La verdad y la justicia
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

La verdad y la justicia

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Tras recitar el Tashahhud, Ta´wwuz y surah Al-Fatiha, Hazrat Ameerul Mu´mineen Jalifatul Masih V (aba) recitó los siguientes versículos del Sagrado Corán:

[Árabe]

El tipo y nivel de justicia e imparcialidad que Al-lah el Exaltado ha ordenado a los musulmanes, es tal, que no se puede encontrar en ninguna otra escritura. Sin embargo, es lamentable que, en la actualidad, una gran parte de musulmanes de todos los ámbitos- desde líderes [políticos] hasta clérigos- que no cumplen los requisitos de imparcialidad y justicia. De igual manera, aquellos niveles de imparcialidad y justicia que fueron establecidos por Al-lah el Exaltado y que son los que se esperan de un creyente, no se observan normalmente en la vida cotidiana de la población musulmana en general.

Hay asuntos relacionados con disputas familiares. Con respecto a esto, en ocasiones, se presentan casos ante la justicia, por parte de hombres como de mujeres, que vienen acompañados de historias falsas. Se presentan testigos falsos. Se utilizan mentiras e invenciones con tal de obtener éxito ilícito o infringir el derecho de la otra persona. En breve, existe un gran número de personas que, con tal de obtener sus derechos o lo que ellos creen que son sus derechos, y con tal de infringir los derechos de los demás, no actúan con veracidad y cuentan mentiras e incluso engañan a los tribunales. En ocasiones, las autoridades judiciales toman decisiones equivocadas debido a sus propios intereses. En otras palabras, el sistema [entero] está corrupto.

En cualquier caso, los vicios continúan extendiéndose en la sociedad debido a esta injusticia. Además, los dirigentes no cumplen con los requisitos de justicia a nivel nacional. Los requisitos de justica ni se cumplen de cara a público, ni en cuanto a los asuntos internacionales. En cuanto a los ulemas, han hecho de la religión un medio para obtener sus propios intereses.

Y aun así, la declaración que los musulmanes hacen es la de que “somos la mejor de las naciones y es el islam únicamente quien ofrece la mejor solución a los problemas del mundo”.  Ciertamente los musulmanes son la mejor de las naciones, si siguen los mandamientos de Al-lah el Exaltado y actúan según las enseñanzas del Sagrado Corán. Ciertamente solo el islam es el que ofrece soluciones a todos los problemas del mundo, con la condición de que se establezcan la verdad y justica acorde a sus enseñanzas.

Estos versículos que acabo de recitar, son de tres capítulos diferentes, An-Nisa, Al-Maidah y Al-A´raf. La traducción del primer versículo, que es de An-Nisa, es la siguiente:

“¡Oh vosotros, los que creéis! Sed estrictos en la observancia de la justicia, actuando de testigos por la causa de Al-lah, aunque sea contra vosotros mismos, vuestros padres y familiares. Sea rico o pobre, Al-lah está más atento a ambos que vosotros. No sigáis pues los bajos deseos para que podáis actuar con equidad. Y si ocultáis la verdad o la eludís, recordad que Al-lah conoce muy bien todo lo que hacéis”. [4:136]

