Islam. El Islam se originó aquí, no en Pakistán. Por lo tanto, aceptad las creencias Wahhabi de aquí y renunciad al Ahmadíat. Dije: ‘¿Nos trajiste aquí para decirnos esto?’ Él asintió afirmativamente. Ante esto, respondí: ‘Me detengo a la sombra de este lugar sagrado y rezo para que nunca llegue ningún momento en mi vida en el que tenga que rechazar al Ahmadíat'”. Pedí a Dios para que nunca llegara ningún momento en mi vida en el que tuviera que renunciar al Ahmadíat. Después de esto, regresé rápidamente a Burkina Faso. Dio la casualidad de que el mismo primo vino a Burkina Faso a visitar a su familia y parientes y Al-Hajj Ibrahim le predicó. Como resultado, él también aceptó el Ahmadíat. Así, aquel que pretendía alejarnos del Ahmadíat se convirtió él mismo en un áhmadi”.

En relación con la resolución y determinación frente a la oposición, el Amir de la Comunidad de Burkina Faso dice que el mualim de la región de Dori, Umar Deko Sahib, dijo: “Un día, un grupo de ulemas wahabíes vino a mi casa y me dijo que renunciara al Ahmadíat, o de lo contrario me matarían”. Umer Deko Sahib respondió: “Podéis matarme, pero es impensable que renuncie al Ahmadíat, y tampoco que renuncie a la predicación”. Al escuchar esto, se fueron enfadados. Al día siguiente, algunos hombres armados llegaron a su casa y otros miembros de áhmadis le aconsejaron que se marchara a Dori. Esa noche, el Mualim estuvo haciendo plegarias junto con su familia y buscó la guía de Dios Altísimo. El Mualim vio a una persona en un sueño llamado Ismail. Él dijo: “¡Oh Umar! ¿Adónde vas?” Él respondió: “Dori”, a lo que el hombre respondió: “Está bien”. A la mañana siguiente, después de este sueño, emigró a Dori con un taxista que se aseguró de que llegara sano y salvo. Al llegar a Dori, su esposa lo llamó y le informó que un grupo armado venía a buscarlo. De esta manera, Dios también le salvó la vida.

Un aldeano de Osin, Nigeria, llamado Badr Adrimi Sahib, tuvo la oportunidad de aceptar el Ahmadíat. Es agricultor y antes de aceptar el Ahmadíat, era un miembro activo de un grupo que se oponía a nuestra comunidad. Dice: “El misionero del pueblo me presentó a la Comunidad y aumentó mi interés por aprender más sobre la Comunidad Ahmadía. Después de investigar durante algún tiempo, acepté el Ahmadíat. Después de jurar lealtad, tuve que afrontar una severa oposición por parte de los otros aldeanos. Me dieron tres meses para renunciar al Ahmadíat, o de lo contrario mi hogar sería destruido. Estaba muy preocupado. Un día fui a trabajar al campo. Se avecinaba una fuerte tormenta y estaba seguro de que, al regresar, mi hogar habría quedado destruido a causa de la tormenta. Cuando regresé a mi casa, vi que todas las viviendas a la derecha e izquierda de mi vivienda habían quedado destrozadas. Quedaron destruidas aproximadamente cincuenta viviendas. No sólo se derrumbaron los techos de las viviendas, sino que toda su estructura quedó reducida a escombros. En aquellos momentos, recordé lo que me dijeron los enemigos: Por haber aceptado el Ahmadíat, un día regresarás a tu hogar y verás que tu vivienda habrá quedado destruida’. Entonces pedí a Dios: “¡Dios mío! Esta es Tu Comunidad, y si el Mesías Prometido (as) es el mismo Mahdi Prometido cuyo advenimiento fue predicho por el Santo Profeta (sa), entonces no permitas que mi casa se derrumbe.” Cuando la lluvia amainó, entré en mi casa. Vi que todas las habitaciones estaban intactas y no sufrieron ningún daño mientras que muchas viviendas cercanas habían quedado destruidas. Después de este incidente, mi fe en el Ahmadíat se ha fortalecido y estoy convencido de que esta Comunidad es realmente una Comunidad divina”.

