Las alianzas matrimoniales y sus problemas
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Las alianzas matrimoniales y sus problemas

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

Después de recitar el Tashahhud, Ta’uz, Tasmia y Surah Fatihah, Hazrat Ameer-ul-Mumineen (aba) dijo:

Las condiciones matrimoniales de los chicos y chicas y las cuestiones que surgen después del matrimonio pueden crear una atmósfera de ansiedad y agitación en el hogar. Los problemas domésticos que surgen después del matrimonio se convierten en motivo de preocupación no sólo para el marido y la esposa, sino que también pueden convertirse en una fuente de ansiedad para ambos grupos de padres. Y no sólo esto, sino que cuando hay niños involucrados, ellos también pueden ser perturbados por la situación. En consecuencia, los niños en ocasiones se alejan de las esferas religiosas y seculares, lo que a su vez provoca más ansiedad para los padres y la familia en general. Esto desencadena una situación de angustia y ansiedad.

Casi todos los días recibo cartas respecto a estos asuntos, o verbalmente en reuniones [personales], la gente habla de sus dificultades. Por un lado, está la cuestión de las propuestas de matrimonio para las chicas. Poniendo a la educación como una excusa, las chicas no se casan a la edad apropiada. Cuando una chica está en edad de contraer matrimonio se dice que “ahora ella está estudiando”. Y cuando finalmente se casan, a una edad madura, después de haber terminado todos sus estudios, ponen la falta de entendimiento mutuo como la razón de que se manifieste un distanciamiento y tensiones en la relación.

Se ha visto también que en algunos casos las amigas y los conocidos de algunas chicas alimentan ideas negativas en sus corazones y sus mentes tales como: “tienes muchos derechos en estos países, debes decirle a tu marido que debes proporcionarme todos estos derechos o “dame esto, lo otro, etc.” o que “no te acepto como mi esposo” e instan a que no hay que escuchar todo lo que dice el marido. A veces los padres de la chica enseñan a su hija estas cosas, lo que destruye la confianza entre un chico y una chica o un marido y su esposa, o comienzan a florecer dudas e incertidumbres. Es triste ver que las chicas de Pakistán cuando se casan y se mudan a los países occidentales viendo la libertad que aquí se respira, se ven influenciadas por la atmósfera y el entorno, y empiezan a hacer demandas equivocadas. Hay casos en los que, al llegar aquí, antes de incluso intentar hacer funcionar el matrimonio, la chica termina con la relación. Este comportamiento no es sólo de las chicas, sino que los chicos también actúan de la misma forma. De hecho, con respecto a los chicos la situación es algo más extrema que las chicas. La razón de esto es que muchos de los chicos, así como las chicas, no se adhieren a Qaul-e-Sadeed [decir la verdad de forma clara y transparente]. Esta idea está profundamente ligada al matrimonio y las relaciones. El versículo [del Corán] que aboga por el discurso correcto y veraz que se recita durante el pronunciamiento de la ceremonia de Nikah [matrimonio] enfatiza específicamente el Qaul-e-Sadeed [decir la verdad de forma clara y transparente]. No se explica con claridad la situación real. Además, en algunas ocasiones los padres de la chica le obligan a un matrimonio – diciendo que todo se arreglará después – en el que no hay compatibilidad entre la pareja en términos de educación o estilo de vida.

Del mismo modo, algunos chicos tienen intereses en otra parte, pero no pueden rechazar la propuesta que les ofrecen sus padres, lo que les obliga a casarse en Pakistán, o se casan con amigos de los familiares. Luego, después de algún tiempo, la chica inocente es atormentada, primero por su marido, luego la familia política o la suegra que trajeron a la chica a su hogar con gran pasión empiezan a cometer injusticias contra ella, lo que acaba provocando que el resto de la familia acabe atormentándola también. Sin embargo, ya sea el chico o la chica, o los suegros de un lado u otro, no es posible que la culpa recaiga a una sola parte. En algunos casos, el chico es culpable y en otros casos es la chica. Como mencioné antes, estos asuntos domésticos tienen un impacto negativo sobre los niños.

Después de tener unos cuantos hijos juntos y vivir una vida cómoda el marido de repente decide que ahora es incapaz de hacer frente a su esposa y por lo tanto se volverá a casar, o decide divorciarse completamente de su esposa; o, al contrario, después de mucho tiempo, la esposa dice que no quiere pasar el resto de su vida con su marido o que ha pasado muchos años sufriendo por él y ahora es incapaz de lidiar con él, por lo tanto, ella inicia el divorcio.

En este punto, quisiera mencionar que dentro de la comunidad la proporción de Jula [cuando la mujer solicita el divorcio] es más alta que la de Talaq [cuando el hombre presenta el divorcio], esto significa que el número de casos de Jula es mayor que el de número de casos del Talaq. En tales circunstancias los niños quedan muy afectados. La investigación de muchas organizaciones seculares internacionales, muestra que una vez que la madre y el padre se han divorciado, siempre hay un impacto psicológico o moral en los niños o sufren en otros aspectos, independientemente de si viven con la madre o con el padre. Quienquiera que sea responsable de crear tales circunstancias dolorosas, y sean los chicos que acusan a las chicas de que, debido al ambiente que hay en occidente, crean problemas al concentrarse en sus carreras y no cumplen con sus responsabilidades hacia el matrimonio; o dicen que por ciertas circunstancias ellos querían vivir con los padres, pero la chica no quería hacerlo; o dicen que no tienen conocimiento religioso. Alternativamente [en ocasiones] se tienen expectativas poco razonables sobre el chico como que debe comprar una casa nueva inmediatamente, una casa que sea en propiedad.