Por tanto, este es el mandato que establece el nivel de justicia en asuntos personales y domésticos, así como en asuntos sociales. Cualesquiera que sean las circunstancias, debéis siempre permanecer firmes en equidad y justicia. Este es el mandato para los creyentes. El testimonio de un creyente debería darse para obtener el agrado de Dios el Todopoderoso y acorde a Sus mandamientos. Sin embargo, esto únicamente se puede conseguir cuando una persona tiene fe absoluta en Dios el Todopoderoso y cuando su creencia es muy fuerte y del nivel más alto posible. Uno debería asegurarse firmemente del hecho de que: no importan las circunstancias que puedan recaer sobre mí, siempre permaneceré firme en cuanto a justicia. Sin embargo, esta idea únicamente se puede cumplir y manifestarse cuando una persona está decidida a testificar en contra suya, contra su esposa e hijos, y si fuese necesario, testificar en contra de incluso sus padres y parientes cercanos. [Dios el Todopoderoso] dice que una persona se aleja de la justicia si sigue sus deseos. Si empiezas a seguir tus deseos, te alejarás de la justicia y la equidad. Hoy en día, muchos problemas sociales son resultado del hecho de que el nivel de justicia y equidad no es el que desea Al-lah el Exaltado. Es muy normal que una persona tergiverse sus propias declaraciones.  Es decepcionante que, en ocasiones, incluso entre nosotros, hay algunos que, estando influenciados por el materialismo y nuestro ambiente, y a pesar de que haber tomado el pacto de lealtad del Mesías Prometido (as), hacen declaraciones y dan testimonios que no están basados en hecho y realidad. Dios el Todopoderoso dice que, aunque vuestra personalidad sufra, o lo hagan vuestros padres, nunca hagáis una falsa acusación contra alguien, que dé la impresión de que habéis ocultado la verdad e intentado evitar de dar un testimonio honesto. Somos testigos de esto en nuestras vidas diarias. Por ejemplo, los problemas entre marido y mujer. Hay muchos casos presentados ante el Qaza (poder judicial de la Yama´at) donde la gente no presenta los verdaderos hechos y la realidad. Incluso en asuntos relacionados con el comercio, observamos que se ocultan hechos de la realidad. Incluso alguna gente que posee conocimiento religioso y que, aparentemente parecen estar al frente en cuanto a servir [a la Yama´at], actúan de esta manera, lo cual es extremadamente preocupante que incluso estas personas, que aparentemente son grandes sabios, poseen conocimiento religioso, y que han dejado una impresión piadosa [en el resto], puedan actuar de esta forma. Sin embargo, Dios el Todopoderoso dice que no deberíais esconder la verdad, aunque esté en contra vuestra, de vuestros padres o vuestros parientes de sangre; siempre debéis decir la verdad. Estas personas que esconden la verdad, dan testimonios falsos o evitan dar un testimonio honesto únicamente para mantener sus amistades o por su beneficio personal. Además, hacen grandes preparativos para apoyar su trama, protegerse a sí mismos y los argumentos que presentarían en caso de la verdad salga a la luz. Sin embargo, deberíais recordar siempre que Dios el Todopoderoso dice que Él conoce todo lo que hacéis. Conoce muy bien todo. Dios el Todopoderoso no puede ser engañado. Dios el Todopoderoso dice que podéis ganar beneficios mundanos; sin embargo, incluso si evitáis el castigo de Dios el Todopoderoso en este mundo, seréis castigados en el Más Allá. Dios, quien es conocedor de todas nuestras acciones, nos presentará ante nosotros el libro de nuestras acciones, que contienen todos estos asuntos. Así, el Imam al que hemos aceptado, ha establecido tales ejemplos, que siguen esta orden coránica, que incluso los no áhmadis quedan sorprendidos. En una ocasión, muchos años antes del proclamo del Mesías Prometido (as), durante su juventud, hay una anécdota que se recoge en los escritos y en su biografía. Una vez se presentó en un caso que era en contra de personas que trabajaban en las tierras de su padre. Cumpliendo con los requisitos de verdad y justicia, el Mesías Prometido (as) dijo la verdad, lo cual favoreció a los granjeros y era dañino para el caso de su padre. Su abogado incluso le dijo de antemano que: “si no das un testimonio acorde a lo que te he dicho, sufrirás gran perdida”. Sin embargo, el Mesías Prometido (as) dijo que cualquiera que las circunstancias fueran, él diría sin duda la verdad. En cualquier caso, el juez dio su veredicto a favor de los granjeros. Además, aquellos que estaban presentes, dijeron que tras la derrota de este caso, cuando se anunció el veredicto en contra de él, y cuando regresó de la corte, regresó con tal alegría y satisfacción que aquellos que no conocían el veredicto, creyeron que regresaba tras ganar el caso.

