Jalifas guiados – Hazrat Abu Bakr (ra)
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Jalifas guiados – Hazrat Abu Bakr (ra)

Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía

SERMÓN DEL VIERNES, 11 de NOVIEMBRE de 2022.

Pronunciado en la Mezquita Mubarak de Islamabad (Tilford, Surrey), en el Reino Unido.

Después de recitar el Tashahud, el Taawwuz y el Surah Al-Fatihah,

Hazrat Mirza Masrur Ahmad, Jalifatul Masih V (atba), habló lo siguiente:

Estaba narrando los relatos de la vida de Hazrat Abu Bakr Siddiq (ra) y entre las narraciones al respecto se menciona que era un experto en genealogía y tenía interés por la poesía.

Está registrado que Hazrat Abu Bakr Siddiq (ra) era el que más conocimiento tenía con respecto a la ascendencia de la gente de Arabia.

[Por su parte], Yubair bin Mutim, quien era un experto en este campo de la genealogía, declaró:

“Adquirí el conocimiento de la ascendencia de Hazrat Abu Bakr (ra), en particular el linaje de los qureish, ya que Hazrat Abu Bakr (ra) tenía el mayor conocimiento sobre su ancestros y estaba al tanto de sus buenos y malos rasgos. Sin embargo, no mencionaba sus defectos. Por esta misma razón, fue más ampliamente aceptado entre los qureish en comparación con Hazrat Aqil bin Abi Talib (ra)”.

Así pues, tras Hazrat Abu Bakr (ra), era Hazrat Aqil (ra) quien estaba más informado sobre el linaje y la genealogía de los qureish, así como sobre sus características buenas y malas. No obstante, a los qureish no les gustaba Hazrat Aqil (ra), ya que también mencionaba sus defectos. Entretanto, Hazrat Aqil (ra) iba a la “Mezquita Nabawi” [la Mezquita del Profeta (sa)] y se sentaba con Hazrat Abu Bakr (ra) para aprender sobre la ascendencia y la historia de los árabes.

Según la gente de La Meca, Hazrat Abu Bakr (ra) estaba entre sus mejores individuos y cada vez que se enfrentaban a una dificultad buscaban su ayuda. Se ha mencionado que Hazrat Abu Bakr (ra) era el que más sabía sobre la genealogía de los árabes, particularmente de los qureish. En este sentido, cuando los poetas de los qureish se burlaban del Santo Profeta Muhammad (sa) a través de coplas poéticas, a Hazrat Hassan bin Zabit (ra) se le encomendó la responsabilidad de responder a su burla en términos poéticos similares. Cuando Hazrat Hassan (ra) se presentó ante el Santo Profeta (sa), este dijo a Hazrat Hassan (ra): “¿Cómo será posible que te burles de los qureish cuando yo mismo soy uno de ellos?”. Ante esto, Hazrat Hassan (ra) respondió: “¡Oh Mensajero de Al’lah (sa)! Te apartaré de los qureish de la misma manera que se quita un cabello de la masa [de harina] o la mantequilla”. Después de esto, el Profeta (sa) replicó: “Ve a Hazrat Abu Bakr (ra) y pregúntale sobre el linaje de los qureish”.

Hazrat Hassan (ra) sigue narrando: “A continuación, fui a Hazrat Abu Bakr (ra) antes de escribir coplas [de poesía] y él me guio en relación con sus hombres y mujeres”. Luego, cuando los versos de Hazrat Hassan (ra) llegaron a La Meca, la gente de allí manifestó que esos versos fueron compuestos con la guía y el consejo de Abu Bakr (ra).

Al igual que tenía un gran conocimiento en genealogía, Hazrat Abu Bakr (ra) también era un gran erudito sobre la historia de las guerras que se libraron entre los árabes. Además de esto, aunque no era formalmente poeta, estaba muy interesado en la poesía y aquellos historiadores que han escrito la biografía de Hazrat Abu Bakr (ra) han discutido si compuso poesía o no. Así, algunos de ellos han rechazado que compusiera poesía, mientras que otros incluso han mencionado algunos de sus pareados. Es más, [se dice que] un manuscrito que consta de 25 poemas con las coplas poéticas de Hazrat Abu Bakr (ra) se obtuvo de una biblioteca en Turquía, o está presente allí, y que esos son poemas de Hazrat Abu Bakr (ra). Otra persona incluso ha escrito que: “He recibido una revelación que confirma que esas coplas fueron compuestas por Hazrat Abu Bakr (ra)”. [Por su parte], Tabaqat Ibn Sad y Sirat Ibn Hisham asimismo han mencionado que Hazrat Abu Bakr (ra) recitaba pareados poéticos.