Luego, en términos de la relación entre un marido y una esposa también sucede que interfieren los padres de la chica. Además, se albergan dudas como resultado de no declarar la situación entera o no adherirse a Qaul-e-Sadeed [decir la verdad de forma clara y transparente]. Como mencioné antes, la gente no dice toda la verdad, lo cual es extremadamente importante.

Del mismo modo, las chicas tienen ciertas percepciones sobre los chicos y su familia. Por ejemplo, la madre del chico u otros parientes cercanos elogian constantemente al marido frente a su esposa, diciendo que su hijo es como tal y cual, con la intención de retratar a la chica como inferior de una forma u otra. Por ejemplo, dicen que [la chica] es bajita, o que tiene sobrepeso, que no es blanca de piel, etc. Si la chica tiene un trabajo, incluso entonces se burlan de su trabajo. Luego están las relaciones del chico y de la chica, las relaciones del marido y de la mujer, y ocurre que la familia del marido interfiere en la relación del marido y la esposa.

Algunas chicas se quejan de que los chicos no cumplen con sus obligaciones de matrimonio y no tienen el sentido de la responsabilidad. Bajo la influencia de este entorno, si se le dice a un chico de veinticinco o veintiséis años que ya tiene edad suficiente [para el matrimonio], responde diciendo: “Todavía soy joven y, por lo tanto, todavía no puedo casarme “.

Debido a la cultura local, este tema prevalece incluso entre los jóvenes áhmadis de origen asiático, que dicen ser jóvenes e incapaces de asumir las responsabilidades del matrimonio. Si son aún pequeños e incapaces de hacer frente a las responsabilidades del matrimonio, entonces, ¿de qué sirve casarse? A partir de aquí, comienza una cadena de agravios por ambos lados y que continúa acrecentándose.

De manera similar, como he mencionado anteriormente, tras haber pasado muchos años viviendo juntos y, cuando los hijos están creciendo, se producen agravios entre las parejas, debido a asuntos que son, en esencia infantiles, y son resultado de la falta de paciencia o debido a amistades perjudiciales.

En resumen, la razón de los problemas domésticos para cualquier edad es que la gente se ha alejado de la fe; desconoce las enseñanzas religiosas y no tiene interés en ellas, a la vez que aumenta su deseo por las causas materiales. Por tanto, si deseamos encontrar una solución a todos estos problemas entonces debemos empezar a buscarla en la luz de las enseñanzas religiosas.

Por un lado, nos consideramos como áhmadis, y hemos jurado dar preferencia a la fe sobre todas las causas materiales, por lo que debemos buscar los remedios que se encuentran en las enseñanzas religiosas del Sagrado Corán, los hadices y las enseñanzas del Mesías Prometido (as). Somos muy afortunados de haber aceptado el islam y de ser musulmanes que hemos aceptado al Mesías Prometido (as) quien ha aceptado nuestro pacto según el cual hemos de dar preferencia a nuestra fe sobre todos los objetivos mundanales. Recitamos este juramento durante diferentes eventos, pero cuando llega el momento de implementar las enseñanzas, nos olvidamos de ellas. En relación al matrimonio, incluso aquellos que están fielmente sirviendo la fe se olvidan de este principio clave, a pesar de que el Santo Profeta (sa) específicamente ordenó que en los asuntos del matrimonio uno debe siempre dar preferencia a la fe sobre todos los asuntos mundanos. Si uno siempre da preferencia a la fe y en retorno también obtiene una riqueza material, entonces esto es debido a la gracia de Dios el Todopoderoso, lo que en la terminología de las personas mundanas se conoce como una “bonificación”. Sin embargo, si uno se esfuerza en sus aspiraciones mundanales mientras manifiesta dar preferencia a su fe, entonces esto llevará a problemas porque hay una carencia de honestidad (en su manifiesto).

Por tanto, cuando se busque a una pareja para un matrimonio uno siempre debe tener en mente la enseñanza del Santo Profeta (sa), que fue narrada con la autoridad de Hazrat Abu Hurairah (ra), en la que el Santo Profeta (sa) dijo:

“Uno se casa con una mujer por cuatro razones: por su riqueza, por su estatus y rango familiar, por su belleza y por su piedad. Por tanto, debéis elegir a una mujer que sea piadosa y Dios el Todopoderoso la hará una bendición para vosotros”.

Por tanto, si los chicos y sus familias tienen este principio en mente, entonces las chicas, así como sus familias también alinearan su preferencia hacia la fe. Cuando la religión y la fe recibe la mayor importancia entonces muchas quejas y objeciones que albergan tanto chicas como chicos sobre las familias del otro desaparecerán. Aquel chico que busca una chica piadosa, otorgando preponderancia a la fe, entonces tendrá que asegurarse de que sus propias acciones están en armonía con las enseñanzas de la fe. Si uno actúa según las enseñanzas prescritas por la fe, entonces los temas triviales y los problemas que causan desorden en el hogar desaparecerán, y la familia del chico no intentará causar dificultades a la chica.

El islam enseña que, aunque uno debe buscar la piedad (cuando busca una pareja), sin embargo, cada individuo no es compatible con todos los demás. Por tanto, antes de acordar cualquier proposición uno debe realizar Istijara (rezar para que el resultado sea el mejor). En cualquier relación debemos rezar a Dios el Todopoderoso para conseguir el mejor resultado y además para que si, según Al-lah el Todopoderoso el matrimonio no es bendito, entonces Dios el Todopoderoso evite que tenga lugar.

En una ocasión Hazrat Jalifatul Masih I (ra) muy elocuentemente dijo:

“El Santo Profeta (sa) ha sido extremadamente benevolente con nosotros ya que nos ha mostrado aquellos caminos que nos permiten encontrar la paz en nuestros matrimonios y uno experimentará las razones del matrimonio, las cuales según el Corán son la alegría y el afecto.”