Por tanto, este es el ejemplo del verdadero servidor del Santo Profeta (sa), a quien hemos aceptado. Además, debemos tener en mente este ejemplo y realizar todos nuestros asuntos y nuestros testimonios basándonos en este [ejemplo]. De igual manera, hay muchos asuntos que se pueden encontrar aquí en Occidente. Por ejemplo, a la hora de declarar los ingresos, no se declaran en su totalidad, con tal de pagar pocos impuestos o bien para intentar obtener algunas concesiones y ayudas por parte del gobierno.  Sin embargo, ahora que las circunstancias económicas del mundo han deteriorado, los gobiernos de estos países desarrollados han comenzado a evaluar [la situación] en gran profundidad y llevan a cabo investigaciones donde sospechan cualquier duda. Por lo tanto, para protegerse a sí mismos y a la Yama’at del descrédito y la humillación y aún más importante, para adquirir el placer de Al-lah el Altísimo, los áhmadis deben tolerar las pérdidas mundanas y no ocultar la verdad. Siempre deben decir la verdad. Si sus intenciones son puras, si se aferran firmemente a la justicia mientras son testigos para Dios el Todopoderoso y si elevan y establecen el estándar de sus testimonios al estándar de Qaul-e-Sadeed [aquel que dice la verdad clara y transparente] entonces Dios el Todopoderoso, que es el Señor y Proveedor, Él mismo creará provisiones y también bendecirá esas provisiones.

Por lo tanto, siempre debemos continuar evaluándonos y examinándonos. Si no nos esforzamos para establecer estos estándares de justicia, la paz no permanecerá dentro de nuestros hogares, ni dentro de nuestro vecindario y sociedad. Además, si no actuamos de acuerdo con esto, también provocará una división dentro de la relación de los miembros de la Yama’at. Es sorprendente que algunas personas se llegan a tal punto en términos de hacer declaraciones falsas y actuar injustamente que los padres de algunas chicas me han mencionado sus quejas diciendo que, cuando el matrimonio de nuestra hija ha terminado con alguien, los suegros anteriores se acercan a todas familia con la que se está acordando un nuevo matrimonio y hacen declaraciones falsas y humillan a la chica. Del mismo modo, algunos chicos también me han dicho, que están siendo humillados de esta manera por los padres de la chica, que están rompiendo sus matrimonios o tratando de causar divisiones haciendo declaraciones falsas. Esto es muy peligroso. Destruye la paz de la sociedad, rompe nuestro pacto y aleja a una persona de los mandamientos de Al-lah el Exaltado. Al-lah el Exaltado ha sido Clemente con nosotros al permitirnos aceptar al Imam del tiempo. Al-lah el Exaltado ha procurado que seamos hermanos el uno para el otro.

Sin embargo, para nuestros beneficios personales, o para la satisfacción de nuestros egos, o debido a que guardamos rencores en nuestros corazones hacia otros, tratamos de vengarnos y al hacerlo llegamos a tal punto, que incluso se acaba el temor de Dios el Exaltado de nuestros corazones.

Incluso si uno cree que ha sido maltratado, entonces ahora, después de que el asunto se ha resuelto y concluido, separaros de aquellos que han transgredido y dejad el asunto en manos de Dios el Todopoderoso, que está bien informado de todos los asuntos. La suerte de un creyente es que puede dejar su asunto en manos de Dios el Todopoderoso. Habiendo establecido justicia, equidad y veracidad en nuestra sociedad, Dios el Todopoderoso también ha ordenado a los creyentes que, dejando de lado sus asuntos personales, sociales y nacionales, es su deber establecer un elevado nivel de justicia y equidad uniéndose a otros países con equidad e imparcialidad. Si no respetáis este estándar de justicia incluso con los enemigos, entonces se entenderá que no pisáis el camino de la rectitud. Por lo tanto, la traducción del versículo 9 de Surah Al Ma’idah que he recitado es el siguiente:

“¡Oh vosotros, los que creéis! Sed perseverantes en la causa de Al-lah en calidad de testigos justos; y que la enemistad de un pueblo no os incite a actuar con injusticia. Sed siempre justos, porque eso está más cerca de la virtud. Y temed a Al-lah. En verdad, Al-lah es consciente de lo que hacéis.”

