El mes de Ramadán, aparte de la purificación por el ayuno, confiere otras bendiciones y oportunidades importantes: Una de estas bendiciones inmensas es la revelación del Corán que empezó durante este mes, como dice el Corán:
“El mes de Ramadán es aquel en que se hizo descender el Corán como guía de la humanidad, con pruebas claras de dirección y discernimiento.” (2:186)
De hecho, Al’lah declara la noche del destino a la revelación del Corán al profeta Muhammad (sa). Un capítulo entero se llama El Destino, y menciona las bendiciones de tal noche, como dice:
“La Noche del Destino es mejor que un millar de meses. En ella descienden ángeles y el Espíritu con el decreto de su Señor en relación con todos los asuntos.” (97:4,5)
Los significados de la noche del destino
La noche del destino en relación con la revelación del Corán tiene dos significados:
Primero, tal noche en particular, en que el Ángel Gabriel transmitió por primera vez la revelación del Corán al profeta Muhammad, iniciándose así la transformación del destino de la humanidad.
Por otro lado, la noche del destino es el periodo completo de 23 años durante el cual fueron reveladas al Santo Profeta las diferentes partes del Sagrado Corán. El mundo entero, que se hallaba sumido en aquella época en una oscuridad moral y espiritual, fue iluminado finamente por la revelación del Corán.
Sin embargo, existe también una noche del destino que se repite cada año durante el mes de Ramadán para recordar la importancia de la revelación del Corán. La noche del destino de cada Ramadán no se refiere literalmente a la primera revelación que ocurrió durante este mes, sino que es más bien una fecha simbólica. Por eso el Profeta Muhammad (sa), sin precisar ninguna fecha, dijo:
“Buscad la noche del destino en las noches impares de los últimos diez días de Ramadán.” (Bujari)
¿Por qué la noche del destino es imprecisa?
La razón de dejarla abierta y no definirla en concreto revela la esencia oculta de tal noche, como dijo el profeta:
“A quien pasa la noche del destino por la fe y con la esperanza de recompensa, le serán perdonados sus pecados anteriores.” (Bujari)
Al declarar esta noche como un medio de perdón, el profeta mostró que la mejor forma de cambiar el propio destino es a través de la búsqueda del amparo en la misericordia divina, lo cual requiere esfuerzos constantes y sinceros. Por lo tanto, se dejó abierta su fecha para que la persona realizara constantes esfuerzos y suplicas durante los últimos diez días en lugar de limitarse a hacerlo durante una sola noche.
¿Por qué la noche del destino está relacionada con el perdón?
La noche del destino es un momento especialmente bendito, ya que Al’lah ha anunciado que durante esa noche Él está más cerca de los creyentes y acepta todas sus suplicas. De hecho, cuando Aisha, la esposa del Profeta, (que Al’lah esté complacido con ella) le pidió que le recomendara una oración para la noche del destino, él le enseñó la siguiente oración:
Transcripción del árabe:
“Al’lahumma innaka ‘afuwwun tuhibbul ‘afwa fa’fu ‘annee.”
Traducción:
“! Oh Al’lah, Tú eres Indulgente y amas el perdón. Perdóname, pues.” (Tirmidi)
Recomendar la búsqueda del perdón y el arrepentimiento sincero durante esta noche es un acto profundamente sabio. No es posible proceder a la construcción de un edificio si la base es frágil o está incompleta. Del mismo modo, se requiere la base firme del arrepentimiento para seguir recibiendo las bendiciones y el amor divino. El arrepentimiento nos otorga fuerza para evitar los pecados y combatir la propia maldad. Por ello, para seguir cosechando las bendiciones divinas a lo largo de todo el año, es preciso, en primer lugar, lavar las propias impurezas. Por ejemplo, por muy pura y nutritiva que sea una bebida, si el vaso que la contiene está sucio, no entrará en el cuerpo bebida pura. Del mismo modo, se requiere un corazón limpio para que pueda penetrar la luz y el amor divinos.
¿Qué características posee esta noche?
No hay características generales para definir la noche del destino. Esta noche se distingue por la aceptación del arrepentimiento y por las suplicas. Esto se manifiesta al nivel personal. Algunos reciben fuerza espiritual, otros perciben tranquilidad en su corazón, otros sienten la cercanía divina, etc. Sin embargo, no se puede aplicar a todos el mismo patrón. Si hay algo en común entre todas las experiencias personales es que esta noche marca una nueva etapa en la propia vida: Para algunos, es la noche en que han adquirido la fuerza para abstenerse de ciertos pecados; para otros, es la noche en la que han logrado progresar en la virtud. El Sagrado Corán dice que la señal que indica si el arrepentimiento y las súplicas de una persona han sido aceptados es la transformación y la reforma personal:
“En verdad, las virtudes alejan los males.” (11:115)
Este versículo contiene la principal definición del islam de cualquier bondad y virtud. Si después de realizar una virtud no nos sentimos más próximos a Dios o más lejos de nuestro estado anterior, entonces nuestra virtud no ha sido aceptada, o esta no se ha realizado de la forma adecuada.
Sin embargo, el Santo Profeta Muhammad (sa) dijo que si una persona atraviesa todo el mes de Ramadán con fe absoluta y reflexionando sobre de sus pecados, encontrará de algún modo la noche del destino, que es en realidad el perdón de Dios:
“A quien atraviesa el Ramadán con fe y con la esperanza de recompensa, le serán perdonados sus pecados anteriores.” (Bujari)
¿Acaso solo se acepta el perdón durante la noche del destino?
Al’lah anuncia que las puertas de Su misericordia están siempre abiertas y abarcan todo el universo. Al’lah se aproxima todas las noches a los humanos para aceptar su perdón y otorgarles Su amor. El momento en que una persona adquiere la luz divina y se aleja de su propia oscuridad interna marca la noche del destino. Por lo tanto, la noche del destino puede ocurrir durante cualquier momento de la vida de una persona.
Sin embargo, la única diferencia es que la noche del destino durante el mes Ramadán sería una bendición colectiva, mientras que en el otro caso sería una bendición personal. La noche del destino durante el mes de Ramadán representa la misericordia de Dios a toda la colectividad y es un medio para cambiar el destino de la colectividad entera, mientras que la otra está limitada al nivel personal. Un ejemplo muy simple es el de un vendedor: Vende sus productos y hace ofertas a algunos de sus clientes personales y preferidos en cualquier momento del año, mientras que en determinadas fechas ofrece ofertas y descuentos en todos los precios al público. De igual modo, la noche del destino durante los últimos diez días de Ramadán es la oferta de Al’lah para toda la humanidad.