La gente accede al compromiso con el objetivo de convertirse en una fuente de alegría para el otro y mediante ello se forma una relación basada en el amor y el afecto.

Hazrat Jalifatul Masih I (ra) dice:

“El principal factor que uno debe buscar en un matrimonio es la piedad (como ha sido mencionado anteriormente uno debe buscar la fe). Los factores a buscar (en el matrimonio) no deberían ser una belleza sobresaliente, la riqueza y abundancia de bienes o un alto estatus o rango familiar. Uno debe siempre tener intenciones virtuosas, y anteriormente a casarse uno debe realizar mucho Istijara. Por tanto, antes de la ceremonia de la boda, si una persona reza a Dios el Todopoderoso para que ambos puedan vivir una vida de paz y amor, al mismo tiempo que reza para que ‘esta propuesta de matrimonio proceda si es una fuente de bendiciones y felicidad’ entonces mediante la gracia de Dios el Todopoderoso dicho matrimonio será exitoso. Sin embargo, debemos tener en cuenta que incluso después del matrimonio, Satanás continúa su ataque usando diferentes métodos. Por tanto, uno siempre debe rezar para que su matrimonio sea una fuente de paz, amor y armonía.”

Explicando la importancia del Istijara, Hazrat Jalifatul Masih I (ra) nos aconsejó de la siguiente manera:

“Entre todos los trabajos importantes, el Nikah es de manifiesta importancia. No es un tema insignificante, de hecho, debe ser considerado de gran importancia. La mayoría de la gente cree que una persona debe pertenecer a un clan prestigioso de gran linaje, riqueza y autoridad política. También que deben ser jóvenes y atractivos. Sin embargo, nuestro Santo Profeta (sa) ha indicado que tanto la chica como el chico deben buscar a alguien piadoso, (especialmente) dado que es imposible saber sobre el intelecto, las cualidades morales y la integridad de una persona, es decir, es difícil medir estas virtudes de forma instantánea.”

Algunos matrimonios se rompen y la gente dice que inicialmente creían que la persona era religiosa y que tenía un alto nivel moral, pero posteriormente resultó ser todo lo contrario. Por ello uno debe siempre realizar Istijara dado que uno no puede juzgar estos asuntos.

Hazrat Jalifatul Masih I (ra) dice:

“No conocemos nuestro destino, sin embargo, Dios el Todopoderoso conoce lo que está oculto, y por tanto lo primero que uno debe hacer es realizar Istijara de forma intensa y buscar la ayuda de Dios el Todopoderoso.”

En relación a los versos recitados durante la ceremonia del Nikah, Hazrat Jalifatul Masih I (ra) dijo:

“Contienen un gran consejo sobre cómo uno debe buscar la rectitud, los lazos de parentesco y Qaul-e-Sadeed (hablar la verdad de forma clara y transparente). Cuestiónate a ti mismo sobre que estás preparando para el futuro.”

Si quieres tener éxito en la vida entonces el Taqwa (rectitud) es esencial. En relación a esto, Hazrat Jalifatul Masih I (ra) dijo:

“Después de ofrecer la oración de Istijara y cuando llega el momento del Nikah, los versículos que se recitan durante el sermón del Nikah llaman nuestra atención sobre que nos beneficiemos de estas oraciones y que valoremos las consecuencias que nuestros actos pueden tener. Además, cuando llega el momento de felicitarse el uno al otro después de que se haya realizado el Nikah, el Santo Profeta (sa) ha enseñado la siguiente oración:

‘Que Al-lah os bendiga y envíe Sus bendiciones sobre vosotros dos y os permita uniros en las buenas obras.’”

Por tanto, debemos buscar en cualquier etapa las oraciones que desean el bien en la vida y las bendiciones y solo entonces los matrimonios serán benditos. Sin embargo, algunas personas siguen bajo la influencia de las prácticas culturales de Pakistán e India y, por tanto, están enredados en asuntos de nivel familiar/casta y tribu/raza. A pesar de que Al-lah el Todopoderoso ha dictado que cuando una proposición de matrimonio llega, entonces uno debe rezar, ofrecer la oración de Istijara y dar prioridad a la fe. Sin embargo, pierden por completo la visión de esto y en su lugar se centran en asuntos de clanes y tribus. El Mesías Prometido (as) dice:

“Cuando se busca una pareja adecuada en el rishta nata [oficina de matrimonios] para contraer matrimonio, solo debemos buscar que la persona sea piadosa, virtuosa y no esté afectada por ninguna dificultad que más tarde pueda causar potencialmente discordia. Recordad que, según el islam, la tribu o raza de una persona no es una forma de distinguirse entre unos y otros, sino que la única distinción depende del nivel de Taqwa y piedad.”

Por lo tanto, es una condición fundamental que tomemos como referencia el Taqwa. Todo lo demás cae en la categoría de innovaciones dañinas. Sin embargo, existe una instrucción respecto al kufuw [semejanza en la propia familia] (por ejemplo, escoger una pareja, para casarse, dentro de la propia familia) y esto ciertamente se debe tenerse en cuenta, sin embargo, no es necesario seguirla estrictamente. ¿Hasta qué punto hay que tener en cuenta el kufuw [semejanza dentro de la propia familia]?. El Mesías Prometido (as) respondió una vez a una pregunta sobre hasta dónde debe tener uno en cuenta su propia familia. Le preguntaron al Mesías Prometido (as) que un amigo áhmadi decidió acordar el matrimonio de su hija con un joven hombre áhmadi que no era de su familia, incluso cuando existía una pareja adecuada en su propia familia. Le preguntaron al Mesías Prometido (as) cuál era su decisión sobre esto. El Mesías Prometido (as) indicó:

“Si uno encuentra una pareja adecuada en su propia familia entonces es mejor que un miembro que no sea de la familia. Sin embargo, aunque esto es lo deseable, no es obligatorio.”