En algunos lugares hay diferencias religiosas y, como resultado, los seguidores de otras creencias cometen transgresiones, pero en tales circunstancias no corresponde a un creyente vengarse de otras naciones ni de seguidores de otras religiones de esa manera y fracasar en mantener los requisitos de justicia. Con respecto a esto Hazrat Jalifatul Masih I (ra) dijo una vez en su discurso que, por ejemplo, en este momento los arios podrían acosar a los musulmanes en sus trabajos, deshacerse de ellos, pero incluso si lo hicieran, no es derecho de un musulmán vengarse de ellos. Solo de esta manera podemos actuar de acuerdo a este mandamiento.

El trabajo de un creyente nunca puede ir en contra de establecer la justicia. El trabajo de un creyente debe ser establecer la justicia, actuar con rectitud y poner sus asuntos en manos de Dios el Todopoderoso, Quién es plenamente consciente de todo. Un verdadero creyente se aferrará rápido a los mandamientos de Dios el Todopoderoso, actuando sobre ellos sin la más mínima negligencia. Incumbe a los verdaderos creyentes mostrar el ejemplo verdadero y todas sus obras y acciones deben ser por la causa de Dios el Todopoderoso. Esta es la señal de un verdadero musulmán y un verdadero Mu’min [creyente]. El verdadero significado de dar testimonio con equidad es actuar en estricta conformidad con las enseñanzas islámicas para que se convierta en un ejemplo para la gente de otras religiones, para la sociedad en general y para otras naciones también. Hoy en día se habla mucho en Occidente acerca de las transgresiones de los musulmanes que ¿cómo pueden, aquellos que no actúan con justicia con su propia gente, hacerlo con los demás? Esta es una gran tragedia y los propios musulmanes están difamando la religión del islam a través de sus acciones. Los funcionarios del gobierno usurpan los derechos de la gente. La gente lucha contra los funcionarios del gobierno y con el gobierno mismo. Cada vez más naciones están cayendo presas de la tiranía y han sido destruidas. Los llamados grupos islámicos están matando a su propia gente y vienen a otros países, como aquí, cometiendo atrocidades. Además, justifican sus acciones diciendo que estas personas, es decir, los occidentales están matando a nuestra gente, por lo que ahora estamos ejerciendo nuestro derecho. Sin embargo, los musulmanes mismos están matando a otros musulmanes y, sin duda, lo están haciendo con la ayuda de otros. Hace unos días estos grupos terroristas que, de vez en cuando, atacan diferentes ciudades y países, han deliberado un nuevo plan de ataque que consiste en y matar a niños pequeños frente a sus padres en Europa porque los ataques aéreos de estos países occidentales han matado a sus hijos y destruido sus tierras. A pesar de que estos ataques aéreos se han llevado a cabo por orden de funcionarios del gobierno musulmán. Sin embargo, la enemistad entre estas naciones continúa creando mayor hostilidad en los descendientes y esta cadena no llega a un fin. Esta es la razón por la cual Dios el Todopoderoso declaró que la enemistad de una nación no debe tentaros a cruzar los límites en la medida en que no podáis mantener los requisitos de la justicia. Debéis mantener la justicia en todo momento. La justicia no se mantiene y, debido a esto, las transgresiones van aumentando y aquellos no-musulmanes que están en contra de nosotros, son el resultado del ejemplo práctico de los musulmanes que va en contra de las enseñanzas islámicas. Los musulmanes deberían estar informando al mundo sobre las hermosas enseñanzas del islam y transmitiendo el mensaje del islam mostrando su ejemplo. Pero la realidad es exactamente lo opuesto y no se observa nada en los países musulmanes a excepción de las atrocidades. Las bellas enseñanzas del islam solo se pueden manifestar cuando hay apoyo de la verdad del islam o el apoyo de la veracidad de Dios el Todopoderoso. Qué hermoso es el mandamiento del Sagrado Corán:

“Y no permitáis que la enemistad de las personas os incite a actuar con injusticia.”

