Excelencias del Sagrado Corán – El sello de los libros
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Excelencias del Sagrado Corán – El sello de los libros

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Sermon 03-02-23

Después de recitar el Tashahud, Ta’awuz y el Surah al-Fatihah, Su Santidad el Jalifa V del Mesías (aba) manifestó:

Refiriéndose a las bendiciones del Sagrado Corán, el Mesías Prometido (as) afirma en un lugar: “La puerta de sus bendiciones permanecerá siempre abierta, y estará iluminada y manifiesta tal como lo estaba en la época del Santo Profeta (sa).”

El Mesías Prometido (as) afirma además: “Es cierto que la mayoría de los musulmanes han abandonado el Sagrado Corán. A pesar de ello, el esplendor, las bendiciones y el significado del Sagrado Corán serán siempre eternos y actuales. En esta época, he sido enviado como prueba de ello. Dios Altísimo siempre ha enviado a Su gente en Su apoyo en el momento adecuado, tal como Él ha prometido:

[árabe]

“En verdad, Nosotros mismos hemos revelado esta Exhortación, y ciertamente seremos su Guardián” (15:9).

En esta época, Dios ha enviado al verdadero siervo del Santo Profeta (sa) para la propagación y la protección del Sagrado Corán. Dios enseñó al Mesías Prometido (as) las verdades que estaban ocultas a la gente y, a través de él, estableció una fuente con las bendiciones del Corán. El Mesías Prometido (as) apareció para establecer la ley del Sagrado Corán en el mundo. Sin embargo, es de lamentar que los llamados eruditos se propusieran, como único objetivo, oponerse a él desde el principio [de su reivindicación]. Se niegan a escuchar ningún tipo de lógica o argumento y, tratan de descarriar a las masas. No sólo carecen de conocimiento y sabiduría, sino que también interponen obstáculos a quien ha sido enviado por Dios Altísimo para enseñar a la gente estas verdades, considerando que se trata de un servicio al Sagrado Corán. En Pakistán estos eruditos se enardecen de vez en cuando y, para conseguir propaganda barata, los políticos y funcionarios del gobierno también se unen a ellos y perpetran crueldades contra los ahmadíes bajo diversos pretextos. Recientemente, estos individuos han intentado acusar falsamente a los áhmadis de interpolar el Sagrado Corán y faltarle al respeto. Que Dios Altísimo nos proteja de sus malvadas estratagemas y nos proporcione rápidamente los medios para liberar a los áhmadis que han sido encarcelados bajo estos falsos e injustos cargos.

De todas formas, como ya he mencionado, en esta época sólo es posible adquirir el conocimiento y la sabiduría del Sagrado Corán a través de la luz de las enseñanzas del Mesías Prometido (as) y la Comunidad Musulmana Ahmadía es la única que está llevando a cabo esta tarea en todo el mundo. Hoy hablaré del conocimiento y las verdades que el Mesías Prometido (as) nos ha otorgado en sus dichos y escritos en relación con la grandeza, importancia, rango y estatus del Sagrado Corán. Respecto a que el Sagrado Corán es una enseñanza completa y perfecta, el Mesías Prometido (as) afirma en una ocasión:

“Mi creencia es que el Sagrado Corán es perfecto en su enseñanza y que no hay ninguna verdad que se haya omitido en él, como ha dicho Dios el Glorioso:

[árabe]

Es decir; “Te hemos enviado el Libro que es una exposición de todo”.  Asimismo, ha declarado:

“No hemos omitido nada en el Libro”.

Pero a la vez, también considero que no es tarea de los Maulvis ni eruditos extraer del Sagrado Corán todos los asuntos religiosos ni describir todos sus detalles de acuerdo con la voluntad divina.”

No todo el mundo ha sido dotado de la capacidad de exponerlo y ofrecer sus comentarios sobre el mismo, ni tampoco de profundizar para encontrar y obtener sus perlas de conocimiento y comprensión.

En una ocasión, el Mesías Prometido (as) dijo:

“Esta tarea es de aquellos a quienes la revelación divina ha ayudado por medio del profetazgo o de una gran santidad. Las personas que no son competentes a la hora de exponer las ideas del Corán por no ser receptoras de la revelación divina deben aceptar de todo corazón todas las prácticas que se han transmitido de generación en generación y que son prácticas establecidas, sin intentar extraer las verdades del Corán e interpretarlas por su cuenta.

Existen muchos comentaristas del Sagrado Corán a los que Dios no les ha dado ninguna habilidad, conocimiento o entendimiento. En lugar de proponer interpretaciones erróneas, deben dar prioridad y actuar según los primeros comentaristas del pasado que estaban llenos de piedad y adoptaron el camino de la rectitud, y que eran imames y escribieron varios comentarios. Y deben tratar de obrar de acuerdo con las enseñanzas básicas del Sagrado Corán.

El Mesías Prometido (as) escribe:

“Los que están iluminados con la revelación divina se cuentan entre los purificados. Con respecto a ellos, es costumbre divina revelarles de vez en cuando los secretos ocultos del Sagrado Corán”, es decir, Dios revela el profundo conocimiento del Santo Corán a los siervos elegidos del Señor.

El Mesías Prometido (as) dice además:

“Y les aclara que el Santo Profeta (sa) no ha presentado ninguna enseñanza adicional por su cuenta”.

Algunos afirman que en algunos Hadices se encuentra determinada afirmación, sin embargo, cuando Dios otorga el conocimiento y la comprensión del Sagrado Corán, se entiende que el Santo Profeta (sa) no ha afirmado nada fuera de los confines del Sagrado Corán.”

El Mesías Prometido (as) escribe:

Más bien, los Hadices auténticos sólo exponen los detalles de los principios y directrices contenidos en el Sagrado Corán. Al concedérseles esta percepción, se les manifiesta el milagro del Sagrado Corán”.

Hay ciertos puntos mencionados en los Hadices a través de los cuales se encuentran detalles y comentarios de algunos versículos [del Corán], y la comprensión del Sagrado Corán se abre aún más para estas personas. El Mesías Prometido (as) escribe:

“Y se les aclara la verdad de esos versículos en los que Dios el Glorioso dice que no se ha omitido nada del Sagrado Corán”.

En esta época Dios Altísimo ha enviado al Mesías Prometido (as) para otorgar el conocimiento y la comprensión del Sagrado Corán. Además, refiriéndose al punto de que el principal medio para lograr la guía es el Sagrado Corán, el Mesías Prometido (as) explica:

“Mi creencia es que Dios os ha concedido tres cosas para vuestra guía. La primera es el Corán, en el que se menciona la Unicidad de Dios, Su Poder y Grandeza, y en el que se ha resuelto el desacuerdo que existía entre los judíos y cristianos. Por ejemplo, existe el desacuerdo, y se comete el error, de que Jesús, hijo de María (as) fue matado en la cruz, y se hizo maldito, y que su ascensión no fue la misma que la de los otros profetas [es decir, la ascensión espiritual].