El Mesías Prometido (as) dijo a continuación:

“En tales casos, todos saben lo que es mejor para sus hijos. Si uno no encuentra una pareja adecuada en la propia familia no hay ningún peligro si busca en otra parte para su hija. No sería aceptable obligar a una persona a casar a su hija dentro de la familia.”

Algunas personas se sienten muy orgullosos de su estatus familiar. Su Santidad, Hazrat Jalifatul Masih I (ra) una vez se encontró con alguien de carácter similar. Por un lado, se sienten muy orgullosos y, por otro lado, su situación (o comportamiento) es completamente opuesto. Su Santidad, Hazrat Musleh-e-Mau’ud (ra) relata:

“Una persona visitó a Su Santidad, Hazrat Jalifatul Masih I (ra) y dijo que era un ‘Syed’ [descendiente del Santo Profeta (sa)] y que su hija se iba a casar por lo que necesitaba ayuda [económica] de Su Santidad, Hazrat Jalifatul Masih I (ra). Su Santidad, Hazrat Jalifatul Masih I (ra) le contestó que estaba dispuesto a darle los mismos objetos que el Santo Profeta (as) le dio a su hija Fátima por su dote. Al oír esto inmediatamente respondió que, para él, esto sería una burla. (Hoy en día es habitual dar el yahaiz [dote de la familia de la chica al chico] y esto causa muchos problemas). Su Santidad, Hazrat Jalifatul Masih I (ra) contestó, “¿es tu sentido del honor mayor que el del Santo Profeta (sa)? Tu honor se basa en ser un ‘Syed’, por lo tanto, si dar este yahaiz [dote de la chica al chico] no le causó ninguna desgracia al Santo Profeta (sa), ¿por qué te lo iba a causar a ti? Por un lado, dices que eres un Syed, entonces, ¿cómo puede ser esto causa de burla hacia tí?’”

Estas personas deben prestar atención para no burlarse de las chicas y atormentarlas emocionalmente por el hecho de no aportar un yahaiz suficiente. Del mismo modo, la familia de la novia debe dar ciertamente el yahaiz [dote], pero la familia de la novia no debe imponerse una carga indebida y debe entregar como regalo sólo lo que fácilmente puede pagar.

Si hay interés genuino en una propuesta particular, entonces antes de realizar la oración de Istijara, es necesario ver a la chica.  Hazrat Abu Hurraira (ra) nos dice que en una ocasión se hallaba en compañía del Santo Profeta (saw) cuando un compañero acudió al Santo Profeta (saw) y le dijo que había enviado una propuesta matrimonial a una de las mujeres pertenecientes a los Ansaar [aquellos que originalmente eran nativos de la ciudad de Medina]. El Santo Profeta (sa) le preguntó si la había visto, a lo que respondió que nunca la había visto. El Santo Profeta (sa) instruyó al compañero a que la viera una vez, porque los ojos de los Ansaar tenían una cierta peculiaridad. Por lo tanto, no hay nada malo en que el varón visite la casa de la chica y se vean. Sin embargo, ocurre que cuando el departamento de Rishta Nata [oficina de asuntos matrimoniales] presenta candidatas al matrimonio, en ocasiones, ciertas familias del varón muestran una arrogancia extrema cuando acuden a visitar la casa de la chica y hacen comentarios desagradables. Y a pesar de haber visto la foto de la chica y haber intercambiado sus detalles mutuos, demoran deliberadamente la propuesta, por sí entretanto surge una mejor propuesta optar por ella. Esta es una práctica completamente errónea. La mayoría de las chicas áhmadis respetan a sus padres y aceptan las propuestas de matrimonio que éstos les sugieren, pero como he mencionado, en ciertos casos los varones visitan la casa de la chica y luego permanecen en silencio.

Una vez que han visto la foto y se han informado de detalles tales como la altura, descripción, etc. no hay necesidad de mantener en suspenso a la otra parte, ni de herir sus sentimientos haciendo determinadas observaciones.

Si se entendiera realmente el propósito del matrimonio entonces nunca se herirían los sentimientos de las mujeres, ni los varones mostrarían arrogancia, ni jugarían con las emociones de los demás. En cuanto a los objetivos y el propósito del matrimonio, el Mesías Prometido (as) afirma:

“El Sagrado Corán nos ha enseñado que uno debe celebrar el Nikah para salvaguardar su castidad. ¿Cuál es el propósito del Nikah? Salvaguardar la castidad propia y conseguir una progenie justa. (Una vez que el matrimonio ha tenido lugar, entonces uno debe orar por una progenie justa) tal como Al-lah el Todopoderoso afirma:

(Árabe)

En otras palabras, uno debe realizar el Nikah con la intención de refugiarse en la ciudadela del Taqwa y de la castidad. La palabra Muhsnina también significa que quien no se casa, no sólo sufre una aflicción espiritual, sino también una aflicción física. Por lo tanto, es evidente del Sagrado Corán que el matrimonio tiene tres propósitos y que éstos deben ser los objetivos del matrimonio: salvaguardar la castidad, mantener el bienestar físico y tener descendencia.”

Por lo tanto, si tenemos esto en consideración, se evitarán este tipo de problemas en el momento de considerar las propuestas de matrimonio. Además, en el momento de elegir a un compañero para el matrimonio, en lugar de mirar aspectos mundanos, debemos dar prioridad a la fe por encima de cualquier otra consideración.

