¡Usamos el método científico para buscar a Dios!
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

¡Usamos el método científico para buscar a Dios!

Director del Spanish Desk y editor de la revista Review of Religions en Español

¿Cuántos debates habéis escuchado sobre el tema de la existencia de Dios? Se presentan argumentos, se discute… pero para conocer mejor el universo donde vivimos empleamos el método científico para proponer un modelo basado en lo que se conoce. ¿Qué pasa cuando se aplica el mismo método para encontrar a Dios?

Transcripción:

En el vídeo de hoy me gustaría demostrar que la religión está formulada de la misma manera que la ciencia moderna. Y vamos a aplicar el método científico para averiguar si Dios existe.

Introducción

Hasta ahora, los intentos de investigar las verdades religiosas han sido concebidos erróneamente. ¿Cuántos debates habéis escuchado sobre el tema de la existencia de Dios? Se presentan argumentos, se discute… pero la ciencia no funciona así. Para conocer mejor el universo donde vivimos empleamos el método científico para proponer un modelo basado en lo que se conoce. Se realizan experimentos sobre el modelo y los resultados obtenidos se utilizan para refinar el modelo. Lo que quiero decir con esto es que, si realmente queremos conocer algo, lo fundamental es que debemos interactuar con ello.

El átomo de Rutherford

Para que entendamos mejor cómo debemos buscar a Dios, veamos el ejemplo del descubrimiento del átomo de Rutherford. Cuando los científicos comenzaron a investigar cómo es realmente un átomo, tenían algunas ideas aproximadas y basándose en ellas, Rutherford cogió el modelo del átomo establecido en aquella época, el modelo de Thompson, que incorporaba lo que se conocía hasta el momento.

Hizo un experimento en el cual disparó un haz de partículas alfa de carga positva contra una lámina de oro muy delgada.

Él esperaba que todas las partículas atravesaran la lámina. Sin embargo, en lugar de dar esto por supuesto, colocó pantallas no solo detrás de la lámina de oro, sino por toda la zona.

El resultado fue que a pesar de que casi todas las partículas alfa atravesaron la lámina de oro, algunas partículas rebotaron en otras direcciones. Lo cual no era posible según el modelo de Thompson. Esto dio lugar al modelo de Rutherford.

Fue gracias a su decisión de no descartar los pocos haces de partículas que no seguían la predicción e investigarlos lo que permitió descubrir este nuevo modelo.

Podemos concluir que un aspecto distintivo de la investigación científica es que, incluso si son pocas las partículas alfa que rebotan, es necesario encontrar una explicación a ese fenómeno. No podemos ignorarlo, sino que debemos proporcionar una explicación aplicable a los resultados obtenidos. A menudo, prestar atención a los detalles inesperados es precisamente lo que conduce a los descubrimientos más interesantes.

Por lo tanto, en el contexto de la existencia de Dios y del ateísmo, debemos aplicar el mismo principio. Si vemos indicios de que el orden y la precisión de nuestro universo parecen indicar la existencia de un Creador, que además parece comunicarse con nosotros a través de la religión, no podemos simplemente ignorarlo o hacer conjeturas. Si somos serios debemos interactuar con Él igual que hizo Rutherford con el átomo.

La ciencia se basa en la fe

Para comenzar con nuestra investigación, es necesario eliminar una idea errónea prevalente en el mundo: que la fe no tiene lugar en la ciencia.

El hecho es que todas las teorías científicas se basan en la fe … ese es su punto de partida, y digo esto sin ninguna duda. De hecho, esta es una de las pocas declaraciones que se pueden hacer sin excepción y sin posibilidad de ser contradicha.

Toda teoría científica comienza con un conjunto irreducible y finito de supuestos que se supone que son ciertos, como acto de fe. Este es un hecho admitido, aunque no tan abiertamente como lo estoy diciendo ahora.

Este número finito de suposiciones se suelen denominar simplemente hipótesis. Una vez que se hacen estos supuestos finitos, se desarrolla una teoría en base a aceptar la hipóstesis como verdadera y se realizan predicciones contrastables experimentalmente.

Sin embargo, también es importante resaltar que cualquier teoría puede esperar que,tarde o temprano, un fenómeno observado no sea pronosticado o explicado con precisión por la teoría establecida. Esto conduce inevitablemente a un nuevo examen de las suposiciones subyacentes y surge una nueva teoría basada en un conjunto de suposiciones diferentes.

Las viejas creencias son abandonadas y reemplazadas por otras nuevas. Lo que acabo de explicar se describe más convencionalmente en literatura científica.

Por ejemplo, Tom Kibble y Frank Berkshire [un científico y un matemático británicos] escriben lo siguiente en su libro Mecánica Clásica:

Toda teoría científica parte de un conjunto de hipótesis sugeridas por nuestras observaciones.

La teoría luego se prueba verificando las predicciones deducidas de estas hipótesis contra la experimentación.

Cuando se encuentran discrepancias persistentes, tratamos de modificar las hipótesis.