Es decir, es la creencia de aquellos que siguen la fe judaica en el sentido de que Dios no bendijo al Profeta Jesús (as) con Su cercanía. Y el Sagrado Corán también refutó esta misma idea, afirmando que esta acusación contra el Profeta Jesús (as) es errónea. El Mesías Prometido (as) dice además:

“Además, el Corán ha prohibido que adoréis nada excepto a Dios; ni a ningún ser humano, ni a ningún animal, ni al sol, ni a la luna, ni a ninguna estrella, ni a ninguna provisión mundana, ni a vosotros mismos.”

En el Sagrado Corán, Dios Altísimo ha prohibido todo tipo de asociación con Dios y lo ha explicado claramente.

“Así pues, estad alerta y no deis ni un solo paso en contra de las enseñanzas de Dios y la guía del Corán. Os digo en verdad el que elude incluso el menor de los setecientos mandamientos del Sagrado Corán, cierra ante sí la puerta de la salvación con su propia mano. El Corán ha abierto el camino hacia la salvación verdadera y completa, y todos los demás caminos son meras sombras comparados con el Corán. Leed, pues, el Corán con la máxima atención y sentid un gran amor por él, un amor que nunca hayáis mostrado antes, pues Dios, dirigiéndose a mí, me ha revelado:

[árabe]

Es decir; “El Corán encierra todo el bien”.

Esta es la verdad. ¡Ay de aquellos que dan prioridad a cualquier otra cosa sobre el Corán! La fuente de todo vuestro éxito y salvación está en el Corán. No hay ninguna necesidad religiosa vuestra que no se encuentre en el Corán. El testigo de vuestra veracidad o falsedad en el Día del Juicio es el Corán, y no hay otro libro bajo los Cielos que pueda daros una guía tan directa.” Es decir, que el Corán es necesario como medio de orientación religiosa. ¿Sería capaz de alterar algo del Corán aquel que adopta esta enseñanza y enfoque, y aconseja a sus seguidores a este respecto?

Ellos [es decir, quienes formulan esta acusación] deberían entender este punto. Más adelante, el Mesías Prometido (as) dice:

“Dios ha sido muy benevolente con vosotros al haberos concedido un libro como el Corán. En verdad os digo que si el Libro que se os ha recitado se hubiera recitado a los cristianos, estos no se hubieran destruido. Si este don y guía que se os ha concedido se hubiera otorgado a los judíos en lugar de la Torá, algunas de sus sectas no habrían negado el Día del Juicio. Por lo tanto, valorad este don que se os ha concedido. Es un precioso don y un tesoro incalculable. Si el Corán no hubiera sido revelado, el mundo entero no habría sido más que un sucio trozo de carne deformado. El Corán es un libro que no tiene comparación con ninguna otra guía. El Evangelio fue revelado por el Espíritu Santo, que apareció en forma de paloma (esto es lo que se afirma, que Gabriel (as) se apareció a Jesús (as) en forma de paloma), una criatura tan débil y frágil que es presa de los gatos. Por ello, los cristianos, día a día, se fueron hundiendo en un foso de debilidad hasta que no pudo encontrarse en ellos ni rastro de espiritualidad.”

Ahora las estadísticas muestran que la mayoría de los cristianos rechazan el cristianismo y lo abandonan, porque no consiguen alcanzar la espiritualidad. Por desgracia, los musulmanes, a pesar de tener el Sagrado Corán, al no actuar conforme a él, no se benefician de su espiritualidad. Además, se niegan a aceptar a quien Dios Altísimo envió para difundir el conocimiento y la comprensión.

El Mesías Prometido (as) continúa diciendo: “Toda la base de su fe descansa sobre una paloma. En comparación, el espíritu santo del Corán apareció de forma tan magnífica que llenó el planeta y el cielo entero con su ser. ¿Cómo puede una paloma compararse con esta gran manifestación mencionada en el Sagrado Corán?

El Corán puede purificar a una persona en una semana siempre que se cumpla en letra y espíritu (si se cumplen sus mandamientos puede purificar al hombre en una semana). El Corán puede convertiros a semejanza de los profetas, mientras no os apartéis de él”. En otras palabras, si actuáis completamente de acuerdo con todas sus enseñanzas y cumplís todos y cada uno de sus mandamientos, podréis quedar impregnados con el tono de los profetas. Este es el mayor rango a través del cual se pueden obtener bendiciones, a través de las recompensas del Corán.

El Mesías Prometido (as) declara a continuación: “Ninguna otra escritura, aparte del Corán, ha enseñado a sus lectores la siguiente oración, infundiendo una gran esperanza en ellos:

[árabe]

Es decir, guíanos por ese camino de bendiciones que se había mostrado a la gente del pasado, los profetas, los mensajeros, los veraces [Siddiqin], los mártires [Shuhada] y los justos [Salihin]. Así pues, mostrad determinación y no rechacéis la invitación del Sagrado Corán, ya que desea concederos las mismas bendiciones que derramó sobre la gente del pasado.”

Por otro lado, el Mesías Prometido (as) declara que el segundo instrumento de guía después del Corán es la Sunnah [práctica] del Santo Profeta (sa), y el tercer medio son los Hadices, pues se compilaron después de muchos años, más bien, después de más de cien años, siempre y cuando estos Hadices no contradigan el Corán ni la Sunnah.

Amonestando sobre el modo de honrar el Sagrado Corán, el Mesías Prometido (as) dice que aquellos que honran el Corán serán honrados en el Cielo. El Mesías Prometido (as) afirma al respecto:

“Es imperativo para vosotros que no abandonéis el Corán como un objeto abandonado. Vuestra vida depende de él. Aquellos que honran el Corán serán honrados en el Cielo.” No os seáis totalmente reacios al Sagrado Corán; no lo abandonéis hasta el punto de no obrar conforme a él. Recitadlo regularmente y actuad conforme a su guía porque aquellos que honran el Corán serán honrados en el Cielo. Los que dan prioridad al Corán sobre cualquier Hadiz y cualquier dicho tendrán preferencia en el Cielo. No existe hoy ningún libro sobre la faz de la tierra para la humanidad aparte del Corán y no existe ningún otro mensajero ni intercesor para los hijos de Adán aparte de Muhammad, el Elegido, la paz y bendiciones de Dios sean con él. Intentad, pues, cultivar el amor por este Profeta de gloria y majestad, y no ensalcéis a nadie por encima de él, para que os contéis en el Cielo entre los que han obtenido la salvación. Recordad, la salvación no es algo que se manifieste después de la muerte. Al contrario, la verdadera salvación manifiesta su luz en este mismo mundo.”