A veces, surge una causa de discordia en el hogar cuando las chicas se casan, porque el marido no tiene casa propia y se encuentra viviendo con sus padres. En ocasiones se debe a que el marido no tiene ingresos suficientes, o está estudiando y por lo tanto no tiene otra opción. La chica también debe entender la situación del marido, si debido a sus ingresos él todavía no puede comprar una casa, entonces, mientras tanto deben permanecer con los suegros. Sin embargo, en tales circunstancias, los padres de la chica normalmente actúan con precipitación y convencen a su hija para que ponga fin al matrimonio y se recurre a la Jula [separación] después de haber contraído el matrimonio. Esta es una práctica completamente errónea. Si la chica no puede vivir con los suegros, entonces ella debe expresarlo desde el principio y si el chico no tiene los recursos necesarios, entonces no deben tener prisa en contraer matrimonio. Sin embargo, hay ciertos hombres que todavía viven en casa de sus padres debido a su propia actitud irresponsable y descuidada, o porque ceden debido a la presión de los padres a pesar de que pueden comprar su propia casa. En cambio, citan la excusa de que, como sus padres son ancianos, por lo tanto, necesitan permanecer con ellos, a pesar de que sus otros hermanos viven con sus padres. E incluso si los hermanos no viven con ellos, sin embargo, sus padres son más que capaces de vivir por su cuenta, pero esto sucede simplemente debido a la naturaleza obstinada de los padres.

¿Qué dice el islam al respecto? Al-lah El Todopoderoso dice en el Sagrado Corán:

“No hay ningún mal para el ciego, ni para el cojo, ni para el enfermo, ni para vosotros mismos en que comáis de vuestras casas, de las casas de vuestros padres o de las casas de vuestras madres… “[24:62]

Esta es en realidad una parte de un versículo mucho más largo, sin embargo, Hazrat Jalifatul Masih I (ra) ha hecho un comentario hermoso acerca de tan solo esta parte del versículo Hazrat Jalifatul Masih I (ra) dice:

“Las personas del Subcontinente a menudo reclaman sobre la disputa entre la nuera y la suegra en el hogar. Sin embargo, si las personas se adhirieran adecuadamente a las enseñanzas del Corán entonces tales problemas nunca surgirán porque el Sagrado Corán indica claramente que cada uno debería estar viviendo en su propia casa; la madre debe vivir en su casa y los hijos deben tener la suya propia, por eso tienen el permiso para comer de su casa.”

Por lo tanto, deben tener sus propios hogares, a menos que las circunstancias de uno no lo permitan. Al tener sus propias casas, no sólo hará que las cuestiones entre la suegra y la nuera, y entre la esposa y la cuñada terminen, sino que también hará que el marido y la esposa se den cuenta de su sentido de responsabilidad.

También quisiera añadir aquí que antes del matrimonio, hay ciertas familias por parte de la chica que preguntan al chico si tiene casa propia. Si no es así entonces rechazan la propuesta y esto también es una práctica completamente errónea. En lugar de juzgar según los estándares mundanos, los familiares de la chica deben mirar el nivel de fe del chico porque, si hay amor y afecto en el hogar, eventualmente uno acabará por adquirir una casa propia. Del mismo modo, también recibo quejas de ciertos países de que ciertas personas no casan a sus hijas con nuestros misioneros que se están graduando porque estos misioneros son devotos de por vida. Esto también es incorrecto porque uno debe dar preferencia a la fe.

Por eso Al-lah el Todopoderoso ha instruido a los hombres a no reaccionar rápidamente ni establecer un juicio si sus esposas dicen algo. Además, no deben tratarlas mal ni deben expresar disgusto por lo que dicen. Al-lah el Todopoderoso dice:

“… Y convivid con ellas con benevolencia, pues sino os gustan, es posible que no os guste algo en lo que Al-lah ha puesto un gran bien.” [4:20].

Explicando este versículo, Hazrat Jalifatul Masih I (ra) dice:

“¡Estimados! Si no les gusta algo en su esposa, incluso entonces deben tratarla con amabilidad. Al-lah el Todopoderoso afirma que Él pondrá un gran bien en ellas, y es posible que sea en realidad una cualidad, pero ustedes la perciben como algo malo.”

Hay ciertos maridos que son rápidos en divorciarse de sus mujeres, o las tratan despiadadamente, o no cuidan de sus sentimientos y emociones, o les disgusta algo que dicen y como resultado las tratan inapropiadamente. Así pues, este consejo es para ellos, que deben tratar a sus esposas con amabilidad. No deben precipitarse en sus decisiones si perciben algo malo en sus esposas porque es posible que lo que aparece como algo negativo pueda tener una cualidad oculta en ello y, en consecuencia, debido a su apresuramiento y tratamiento incorrecto, se les prive de ello. Al-lah El Todopoderoso ha aconsejado a los hombres de muchas maneras a tratar a sus esposas amablemente y los hombres siempre deben tener esto en mente.

Otro factor culpable de crear problemas en el hogar tiene lugar cuando los hombres deciden casarse con una segunda mujer o expresan el deseo de un segundo matrimonio. Los hombres deben recordar que aunque el islam ha permitido casarse más de una vez, sin embargo, esto se puede dar ante ciertas circunstancias y sus condiciones deben ser cumplidas. No significa que mientras uno viva felizmente en una familia con hijos, decida satisfacer sus propios placeres al dejarse influenciar por esta sociedad, o porque, como Al-lah el Todopoderoso lo ha bendecido con afluencia, por lo tanto, decide casarse de nuevo, o forma relaciones ilegales y luego se casa con ellas.

El Mesías Prometido (as) expone sobre esto en gran detalle, y esto siempre debe tenerse en cuenta. El Mesías Prometido (as) declara:

“La Ley de Dios el Todopoderoso no debe ser usada contrariamente a sus propósitos, ni debe ser invocada para servir como un escudo para la auto-indulgencia (es decir, no hay que usar las leyes de Dios el Todopoderoso como un medio para satisfacer las propias pasiones carnales. Las leyes de Dios el Todopoderoso no deben ser tratadas de esta manera). Hacerlo sería un gran pecado. Dios el Todopoderoso ha advertido repetidas veces que no se sometan a las pasiones carnales. Su único propósito debe ser sólo la justicia y la bondad.”