En todos los países del mundo, se puede ver que Dios Altísimo manifiesta tales incidentes y Su ayuda por el Mesías Prometido (as), quien nos enseñó las verdaderas enseñanzas del Islam. Este el mayor argumento de la veracidad de la Comunidad Ahmadía. Por la gracia de Dios, estos incidentes están fortaleciendo la fe de la gente. Que Dios abra también los ojos del mundo y les permita obtener certeza y convicción en su fe.

Ahora, mencionaré a algunos miembros fallecidos y dirigiré sus oraciones fúnebres [en ausencia]. A la vez, quisiera decir que en estos días el COVID se está propagando una vez más. La gente debería tomar precauciones al respecto.

El primer miembro fallecido que mencionaré es Amatul Hadi Sahiba, esposa de Pir Zia Uddin Sahib. Era hija de Hazrat Dr. Mir Muhammad Ismail Sahib. Falleció hace unos días a la edad de 92 años.

[árabe]

A Al’lah pertenecemos y a Él volveremos.

Su hijo, Pir Shabbir Ahmad, es vicepresidente de la comunidad de Islamabad, y [su otro hijo] el general de brigada Dabir Ahmad, es administrador del Hospital Fazl-e-Umar. Consagró su vida después de jubilarse. También tiene dos hijas. Su hijo escribe: “Desde la infancia, mis hermanos y yo hemos observado a nuestra madre orar y recitar el Sagrado Corán con regularidad. Ofrecía limosnas regularmente y veía la MTA. Participó activamente en varios esquemas financieros de la Comunidad. Formó parte de Daftar Awwal por su contribución al Esquema Tahrik-e-Yadid. En 1971, durante la guerra entre Pakistán e India, su esposo, el general de brigada Zia Uddin Sahib, se hallaba en el Este de Pakistán, que ahora es Bangladesh. Permaneció allí durante un largo período de tiempo”. Su hijo, Pir Dabir, dice: “Mi madre y mi hermana menor también se encontraban allí. Después de cierto tiempo, mi padre hizo regresar a mi madre y a mi hermana menor. Mi madre solía preocuparse, pero nunca expresaba su preocupación a los niños, sino que nos tranquilizaba. Su esposo regresó después de seis meses. En las festividades de Eid, siempre nos aconsejaba cuidar a los pobres y ofrecerles regalos monetarios. Dos veces al año, hacía grandes donaciones a Humanity First. (El Dr. Noori Sb también mencionó esto sobre ella). Solía hacer donaciones para la instalación de pozos de agua, bombas manuales, para la educación de los niños y para proporcionar alimentos a los pobres”.

Su hija, Amatul Kabir Tal’at, dice: “Solía recitar el Sagrado Corán en voz alta y nunca hablaba mal de nadie. Ella también solía impedir que otros criticaran. Tenía un vínculo de devoción con el Jalifato. Veía la MTA y escuchaba regularmente el sermón del viernes. Solía aconsejarnos que era muy beneficioso leer la literatura de nuestra comunidad. También le gustaba leer y siempre tenía un libro junto a la almohada que solía leer. Era muy amable y amistosa.”

Su nieta dice: “Cada vez que memorizábamos un nuevo capítulo del Sagrado Corán, nos daba una recompensa para animarnos. Recuerdo que después de la oración del Fallr, dedicaba mucho tiempo a la oración y al recuerdo de Dios. Me aconsejaba a hacer lo mismo. Después de prepararse por la mañana, estudiaba el Sagrado Corán con su comentario. También leía Hadiqatus Salihin y Ruhani Jazain, y luego desayunaba”.

Que Dios Altísimo le conceda Su misericordia y perdón y eleve su posición. Que Él también inculque sus virtudes a sus hijos.

La siguiente mención es para el respetado Saqib Kamran Sahib, consagrado, y Naib Wakil Sami Basri. Falleció según el decreto divino a la edad de 42 años. Los médicos creen que falleció a causa de una intoxicación alimentaria.  Otra tragedia es que aproximadamente 45 minutos antes del fallecimiento de Saqib Sahib, falleció su hijo, Arif Kamran, que también había ingerido la misma comida.