Hay quienes poseen una fe tan firme que la luz de la salvación se manifiesta sobre ellos en esta misma vida y, por ello, están dispuestos a someterse a todo tipo de crueldad. Un ejemplo muy reciente se encuentra en el martirio de nuestros hermanos en Burkina Faso. El Mesías Prometido (as) continúa diciendo: “¿Quién alcanza la salvación? Aquel que cree que Dios es la verdad y que Muhammad, la paz y bendiciones de Dios sean con él, es el intercesor entre Dios y Su Creación, y que bajo el Cielo no hay ningún otro Mensajero que posea el mismo rango que él, ni tampoco libro alguno que tenga el mismo rango que el Corán. Dios no deseaba que nadie permaneciera vivo eternamente, excepto Su Elegido que vive para siempre.”

Aquí se refuta otra alegación: que deshonramos al Santo Profeta (sa), Dios lo prohiba. Además, respecto a que el Corán es el Jatam al-Kutub (Sello de los libros), el Mesías Prometido (as) dice:

“El Santo Profeta (sa) es el Sello de los Profetas y el Sagrado Corán es el Sello de los libros. Por lo tanto, no puede haber otro credo u oración. No podemos obtener la salvación si abandonamos aquello que el Santo Profeta (sa) ha dicho o demostrado, y aquello que está contenido en el Corán. Los que lo abandonan irán al infierno. Esta es nuestra fe y nuestra creencia. Sin embargo, debemos saber que la puerta de la revelación y el diálogo [divino] está abierta para esta Ummah (Dios Altísimo habla y esta puerta del diálogo está abierta, no cerrada). Y esta puerta es un testimonio constante de la veracidad del Sagrado Corán y del Santo Profeta (sa). Por lo tanto, Dios Altísimo ha enseñado la siguiente oración en Surah Fatihah:

[árabe]”

El Mesías Prometido (as) dice además:

“La oración que se nos enseña [para ser guiados] por el camino de aquellos a quienes Dios concede Sus favores hace referencia a los milagros de los profetas (la paz sea con ellos). Es evidente que el milagro que se ha concedido a los profetas, la paz sea con ellos, es la percepción divina. Han recibido este don a través de la revelación y la conversación divina, por lo que vosotros también debéis buscarlo. Reflexionad, pues, sobre esta merced. ¿Acaso el Corán nos enseña esta oración, pero no nos da sus frutos? ¿Acaso no hay nadie en esta Ummah que pueda obtener esta merced?” Ofreced esta oración porque Dios nos ha ordenado ofrecer esta oración. Como resultado, quienes se esfuerzan en alcanzar este rango pueden alcanzarlo. El Mesías Prometido (as) escribe:

“La condición de los musulmanes es ciertamente extraña, ya que a pesar de haberles enseñado Dios esta oración, alegan que nadie obtener este rango, y mucho menos muchas personas.” Según ellos, no existe ninguna persona en la Umma que pueda obtener este rango. El Mesías Prometido (as) dice, además:

“Según ellos, esta puerta (del diálogo divino) está ahora cerrada para la eternidad. ¿Esta creencia deshonra al Islam y al Santo Profeta (sa) o establece su superioridad?”

Nos echáis la culpa a nosotros, pero deberíais responder por qué cerráis la puerta a una oración que el mismo Dios Altísimo nos ha enseñado. ¿Quién es el verdadero culpable de blasfemar contra Dios? ¿Vosotros o nosotros? El Mesías Prometido (as) continúa diciendo:

“Os digo en verdad que quienquiera que mantenga esta creencia deshonra al Islam y no consigue entender la esencia de la Sharia. Uno de los objetivos del Islam consiste en que la humanidad no se limite a proclamar verbalmente la unidad de Dios, sino también a creer en ella con certeza; no debemos limitarnos simplemente a imaginar el paraíso y el infierno, sino a creer en ellos con certeza y experimentar el deleite celestial en esta misma vida. (Debemos demostrar tales virtudes para convertir esta vida en un paraíso) y salvaguardarnos de los pecados propios de una persona con rasgos primitivos.” El Mesías Prometido (as) dice, además:

“Este era, y continúa siendo, el propósito grandioso y extraordinario del Islam, un objetivo puro cuya semejante no puede presentar ninguna nación en ninguna de sus religiones.  Esto lo puede afirmar cualquiera, pero ¿hay alguien que pueda demostrarlo?”

Actualmente, los seguidores del Mesías Prometido (as) deben intentar adquirir este rango. Deben informar al mundo sobre ello. Debemos demostrar a aquellos que nos tachan de incrédulos que los áhmadis no solo presentan fábulas antiguas, sino que poseen una convicción firme de que incluso hoy en día, Dios Altísimo concede Su gracia sobre aquellos que creen en el Libro vivo y en el Profeta vivo; y que creemos con convicción que Dios Altísimo nos habla incluso hoy.

El Mesías Prometido (as) prosigue diciendo:

“Dios Altísimo nos ha concedido un profeta que es el Sello de los creyentes, el Sello de la gente con conocimiento, y el Sello de los profetas. De igual forma, Dios le ha revelado un Libro que es una amalgama de todos los libros y es el Sello de los libros. El Santo Profeta (sa), el Sello de los profetas, completó el profetazgo. Sin embargo, este profetazgo no se ha terminado, como se acaba con alguien que es asfixiado, porque no es digno de elogio poner fin a algo de esta manera. Al contrario, lo que realmente significa que el Santo Profeta (sa) sea el último profeta, es que ha perfeccionado el profetazgo, llevándolo hasta la cima.  En otras palabras, todas las excelencias que se han concedido a los profetas desde Adán hasta Jesús, hijo de María, han culminado en la figura del Santo Profeta (sa). Por lo tanto, el Santo Profeta (sa) sobresale naturalmente como el Sello de los profetas. De la misma manera, todas las enseñanzas, guía y conocimiento que se han transmitido en varios libros han culminado en el Sagrado Corán, el Sello de los libros.”

El Mesías Prometido (as) dice, además:

“El título ‘Sello de los profetas’ que se ha otorgado al Santo Profeta (sa) exige intrínsecamente que el libro que se le haya revelado también sea el ‘Sello de los libros’ y que contenga toda la perfección. Y en verdad contiene toda la perfección. Es un principio divino básico de la revelación divina que la grandeza y el poder de la revelación esté relacionado con el poder de purificación y con la perfección interna del receptor. El poder de purificación y la perfección interna del Santo Profeta (sa) ha sido el más sublime y no ha sido superado por nadie, ni en el pasado, ni en el futuro.” Obtuvo el mayor grado de perfección, un grado que no ha existido, ni existirá jamás.  A pesar de todo, la gente alega que (Dios lo prohíba), consideramos que el Mesías Prometido (as) está por encima del Santo Profeta (sa) y que cometemos blasfemia contra él. Después de escuchar estas palabras, ninguna persona sensata y justa jamás podrá decir que un áhmadi puede blasfemar al Santo Profeta (sa). El Mesías Prometido (as) afirma:

“Por esta razón, el Sagrado Corán supera en rango y estatus a todos los libros y escrituras anteriores. Ninguna otra escritura ha alcanzado nunca este rango porque la capacidad y el poder espiritual del Santo Profeta [la paz y las bendiciones de Dios sean con él] eran los más elevados y todas las excelencias habían alcanzado su máximo esplendor en él. Por tanto, el Sagrado Corán que le fue revelado también es perfecto.  Y así como las excelencias del Profeta alcanzaron su clímax en él, las excelencias del milagro de la palabra alcanzaron su clímax en el Sagrado Corán. Él era el Sello de los Profetas y su Libro era el Sello de los libros”.