Este mandamiento no se recoge en ninguna otra escritura religiosa. No debe haber discriminación en actuar con justicia y los musulmanes y no musulmanes son responsables por igual de ser justos. De hecho, incluso debemos tratar a los enemigos según los requisitos de la justicia y debemos prestarle más atención a esto. Qué hermosa es esta enseñanza, pero a pesar de tener esta enseñanza, las acciones de los musulmanes han difamado al islam en el mundo no musulmán. Los ulemas musulmanes en general, los gobernantes y eruditos son todos culpables de cometer tales actos, sin embargo, ante sus acciones la responsabilidad recae sobre nuestros hombros de mostrar el ejemplo práctico y mostrarle al mundo hasta qué punto el islam profesa la justicia e igualdad y, a través de esto, podremos establecer la paz y la seguridad en el mundo. Daré algunos ejemplos de los detalles minuciosos a través de los cuales el Santo Profeta (sa) hizo que los compañeros actuaran sobre esto. Una vez el Santo Profeta (sa) envió a algunos de sus compañeros a la Meca para obtener información. Las circunstancias de los musulmanes en ese momento eran extremadamente peligrosas porque los enemigos siempre los atacaban y trataban de causarles daño. En estas circunstancias, cuando los compañeros fueron allá para obtener información, se encontraron con algunos enemigos en las cercanías de la mezquita sagrada.

Los musulmanes pensaban que, como les habían visto, si los dejaban ir, regresarían e informarían a todos los mequíes, quienes les atacarían y matarían. Con esto en mente atacaron a los incrédulos y mataron tal vez a uno o dos de ellos. Cuando estos compañeros regresaron a Medina, algunos de los mequíes también habían ido para decir que vuestra gente mató a dos de nosotros en las cercanías del lugar sagrado y se fueron. El Santo Profeta (sa) escuchó lo que dijeron, pero en su respuesta no dijo que vosotros mismos habéis estado transgrediendo, por lo tanto, por qué ahora que se os ha tratado de la misma manera os parece tan grave. En cambio, inmediatamente intervino y su decisión fue que habían sido tratados injustamente. Tal vez los incrédulos no estaban completamente protegidos, ya que estaban dentro del lugar sagrado, así que por esta razón el Santo Profeta (sa), de acuerdo con la tradición árabe, ordenó que se pagara el dinero por los dos asesinados inmediatamente. Pagó esto y reprendió a los compañeros por el error que habían cometido.

Del mismo modo, hay otro incidente en el que durante una batalla una mujer murió accidentalmente  a manos de un compañero. El Santo Profeta (sa) al enterarse de esto se enfureció con ese compañero y en esta narración leemos que los signos de su enojo en su rostro eran tan manifiestos que nunca se habían visto antes. El compañero que había matado a esa mujer dijo que la mataron accidentalmente, pero a pesar de que la mataron accidentalmente, el Santo Profeta (sa) todavía estaba muy afligido porque no se había mantenido la justicia.