[Árabe]

[En verdad, a Dios pertenecemos y a Él volveremos]

El bisabuelo paterno de Saqib Kamran Sahib, Hazrat Chaudhry Maula Bakhsh Sahib Talwandi Jhumlan Gurdaspur (ra) hizo el Baiat en manos Mesías Prometido (as). Kamran Sahib dedicó su vida [al servicio del Islam] e ingresó en Yamia Ahmadía y después de graduarse fue destinado a distintos lugares. Dios le bendijo con una hija y dos hijos, Rumaisah Kashifah, que tiene 17 años y Ghalib Kamran, 13. Su tercer hijo falleció a la vez que él. Toda la familia cayó enferma, pero Dios salvó a los demás.

Tras graduarse en Yamia, fue destinado a Nizarat Islah o Irshad Muqami, y más tarde fue seleccionado para especializarse en la asignatura de Hadiz. Bajo la dirección de Wakalat-e-Talim Tahrik-e-Yadid, fue enviado a Siria para adquirir más formación en lengua árabe, pero debido a las circunstancias de allí tuvo que regresar, o quizás por otro motivo. Después, en diciembre de 2018, se inauguraron los estudios de Tahrike-e-Yadid y fue nombrado Naib Wakil Sami Basri Tahrik-e-Yadid, y continuó desempeñando este cargo hasta su fallecimiento. Dios le concedió la oportunidad de servir durante 18 años. Su madre, Sadiqa Beghum Sahiba, dice que Kamran nació antes de que se pusiera en marcha el plan Waqf-e-Nau y pidió a Hazrat Jalifatul Masih IV (r) que aceptara a sus dos hijos pequeños en el plan Waqf-e-Nau. Hazrat Jalifatul Masih IV (rh) aceptó su petición y los incluyó. Su esposa dice que tenía un carácter muy agradable, imposible de describir con palabras. Prestaba gran atención a las oraciones y sentía un gran amor por el Jalifato. Él cuidaba mucho de la propiedad de la Comunidad. Era muy afectuoso con todas las personas con las que se relacionaba. Cuidaba de todos y cada uno de los miembros de la Comunidad. Siempre se esforzó por proporcionar a sus hijos una educación excelente. Su madre también dice que, siguiendo la ordenanza del Santo Corán, nunca levantaba la voz ante sus padres ni les expresaba nada que les causara disgusto. Nunca revelaba los secretos de sus amigos ni los asuntos confidenciales de la comunidad. Su esposa dice que algunas veces se enteraba de ciertos asuntos por otras fuentes y al preguntarle al respecto, contestaba que la información era confidencial y no podía decir nada. Prestaba gran atención a la oración en congregación y también aconsejaba esto a sus hijos. Siempre se esforzaba por cuidar de sus hijos y de su esposa e intentaba satisfacer todas sus necesidades. Era extremadamente leal con todas sus relaciones. Su hija, Rumaisah, dice: “Mi padre era extremadamente humilde y piadoso. Siempre se ocupaba de los pobres; era muy sabio y perspicaz; siempre mostraba obediencia y era regular al ofrecer la oración del Tahayud. Él tenía modo muy singular de darnos formación moral y conseguía que le entendiéramos con un mero ademán de su ojo. Siempre se preocupaba de nuestra formación moral, y siempre nos recordaba que somos Waqf-e-Nau y que lo tuviéramos siempre presente. Le hacía todo tipo de preguntas e, independientemente del estado en que se encontrara, nunca se mostraba reacio a responder a mis preguntas”.

Rohan Ahmad Sahib, misionero que actualmente se encuentra encarcelado por su fe, afirma: “Tuve la oportunidad de trabajar mucho tiempo bajo su supervisión y formación. Siempre me guió como un amigo compasivo. Era muy amable y una buena persona y poseía grandes dotes de liderazgo. Era un servidor muy sincero de la Comunidad y su generosidad y naturaleza compasiva no tenían parangón.”

Rezad también por aquellos que han sido encarcelados debido a su fe para que Dios Altísimo les conceda los medios para su pronta liberación. Que Dios conceda al difunto Su perdón y misericordia y eleve su estatus. Que Él también conceda paciencia y firmeza a sus hijos, esposa y madre, y permita a sus hijos continuar con sus buenas acciones.