Los siguientes versos se atribuyen a Hazrat Abu Bakr (ra) y los habría compuesto tras la muerte y el entierro del Santo Profeta Muhammad (sa). La traducción es la siguiente:

“¡Ojos míos!

¡Oh ojos míos!

Continuad derramando lágrimas por la muerte del Maestro de este mundo y del Más Allá (sa),

y que vuestras lágrimas nunca se detengan.

¡Oh, ojos míos! Derramad lágrimas por el más excelente hombre de entre los qureish,

que fue colocado en la tumba esta noche.

¡Que los saludos del Rey de todos los reyes, el Guardián de los hombres

y el Señor de los suplicantes sean otorgados al Santo Profeta (sa)!

¿Qué sentido tiene ahora la vida tras la partida del Amado?

¿Qué nos queda por adornar ahora tras la partida del que adornó todo este mundo?

Habría deseado que al igual que disfruté de tu compañía en este mundo,

mi muerte también hubiera ocurrido en tu compañía”.

Esta fue la traducción de esos pareados.

Se dice que Hazrat Abu Bakr (ra) poseía una profunda sabiduría y entendimiento.

Hazrat Abu Said Judri (ra) relata:

“El Santo Profeta (sa) declaró: ‘Dios Altísimo le dio a uno de sus sirvientes la opción de elegir o bien este mundo o aquello que estaba con Dios. El sirviente escogió lo que estaba con Dios”. Ante esto, Hazrat Abu Bakr (ra) comenzó a llorar y me dije a mí mismo: ‘¿Por qué llora este anciano? A un sirviente se le dio a elegir entre este mundo o lo que está con Dios, y eligió lo que está con Dios Altísimo’. Ciertamente, este sirviente era el Mensajero  de Dios (sa) y Hazrat Abu Bakr (ra) poseía el mayor conocimiento entre nosotros”.

Además, afirma en la narración:

“El Profeta (sa) puso de manifiesto: ‘¡Oh Abu Bakr! ¡No llores! De hecho, de todos, es Abu Bakr [ra] quien me brindó más amabilidad en términos de su compañía y riqueza. Si tuviera que hacer un ‘Jalil’ [compañero cercano] de entre mi ‘Ummah’, sería Abu Bakr [ra]. Sin embargo, la hermandad y el amor mutuo en el Islam es suficiente. Cerrad todas las puertas de esta Mezquita excepto la puerta de Abu Bakr”.

He presentado esta referencia nuevamente en relación con la sabiduría y conocimiento de Hazrat Abu Bakr (ra) y el Mesías Prometido (as) ha explicado lo que significa la “puerta” y lo mencionaré más adelante.

Al relatar este incidente, Hazrat Musleh Maud, Jalifatul Masih II (ra), escribe:

“En una ocasión, durante los últimos días de la vida del Santo Profeta Muhammad (sa), se puso de pie para pronunciar un discurso y mientras se dirigía a los Compañeros (ra) exclamó: ‘¡Oh gente, hay un siervo de Al’lah a quien Él se dirigió y dijo: ¡Oh Mi siervo, te doy la opción de permanecer en este mundo o venir a Mí!’. Ante esto, el siervo de Dios prefirió estar cerca de Dios.