También vemos cómo el Santo Profeta (sa) defendió la justicia al tomar una decisión en una discusión entre un judío y un musulmán. Se narra que un compañero le debía a un judío cuatro dirhams que había tomado como préstamo y que el período fijado para su devolución ya había pasado. El judío acudió al Santo Profeta (sa) y se quejó de que este hombre no me ha devuelto mis cuatro dírhams. El Santo Profeta (sa) convocó a ese compañero, Abdullah (ra), y le dijo que devolviera lo que le debía al judío. Hazrat Abdullah (ra) dijo que, juro por aquel que te envió con la verdad que no puedo devolver mi préstamo. Entiendo que debo devolver el dinero, pero en este momento no puedo. El Santo Profeta (sa) le volvió a pedir que devolviera el dinero, pero una vez más, la respuesta de Hazrat Abdullah (ra) fue la misma y dijo que le había dicho que cuando nos envíes a Jaibar devolvería el préstamo cuando regrese con el botín de guerra. Pero, nuevamente, el Santo Profeta (sa) le dijo que pagara lo que le debía. Cada vez que el Santo Profeta (sa) repetía una cosa tres veces, se entendía que es una decisión final. Por lo tanto, Hazrat Abdullah (ra) fue directamente al bazar. Tenía un trapo alrededor de la cintura y otro en la cabeza. Se quitó la tela de la cabeza y se la ató a la cintura, y vendió la otra por cuatro dirhams y pagó el préstamo. Así que este es el estándar establecido por el Santo Profeta (sa). No le dijo al judío que le concediera un respiro cuando lo pidió. En su lugar, le dijo a su compañero que devolviera el préstamo de inmediato, incluso si eso significaba vender la ropa que llevaba puesta.

Así que estos son los estándares de justicia e imparcialidad que debemos mantener en todos los niveles si queremos estar entre los verdaderos seguidores del verdadero servidor del Santo Profeta (sa) en esta era, y cumplir el propósito del Mesías Prometido (as). Fue enviado a difundir las enseñanzas del islam y mostrarle al mundo sus bellezas para que la gente pudiera, tanto como fuera posible, permanecer bajo la bandera del Santo Profeta (sa). Esto solo puede cumplirse cuando no solo se da orientación al mundo con la verdad, sino que también se establece justicia debidamente de acuerdo con nuestra enseñanza. Por lo tanto, en el versículo del Surah A’araf que recité, Dios el Todopoderoso nos ha ordenado este mismo punto. La traducción de este versículo es:

“Entre los que hemos creado hay gente que guían a los hombres con la verdad y hacen justicia con ella.”(Al-A’raf, 182)

Los que dan guía siempre han sido los que hablan con justicia e igualdad y luego dan orientación. Hoy también las personas que dan guía con la verdad y establecen la justicia serán exitosas. Cuando el hombre mismo no defiende la justicia, entonces no puede guiar a los demás.

¿Cómo se puede otorgar justicia a los demás si él mismo no está establecido en la justicia? Por lo tanto, si queremos cumplir nuestra promesa con el Mesías Prometido (as), completar su misión, difundir el mensaje del islam a todas partes del mundo y cumplir los debidos derechos de Tabligh [propagación del mensaje] entonces debemos adoptar todas las elevadas cualidades morales de acuerdo con este principio que es la enseñanza del islam y la instrucción del Santo Profeta (sa) y que el Mesías Prometido (as) también nos ha dicho que adoptemos. Si nuestros testimonios no se basan en la verdad y la justicia, si nuestra conducta dentro del hogar y en la sociedad no está de acuerdo con las instrucciones del Santo Profeta (sa), si nuestros corazones no están puros del rencor y la malicia de nuestros enemigos, entonces nuestro Tabligh no será uno que propague la verdadera guía. Otros observarán nuestra condición y estándares de justicia y dirán que primero debemos actuar sobre esta guía y establecer justicia en nuestra propia sociedad, y luego predicar a los demás. Por lo tanto, cada áhmadi tiene una gran responsabilidad según la cual deben abrir las avenidas de Tabligh a través de su propia conducta y práctica. Las puertas que se abren debido a nuestra propia conducta y que permiten que, a través de ella, las personas aprendan del islam, ciertamente profesarán la belleza del Islam. Que Dios el Todopoderoso nos capacite para dirigir nuestras vidas para que nos adhiramos a Sus mandamientos y cumplamos con nuestra responsabilidad correspondiente a la promesa que hemos hecho con el Mesías Prometido (as). Debemos cumplir la promesa que hemos hecho con el Mesías Prometido (as) y convertirnos en un modelo para otros con respecto a la verdadera guía y justicia.