La tercera mención es para el profesor Dr. Muhammad Ishaq Dauda Sahib, de Cotonú (Benín). Ha fallecido recientemente a la edad de 60 años:

[Árabe]

[En verdad, a Dios pertenecemos y a Él volveremos]

Pertenecía a la familia Dauda de Benín, cuyos miembros fueron los primeros en aceptar el Ahmadíat en Benín. El primer áhmadi de Benín, el respetado Zikrullah Daud Sahib, era su tío paterno. Su padre, Isa Daud, fue el amir nacional adjunto de Benín hasta su fallecimiento. En 1980, cuando aún era estudiante, el difunto aceptó el Ahmadíat gracias a los esfuerzos de predicación de Zikrullah Daud Sahib. Tras aceptar el Ahmadíat, junto con su tío, predicó a sus propios padres. Después de algún tiempo, sus padres también aceptaron el Ahmadíat. En 2022 se doctoró en Zoología en una universidad de Senegal. A su regreso a Benín, fue nombrado profesor de la Universidad de Parakou (Benín). Gracias a su capacidad intelectual, asistió a numerosas conferencias en el país y en el extranjero. Tuvo la oportunidad de servir como Sadr Juddam-ul-Ahmadíat de Benín durante mucho tiempo. Entró en el esquema de Al-Wasiyat cuando aún era estudiante, teniendo así el honor de convertirse en el primer Musi de Benín. Su esposa, Rehana Dauda Sahib, que actualmente trabaja como Secretaria Nacional de Tarbiyat, dice: “Acepté el Ahmadíat después de contraer matrimonio gracias al Tabligh de mi marido. Primero me enseñó el Yassarnal Corán y después el Sagrado Corán. Era una persona muy noble, digna de confianza y compasiva, y cuidaba de los pobres. Siempre estaba dispuesto a trabajar para Comunidad y era regular en su oración de Tahayud. Siempre me aconsejaba que recitara el Sagrado Corán en casa, para que la misericordia de Dios Todopoderoso se derramara sobre nuestra casa.”

Y añade: “Cuando trabajaba como vicedecano de la universidad, un día una mujer se le acercó llorando y le dijo que su hija estaba suspendiendo y le pidió que la aprobara. Dijo que si no aprobaba, su marido dejaría de pagarle los honorarios y la golpearía. Traía mucho dinero y quería dárselo. Dauda Sahib dijo: ‘Si la gente aprobara pagando dinero, los pobres nunca podrían aprobar. Has traído este dinero para sobornarme, pero yo soy áhmadi y no haré tal cosa. Guarda este dinero y paga las tasas y si no fuera suficiente, te daré más dinero. Sin embargo, no es posible aceptar un soborno para aprobar a tu hija’. De todas formas, le dejó la bolsa de dinero y se marchó. Le dije que la bolsa del dinero seguía aquí y entonces la cogió y se la llevó al contable [de la universidad]. [Al devolverle el dinero] la señora le preguntó cómo sabía dónde vivía pues ni siquiera la conocía. La mujer [que devolvía el dinero] respondió que se lo había dicho el contable de la universidad. De hecho, se dirigió al contable y le dio el dinero, y le dijo que lo devolviera. A raíz de esto, se convocó una reunión en la universidad y se planteó el asunto ante todos los profesores de la universidad y el ejecutivo declaró que la mujer trajo 300.000 francos y que en ese momento sólo había              150.000 francos. Sin embargo, el responsable fue el propio contable. En cualquier caso, sus oponentes pretendieron destituirle del cargo de Vicedecano acusándole de aceptar sobornos, pero fracasaron en su empeño y más tarde el personal de la universidad y sus colegas expresaron abiertamente que era una persona muy digna de confianza. Siempre se ocupaba de las viudas pobres de la zona, les ayudaba a reparar sus viviendas y trataba a sus hijos con amabilidad. Mostraba mucho afecto a todos los miembros”.