Cuando el Santo Profeta (sa) mencionó esto, Hazrat Abu Bakr (ra) comenzó a llorar y [respecto a esto], Hazrat Umar (ra) declaró: ‘Estaba muy enojado al verlo llorar, porque el Mensajero de Al’lah (sa) estaba narrando el relato de una persona a la que se le dio la opción de permanecer en este mundo o ir hacia Dios Altísimo, y la persona prefirió estar cerca de Dios, e incluso así, este anciano estaba llorando por eso’. Hazrat Abu Bakr (ra) lloró tan profusamente que comenzó a tener hipo que no cesaba. Eventualmente, el Santo Profeta (sa) declaró: ‘Tengo tanto amor por Abu Bakr [ra] que si se me permitiera tener un ‘Jalil’ [compañero cercano] que no fuese Al’lah, entonces habría sido Abu Bakr [ra]’. [Luego], Hazrat Umar (ra ) añadió: ‘Cuando después de unos días el Santo Profeta (sa) falleció, fue entonces cuando comprendimos que el llanto de Abu Bakr [ra] estaba realmente justificado y que enojarnos por esto era una señal de nuestra estupidez’.”

[Por otro lado], en relación con la comprensión del Santo Corán que se le concedió a Hazrat Abu Bakr (ra), el Mesías Prometido (as) proclama:

“Cuando el Santo Profeta (sa) recitó este versículo,

[‘Hoy os he perfeccionado vuestra religión y he completado Mi gracia con vosotros y os he elegido el Islam como religión, (5:4)], Hazrat Abu Bakr (ra) comenzó a sollozar. Tal fue su comprensión del Sagrado Corán. [Entretanto], alguien preguntó: ‘¿Por qué llora este anciano?’. Hazrat Abu Bakr (ra) replicó: “Puedo sentir en este versículo que la muerte del Profeta de Dios, la paz y las bendiciones de Al’lah sean con él, es inminente’. Los profetas de Dios son como funcionarios: cuando un topógrafo de límites de tierra termina su trabajo en un lugar determinado, se va a otro sitio. De la misma manera, cuando los Profetas completan la tarea para la cual fueron enviados al mundo, se despiden. Por lo tanto, cuando el anuncio de que

[‘Hoy os he perfeccionado vuestra religión’] se escuchó, Hazrat Abu Bakr Siddiq, que Al’lah esté complacido con él, entendió que esa era la llamada final. Esto demuestra evidentemente que el entendimiento de Hazrat Abu Bakr (ra) fue inmensamente profundo.

También se ha narrado en un hadiz: ‘Cerrad todas las puertas que conducen a la mezquita, pero la ventana de Abu Bakr debe permanecer abierta’.

(Lo que se quiere decir aquí por “puerta” se ha explicado también, al igual que lo que significa cerrar todas las puertas).

“El mensaje oculto en esto es que dado que la mezquita es donde se manifiestan los secretos Divinos, la entrada que se abre hacia Abu Bakr Siddiq (ra) no se cerrará”.

(Es decir, los secretos Divinos y las profundas complejidades seguirán revelándose a Hazrat Abu Bakr -ra-).

“Los Profetas hacen uso de metáforas y símbolos. [Por tanto], un individuo que, como un torpe clérigo musulmán, diga que todo debe ser literal, está gravemente equivocado. Por ejemplo, Abraham, la paz sea con él, cuando le pidió a su hijo que ‘cambia el umbral de su puerta’ o cuando el Santo Profeta, la paz y bendiciones de Dios sean con él, vio brazaletes de oro, etc., son cosas que no se tomaron literalmente; eran metáforas y alegorías, y abarcaban una realidad más profunda”.

El Mesías Prometido (as) dice además:

“En resumen, el punto es que de todos los Compañeros [ra], Hazrat Abu Bakr (ra) fue bendecido con la comprensión más profunda del Santo Corán, razón por la que pudo extraer este punto de él”.

El Mesías Prometido (as) añade:

“Ahora, cuando Abu Bakr, que Al’lah esté complacido con él, extrajo este argumento del versículo mencionado anteriormente, es mi creencia que incluso si su interpretación aparentemente hubiese estado en desacuerdo con lo que observamos, la rectitud y la honestidad nos exigirían que estuviéramos de acuerdo con Abu Bakr (ra). Pero en este caso, no hay una sola palabra en el Sagrado Corán que se oponga a la interpretación de Hazrat Abu Bakr (ra)”.