El Mesías Prometido (as) escribe:

Por muy elevados y maravillosos que puedan ser los milagros de la revelación, en todos los aspectos, el libro del Santo Profeta (sa) es la cúspide. Todos los estándares elevados y los aspectos nobles que establecen su carácter milagroso y su autoridad se encuentran en el Sagrado Corán.

“Se puede ver la perfección del Sagrado Corán y demostrar su carácter milagroso, desde cualquier punto de vista es decir, desde el punto de vista de la excelencia de su composición, de la secuencia de sus temas, de su enseñanza y de su perfección, así como de los frutos de su enseñanza. Por eso el Sagrado Corán no ha exigido equipararse en cierto aspecto en particular, sino que ha lanzado un desafío general exigiendo algo equiparable desde cualquier punto de vista. Por donde se mire, es un milagro. Ya sea desde la perspectiva de la excelencia de su composición, de sus significados y propósitos, de sus enseñanzas, de sus profecías o los asuntos de lo oculto mencionados en el Corán. Desde cualquier punto de vista que se observe, es un milagro.

Estando en una reunión, el Mesías Prometido (as) dijo:

“Nunca debe olvidarse que el Sagrado Corán, que es el Sello de los Libros, no es una mera recopilación de historias. Aquellos que, debido a sus ideas erróneas y descuidos, han considerado que el Sagrado Corán es una mera colección de historias no han utilizado su capacidad para discernir la verdad. De hecho, este libro ha tomado historias del pasado e incluso las ha convertido en filosofía”.

Los relatos que se mencionan se han presentado como filosofía, y encontramos lecciones y profundidad en ellos. El Mesías Prometido (as) afirma también: “Es una gran merced para todos los demás libros y profetas el que haya convertido estos relatos en filosofía, ya que en caso contrario hoy en día se burlarían de esos relatos. Otra bendición de Dios Altísimo es que, en esta época intelectual en la que el conocimiento sobre las realidades de todo lo que existe y las propiedades de las cosas sigue avanzando, Él estableció un orden para el conocimiento celestial y el descubrimiento de sus verdades.”

Hay expertos en diversos campos y aspectos de la ciencia y otros campos en los que el mundo sigue progresando. Se sigue investigando,  Él creó un orden y este orden sólo puede entenderse obteniendo conocimiento del Sagrado Corán. Respecto al hecho de que existe concordancia entre la ciencia y la religión, el Mesías Prometido (as) afirma: “Todas estas enseñanzas eran consideradas insignificantes en la época de Faij-e-A`waj [período de oscuridad espiritual], y eran objeto de burla en la era científica.” Estos conceptos erróneos se habían extendido durante la época de la oscuridad e ignorancia, en la que sólo se podían encontrar unos pocos eruditos en el Islam. La gente solía burlarse del mismo y los científicos lo ridiculizaban y se preguntaban qué era aquello [el Sagrado Corán]. Sin embargo, refiriéndose al advenimiento del Mesías Prometido (as), a través de sus comentarios y explicaciones y demostrando su profundidad de conocimiento, el Mesías Prometido (as) dice: “[el Sagrado Corán] fue presentado de manera erudita y como una filosofía. Los musulmanes deben estar agradecidos a Dios Altísimo porque en esta época, de acuerdo con Su promesa, envió a Su elegido para presentar las verdaderas enseñanzas del Sagrado Corán, eliminando todas las acusaciones ignorantes que se hacían contra el islam.”

A continuación, en relación con el grado de importancia que concedía a la creencia en el Sagrado Corán y a su cumplimiento, y en su certeza de que era vital para la fe, el Mesías Prometido (as) afirma:

“Considero incredulidad la más mínima desviación a la adhesión al Sagrado Corán y al Santo Profeta (sa). En mi opinión, quien lo abandone, aunque sea un ápice, está condenado al infierno”. Y continúa: “No sólo he mencionado esta creencia en discursos, sino que lo he dicho claramente en unas sesenta de mis publicaciones, y esto me preocupa día y noche”. El Mesías Prometido (as) afirma además: “Nuestros adversarios se apresuran a emitir edictos de incredulidad contra nosotros. Si oyen algo de nosotros, la justicia exigiría que (sintiendo temor a Dios Altísimo) nos preguntaran si habíamos afirmado tal o cual cosa. En tal caso, podían alegar que no concuerda con el Islam y que deberíamos explicarlo. Pero ese no es el caso”. Y continúa: “No les importa lo más mínimo. Simplemente se empeñan en emitir edictos de incredulidad. Todo lo que hemos dicho concuerda con las enseñanzas del islam y del Sagrado Corán; esta es nuestra creencia, con la que concuerdan nuestras acciones.”

En cuanto a la concordancia entre el Sagrado Corán y la ley natural, el Mesías Prometido (as) afirma:

“Puras y completas son las enseñanzas del Sagrado Corán, que nutren cada rama del árbol humano. El Sagrado Corán no hace hincapié únicamente en un solo aspecto, sino que a veces invita al perdón y al indulto a condición de que ese perdón sea lo más prudente. Otras veces enseña que, según el momento y el lugar oportunos, se debe castigar al autor de un delito (enseña a perdonar en algunas circunstancias y a castigar en otras). Así pues, el Sagrado Corán es un reflejo de la ley natural establecida por Dios Altísimo que vemos a nuestro alrededor. Es razonable pensar que las palabras de Dios deban estar en concordancia con Sus actos, es decir, es esencial que las enseñanzas del Libro verdadero de Dios estén en consonancia con Sus actos, es decir, con el modo en que las obras de Dios se manifiestan en el mundo.”

En la ley natural vemos que hay casos en los que Dios perdona, otras veces en las que castiga y otras en las que los pasa por alto. El  mismo principio debería reflejarse en la enseñanza religiosa y en las escrituras religiosas, y de hecho se encuentra en el Sagrado Corán. El Mesías Prometido (as) continúa: “No es que las acciones muestren una cosa y las palabras otra. Vemos que Dios Todopoderoso no siempre se muestra indulgente y clemente, sino que castiga a los malhechores haciéndoles sufrir diversas calamidades. Tales calamidades también se han mencionado en las escrituras anteriores. Nuestro Dios no solo es compasivo. Es sabio, y su ira también es poderosa. El verdadero libro es el que concuerda con Su ley natural y la verdadera palabra divina es la que no contradice Sus actos. No hemos observado nunca que Dios sea siempre compasivo e indulgente con Su creación y que esta nunca sufra calamidades. A través de mí, incluso ahora, Dios Altísimo ha advertido de un enorme y catastrófico terremoto para los impuros, que los arruinará.” Esto ocurrió en el momento en que el Mesías Prometido (as) había predicho un terremoto.

