Ramadán 2020, un mes del ayuno diferente
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

En unos pocos días, algo extraño va a suceder, donde cientos de millones de personas en la Tierra, desde las amas de casa hasta los oficinistas, dejarán a un lado la comida y el agua desde el amanecer hasta el anochecer. No, no es una protesta o una nueva dieta popular. Estos cientos de millones de personas son musulmanes, y en pocos días,  da comienzo del mes sagrado de Ramadán, lo que es considerado un rito de ayuno y rejuvenecimiento espiritual.

Eso no quiere decir que el ayuno sea por treinta días completos. Muchos musulmanes no sobrevivirían a eso, si no que se realiza un ayuno diario, desde el amanecer hasta el anochecer. Estando permitido la ingesta de comida y bebidas fuera de las horas de luz.

El mes de Ramadán es el noveno mes del calendario islámico. Ayunar durante el mes de Ramadán es una tradición divinamente instituida en la que Al’lah les dice a los musulmanes que ayunen durante este mes, y es desde la época del Profeta Muhammad (sa), hace más de 1400 años, que los musulmanes han observado religiosamente el ayuno en este mes.

Eso no quiere decir que la práctica del ayuno esté anticuada. Por el contrario, hay un sinnúmero de beneficios espirituales y físicos vinculados con la práctica del ayuno que son tan relevantes y necesarios hoy en día como lo fueron en el pasado. El Sagrado Corán declara la intemporalidad del ayuno:

“Y que ayunen es mejor para ustedes, si tan solo supieran” (Sagrado Corán 2:185)

El mes de Ramadán fue el mes en el que la revelación divina comenzó a descender sobre el Profeta Muhammad (sa) y fue el ángel Gabriel quien le comunicaba los versos del Sagrado Corán, la sagrada escritura del islam, que es considerado la palabra de Dios. Durante sus 23 años de profecía, el ángel revisaba la revelación del Sagrado Corán con el Profeta (sa) en cada Ramadán. Por ello, en estos días los musulmanes tratan de dedicar más tiempo al estudio de este Libro Sagrado.

Como todos los demás aspectos del islam, el método de ayuno fue implementado y demostrado por el Santo Profeta Muhammad (sa). Durante el ayuno, un musulmán debe abstenerse de toda comida, bebida y relaciones conyugales. Pero el ayuno no sólo exige controlar el apetito. El Profeta (sa) declaró que Al’lah no necesita que alguien ayune, sin que abandone a su vez los discursos falsos y comentarios hirientes. De la misma manera, declaró que, si alguien desea  discutir con una persona que está observando el ayuno, este debe simplemente responder: “Estoy ayunando”. El Profeta Muhammad (sa), que ya era extremadamente generoso, se volvía aún más dadivoso durante el mes de Ramadán. Se despertaba durante las noches para la adoración de Dios e igualmente despertaba a los miembros de su familia.

Así que la filosofía de Ramadán abarca no sólo la abstinencia sino también la adquisición de altos niveles morales. El Mesías, Su Santidad Mirza Ghulam Ahmad (as), Fundador de la Comunidad Musulmana Ahmadía, declaró sobre el ayuno:

“El ayuno no consiste simplemente en permanecer hambriento y sediento, sino que su realidad e impacto sólo puede obtenerse a través de la experiencia. Es la naturaleza humana que cuanto menos se come, más se purifica el espíritu y así aumenta la capacidad de las visiones [espirituales]. La voluntad de Dios es disminuir un tipo de sustento y aumentar el otro. Una persona que está ayunando debe tener siempre presente que no sólo se requiere que tenga hambre. Más bien, debe ocuparse de recordar a Dios para poder cortar las ataduras de los deseos y diversiones mundanos y dedicarse totalmente a Dios. Por lo tanto, el significado del ayuno es que el hombre renuncia a un tipo de sustento que alimenta sólo el cuerpo y alcanza el otro tipo de sustento que es una fuente de consuelo y gratificación para el alma. Y aquellos que observan el ayuno sólo por el bien de Al’lah y no sólo por la costumbre, deben permanecer ocupados en la alabanza, la glorificación y la exaltación de Al’lah el Todopoderoso, a través de la cual pueden recibir el otro alimento“. (Malfuzat, vol. 5, p. 102)

Según un Hadiz, (dicho del profeta Muhammadsa), el mes de Ramadán es aquel en el que las puertas del infierno se cierran y las del cielo se abren. A su vez, los días del mes se dividen en tres bloques: los primeros diez días son para la Misericordia, la segunda decena es dedicada a recibir el perdón, y los últimos diez días son para la liberación del fuego del infierno. Los últimos diez días a su vez es cuando muchos musulamanes, tanto mujeres como hombres, realizan una especie de retiro espiritual, donde se alojan en las mezquitas para centrar todo su tiempo en la lectura del Corán y la adoración de Dios.

Después de que el mes termine, hay un día de celebración, conocido como Eid-ul-Fitr. En este día, los musulmanes no ayunan, sino que comen y celebran en agradecimiento a Al’lah. Se visten con sus mejores ropas y se dirigen a las mezquitas, donde hay una oración en congregación y un sermón. Los saludos comunitarios, las limosnas y el tiempo con la familia y los amigos caracterizan las celebraciones de Eid-ul-Fitr para muchos musulmanes de todo el mundo.

El islam es un código completo de vida, y el ayuno es una parte esencial de ese código que conlleva numerosos beneficios. Los musulmanes esperan ansiosamente el mes de Ramadán durante todo el año, y por experiencia, su felicidad se disfruta mejor cuando se comparte. Así que, de mi parte para ustedes, les deseo un feliz Ramadán. ¡Ramadán Mubarak! (¡Feliz Ramadán!)

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