Después de las oraciones, dirigiré la oración fúnebre en ausencia del Sr. Hasan Muhammad Khan Arif Sahib, que era hijo del Sr. Fazal Muhammad Khan Sahib Shimalvi. El Sr. Hasan Muhammad Khan Arif Sahib era el ex Vakeel-e-Tabshir, Rabwah y también era el editor de Ahmadiyya Gazette, Canadá. Falleció el 3 de noviembre [2017] a la edad de noventa y siete años. A Al-lah pertenecemos y a Él volveremos. Por la gracia de Al-lah, él era un Musi [parte de la institución de Al-Wasiyyat (testamento)].

El Sr. Hasan Muhammad Khan Arif Sahib nació en Jalandhar, el 26 de enero de 1920. En 1915, su padre, Fazal Muhammad Khan Sahib Shimalvi tuvo la oportunidad de realizar Bai’at a través de la mano bendita de Hazrat Jalifatul Masih II (ra). El padre de Hasan Muhammad Khan Sahib trabajó en oficinas gubernamentales durante treinta y cinco años y se retiró como Asesor Adjunto del Asistente Financiero. Tenía una gran pasión para predicar el mensaje [del islam, Ahmadíat] y como resultado, dos ingleses aceptaron el islam debido a sus esfuerzos. Además de esto, docenas de personas aceptaron el Ahmadíat debido a sus esfuerzos. [El Sr. Hasan Muhammad Khan Arif Sahib] completó su licenciatura, después del cual comenzó a trabajar durante mucho tiempo. Inicialmente comenzó a trabajar como funcionario, pero luego procedió a estudiar su licenciatura siguiendo los consejos de Hazrat Musleh Maud (ra). Luego estudió para un master después de mudarse a Rabwah. En 1943, durante la visita de Hazrat Musleh Maud (ra) a Delhi, a pesar de servir en una oficina para el gobierno indio, Hasan Muhammad Khan Arif Sahib decidió dedicar su vida [al servicio del Ahmadíat]. Cuando le contó esta noticia a su padre, estaba encantado, pero al mismo tiempo le aconsejó:

“Estás a punto de dedicar a tu vida, no pienses que será una vida fácil.”

Si deseas dedicar tu vida en el verdadero sentido de la palabra, recuerda que es un lecho de espinas. En este camino no recibirás regalías ni lujos, y tendrás que vivir como la gente común. Tu salario en comparación con el actual será insignificante, pero tendrás que arreglártelas con esa cantidad.”

Sin embargo, insistió en dedicar su vida y, como resultado, fue a visitar a Hazrat Musleh Maud (ra) acompañado de su padre.

Hazrat Musleh Maud (ra) le dijo que completara su licenciatura, y después acudiera para ofrecer sus servicios. Así pues, completó su licenciatura en 1945 e informó a Hazrat Musleh Maud, quien le dijo que informara a la sede central.

Dimitió de su puesto en el gobierno y comenzó a trabajar en nuestras oficinas centrales. Fue nombrado Naib Vakeel-e-Tiyarat. Durante la partición de la India, Hasan Muhammad Khan Arif Sahib pidió permanecer en Qadian como parte de los Darvesh. Hazrat Musleh Maud (ra) aceptó su petición. Sin embargo, al cabo de un tiempo fue llamado de vuelta a Pakistán por necesidades de la sede central. Aquí fue designado Naib Vakeel-e-Tiyarat y posteriormente fue nombrado responsable de la oficina de la Fuerza Furqan. En 1951 fue elegido para el cargo de Vakalat-e-Tabshir. Tras los disturbios del Punjab en 1953, la policía allanó las oficinas de Tahrik-e-Yadid. Durante la redada, Hasan Muhammad Khan Arif Sahib también fue arrestado por el hecho de poseer diversos informes y correspondencia que recibía todos los meses de los misioneros de todo el mundo. No obstante, después de que se aplicara la ley marcial, fue liberado. Por lo tanto, [Hasan Muhammad Khan Arif Sahib] sufrió la eventualidad de ser encarcelado en el camino de Dios Todopoderoso.