El Mesías Prometido (as) insiste en que:

“Ahora se le debe preguntar al clero musulmán: ¿fue Abu Bakr (ra) un hombre sabio o no? ¿No es este Abu Bakr (ra) la misma persona a la que se le dio el título de ‘Siddiq’ (el Veraz)? ¿No es él la misma persona que se convirtió en el primer Jalifa del Mensajero de Dios, la paz y las bendiciones de Al’lah sean con él? ¿No es el mismo hombre que prestó el magnífico servicio al Islam de detener en su avance la peligrosa epidemia de la apostasía? Ahora bien, pongamos todo lo demás a un lado y solo decidme esto: ¿qué necesidad había de que Abu Bakr (ra) tomara una posición en el púlpito en primer lugar? Entonces, decidme, teniendo en cuenta la rectitud, cuando Hazrat Abu Bakr (ra) recitó el versículo:

[‘Y Muhammad no es más que un Mensajero y antes de él han fallecido todos los Mensajeros’; o sea, ciertamente, antes de él han muerto todos los Mensajeros, (Corán, 3:145) ].

¿Lo hizo para presentar un argumento perfectamente sólido, o debía haber presentado un argumento tan defectuoso que incluso un niño podría decir que cualquiera que crea que Jesús (as) estaba entre los muertos se convierte en un incrédulo? En otras palabras, al recitar este versículo completo, su intención era presentar un argumento muy claro y sólido, en lugar de mostrar un argumento débil e incompleto”.

Luego, en otra ocasión, al ahondar sobre el mismo aspecto, el Mesías Prometido (as) afirma:

“Hay dos aspectos en el versículo

[‘Hoy os he perfeccionado vuestra religión’]: el primero es que Al’lah os purificó y la segunda es que Él completó el Libro; y se dice que cuando se reveló este versículo, Abu Bakr (ra) comenzó a llorar. [Entonces], alguien preguntó: ‘¡Oh anciano! ¿Por qué lloras?’. Él respondió: ‘Percibo el aroma de la muerte del Santo Profeta Muhammad (sa) en este versículo’, ya que se ha decretado que una vez que se ha completado la misión, su mera culminación indica hacia el momento de la muerte, de la misma forma como hay proyectos mundanos y una vez cumplidos parten los órganos ejecutivos. [Más tarde], cuando el Santo Profeta (sa) se enteró de este incidente relacionado con Hazrat Abu Bakr (ra), dijo que Abu Bakr [ra] era el más inteligente y que si tuviera algún amigo en este mundo, sería Abu Bakr [ra]. También declaró que la ventana de Abu Bakr [ra] permanecería abierta en la mezquita, mientras que todas las demás deberían estar cerradas”.

 

Si alguien se pregunta acerca de la conexión en esto (o sea, entre considerarlo su amigo y mantener su ventana abierta), el Mesías Prometido (as) explica sobre dicha conexión:

“Recordad que la mezquita es la casa de Dios y el manantial de todas las verdades y conocimientos. Por consiguiente, el Profeta (sa) proclamó que esa ventana debía mantenerse abierta para él, de la misma forma que su ventana interior permanecía abierta. No quiere decir que otros Compañeros [ra] quedaron privados, pues también hubo entre ellos quienes poseían un gran entendimiento. No obstante, el más grande de entre ellos fue Hazrat Abu Bakr (ra). De hecho, la superioridad de Hazrat Abu Bakr (ra) estaba en su comprensión personal que se manifestó al principio y al final. En esencia, Hazrat Abu Bakr (ra) fue la encarnación de la culminación última de aquellos que poseen entendimiento”.

 

Después, el Mesías Prometido (as) aclara:

“Hazrat Abu Bakr Siddiq (ra) estaba entre los que poseían más experiencia y conocimiento. Pasó por tiempos difíciles y soportó sus penalidades, y participó en muchas batallas y [además] fue testigo de sus operaciones militares. Atravesó muchos desiertos y terrenos montañosos. Hubo innumerables casos en los que se enfrentó a la muerte, pero siguió adelante sin vacilar y hubo muchos caminos torcidos que él rectificó, y estuvo al frente en muchas batallas. [Asimismo], hubo muchos desórdenes que él erradicó por completo. Había muchos animales de montar que él debilitaba en los viajes (lo que significa que viajaba tanto que los animales de montar se fatigaban) y atravesó muchas etapas [en la vida] que lo llevaron a volverse experimentado y perspicaz. Se mantuvo paciente frente a las dificultades y se dedicó a la adoración. Por tanto, Dios Altísimo lo eligió para ser el Compañero [ra] cercano del destinatario de Sus señales [el Santo Profeta (sa)] y lo alabó debido a su veracidad y firmeza. Esto fue para indicar que él estaba al frente entre los amados del Santo Profeta Muhammad (sa).

