Atributos de Allah: El que concede el honor (Al-Mu'izz)
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Atributos de Allah: El que concede el honor (Al-Mu’izz)

قُلِ اللّٰهُمَّ مَالِكَ الْمُلْكِ تُؤْتِي الْمُلْكَ مَنْ تَشَاءُ وَتَنْزِعُ الْمُلْكَ مِمَّنْ تَشَاءُ وَتُعِزُّ مَنْ تَشَاءُ وَتُذِلُّ مَنْ تَشَاءُ بِيَدِكَ الْخَيْرُ إِنَّكَ عَلٰى كُلِّ شَيْءٍ قَدِيرٌ

‘Di: “¡Oh Al’lah, Señor de la soberanía!”, Tú das la autoridad a quien Te place y retiras el poder de quien quieres; Tú ensalzas a quien deseas y humillas a quien Te place. En Tu mano está todo el bien. Tú, en verdad, tienes el poder de hacer todas las cosas.”[1].

La raíz árabe de اَلْمُعِزُّ – Al-Mu’izz – significa fuerza, poder, supremacía, etc.[2] De ahí que المَعْزُوْزَۃُ(Al-muzooza) significa esa tierra que se endurece[3]. Al-Mu’izz es un atributo de Dios y significa que Dios Todopoderoso concede honor a quien le place. Este atributo se encuentra en el siguiente dicho de los Santos Profeta (Paz y Bendiciones sean con él):

اللّهُمَّ لَكَ الْحَمْدُ لَا هَادِيَ لِمَنْ أَضْلَلْتَ، وَلَا مُضِلَّ لِمَنْ هَدَيْتَ، وَلَا مُهِينَ لِمَنْ أَكْرَمْتَ، وَلَا مُكْرِمَ لِمَنْ أَهَنْتَ، وَلَا نَاصِرَ لِمَنْ خَذَلْتَ، وَلَا خَاذِلَ لِمَنْ نَصَرْتَ، وَلَا مُعِزَّ لِمَنْ أَذْلَلْتَ، وَلَا مُذِلَّ لِمَنْ أَعْزَزْتَ، وَلَا رَازِقَ لِمَنْ حَرَمْتَ، وَلَا حَارِمَ لِمَنْ رَزَقْتَ، وَلَا مَانِعَ لِمَنْ أَعْطَيْتَ، وَلَا مُعْطِيَ لِمَنْ مَنَعْتَ، وَلَا رَافِعَ لِمَنْ خَفَضْتَ، وَلَا خَافِضَ لِمَنْ رَفَعْتَ، وَلَا سَاتِرَ لِمَنْ خَرَقْتَ، وَلَا خَارِقَ لِمَنْ سَتَرْتَ، وَلَا مُقَرِّبَ لِمَنْ بَاعَدْتَ، وَلَا مُبَاعِدَ لِمَنْ قَرَّبْتَ

“¡Oh Allah! Toda alabanza Te pertenece. Nadie puede guiar a quien Tú consideras extraviado y nadie tiene el poder de extraviar a quien Tú guías. Nadie puede humillar a quien Tú honras, ni nadie puede honrar a quien Tú humillas; nadie puede socorrer a quien Tú abandonas, ni nadie puede rechazar a quien Tú socorres; nadie puede deshonrar a quien Tú veneras, ni nadie puede elevar a quien Tú humillas; nadie puede dar sustento a quien Tú privas, ni nadie puede negar nada de lo que Tú concedes; Nadie puede restringir lo que Tú concedes ni nadie puede conceder lo que Tú prohíbes; nadie puede elevar a quien Tú rebajas, ni nadie puede deshonrar a quien Tú concedes un estatus elevado; nadie puede ocultar las faltas que Tú revelas, ni nadie puede exponer lo que Tú ocultas; nadie puede conceder cercanía a quien Tú distancias, ni nadie puede distanciar a quien Tú concedes tu cercanía.”[4]

¿Acaso Dios no es suficiente para Su siervo?

El Mesías Prometido (Paz sea con él), refiriéndose a la famosa profecía que le fue revelada, escribe: “De ahí que merezca la pena señalar, en verdad, con qué claridad, poder y gloria se ha cumplido esta profecía”:

اَلَیْسَ اللّٰہُ بِکَافٍ عَبْدَہٗ

[‘¿No basta Dios a su siervo?’].

¿Es esto obra de un impostor? O se trata de insinuaciones satánicas? Por supuesto que no. Al contrario, es obra del Todopoderoso, en cuyas manos están el honor, la deshonra, la adversidad y la prosperidad”[5].

[1] Sagrado Corán, 3:27.

[2] Lisan al-Arab.

[3] Taj-ul-‘Uroos.

[4] Ibn Abi Shaibah, Kitab ad Dua’, Vol. 8, pág. 751, Hadiz No. 30510.

[5] Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (Paz sea con él), The Philosophy of Divine Revelation, (Tilford, Surrey: Islam International Publications Ltd., 2018), 268-269.

Share via