Tras su fallecimiento, numerosos profesores del departamento de Agricultura de la Universidad de Parakou acudieron para darle el pésame. El profesor Dr. Ibrahim afirma: “Era una persona extremadamente humilde y honesta. En la universidad se le conocía comúnmente como “Papa Bonar” (que es una palabra francesa) y significa el que da bendiciones a todo el mundo. Siempre que alguien necesitaba algo, le daba lo que tenía en el bolsillo y nunca dejaba que se fuera con las manos vacías. Tenía una gran confianza en Dios Altísimo”.

Ishaq Dauda sahib sentía un inmenso amor por el Mesías Prometido (as) y por el Jalifato. Sentía tanto amor por el Santo Profeta (sa) que rezaba: “¡Oh Dios! El Santo Profeta (sa) tenía 63 años, así que no me dejes vivir más tiempo”.

Una vez contó a un misionero que cuando fue a Francia para operarse del corazón (era un enfermo cardíaco), el médico del hospital intentó quitarle el anillo que tenía inscrito “¿Acaso no basta Dios para Su siervo?”. Él le dijo: “No me quite este anillo. Permanecerá conmigo hasta mi muerte porque estas son las bendiciones de Dios que siempre tengo presente.”

Mia Qamar, que actualmente ejerce de Amir en funciones y es el misionero encargado, dice: “cuando yo era el misionero regional en Parakou, en cuanto recibía su salario, introducía su chanda de Wasiyat y otras contribuciones financieras de la comunidad en un sobre y lo llevaba enseguida a la mezquita y pedía que se le entregara el recibo. Siempre estaba sonriente y en los momentos más difíciles decía: “Estoy rezando y he escrito al Jalifa para que rece por mí”. Dios Altísimo creará facilidad'”.

Le sobreviven su esposa, dos hijas y dos hijos. Su hija mayor, Azizah Muqsit Dauda, está terminando su doctorado en estudios agrícolas. Sus dos hijos, Raqeeb Dauda y Masroor Dauda, estudian informática. Que Dios haga que sus hijos sigan los pasos de sus buenas acciones y conceda al difunto Su misericordia y perdón y eleve su posición. Después de la oración del viernes, dirigiré las oraciones fúnebres.

Resumen

Después de recitar Tashahhud, Ta’awwuz y Surah al-Fatihah, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) dijo que las bendiciones de Dios derramadas sobre la Comunidad del Mesías Prometido (as) se mencionan en el informe de Yalsa Salana. Su Santidad (aba) dijo que había mencionado que había demasiados incidentes para mencionar. Mucha gente escribe incidentes sobre cómo los corazones de la gente cambian, la fe se fortalece y los oponentes son derrotados. Su Santidad (aba) dijo que hoy mencionaría algunos más de estos incidentes, ya que demuestran ser medios para aumentar la fe de la gente.

Ejemplos de almas piadosas atraídas hacia el verdadero Islam

Su Santidad (aba) dijo que al escuchar el programa de la Comunidad en la radio en Congo-Kinshasa, un imam local se puso en contacto con la Comunidad y finalmente juró lealtad. Después de hacerlo, comenzó a predicar el mensaje del Islam Ahmadíat, como resultado de lo cual otros se unieron también a la Comunidad.

Su Santidad (aba) dijo que en Guinea-Bissau, un Imam dijo que siempre había oído que los Ahmadis no aceptaban al Santo Profeta (sa), el Corán o los Hadices. Sin embargo, dijo que vio los procedimientos de la Yalsa en la MTA, y vio que Su Santidad (aba) hablaba a la luz de las enseñanzas del Santo Profeta (sa), el Corán y los Hadices. Tras esto, se dio cuenta de que todo lo que se difundía sobre la Comunidad eran mentiras y la realidad era completamente distinta. Finalmente, el Imam aceptó el Ahmadíat y ahora trabaja activamente en la predicación. Su Santidad (aba) dijo que los oponentes en Pakistán no deberían oponerse a nosotros simplemente por oponerse. Más bien, primero deberían estudiar realmente las enseñanzas del Ahmadíat y luego venir a la mesa. Esto es exactamente lo que el Mesías Prometido (as) ha declarado en varias ocasiones, dirigiéndose a los oponentes.