Después, el Mesías Prometido (as) dice:

“Solamente el Sagrado Corán ha presentado al mundo a Dios y a Sus atributos en concordancia con la ley natural que se reconoce a través de la obra divina y se imprime en la naturaleza humana y en la conciencia humana. El dios de los cristianos se limita a las páginas de los Evangelios, y desconocen al Dios al que los Evangelios no han conseguido alcanzar. Sin embargo, el Dios que presenta el Sagrado Corán no escapa a nadie que posea entendimiento. Por lo tanto, el verdadero Dios es el que presenta el Sagrado Corán”. Los seguidores de cualquier religión, incluyendo a los ateos, sea donde fuere donde se encuentren, al ver la creación del mundo, adquieren hasta cierto punto la certeza en la existencia de Dios. Muchos se aferran a esta creencia según sus creencias ancestrales. En cualquier caso, el Mesías Prometido (as) prosigue diciendo: “El Dios del Sagrado Corán es Aquel que se manifiesta, a diferencia del de los cristianos. Así lo atestiguan la naturaleza humana y la ley natural”.

El Mesías Prometido (as) dice:

“Esa religión es la única verdadera que demuestra que Dios también escucha y habla en esta época. En una religión verdadera Dios atestigua su existencia mediante el discurso divino. La búsqueda de Dios es un asunto difícil. No es un asunto de filósofos mundanos y sabios. La observación de los cielos y la tierra sólo lleva a la conclusión de que, aunque el orden apunte a que el universo deba tener un Creador, no es prueba de que tal Creador exista.  Existe una gran diferencia entre lo que debiera ser y lo que es. El Sagrado Corán es el único libro que expone Su existencia como una realidad, y no exhorta solamente a buscar a Dios, sino que Lo pone de manifiesto. No existe ningún otro libro que ponga de manifiesto al Ser Oculto”.

En el Santo Corán se pueden encontrar pruebas de la existencia de Dios Todopoderoso. Al mencionar la superioridad del Corán sobre los Evangelios y otras escrituras religiosas, el Mesías Prometido (as) dice:

“El Sagrado Corán es un milagro perfecto y viviente. El milagro de la palabra y del discurso es de tal índole que no se vuelve obsoleto en ninguna época, y nadie puede eliminar su eficacia. Si hoy deseáramos contemplar los milagros realizados por el Profeta Moisés (as), ¿Qué es de ellos? ¿Todavía conservan los judíos la  vara de Moisés y sigue teniendo el poder de convertirse en serpiente, etc.? En realidad, los milagros que mostraron todos los profetas terminaron cuando estos fallecieron. Sin embargo, los milagros de nuestro Santo Profeta (sa) son de tal índole que viven y subsisten en todas las épocas. El hecho de que estos milagros estén vivos y no terminen, demuestra claramente que las enseñanzas del Santo Profeta (sa) son las únicas que están vivas, como también lo está su profecía. No se concedió a nadie la auténtica vida eterna salvo al Santo Profeta (sa). La razón por la que sus enseñanzas están vivas es porque sus frutos y bendiciones siguen manifestándose incluso en la actualidad del mismo modo que lo hicieron hace mil trescientos años. No existe hoy ninguna otra enseñanza a través de la cual sus seguidores puedan afirmar que reciben bendiciones y frutos y que se hayan convertido en un signo de Dios.  Sin embargo, por la gracia y benevolencia de Dios Altísimo, aún hoy encontramos ejemplos de las bendiciones y bondades de las enseñanzas del Sagrado Corán, así como de todos aquellos dones que pueden obtenerse al seguir verdaderamente al Santo Profeta (sa). Así pues, Dios Altísimo ha establecido esta Comunidad para que [sus seguidores] se conviertan en la prueba viviente de la veracidad del islam y para demostrar que siguiendo completamente al Santo Profeta (sa), esos signos y bondades siguen manifestándose hoy como se lo hicieron hace mil trescientos años, y hasta ahora se han manifestado miles de signos.”

El Mesías Prometido (as) también ha aludido a estos signos en algunos de sus libros. Además, el paso de cada día da testimonio de que las profecías mencionadas por el Mesías Prometido (as) se están cumpliendo a través de la Comunidad Ahmadía.

El Mesías Prometido (as) dice, además:

“Invito a los líderes de todas las naciones y religiones a que me desafíen dando pruebas de su veracidad. Sin embargo, no existe ni una sola persona que pueda demostrar de manera práctica la veracidad de su fe. Creemos que la Palabra de Dios es un milagro perfecto y afirmamos con firme convicción que ningún otro libro se asemeja a él. Digo, basándome en la experiencia, que si alguien escogiera cualquier tema del Corán, cada uno de ellos sería un signo y un milagro en sí mismo. Tomemos como ejemplo sus enseñanzas: son un milagro extraordinario y efectivamente lo son. Las enseñanzas [del Corán] se adaptan a un sistema profundamente sabio y se basan en la naturaleza del hombre de tal manera que ninguna otra enseñanza puede equipararse en ningún modo a ellas. El Sagrado Corán perfecciona y completa todas las enseñanzas anteriores. En este momento, exponiendo solamente un aspecto de sus enseñanzas puedo demostrar que las enseñanzas presentadas por el Sagrado Corán son las más sublimes y un milagro en sí mismas. Tomemos como ejemplo las enseñanzas de la Torá; si analizamos sus enseñanzas basándonos en la necesidad de las circunstancias actuales, nos daremos cuenta que solamente se hacía hincapié en el castigo y la recompensa: ojo por ojo y diente por diente. Por el contrario, las enseñanzas de los Evangelios se basaban enteramente en el perdón y la paciencia, hasta el punto de afirmar que si alguien te abofetea en la mejilla, pon también la otra mejilla; si alguien te obliga a recorrer una milla, recorre con él dos millas, si alguien quiere tu camisa, entrégale también tu abrigo. Estas enseñanzas se encuentran igualmente en cada capítulo de la Torá y de los Evangelios. Si la Torá se inclina a un extremo, los Evangelios lo hacen al otro extremo. Sin embargo, el Sagrado Corán presenta, en cada ocasión, enseñanzas justas y apropiadas según cada situación. Sea cual fuere el mandamiento que observemos, nos daremos cuenta de que las enseñanzas del Corán son las apropiadas y se adaptan a las circunstancias.  Aunque lleguemos a aceptar que la fuente de todas las enseñanzas sea la misma, no podemos negar que tanto la Torá como los Evangelios hacen mayor hincapié en aspectos concretos. Sin embargo, las enseñanzas contenidas en el Corán son las únicas que se ajustan a la naturaleza humana. Es incorrecto decir que, como las enseñanzas encontradas en la Torá se inclinan hacia un extremo, no pertenecen a Dios. (Es incorrecto decir que las enseñanzas de la Torá no fueron enviadas por Dios) Ciertamente la Torá también fue enviada por Dios. La verdad es que, dadas las circunstancias de la época, esta enseñanza [coránica] habría sido ineficaz, puesto que la Torá y los Evangelios eran para un [pueblo y] lugar específicos.”