Nació con el espíritu de la independencia imbuido dentro de él y la lealtad era parte de su naturaleza. Por esta misma razón, fue seleccionado para una tarea peligrosa e importante y en un momento de temor. Al’lah es Omnisciente y Sabio, coloca todas las cosas en su lugar y tiempo apropiados, y hace que el agua fluya de los manantiales apropiados, por lo que se volvió cariñosamente hacia Ibn Abi Quhafah [ra], le otorgó favores especiales y lo convirtió en un individuo incomparable. Dios Altísimo afirma que Él es el Más Veraz en sus palabras (lo que significa que todo lo que Dios ha dicho es lo más verdadero).

Al’lah dice:

Si no le ayudáis, sabed que Al’lah le ayudó incluso cuando los incrédulos lo desterraron, siendo uno de los dos que estaban en la cueva, cuando dijo a su Compañero: ‘No te aflijas, pues Al’lah está con nosotros’. Entonces Al’lah le envió Su paz, y lo fortaleció con huestes que vosotros no visteis y humilló la palabra de los incrédulos, pues solo la palabra de Al’lah es la que es suprema,  ya que Al’lah es Poderoso, Sabio, [9:40]”.

 

Hazrat Abu Bakr (ra) también era muy hábil en la disciplina de interpretar los sueños.

Está registrado que Hazrat Abu Bakr Siddiq (ra) tenía un don especial cuando se trataba de interpretar los sueños y superaba a todos los demás en este sentido. De hecho, él incluso interpretaba sueños durante la época del Santo Profeta (sa). [En este sentido], el Imam Muhammad bin Sirin dice que tras el Profeta (sa), Hazrat Abu Bakr Siddiq (ra) fue el más importante intérprete de sueños. [En este sentido], se han registrado algunas interpretaciones que Hazrat Abu Bakr (ra) hizo de sueños.

Hazrat Ibn Abbas (ra) narra que mientras regresaba de “[la Batalla de] Uhud”, una persona fue hacia el Santo Profeta (sa) y le dijo:

“¡Oh Mensajero de Dios (sa), he visto un sueño en el que había una nube que goteaba mantequilla y miel. Vi gente tomándolas en sus manos: algunos tomaban mucho, mientras que otros solo tomaban un poco. También vi una cuerda que se extendía hasta los cielos y te vi agarrarla y usarla para ascender. A partir de entonces, otra persona lo agarró y la usó [también] para ascender. Después de él, hubo otra persona que la agarró y subió. Luego, hubo otra persona [más] que agarró la cuerda, pero se rompió. Más tarde, fue reparada para él y la usó para ascender”.

Hazrat Abu Bakr (ra) le pidió al Santo Profeta (sa):

“¡Oh Mensajero de Al’lah (sa), permíteme interpretar esto, con tu permiso”. El Santo Profeta (sa) le pidió que lo interpretara y entonces Hazrat Abu Bakr (ra) dijo: “La nube que trajo sombra representa el Islam y la miel y la mantequilla que gotea representa el Corán. Su dulzura y esplendor y las personas que toman la miel y la mantequilla representan a las personas que obtienen el Sagrado Corán (en otras palabras, aquellos que adquieren el conocimiento del Santo Corán); ya sea mucho o solo un poco.

La cuerda que se extendía hasta los cielos representa la verdad sobre la cual tú (sa) estás establecido. Te agarraste de ella y fuiste elevado al usarla. Luego habrá alguien que vendrá después de ti que la sostendrá y será elevado como resultado de ello; a continuación habrá otra persona que también será elevada por ella. Entonces habrá otra persona, pero la cuerda se romperá; más tarde se reparará para él y la usará para elevarse”.