Su Santidad (aba) dijo que en una ciudad de Burundi hay mucha oposición contra la Comunidad. El imam de la mezquita suní local estaba intentando por todos los medios que se cerrara la mezquita de la Comunidad. El misionero ahmadí local invitó a ese imam a un discurso. Su discusión los llevó al tema de la muerte de Jesús (as), Como ese Imam no tenía una respuesta, comenzó a pelearse con el misionero local. Sin embargo, un cristiano que estaba presente apoyó el punto de vista de la Comunidad, diciendo que nuestro concepto del Islam tenía mucho más sentido. A raíz de esto, el imam suní y otros miembros de su mezquita empezaron a pelearse entre ellos, por lo que el gobierno tuvo que intervenir e incluso cerró su mezquita durante tres meses. Su Santidad (aba) dijo que los clérigos de Pakistán también están haciendo esfuerzos para cerrar las mezquitas de la Comunidad Musulmana Ahmadía, y si no son capaces de cerrarlas, entonces abogan por que se derriben los minaretes de nuestras mezquitas. Sin embargo, en ninguna parte de la legislación pakistaní se dice que los ahmadíes no puedan tener minaretes. Su Santidad (aba) dijo que a pesar de sus esfuerzos por causarnos daño, estas personas perecerán.

Su Santidad (aba) dijo que en Pakistán, a nuestra Comunidad no se le permite publicar el Sagrado Corán, aunque sea sin una traducción que lo acompañe. De hecho, se han presentado algunos casos contra ahmadíes por el mero hecho de escuchar grabaciones del Sagrado Corán. Sin embargo, en todo el mundo, publicamos y difundimos el Sagrado Corán y también lo traducimos a diferentes idiomas, gracias a lo cual cada vez más personas se sienten atraídas por el Islam.

Su Santidad (aba) contó que, en Tanzania, un imam local iba a una zona a repartir folletos y también vendía libros. Un día, recibió una llamada de un pueblo a 30 kilómetros de distancia y le dijo que, aunque podía encontrar una copia del Corán cerca, sólo deseaba obtener una copia de la traducción comunitaria del Sagrado Corán, porque es la única que realmente tiene sentido.

Su Santidad (aba) dijo que las verdaderas enseñanzas del Islam y la verdadera creencia en Dios se establecen en los musulmanes de naturaleza pura como resultado de las enseñanzas de la Comunidad y los escritos del Mesías Prometido (as). Una vez, en una feria del libro, un ingeniero informático estaba mirando los libros del Mesías Prometido (as). Entonces se dirigió al Misionero que estaba presente y le dijo que era musulmán gracias a esta Comunidad. Dijo que había empezado a alejarse de la fe y se había convertido en ateo. Su padre tenía algunos libros del Mesías Prometido (as) en casa, que él empezó a leer, y fue como resultado de la lectura de estos libros que su fe y creencia en Dios fueron restauradas.

Las verdaderas enseñanzas islámicas cambian la mentalidad de los no musulmanes

Su Santidad (aba) dijo que en el mundo occidental, en lugares como Suecia y Dinamarca, se falta al respeto al Sagrado Corán e incluso se quema. Sin embargo, en estos mismos lugares, cuando se presentan las hermosas enseñanzas del Islam, el comportamiento y el concepto que tienen los opositores del Islam cambian. Hoy en día, es la Comunidad Musulmana Ahmadíat la que verdaderamente se esfuerza por ilustrar a la gente sobre el verdadero estatus y las enseñanzas del Sagrado Corán.

Su Santidad (aba) dijo que una mujer alemana estaba visitando una exposición que se había montado sobre la Comunidad, parte de la cual mostraba cómo el Islam no es una religión extremista. Esta señora dijo que la Comunidad había presentado el Islam de una manera fácil de entender y que no había ninguna razón para oponerse al Islam y al Corán.

Su Santidad (aba) dijo que en la República Checa, un joven visitó un puesto montado por la Comunidad y dijo que había llegado a la conclusión de que Dios existe, sin embargo, no estaba seguro de qué religión podría ayudarle a llegar a Dios. Finalmente, llegó a la conclusión de que era la Comunidad Musulmana Ahmadía la que podía ayudarle a llegar a Dios y aumentar su espiritualidad. Los clérigos deberían decirnos quién es el que verdaderamente está trabajando para que el Corán llegue a la gente y penetre en sus corazones.