Es decir, la enseñanza justa que se ha dado ahora [en el Corán] habría sido ineficaz para aquellos tiempos. En aquellos tiempos [era necesaria] la enseñanza de la retribución como la mencionada en la Torá. Y puesto que la Torá y los Evangelios eran para un [pueblo y] lugar específicos (es decir, las enseñanzas de los Evangelios y la Torá fueron enviadas para un lugar específico),  no constan en detalle otros aspectos de sus enseñanzas. Sin embargo, puesto que el Corán es para toda la humanidad y para todas las naciones, las enseñanzas que en él se mencionan se ajustan a la verdadera naturaleza del hombre, y esto es lo que se conoce como sabiduría. Sabiduría significa:

[Árabe] Es decir, colocar algo en el lugar que le corresponde. Así pues, esta sabiduría sólo la ha enseñado el Sagrado Corán. Como ya se ha dicho, las enseñanzas de la Torá son innecesariamente estrictas y fomentan el deseo de venganza. Por el contrario, las enseñanzas de los Evangelios hacen hincapié en el perdón injustificado. El Sagrado Corán abandona ambos extremos y presenta una enseñanza eterna:

[árabe]

“La recompensa de un daño es un daño similar; mas quien perdona y su acto produce la reforma, tendrá su recompensa con Al’lah”. (42:40)

El Mesías Prometido (as) estableció la supremacía del Sagrado Corán sobre todas las demás creencias con gran valor y mediante grandes signos en una época en la que el país estaba bajo el dominio británico y la Iglesia ejercía una enorme influencia. A pesar de todo, el Mesías Prometido (as) lanzó un desafío abierto relacionado con las excelencias del Sagrado Corán sobre todas las demás creencias y no se dejó atemorizar en lo mínimo. Esto se debe a que él era el enviado de Dios Altísimo en esta era, en completa subordinación al Santo Profeta (sa) y tenía el objetivo de difundir sus enseñanzas. Esto es precisamente lo que atestiguamos hoy en la literatura y las enseñanzas del Mesías Prometido (as) y hoy en día es la Comunidad Ahmadía la que impulsa esta tarea. Sin embargo, quienes lanzan acusaciones contra la Comunidad Ahmadía afirman que los áhmadis manipulan y deshonran al Sagrado Corán. Exponiendo la necesidad y la importancia del Sagrado Corán, el Mesías Prometido (as) afirma:

“Un argumento sólido en apoyo de la necesidad del Sagrado Corán es que todos los Libros anteriores, comenzando por la Torá y terminando por el Evangelio, están dirigidos a un pueblo en particular, es decir, los hijos de Israel, y afirman con palabras claras que las instrucciones contenidas en ellos no son para el beneficio general, si no que están limitadas a los hijos de Israel. Pero el Sagrado Corán tiene como objetivo la reforma de todo el mundo y no se dirige a ningún pueblo en particular, sino que afirma claramente que ha sido revelado en beneficio de toda la humanidad y que su propósito es la reforma de todos. Así pues, existe una diferencia significativa en las enseñanzas del Sagrado Corán y la Torá con respecto a sus destinatarios. Por ejemplo, la Torá establece que no se debe matar y el Corán también afirma lo mismo. Así pues, aunque parezca que el Corán ha repetido este mandato que había aparecido en la Torá, no se trata realmente de una repetición, pues el mandato de la Torá se refiere a los hijos de Israel y sólo prohíbe matar a los hijos de Israel. La Torá no se preocupa de los demás. Por otra parte, el Sagrado Corán se refiere al mundo entero y prohíbe a toda la humanidad matar ilícitamente a nadie. Del mismo modo, todos los demás mandamientos que se encuentran en el Sagrado Corán son para la reforma de toda la humanidad, mientras que la Torá sólo se limita a los hijos de Israel.

El Mesías Prometido (as) dice además:

“La afirmación del clero cristiano en el sentido de que el Sagrado Corán no ha presentado nada nuevo en relación con el Tauhid [unicidad de Dios] y sus demás mandamientos es completamente errónea. Un necio puede engañarse al cuestionarse qué es lo que contiene el Corán que sea nuevo, puesto que la Torá ya ha mencionado el Tauhid [unicidad de Dios] y los mandamientos relacionados con la adoración y sus requisitos previos. Sin embargo, solo puede ser presa del engaño aquel que nunca ha reflexionado sobre la Palabra de Dios. Debe quedar claro que hay un aspecto significativo relacionado con la existencia de Dios del que no se encuentra ni rastro en la Torá. La Torá no menciona los complejos detalles relacionados con las diversas etapas del Tauhid [unicidad de Dios]. El Sagrado Corán no nos dice simplemente que nos abstengamos de adorar a los ídolos, seres humanos, animales, objetos, cuerpos celestes y a Satanás. De hecho, el Tauhid [unicidad de Dios] consta de tres etapas. La primera es para las personas en general que buscan la salvación de la ira de Dios Altísimo.  La segunda etapa es para aquellas personas en particular que intentan establecer un vínculo más sólido con Dios en comparación con el resto de la humanidad. Y la tercera etapa se refiere a un grupo aún más especial de personas que desean alcanzar las etapas más elevadas para acercarse a Dios. En la primera etapa se requiere no adorar a nadie más que a Dios y no adorar nada que sea limitado ni a creación alguna, ya sea en la tierra o en los cielos. La segunda etapa del Tauhid [unicidad de Dios] es considerar que Dios es quien verdaderamente influye en sus propios asuntos, así como en los asuntos de los demás y no depende de los medios físicos [para el cumplimiento de las propias tareas], hasta el punto de considerarlos iguales a Dios. Por ejemplo, si alguien dice que “si tal y tal persona no hubiera estado aquí, habría incurrido en tal y tal pérdida” o “si tal y tal persona no hubiera estado aquí, “me habría arruinado completamente”. (Confiar en los demás de esta manera también es Shirk [idolatría] y atenta contra del concepto de Tauhid [unicidad de Dios]). Pronunciar tales expresiones con la idea de que determinadas personas tienen una gran importancia, también constituye Shirk. La tercera etapa de Tauhid [unicidad de Dios] es suprimir los deseos personales por amor a Dios y consagrarse totalmente a Su grandeza. ¿Dónde está ese concepto de Tauhid  [unicidad de Dios] en la Torá? En la Torá tampoco hace mención del cielo ni el infierno, aunque es posible que se mencionen de vez en cuando. Del mismo modo, tampoco se encuentra en ninguna parte de la Torá una mención completa de los atributos perfectos de Dios Altísimo. Si la Torá contuviera un capítulo como el que se encuentra en el Sagrado Corán:

[árabe]

Entonces, tal vez los cristianos se habrían salvado de la penosa situación de adorar a la creación. Del mismo modo, la Torá no ha mencionado las distintas etapas del cumplimiento de los diferentes derechos, mientras que el Corán los ha mencionado de la manera más perfecta. Por ejemplo, afirma:

[árabe]

“En verdad, Dios os ordena permanecer en la justicia y hacer el bien al prójimo, y dispensar un trato amable”

En otras palabras, hay que mostrar compasión a la humanidad por un anhelo natural y no con la intención de recibir favores a cambio, igual que una madre muestra compasión por su hijo. Además, a diferencia del Sagrado Corán, la Torá no ha podido demostrar la existencia de Dios, Su Unicidad ni Sus atributos perfectos mediante argumentos lógicos. Sin embargo, el Sagrado Corán ha mencionado todas las distintas doctrinas y también ha demostrado la necesidad de la revelación divina y del profetazgo mediante argumentos lógicos. Ha explicado todas las cuestiones de forma filosófica, facilitando así su comprensión a quienes buscan la verdad. Todos estos argumentos se presentan en el Sagrado Corán de una manera tan perfecta que es imposible que nadie pueda imitarlo. Por ejemplo, no existe un solo argumento que demuestre la existencia de Dios que no se encuentre en el Sagrado Corán. Un argumento de fuerza en apoyo de la necesidad del Sagrado Corán es que todos los Libros anteriores, empezando por la Torá y terminando por el Evangelio, están dirigidos a un pueblo en particular, a saber, los hijos de Israel, y afirman con palabras claras que las instrucciones contenidas en ellos no son para el beneficio general, sino que están confinadas a los hijos de Israel. Pero el Sagrado Corán tiene como objetivo la reforma de todo el mundo y no se dirige a ningún pueblo en particular, sino que afirma claramente que ha sido revelado en beneficio de toda la humanidad y que su propósito es la reforma de todos.”

Existen muchas otras referencias en relación con las excelencias, el elevado estatus y la supremacía del Sagrado Corán que se mencionarán en el futuro si Dios quiere.

Resumen

Después de recitar Tashahhud, Ta’awwuz y Surah al-Fatihah, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) dijo que mientras mencionaba las bendiciones del Sagrado Corán, el Mesías Prometido (as) dijo que sus bendiciones son tan evidentes como lo eran en la época del Santo Profeta (sa).

Preservación para la eternidad

Su Santidad (aba) citando al Mesías Prometido (as) dijo que aunque muchos musulmanes han ignorado el Sagrado Corán; su luz, bendiciones e impacto están vivos y a salvo y Dios ha enviado continuamente gente para preservar y proteger el Sagrado Corán como Él promete:

En verdad, Nosotros mismos hemos revelado esta Exhortación, y ciertamente seremos su Guardián. (El Sagrado Corán 15:10)

Su Santidad (aba) dijo que en esta era, Dios envió al Verdadero Siervo del Santo Profeta (sa) para preservar y difundir el Sagrado Corán por todo el mundo. Es lamentable que desde el principio de su llegada, los llamados eruditos y clérigos hayan hecho su misión oponerse al Mesías Prometido (as) y crear obstáculos en su camino para difundir el Sagrado Corán.

Su Santidad (aba) dijo que tal es el caso especialmente en Pakistán, donde los clérigos crean problemas y son capaces de encontrar el apoyo de ciertos políticos que no buscan más que popularidad. Siguen en sus continuos intentos de levantar falsas acusaciones de blasfemia contra los ahmadíes. Su Santidad (aba) rezó por la libertad de aquellos que actualmente están encarcelados injustamente.

Su Santidad (aba) dijo que el advenimiento del Mesías Prometido (as) y sus enseñanzas han sacado a la luz los bellos tesoros y significados del Sagrado Corán y que la Comunidad Musulmana Ahmadía está haciendo el trabajo de difundir estas enseñanzas al mundo.

Su Santidad (aba) dijo que presentaría citas del Mesías Prometido (as) en las que habla de la importancia y el significado del Sagrado Corán.

Enseñanzas que lo abarcan todo

Su Santidad (aba) citó al Mesías Prometido (as), quien dijo que las enseñanzas del Sagrado Corán son completas y no hay ninguna verdad que no abarque. El Sagrado Corán dice:

Nada hemos omitido en el Libro. Después serán reunidos ante su Señor. (El Sagrado Corán 6:39)

Su Santidad (aba) citó además al Mesías Prometido (as), quien dijo que no todo el mundo posee la capacidad de extraer todos los puntos y significados más finos del Sagrado Corán, sino que son aquellos que son los receptores de la revelación divina y a quienes Dios ha otorgado las facultades necesarias los que pueden alcanzar los significados más profundos del Corán y aplicarlos a los tiempos actuales. De ahí que se deba recurrir a aquellos de entre los elegidos de Dios sobre los que se siguen abriendo las verdades del Sagrado Corán para alcanzar una comprensión mejor y más precisa del mismo.

Tres medios de guía para la humanidad

Su Santidad (aba) continuó citando al Mesías Prometido (as), quien explicó que los Ahadith (dichos del Santo Profeta (sa)) también proporcionan una visión y una explicación adicional del Sagrado Corán. El Santo Profeta (sa) nunca dijo nada que fuera contrario al Sagrado Corán.

Su Santidad (aba) citó al Mesías Prometido (as) quien dijo que Dios Todopoderoso ha proporcionado tres cosas para la guía de la humanidad; la primera es el Sagrado Corán. Enseña el rango estimado y sublime de Dios, y también resuelve varias cuestiones, como las que existen entre los judíos y los cristianos, y dilucida la idea errónea de que Jesús (as) murió maldito en la cruz. El Sagrado Corán elimina todos los elementos del Shirk (asociar socios a Dios). El Sagrado Corán abre los caminos de la salvación. Todo éxito y salvación dependen del Sagrado Corán. No hay necesidad espiritual que no pueda encontrarse en el Sagrado Corán. No hay otro libro bajo el cielo que el Sagrado Corán que pueda proporcionar los medios para la guía.

Su Santidad (aba) citó al Mesías Prometido (as), quien dijo que Dios nos ha hecho un gran favor al enviarnos el Sagrado Corán. Si el Sagrado Corán hubiera sido revelado a los cristianos, no se habrían extraviado. Por lo tanto, debemos estar agradecidos por este inmenso favor y bendición que se nos ha concedido. Es el último medio para salvarnos.

Su Santidad (aba) dijo que las estadísticas muestran que, en la actualidad, cada vez más cristianos abandonan el cristianismo porque son incapaces de encontrar satisfacción espiritual. Es lamentable que algunos musulmanes ignoren el Sagrado Corán a pesar de tener la guía espiritual suprema.