El Santo Profeta (sa) contestó: “Tienes razón sobre ciertos aspectos y no la tienes sobre otros”. Hazrat Abu Bakr (ra) exclamó: “¡Oh Mensajero de Al’lah (sa)! Lo juro [te pido], por favor, dime en qué tengo razón y en qué estoy equivocado”. El Santo Profeta (sa) respondió: “Abu Bakr [ra] no jures”; es decir, no quiso expresar la interpretación precisa del sueño en ese momento en términos absolutamente claros. Por ello añadió: “No jures. Lo que has interpretado es suficiente”.

 

[Por otra parte], Ibn Shihab relata que el Santo Profeta Muhammad (sa) vio un sueño y, mientras narraba este sueño a Hazrat Abu Bakr (ra), manifestó: “He visto en un sueño que ambos estábamos de pie en un sitio elevado y yo estaba dos pasos y medio por delante de ti”. Él replicó: “¡Eso es bueno, oh Mensajero de Dios [sa]! ¡Qué Al’lah te mantenga con vida hasta que veas con tus propios ojos aquello que te hace feliz y refresca tus ojos!”; y le  repitió esto en tres ocasiones. Pero a la tercera vez señaló: “¡Oh Abu Bakr [ra], he visto en un sueño que ambos estábamos de pie en una elevación y yo estaba dos pasos y medio por delante de ti!”. [A lo que] respondió: “¡Oh Mensajero de Dios (sa), Dios Altísimo te llamará hacia Sí y hacia Su misericordia y perdón, y yo permaneceré vivo después de ti durante dos años y medio!”.

Esta fue la interpretación de Hazrat Abu Bakr (ra) y eso es exactamente lo que ocurrió.

La bendita esposa del Santo Profeta (sa), Hazrat Aisha (ra), relata:

“Vi tres lunas bajar a mi habitación y mencioné este sueño a mi padre, Hazrat Abu Bakr Siddiq (ra)”. Cuando el Profeta (sa) falleció y su entierro tuvo lugar en la habitación de Hazrat Aisha (ra), Hazrat Abu Bakr (ra) le aclaró: “Él es una de tus lunas y es la mejor de ellas”.

[Por su parte], Hazrat Abdur Rahman bin Abi Lailah (ra) narra:

“El Santo Profeta Muhammad (sa) expresó en una ocasión: ‘He visto que un rebaño de ovejas negras me sigue y detrás de este rebaño hay otro de ovejas grises’. Al oír esto, Hazrat Abu Bakr (ra) dijo: ‘¡Oh Mensajero de Dios (sa), estos árabes te seguirán y luego los no-árabes les seguirán a ellos!’. El Santo Profeta (sa) respondió: ‘Los ángeles también han hecho la misma interpretación’.”

Con esto finaliza la mención de los sueños.

Ahora hablaré sobre quién fue el primero de los hombres en hacerse musulmán.

A este respecto, es ampliamente aceptado que fue Hazrat Abu Bakr (ra). [Respecto a esto], Hazrat Ammar bin Yasir (ra) narra: “Fui testigo de que el Profeta (sa), en el periodo inicial, estaba acompañado solo por cinco esclavos, dos mujeres y Hazrat Abu Bakr (ra)”.

 

[Por su parte], Hazrat Mirza Bashir Ahmad Sahib (ra) ha escrito una nota detallada sobre esto en su libro “La vida y el carácter del Sello de los Profetas (sa)” y ha deliberado sobre quién fue la primera persona que creyó en el Santo Profeta Muhammad (sa). Así pues, escribe:

“Cuando el Santo Profeta (sa) inició la propagación de su misión, la primera persona en creer fue Hazrat Jadiya (ra), quien no dudó ni por un momento, pero existe una controversia entre los historiadores en relación a quién fue el primer converso entre los hombres después de Hazrat Jadiyah (ra). Algunos nombran a Hazrat Abu Bakr [ra], conocido también como ‘Abdul’lah bin Abi Quhafah (ra); mientras que otros dicen que fue Hazrat Ali (ra), que en ese momento solo tenía diez años. Otros afirman que el esclavo liberado del Mensajero de Al’lah (sa), Hazrat Zaid bin Harizah (ra), fue el primero en abrazar el Islam. Sin embargo, para nosotros este argumento no tiene sentido. Hazrat Ali (ra) y Hazrat Zaid bin Harizah (ra) formaban parte de las personas que compartían la casa del Profeta (sa) y vivían con él como si fueran sus propios hijos. En consecuencia, seguían todo lo que el Santo Profeta (sa) les decía y, de hecho, ni siquiera era necesaria una declaración verbal. Por lo tanto, no es necesario incluir sus nombres. Entre todos, Hazrat Abu Bakr (ra) es aceptado unánimemente como el primero y más importante en su aceptación del Islam”.