Además, dicen que, no importa cuán impresionante sea la evidencia, nunca podemos reclamar para estas leyes una validez universal.

Está claro entonces que antes de que se pueda teorizar algo, hay que comenzar con unnúmero limitado de suposiciones y estas son cosas que uno se inventa razonadamente, por así decirlo, pero lo importante es que resulten en una teoría predictiva para que tengan algún valor.

Método científico aplicado al islam

Teniendo en mente lo que he explicado anteriormente, vamos a ver que dice el Corán. Dice con respecto a las personas que son justas que su cualidad inicial es que creen en lo invisible.

Uno de los eruditos religiosos musulmanes más importantes de los siglos XIX y XX, que además fue médico real del Maharajá de la India comenta lo siguiente acerca de “quienes creen en lo invisible”. Dice:

“Cuando consideramos todos los campos del conocimiento, ya sea las matemáticas, la geometría euclidiana, el álgebra, la geografía o la filosofía natural, en todos ellos, si al principio, algunas cosas no se aceptan como verdaderas, hipotéticamente, entonces el hombre no puede dar un solo paso adelante. Inicialmente, solo si acepta estas hipótesis como verdaderas, se pueden abrir las puertas del descubrimiento de las grandes verdades del conocimiento y del arte.”

Incluso durante nuestra formación académica tenemos que aceptar muchos supuestos para poder progresar en nuestro conocimiento ya que, si tuviéramos que cuestionar cada una de las teorías, fórmulas, descubrimientos, etc. establecidos sería imposible avanzar en nuestro conocimiento.

Por lo tanto, vemos que, si comenzamos por aceptar como verdaderas algunas cosas puramente hipotéticas, el hombre puede a menudo ser conducido hacia el descubrimiento de las grandes verdades.

Del mismo modo, si las personas ateas aceptan como punto de partida la existencia de Dios, y partiendo de esta hipótesis actúan según las auténticas enseñanzas religiosas no interpoladas ni distorsionadas, quedarían asombrados de los resultados.

Con lo cual esa es nuestra hipótesis. Ahora tendremos que realizar los experimentos necesarios para verificarla.

Según el islam, el método experimental para interactuar con Dios consiste en la oración sincera, a través de la cual se busca la ayuda y el apoyo de Dios, y la consecuente recepción de una revelación pura que confirme sin ninguna duda la existencia de Dios. Esto es lo que declara el Corán.

Lo que es necesario ahora es que comprendamos qué es la oración. La mayor dificultad que tienen las personas ateas es que tienen un concepto falso de la religión y carecen de una comprensión de lo que realmente es.

El mejor ejemplo es el de Rutherford cuando intentaba descubrir la verdadera naturaleza de un átomo. Tenía una mente clara, no una mente vacía, sino una mente clara y abierta a analizar todos los datos obtenidos de los experimentos que realizó, y a buscar una explicación de todos los datos disponibles.

Una aclaración completa y satisfactoria acerca de la esencia de la oración ha sido escrita por el Fundador de la Comunidad Musulmana Ahmadía en su libro “Bendiciones de la oración”.

En su libro explica que el significado de la oración es establecer una relación de atracción mutua entre una persona justa y Dios, y a través de ella conseguir que Dios se acerque a ti, mostrándose a través de Sus atributos y estableciendo incluso una comunicación con Él. Ahora bien, para poder realizar la oración correctamente, es necesario elevar nuestro nivel de virtud, sinceridad y justicia. Ambos van de la mano.

Os dejaré un link al libro completo en la descripción de abajo. Pero fijaros en un detalle fundamental. Ninguna persona tiene los medios físicos para poder observar al Creador del universo, ya que, si Dios ha creado el universo, no es parte de Él. Por lo tanto, la única manera de poder tener la absoluta certeza de que Dios existe es si Dios mismo se muestra a nosotros. Y el medio para poder conseguir eso es la oración.

Conclusión

Con lo cual, si queremos aplicar el método científico para dar respuesta a la pregunta de si Dios existe, en lugar de entrar en debates y discusiones, debemos en primer lugar, tener una mente abierta a todas las posibilidades. Luego, establecer la hipótesis de Su existencia y aceptarla como verdadera; en otras palabras, debemos tener fe.

A partir de allí debemos interactuar con el objeto que estamos investigando, realizando los experimentos adecuados para verificar dicha hipótesis, en este caso a través de la oración. Finalmente, nosotros mismos podremos juzgar la veracidad de la hipótesis basándonos en los resultados que obtengamos.

Este ha sido el camino de aquellas personas que han encontrado a Dios. Y no me estoy refiriendo a cualquier creyente. Mucha gente afirma creer en Dios, pero no han llegado a experimentarle personalmente.

Los que si nos interesan son aquellas personas que han experimentado la existencia de Dios con absoluta certeza, y el caso más claro es el de los Profetas, quienes han propuesto el método experimental a seguir de forma clara y sin ambigüedades y, a lo largo de la historia, miles y millones de personas han sido testigos de Sus resultados en forma de revelaciones, profecías y milagros.

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