El Mesías Prometido (as) dice también:

“Si la mayoría de la gente usa la Sharia como escudo para cumplir las pasiones carnales y así participar en la poligamia, entonces la gente planteará la objeción de que los musulmanes no tienen nada más que hacer aparte de casarse con mujeres”.

No está permitido usar esto como un escudo y casarse con mujeres para satisfacer sus deseos carnales. Es completamente incorrecto formar relaciones con otras mujeres y casarse con ellas y luego renunciar a su esposa. Esta es una práctica completamente errónea y la gente estará en lo correcto al plantear la objeción de que los musulmanes no tienen nada más que hacer aparte de casarse con mujeres.

El Mesías Prometido (as) además declaró que:

“El nombre “adulterio” no es en sí un pecado, sino que tener el corazón sumido en las pasiones carnales es en sí pecado. Uno debe participar muy poco de los placeres de este mundo.”

En otras palabras, deben ser la personificación de

“Deben reír poco y llorar mucho”.

Sin embargo, ¿cómo se podrá sacar tiempo para desarrollar este estado de ternura y llanto, cuando se albergan deseos mundanos y gastan todo su tiempo, energía y atención sólo absortos en sus mujeres? Esta es la misma situación en la que cae uno que está completamente absorto en otras actividades mundanas inútiles. A menudo las personas sucumben a un estado en el que invierten toda su energía y recursos para cumplir un deseo materialista y se alejan de la voluntad de Al-lah el Todopoderoso.

Ciertamente hay actividades [mundanas] que Dios el Todopoderoso ha calificado como permisibles, pero eso no implica que pasemos toda nuestra vida entregándonos a ellas. Al-lah el Todopoderoso describe la calidad de sus siervos como aquellos que,

“pasan la noche postrados y de pie ante su Señor.”

Ahora bien, quien invierte todo su tiempo completamente obsesionado con pasar todo el tiempo con su esposa, no podrá dedicar la noche en la adoración según la Voluntad de Dios. Su matrimonio no sería más que una forma de asociar coparticipes con Dios el Todopoderoso (Shirk) al dar la misma importancia a su esposa que a Dios. A pesar de que el Santo Profeta (sa) tenía 9 esposas, pasaba todas sus noches en adoración.

Entonces el Mesías Prometido (as) dijo:

“Recordad que la verdadera Voluntad de Dios es que no debéis dejaros vencer completamente por la lujuria y que, para perfeccionar vuestro Taqwah (rectitud), si surge una necesidad genuina, casaros de nuevo (la base real para casarse por segunda vez es el Taqwah). Por lo tanto, el casarse de nuevo está permitido. Sin embargo, todos los que desean casarse por segunda vez necesitan pensar si realmente lo están haciendo basándose en el Taqwah o si simplemente lo hacen en base a sus deseos lujuriosos.”

El Mesías Prometido (as) dice:

“Recordad que aquel que se casa con más de una mujer únicamente por deseos sensuales, está lejos de la verdadera esencia del islam. Es un signo del arruinamiento de uno mismo si cada día que se levanta y cada noche que cae, no se enfrenta a las dificultades y al sufrimiento y no está preparado para el dolor y sólo quiere una vida cómoda “y llora poco o nada y ríe más.”

Por otro lado, el Mesías Prometido (as) aconseja a las mujeres que si su marido desea casarse por una razón válida entonces no deben causar una tormenta de protestas. Sin embargo, también les dijo que,

“también tienen el derecho de orar para que Al-lah, el Todopoderoso, nunca os haga afrontar semejante dificultad.”

Puesto que el Mesías Prometido (as) ya dijo previamente que los hombres no deben casarse de nuevo solamente para satisfacer sus deseos sensuales, también dice, en referencia a las mujeres,

“En esta época algunas mujeres están absorbidas por una modernización dañina y toman la pluralidad de los Nikahs (matrimonios) de manera negativa y no tienen fe en este concepto islámico. Esas mujeres, sin duda, son ajenas de que la Ley Divina contiene en este concepto varios remedios y soluciones. Si el islam no presentase el concepto de la pluralidad de los Nikahs (matrimonios) y surgiese la situación donde un hombre necesite casarse por segunda vez, la Sharia (Ley islámica) no sería capaz de ofrecer ninguna solución. Por ejemplo, en tal circunstancia, donde una esposa padece alguna enfermedad que le cause demencia o que le deje completamente inválida, es digna de compasión, pero al mismo tiempo, el marido también es digno de compasión porque no es capaz de permanecer paciente es su celibato, por ello, sería cruel no permitirle casarse de nuevo. En realidad, la Ley Divina ha dejado esta vía abierta para los hombres si se encuentran en alguna de las situaciones antes mencionadas, y del mismo modo, también ha abierto caminos para la mujer, si su esposo se vuelve ocioso por cualquier razón, puede pedir el Julah (divorcio pedido por la mujer), que es igual al Talaaq (divorcio pedido por el hombre). La Ley Divina es como una farmacia que ofrece/vende medicamentos. Si la farmacia no es capaz de ofrecer medicamentos para todo tipo de enfermedades, entonces la farmacia no se está gestionando correctamente. Así pues, reflexionad. ¿No es cierto que los hombres a veces se enfrentan a tales dificultades cuando se ven obligados a casarse de nuevo? ¿Qué tipo de ley sería aquella que no proporcione soluciones a todos los problemas? Observad que en los Evangelios la única base para el divorcio es el adulterio. No se mencionan en absoluto la enorme cantidad de posibles conflictos entre el marido y la mujer que pueden llevarles a albergar rencores y enemistades en su relación.”