Su Santidad (aba) dijo que también hay incidentes sobre cómo Dios abre los caminos para la propagación, a pesar de que a veces haya obstáculos. Durante la Yalsa Salana en Mali, una persona de un pueblo asistió y dijo que hay un grupo de musulmanes que no se adhieren a los pilares del Islam y ofrecen oraciones. Esa persona también pertenecía a ese grupo, sin embargo, su corazón no estaba contento. Un día, se encontró con la emisora de radio de la Comunidad y escuchó un programa en el que se enseñaba la forma de ofrecer la oración. Siguió escuchando la radio y aprendió mucho. La gente de su pueblo le dijo que los ahmadíes habían sido expulsados del Islam. Sin embargo, cuando vio la forma en que rezaban los ahmadíes, su corazón se sintió satisfecho al saber que ése era el verdadero islam y entró así en el redil del Ahmadíat.

Su Santidad (aba) que a los ahmadíes en Pakistán se les prohíbe leer o incluso escuchar el Sagrado Corán, sin embargo, es mediante la transmisión de este mismo Libro que la Comunidad está difundiendo el mensaje del Islam en todo el mundo. En Micronesia, una persona se puso en contacto con el misionero para obtener un ejemplar del Sagrado Corán. Después expresó que había estado leyendo la Biblia toda su vida, pero que nunca le había sentado bien, y que nunca había sido capaz de entenderla completamente. Sin embargo, al leer el Sagrado Corán, era como si cada palabra entrara directamente en su corazón. Se asombró de cómo había permanecido privado de las enseñanzas coránicas durante toda su vida. Le dijo a su madre y a sus parientes en casa que iba a aceptar el Islam Ahmadíat. Su familia le reprendió y le dijo que estaba haciendo algo mal. Sin embargo, él se mantuvo firme y dijo que nada le apartaría de la verdad, así que continuó yendo a la mezquita y aceptó el Islam Ahmadíat.

Su Santidad (aba) dijo que en una isla de Filipinas, había 139 personas que aceptaron el Ahmadíat, incluyendo el director de una escuela y cuatro Imames de una mezquita. Uno de los imames dijo que ahora su mezquita pertenecía a la Comunidad Musulmana Ahmadía. Este imam también hace sacrificios económicos y una vez dijo que un día, después de haber hecho algunos sacrificios económicos, Dios de alguna manera le concedió dinero al día siguiente que era el doble de la cantidad que había sacrificado.

Al’lah guía a la gente hacia la Verdad

Su Santidad (aba) dijo que en España, había un hombre que se había convertido al Islam. Una vez, en un sueño, vio al Mesías Prometido (as) invitándole a la paz. Más tarde, su esposa le estaba enseñando algo en Internet cuando vio una foto del Mesías Prometido (as) y se dio cuenta de que era la misma persona de su sueño. Entonces tuvo otro sueño en el que el Mesías Prometido (as) le decía que él era el Mesías Prometido y el Imam Mahdi. Sin embargo, no aceptó Ahmadíat de inmediato y continuó estudiando sobre la Comunidad. Entonces, vio un tercer sueño en el que podía ver desagrado en la expresión del Mesías Prometido (as). Tras esto, juró lealtad y entró en el redil de Ahmadíat.

Su Santidad (aba) dijo que en Burkina Faso, un grupo de wahabíes fue a la casa de un misionero local y le instó a denunciar el Ahmadíat, de lo contrario lo matarían. Él respondió audazmente que podían matarle, sin embargo, nunca abandonaría el Islam Ahmadíat. Los clérigos se marcharon y los ahmadíes locales le instaron a dejar su casa e ir a Dori. Esa noche permaneció en oración buscando orientación y vio un sueño en el que una persona llamada Ismail le decía que fuera a Dori. Así pues, a la mañana siguiente partió hacia Dori. En cuanto llegó a Dori, se enteró de que terroristas armados se habían presentado en su casa. De este modo, Dios le salvó.