También fue encargado del Comité responsable del Desarrollo [de Rabwah]. Después de esto, fue reasignado a la oficina de Vakalat-e-Tabshir y desempeñó el papel de subdirector de Vakeel-e-Tabshir.

Tuvo la oportunidad de servir como subdirector de Vakeel-e-Tabshir durante treinta años. Al mismo tiempo se encargó temporalmente de otros departamentos como Vakeel-e-Diwan, Vakeel-e-Talim, Vakeel-e-Zar’aat, Vakeel-e-Maal y Afsar Amaanat.

En 1981 se jubiló y emigró a Canadá, donde desempeñó el papel de editor de la revista Ahmadiyya Gazette. Ofreció sus servicios como editor hasta el año 2006, durante veintiséis años.

Estaba entre los primeros musians [plural de Musi] y su número de Wasiyyat era el 5745.

También estuvo a la vanguardia de los que contribuyeron al fondo de Tehrik-e-Yadid y alcanzó en aquel momento el puesto número 151. En 1978 escribió un libro en urdu titulado “La Sábana Santa [de Turín]”. Como dominaba el idioma inglés, comenzó escribir el libro en inglés; sin embargo, Hazrat Jalifatul Masih III (rh) le aconsejó que escribiera el libro en urdu, ya que se convertiría en el primer libro sobre la Sábana Santa de Turín en urdu. Aparte de esto, también escribió algunos libros para los niños, algunos de los cuales tratan de las profecías del Mesías Prometido (as), Syedna Bilal, etc.

En 1944, se casó con Dª Syeda Ajtar Faizi Sahiba, hija de Fazal-ur-Rahman Faizi Sahib. Tuvo cuatro hijos y dos hijas, todos los cuales residen en Canadá y Estados Unidos.

Su nuera mayor, que está casada con Farid Ahmad Arif, escribe:

“He observado como [el difunto] era constante a la hora de ofrecer las oraciones de Tahayyud [oraciones voluntarias que se realizan antes del amanecer] y cómo lloraba durante sus oraciones. Mostraba un amor inconmensurable y una total obediencia al Jilafat. Tras su fallecimiento, supimos que ayudaba económicamente a varias viudas y huérfanos del Pakistán.”

Amir Sahib [el presidente nacional] de Canadá escribe:

“Hay una gran comunidad sij en el área donde residía. Debido a su amistad con la comunidad sij, insistieron en hacerle jefe de la Asociación de Cultura Sij.

No podía conducir, pero viajaba desde Brampton para asistir a las oraciones del viernes, teniendo que coger dos o tres autobuses para llegar”.

Uno de los Naib Amir [Vicepresidente] escribe:

“Después de emigrar al Canadá, mejoró el estándar de la Gaceta Ahmadiyya a tal nivel que es digno de ser reconocido. Tenía una plena convicción del Jilafat y mostraba un profundo amor y devoción a todos los Jalifas.”

También le conozco desde mi infancia, sin embargo, después del Jalifato, su completo cambio de actitud fue asombroso. Al principio, cuando no había ordenadores, preparaba la sección de urdu de la Gaceta Ahmadiyya a mano y mecanografiaba la parte inglesa. También traducía los sermones al inglés y los revisaba repetidas veces hasta que se sentía satisfecho y solo entonces lo incluía en la Gaceta. Tenía una memoria excepcional y extensa sobre la historia del islam. Siempre leía algún libro o revista. Leía el periódico habitualmente y también relataba anécdotas emotivas de las vidas de los Compañeros. La persona que escribe esto dice:

“Era muy raro que en alguna edición de la Gaceta Ahmadiyya no hubiera alguna anécdota emotiva en urdu y en inglés sobre la vida de Hazrat Jalifatul Masih I (ra) en su libro, Mirqat-ul-Yaqeen.”

Que Al-lah derrame Su misericordia y su perdón sobre el fallecido y eleve su rango. Que Él permita a sus hijos y descendencia permanecer firmemente vinculados con el Jalifato y el Ahmadía.

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