El Mesías Prometido (as), en referencia a las mujeres, dice:

“¡Oh mujeres! No os preocupéis porque el Libro que habéis recibido no depende de la interpolación humana como en los Evangelios. En éste Libro (el Sagrado Corán) los derechos de los hombres se han conservado de la misma manera que los de las mujeres. Si una esposa no está contenta por su marido ocioso, entonces puede pedir el Julah (divorcio pedido por la mujer) a través de una autoridad relevante. Era obligación de Dios mencionar las diversas circunstancias a las que se pueden enfrentar los musulmanes para que la Sharia (ley islámica) permaneciera libre de defectos. Así que ¡Oh mujeres! En vez de quejarse a Dios cuando vuestro marido se plantea casarse por segunda vez, deberíais orar y pedir a Dios que os proteja de las dificultades y pruebas.   

Cuando sus maridos tienen la intención de contraer matrimonio de nuevo, las mujeres pueden rezar y pedir a Dios protección de las dificultades y obstáculos que se les presentan para que ellos (sus maridos), no se casen de nuevo. Sin duda, es cruel aquél marido que se ha casado dos veces y es injusto. No vengáis bajo la ira de Dios desobedeciéndole. Cada uno es responsable de sus propias acciones. Si actuáis piadosamente ante los ojos de Dios, entonces vuestro marido también se hará piadoso. La Sharia (ley islámica) permite contraer el matrimonio de nuevo en base a ciertas razones o por ciertos beneficios, sin embargo, el Decreto Divino es una vía abierta para vosotros. Si no podéis soportar la ley de la Sharia (ley islámica), entonces aprovechad [evitando] el Decreto Divino a través de las oraciones, porque el Decreto Divino predomina sobre la Ley de la Sharia (ley islámica). Adopta la piedad. No os apeguéis en exceso al mundo y sus atracciones. ¿Cuál es la Ley del Decreto Divino [en este contexto]? Consiste en rezar para que todos los pensamientos de vuestros maridos de casarse de nuevo desaparezcan. (Aunque está permitido, dice) si oras y suplicas sinceramente, entonces quizás tus plegarias sean contestadas y no caerás en la adversidad ni en la aflicción y existirá la posibilidad de que no se plantee ni siquiera la idea de un segundo matrimonio.”

Que Al-lah, El Todopoderoso, capacite a los miembros de la Yama’at, tanto a los hombres como a las mujeres, resolver sus asuntos domésticos de acuerdo con las enseñanzas Divinas. Que Al-lah les capacite para que hagan prevalecer la religión sobre los deseos mundanos. Que siempre tengan en cuenta el temor y la justicia de Al-lah. Del mismo modo, que Al-lah elimine todos los problemas conyugales entre las nuevas parejas, que van surgiendo cada vez más entre los chicos y chicas. Que Al-lah capacite a los chicos y a las chicas a comprender que el propósito de los matrimonios no es simplemente cumplir los objetivos mundanos, sino que se debe dar prioridad a la religión y asegurarse de que las futuras generaciones sigan el camino de la fe y de la piedad. Así, las nuevas generaciones serán salvaguardadas, y serán quienes sirvan al islam y se convertirán en los herederos de las bendiciones de Dios el Todopoderoso.

Después de las Oraciones del Viernes voy a dirigir algunas oraciones fúnebres, de las cuales dos son presentes y dos ausentes. El primer funeral es del respetado señor Muhammad Nawaz Momin sahib quien era un Waqf-e-zindagi (Devoto), hijo de Khuda Baksh Momin Sahib. Falleció el 15 de febrero del 2017 con 85 años en Alemania. Sin duda, a Al-lah pertenecemos y a Él regresamos.

Él era el yerno del compañero del Mesías Prometido(as), Hazrat Momin Ji. Su padre fue a Qadian y aceptó el Bai’at en 1922 a manos de Hazrat Musleh-e-Mau’ud (ra). Sus hijos morían al nacer y, por lo tanto, los no-ahmadíes se burlaban de él y decían que, debido a que se había convertido en áhmadi, sus hijos iban a sufrir continuamente este destino. Luego, su padre hizo una promesa a Dios en el momento de su nacimiento, y dijo que, si este niño sobrevivía, dedicaría su vida al servicio del islam. Por lo tanto, él sobrevivió a su nacimiento y después de eso otros cuatro hijos, sobrevivieron y vivieron largas vidas. Su padre lo consagró desde su nacimiento hacia el camino de Dios. En 1959 completó su educación en Yamia Ahmadía y pasó el resto de su vida sirviendo al Movimiento. Sirvió en la oficina de Al-Fazal, Darul Qazaa y la oficina de Wasiyyat durante un largo período de tiempo. En 1969 se trasladó a Alemania donde él pudo servir a la Yama’at de varias maneras. Tenía una gran pasión por hacer Tabligh (predicación) y estaba muy entusiasmado con ello. Él era regular en sus oraciones y en guardar los ayunos y era extremadamente paciente y agradecido. Era un anciano de pocas palabras, profundamente religioso y muy devoto. Tenía un amor ilimitado por el Santo Corán y era muy ferviente a la hora de difundir su conocimiento y enseñarlo con Tarteel [recitación melodiosa del Corán en tonos rítmicos]. El fallecido era un Moosi. Dejó atrás a su familia, con una hija y un hijo.

