La Guía islámica Sobre El Coronavirus y Otras Enfermedades
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

La Guía islámica Sobre El Coronavirus y Otras Enfermedades

Misionero de la Comunidad Musulmana Ahmadía

En los últimos años, el mundo ha estado luchando contra enfermedades infecciosas, como la gripe porcina, el SARS y, más recientemente, el Coronavirus. Ante tales amenazas a la salud pública, debemos recordar que la religión del Islam nos ha dado orientación sobre cómo protegernos de las enfermedades infecciosas.

El Islam es una religión completa, que nos enseña sobre todos los aspectos de la vida equilibrada y sana:

الْيَوْمَ أَكْمَلْتُ لَكُمْ دِينَكُمْ وَأَتْمَمْتُ عَلَيْكُمْ نِعْمَتِي وَرَضِيتُ لَكُمُ الْإِسْلَامَ دِينًا

[5:4] Hoy os he perfeccionado vuestra religión y he completado Mi gracia con vosotros y os he elegido el Islam como religión.

Como tal, nos ha dado directrices en cuanto a la salud general y el control y manejo de tales enfermedades.

El Islam es una religión que ha enfatizado la higiene y la limpieza que son necesarias para prevenir las enfermedades.

El Sagrado Corán afirma que Al’lah ama a los que se mantienen limpios:

وَاللَّهُ يُحِبُّ الْمُطَّهِّرِينَ

[9:108] … y Al-lah ama a quienes se purifican a sí mismos.

En el Islam, hay cinco oraciones diarias, y antes de cada oración los musulmanes deben lavarse las manos, la cara, los brazos, la cabeza, el cuello y los pies. Están obligados a ducharse al menos una vez a la semana, y después de haber tenido relaciones físicas. El Profeta Muhammad (sa) también aconsejó a sus seguidores que se lavaran las manos antes y después de comer, así como después de despertarse. Se cepillaba los dientes varias veces al día, y también se mantenía el pelo bien cuidado y las uñas cortadas.

Tomaba regularmente diferentes tipos de medicinas y practicaba el Hiyamah, conocido como “ventosas”, que era una antigua forma de sangría que se hacía para mantener el cuerpo sano.

El Islam ha dado instrucciones sobre el tipo de alimentos que debemos comer. En general, ha prohibido aquellos alimentos que causan daño al cuerpo. Entre otros, están prohibidos todos los animales que han muerto debido a la vejez o a enfermedades, o que no han sido sacrificados adecuadamente. El cerdo también está prohibido.

Estas prohibiciones son en parte para evitar que se produzcan problemas de salud. En muchos casos, las enfermedades se originan en estos animales que más tarde saltan a los seres humanos a través del consumo u otros medios.

El Profeta Muhammad (sa) era muy consciente de las enfermedades infecciosas. Aconsejó a sus compañeros que no mezclaran animales enfermos con los sanos, y que los pacientes enfermos no debían ser puestos en el mismo lugar como los sanos. Le dijo a la gente que evitara el contacto físico con leprosos. Aconsejó que si la plaga estallaba en alguna zona, que nadie visitara esa zona y que la gente de esa zona tampoco saliera. En cuanto a las enfermedades transmitidas por el aire, su propia práctica era que siempre se tapaba la boca cuando tenía que estornudar.

وعن أبي هريرة رضي الله عنه قال‏:‏ كان رسول الله صلى الله عليه وسلم إذا عطس وضع يده أو ثوبه علي فيه

Abu Hurairah (Que Al’lah esté complacido con él) informó:

Cada vez que el Mensajero de Al’lah (sa) estornudaba, se tapaba la boca con la mano o con un trozo de tela… (Abu Daud)

Como sabemos, las gotas de agua de un estornudo pueden causar infección en otras personas.

Así que no sólo estaba al tanto de las enfermedades infecciosas, sino que dio instrucciones importantes y necesarias para evitar que dichas enfermedades se propaguen mediante la práctica de la cuarentena, cubriendo la cara y manteniendo las manos limpias.

Tal vez lo más importante, el Islam nos da esperanza. Nos enseña que Dios es Misericordioso, y que la enfermedad es una aberración. El Profeta Muhammad (sa) enseñó que toda enfermedad tiene una cura:

لِكُلِّ دَاءٍ دَوَاءٌ فَإِذَا أُصِيبَ دَوَاءُ الدَّاءِ بَرَأَ بِإِذْنِ اللَّهِ عَزَّ وَجَلَّ

Hazarat Jabir (ra) informó que el Mensajero de Al’lah (sa) dijo:

Hay un remedio para cada enfermedad, y cuando el remedio se aplica a la enfermedad, se cura con el permiso de Al’lah, el Exaltado y Glorioso. (Sahih Muslim)

Como tal, los musulmanes nunca pueden perder la esperanza ante cualquier enfermedad, y deben cuidar a los infectados y tratar de encontrar una cura para aliviar el sufrimiento de la humanidad.

Ante todas las enfermedades y a pesar de tomar precauciones prácticas, el Profeta Muhammad (sa) siempre mantuvo una confianza absoluta en Al’lah y decía que ninguna enfermedad infecciosa puede ser transmitida a otro sin el permiso de Al’lah. Así, encontramos que en una ocasión, tomó a un leproso de la mano y comió con él, diciéndole:

كُلْ ثِقَةً بِاللَّهِ وَتَوَكُّلاً عَلَى اللَّهِ

“Come, con la confianza en Al’lah y la convicción en Al’lah.” (Sunan Ibn-e-Mayah)

Eso es todo por ahora. Hasta la próxima,

Assalam o Alaikum Wa Rahmatullahi wa Barakatuhu!

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