(Estos son sólo algunos ejemplos de los diversos incidentes compartidos por Su Santidad (aba))

Su Santidad (aba) dijo que en todo el mundo, la ayuda de Dios para el Mesías Prometido (as) y su Comunidad es evidente. Estos incidentes son la mayor prueba de la veracidad de la Comunidad Musulmana Ahmadíat, y estos incidentes están fortaleciendo la fe de la gente. Su Santidad (aba) rezó para que los ojos del mundo se abran y puedan aceptar la verdad.

Oraciones fúnebres

Su Santidad (aba) dijo que mencionaría a algunos miembros fallecidos de la Comunidad cuyas oraciones fúnebres dirigiría.

Antes de hacerlo, Su Santidad (aba) dijo que, a la luz del virus Covid, que está empezando a propagarse de nuevo, la gente debería actuar con precaución.

Los miembros fallecidos son los siguientes

Amatul Hadi

Amatul Hadi, esposa de Pir Ziauddin. Era hija del Dr. Mir Muhammad Ismail. Su hijo es el vice emir de Islamabad, otro hijo trabaja como administrador en el hospital Fazle Umar y tiene dos hijas. Amatul Hadi rezaba con regularidad, ofrecía limosna y participaba activamente en la comunidad. Siempre instaba a cuidar de los pobres. Todos los años hacía dos grandes donaciones a Humanity First. Nunca hablaba mal de los demás. Le gustaba mucho el Jilafat y veía regularmente la MTA. Enseñó a sus hijos a leer la literatura de la Comunidad. Recompensaba a sus nietos cuando aprendían un nuevo capítulo del Sagrado Corán. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah le conceda el perdón y la misericordia, eleve su posición y permita a sus hijos continuar el legado de sus virtudes.

Saqib Kamran

Saqib Kamran, que era consagrado y había ejercido como Naib Wakil Sami wa Basri. Los médicos creen que su fallecimiento se debió a una intoxicación alimentaria. Otra tragedia es que, unos 35 minutos antes, también falleció su hijo, que había ingerido la misma comida. Le sobreviven una hija y dos hijos. Toda la familia enfermó, pero Al’lah salvó a los demás. Sirvió en varios departamentos y cargos. Sirvió a la Comunidad durante 18 años. Aunque nació antes del comienzo del plan Waqfe Nau, su madre pidió al Cuarto Califa (rh) que se le incluyera en el plan, y el Cuarto Califa (rh) aceptó esta petición. Era muy amable, cariñoso y se preocupaba por todos. Se esforzaba por criar y educar a sus hijos de la mejor manera. Rezaba en congregación con regularidad e instaba a sus hijos a hacer lo mismo. Era muy humilde, cuidaba de los necesitados y educó a sus hijos de forma excelente. Su Santidad (aba) rezó para que Al’lah le conceda el perdón y la misericordia, eleve su posición, conceda paciencia a su familia y permita a sus hijos continuar el legado de su virtud.

Profesor Doctor Muhammad Ishaaq Dawuda

El Profesor Doctor Muhammad Ishaaq Dawuda de Benin, recientemente fallecido. Era estudiante cuando aceptó el Ahmadíat. Posteriormente, predicó el mensaje a sus padres, como resultado de lo cual aceptaron Ahmadíat. Se doctoró en Zoología en Senegal. Fue Presidente de la Asociación Nacional de Jóvenes Musulmanes Ahmadíes de Benín. Su esposa también aceptó el Ahmadía como resultado de sus predicaciones después de casarse. También se enfrentó a la oposición, pero siempre se mantuvo honesto y fuerte en su fe, incluso cuando intentaron destituirlo de su cargo de Vicedecano. Siempre ayudaba a los necesitados y les daba lo que tenía en el bolsillo en ese momento. Tenía mucha confianza en Dios y un gran amor por el Santo Profeta (sa), el Mesías Prometido (as) y el Jilafat. Siempre estaba sonriendo, y no importaba la dificultad, rezaba y escribía al Califa. Le sobreviven su esposa, dos hijas y dos hijos. Su Santidad (aba) rezó para que sus hijos sigan los pasos de su padre, y para que Al’lah el Todopoderoso conceda el perdón y la misericordia al difunto y eleve su posición.

Resumen preparado por The Review of Religions

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