El segundo funeral es del Respetado Syed Rafiq Safir Ahmad Sahib que era de aquí y era el Sadr (Presidente) de la Yama’at de Surbiton. Él falleció el 28 de febrero de 2017 a la edad de 61 años. Ciertamente a Al-lah pertenecemos y hacia Él volvemos. Su padre, el Dr. Safiruddin Sahib fue el primer director de la Escuela Secundaria Ahmadía en Kumasi, Ghana. Syed Rafiq Safir Sahib nació en Londres y se dedicó a servir a la Yama’at desde la infancia. Se le permitió servir como Secretario Atfalul Ahmadía, Qaid Judamul Ahmadía, y en el nivel central en Maylis Ansarulah como Qaid Seht-o-Yismani y Qaid Amumi. Antes de su fallecimiento, estaba sirviendo como Sadr (Presidente) de la Yama’at de Surbiton. Tenía una profunda conexión y devoción con el Jilafat. Era regular en la oración, ofrecía regularmente la oración de Tahayyud, era muy amistoso y sociable, tenía una naturaleza muy apacible y era extremadamente piadoso y sincero.

El fallecido era un Musi y deja atrás a su esposa, dos hijas y dos hijos. Su esposa escribe:

“tenía una disposición muy suave y era de buen corazón. Atraía la atención de sus hijos hacia las oraciones con mucho amor y preocupación y dirigiría las oraciones congregacionales. Desde el momento de nuestro matrimonio hasta el final de su vida, permaneció absorto en servir al Yama’at. Tenía la costumbre de resolver los problemas de la gente y ayudarlos financieramente. Era una persona muy justa de naturaleza sencilla y con altas cualidades morales.”

El presidente interino de su Halqa escribió:

“Una de sus buenas prácticas fue que después de la oración Ishaa, él preguntaba a los niños sobre cada sermón del viernes y les daba un premio por la respuesta correcta. Esto inculcó un interés en los niños para escuchar los sermones del viernes. Siempre estaba muy preocupado por su trabajo de la Yama’at.”

Ambos funerales que he anunciado son con el cuerpo presente. También hay dos funerales en ausencia.

Uno de estos funerales es del Dr. Mirza Laiq Ahmad Sahib, hijo de Sahibzada Mirza Hafeez Ahmad Sahib y el nieto paterno de Hazrat Musleh-e-Maud (ra). Falleció en el Tahir Heart Institute en la tarde del 28 de febrero de 2017 a la edad de 68 años cuando su corazón dejó de latir. Ciertamente a Al-lah pertenecemos y hacia Él volveremos. Su madre todavía está viva y que Al-lah el Todopoderoso le permita soportar esta pérdida. Adquirió su educación en

Rabwah hasta el bachillerato y después estudió medicina en una universidad médica en Multan. Trabajó en Rabwah mismo. Cuidaba mucho de los pobres y, a menudo, estas personas pobres escribían ellos mismos que “mostró una gran compasión al cuidar de nosotros”.

De hecho, había dedicado un día de la semana a atender a los pobres, de forma gratuita. Además, también atendía a los trabajadores [de la Yama’at] de forma gratuita. Su primer matrimonio fue con Syeda Faiza Sahia con quien tiene dos hijos. Su segundo matrimonio es con Amatul Shakoor Sahiba, la hija de Hazrat Jalifatul Masih III (ra). Que Al-lah el Todopoderoso conceda al difunto misericordia y perdón.

El segundo funeral en ausencia es del respetado Aminul-lah Khan Sahib, ex misionero de los Estados Unidos. Falleció en la noche del martes 28 de febrero de 2017 en los Estados Unidos. Ciertamente a Al-lah pertenecemos y hacia Él volvemos. El fallecido tuvo la oportunidad para servir como misionero en los EE.UU., Liberia e Inglaterra. Fue hijo de Abdul Mujeed Khan Sahib de Neruwal y nació en 1936. Desde la infancia, sus padres habían consagrado su vida al servicio de la Yama’at, a raíz de un llamamiento de Hazrat Jalifatul Masih II (ra). Volvió de Qadian y dijo:

“También he consagrado la vida de tu hijo, así que no puede haber quejas de que el hijo de mi primera esposa, el Dr. Naseer Khan Sahib, estaba consagrado mientras que tu hijo no lo estaba.”

En el cuarto año de sus estudios decidió consagrar su propia vida. En 1949, después de completar su educación secundaria se inscribió en Yamia Ahmadía. En 1955 completó su educación Maulvi Fazail. En 1957 completó su F.A., en 1958 completó su título de Shahid y en 1959 su B.A.. Fue enviado como misionero por primera vez en 1958. Desde el 29 de febrero de 1960 hasta abril de 1963 se le permitió servir como misionero en Estados Unidos. En 1966 trabajó temporalmente en Daftar Amanat y de 1969 a 1971 sirvió en Liberia. Su primer puesto en los Estados Unidos fue en 1960, cuando tenía 23 años. Era un misionero muy apasionado. Creo muchas oportunidades para predicar a través de periódicos y en la radio. Durante su servicio en Liberia fue invitado a las reuniones mensuales y el presidente, Tub man, le pedía que dirigiera oraciones en silencio. Cuando Hazrat Jalifatul Masih III (ra) viajó a Liberia entonces presidente, Tub man, celebró una cena en honor de Huzur y dijo acerca de Aminull Khan que ‘es muy contundente’. Huzur (ra) respondió:

“Es contundente sin usar ninguna fuerza”.

Aminullah Khan Sahib también fue enviado a Inglaterra donde sirvió hasta 1970. Luego tuvo que retirarse debido a problemas de salud. Estaba casado con Bushra Shah Sahiba, hija de Iqbal Shah Sahib, y nieta del Dr. Walayat Shah Sahib, compañero del Mesías Prometido (as). Era el hermano mayor de Aapa Tahira Siddiqa Sahiba, la esposa del Hazrat Jalifatul Masih III. Tenía un hijo y una hija. Que Al-lah el Todopoderoso proteja al difunto en Su Misericordia y le conceda el perdón. Que Al-lah eleve el estatus de todos ellos [los fallecidos]. Como dije, después de las oraciones dirigiré la oración funeral.

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