Su Santidad (aba) citó al Mesías Prometido (as), quien dijo que si uno siguiera los mandamientos del Sagrado Corán y viviera su vida en consecuencia, entonces el Sagrado Corán podría permitirle adoptar los caminos de los profetas. Al principio, el Sagrado Corán enseña la oración:

Dirígenos por el camino recto, El camino de aquellos a quienes Tú has concedido Tus bendiciones.

Aquellos a quienes se les concedieron bendiciones se refiere a los profetas, los veraces, los mártires y los justos. Por lo tanto, no hay que abandonar el Sagrado Corán, pues pretende otorgar las mismas bendiciones que otorgó a quienes nos precedieron. El Mesías Prometido (as) explicó además que el segundo medio de guía es la Sunnah (práctica del Santo Profeta (sa)) y el tercero son los Hadices.

Recibir honores a través del Sagrado Corán

Su Santidad (aba) citó al Mesías Prometido (as) quien dijo que aquellos que honran el Corán serán honrados en el cielo. El Sagrado Corán no debe dejarse en el olvido, pues en él reside nuestro éxito final. No hay otro libro sobre la faz de la tierra para la humanidad que el Sagrado Corán. Por lo tanto, uno debe aferrarse a él para que en el Día del Juicio, se cuenten entre los que han logrado la salvación. El Sagrado Corán nos permite combatir cualquier crueldad. Su Santidad (aba) dijo que este ejemplo fue mostrado recientemente por nuestros hermanos que fueron martirizados en Burkina Faso.

Su Santidad (aba) citó al Mesías Prometido (as) quien dijo que el Santo Profeta (sa) era el Sello de los Profetas, y el Sagrado Corán es el Sello de Todos los Libros. Dios sigue hablando y las puertas de la revelación siguen abiertas, y esto en sí mismo es una gran prueba de la veracidad del Sagrado Corán y del Santo Profeta (sa). Es asombroso que ciertos musulmanes piensen que a pesar de que se les ha enseñado la oración de pisar el camino de aquellos a quienes se les han concedido bendiciones, creen que no hay nadie en la Ummah musulmana que pueda de hecho alcanzar el rango de esas personas. Sin embargo, ¿por qué enseñaría Dios esta oración si no fuera posible alcanzar ese rango? Ciertamente se puede alcanzar y este es el propósito mismo del Islam y del Corán. Es asombroso que se acuse a los ahmadíes de blasfemar contra el Sagrado Corán, y sin embargo esas son las opiniones de otros musulmanes respecto al Sagrado Corán. Son los musulmanes ahmadíes los que se aferran a la creencia de que Dios está vivo y sigue hablando hoy como lo hacía antes, y éste es el mensaje que tratan de difundir.

Su Santidad (aba) citó al Mesías Prometido (as), quien dijo que sólo tiene sentido que el Sello de los Profetas fuera revelado el Sello de Todos los Libros; un libro que posee la guía definitiva, tal que no es ni puede ser replicada en ningún otro libro o escritura. La grandeza y estatura de los elegidos de Dios también se refleja en el libro que les fue revelado. No hay nadie comparable al Santo Profeta (sa) y su elevado rango, estatura y cualidades y tal es el caso del Sagrado Corán. Su Santidad (aba) dijo que cuando este es el caso, no hay nadie que pueda lanzar una acusación contra los ahmadíes diciendo que deshonran el rango del Santo Profeta (sa).

Una escritura incomparable en sus enseñanzas

Su Santidad (aba) citó al Mesías Prometido (as) quien dijo que nada puede compararse al Sagrado Corán, ya sea en elocuencia, enseñanzas, significados, propósito, profecías o en cualquier otra faceta.

Su Santidad (aba) citó además al Mesías Prometido (as), quien dijo que el Sagrado Corán no es una mera colección de historias. De hecho, incluso las historias que se mencionan en el Sagrado Corán transmiten una filosofía profundamente arraigada. El profundo conocimiento del Sagrado Corán ha inspirado a muchos en su adquisición de conocimientos científicos y en la investigación moderna.

Su Santidad (aba) citó al Mesías Prometido (as), quien dijo que consideraba que la más mínima desviación del Sagrado Corán y del Santo Profeta (sa) equivalía a la incredulidad. Además, el Mesías Prometido (as) explicó que el Sagrado Corán es vasto en el alcance de sus enseñanzas. Enseña que a veces, según las circunstancias, es mejor perdonar, y en otras circunstancias es más sabio castigar para reformar. No hay discrepancia entre las palabras y los actos de Dios: Él perdona, pero también castiga cuando es necesario. Esto mismo se refleja en Su Palabra, el Sagrado Corán.

Su Santidad (aba) citó además al Mesías Prometido (as), quien dijo que el Sagrado Corán presenta los atributos de Dios de una manera que puede reconocerse en el mundo. El Sagrado Corán permite encontrar a Dios.

Su Santidad (aba) citó al Mesías Prometido (as), quien dijo que mientras que las enseñanzas de otros profetas ya no pueden encontrarse en el mundo actual, la luz y las enseñanzas del Santo Profeta (sa) siguen vivas en el mundo actual, lo que le convierte en el verdadero profeta viviente. La luz de sus enseñanzas está presente en el mundo de hoy igual que antes. El Sagrado Corán presenta la enseñanza más equilibrada, una enseñanza que está en consonancia con la naturaleza misma de la humanidad. Por lo tanto, es una enseñanza que no tiene parangón con ninguna otra. La Torá hace hincapié en la retribución, mientras que los Evangelios enseñan una indulgencia excesiva. Sin embargo, el Sagrado Corán presenta la enseñanza equilibrada de:

La recompensa de un daño es un daño similar; mas quien perdona y su acto produce la reforma, tendrá su recompensa con Al-lah. En verdad, Él no ama a los inicuos. (El Sagrado Corán 42:41)

Su Santidad (aba) dijo que el Mesías Prometido (as) estaba demostrando la superioridad del Sagrado Corán en una época y un lugar que estaban bajo dominio cristiano. Sin embargo, este era precisamente el propósito del Mesías Prometido (as): difundir la verdad y demostrar la superioridad última del Sagrado Corán.

La unidad de Dios presentada por el Sagrado Corán

Su Santidad (aba) citó al Mesías Prometido (as) diciendo que hay algunos que alegan que el Sagrado Corán no ha aportado nada nuevo y que presenta la unidad de Dios igual que la Torá. Sin embargo, esto no es cierto, porque el Sagrado Corán presenta la unidad de Dios con tal detalle y claridad que no se menciona en ninguna parte de la Torá. El Sagrado Corán establece una verdadera comprensión de la unidad de Dios, elimina todos los aspectos de la asociación de socios con Dios, y enseña a poner el amor de Dios por encima de todo lo demás.

Su Santidad (aba) dijo que existen otras referencias y citas sobre este tema que se presentarán en el futuro.

Resumen preparado por The Review of Religions

Share via