Debido a su nobleza y habilidades, Hazrat Abu Bakr (ra) fue muy honrado y respetado por los qureish, y en el Islam adquirió un estatus que ningún otro Compañero ha alcanzado. Hazrat Abu Bakr (ra) no dudó, ni por un solo momento, en la afirmación del Mensajero de Dios (sa); por el contrario, lo aceptó instantáneamente. Después dedicó todos sus esfuerzos y su vida entera y riqueza al servicio de la religión traída por el Santo Profeta Muhammad (sa). Entre sus Compañeros [ra], el Santo Profeta (sa) consideraba a Abu Bakr (ra) como el más querido para él. Tras el fallecimiento del Mensajero de Al’lah se convirtió en su primer Jalifa. Durante su Jalifato, dio pruebas evidentes de sus inigualables habilidades.

En cuanto a Hazrat Abu Bakr (ra), un renombrado orientalista europeo llamado [Aloys] Sprenger describe que:

“La fe de Abu Bakr [ra] es, en mi opinión, la mayor garantía de la sinceridad de Muhammad [sa] al principio de su misión. Aunque el propio Muhammad [sa] hubiera estado equivocado, él no engañaría a nadie. De hecho, él creía que era el Profeta de Dios con total sinceridad de corazón”.

Sir William Muir también coincide plenamente con su opinión.

Tras Hazrat Jadiya (ra), Hazrat Abu Bakr (ra), Hazrat Ali (ra) y Zaid bin Harizah (ra), otros cinco individuos aceptaron el Islam por la predicación de Hazrat Abu Bakr (ra); y todos estos individuos adquirieron tal eminencia y dignidad, que son considerados los mejores de entre los Compañeros (ra). [Pues bien], estos son sus nombres: Hazrat Uzman bin Affan (ra), Hazrat Abdur Rahman bin Auf (ra), Hazrat Sad bin Abi Waqqas (ra), Hazrat Zubair bin Al-Awwam (ra) y Hazrat Talhah bin Ubaidul’lah (ra). Todos estos cinco Compañeros [ra] se encuentran entre los “Asharah Mubasharah”, o sea, están incluidos entre aquellos “Diez Compañeros [ra]” a los que se les dio especialmente la buena nueva de la entrada en el Paraíso por la bendita lengua del propio Santo Profeta Muhammad (sa) y que fueron considerados sus más cercanos Compañeros [ra] y consejeros.

En una ocasión, mientras animaba a la Comunidad a hacer sacrificios económicos, Hazrat Musleh Maud, [Jalifatul Masih II (ra)], hizo una conexión con dicho incidente y declaró:

“Un creyente no vacila ante tales llamadas a la acción (es decir, a contribuir con riquezas o hacer sacrificios), más bien se regocija y se enorgullece de haber sido el primero en ser llamado; no muestra temor sino que está encantado y expresa gratitud a Dios Altísimo; y hace todo tipo de sacrificio hasta el máximo por Su causa y alcanza un rango que es preeminente. ¿Puede alguien decir que Hazrat Abu Bakr (ra) alguna vez pensó para sí mismo por qué fue el primero en tener la oportunidad de ofrecer los servicios o sacrificios que hizo? ¿Habría pensado acerca de ello o habría deseado tener esa oportunidad? Aceptó gustosamente ponerse en peligro y soportar sufrimientos por la causa de Al’lah. Por esta razón, alcanzó una posición que ni siquiera Hazrat Umar (ra) pudo alcanzar. El primero en aceptar la religión es el primero en tener la oportunidad de hacer [más] sacrificios, aunque había peligros incluso cuando Hazrat Umar (ra) se unió al Islam.

Se les infligió todo tipo de tormentos, se les impidió ofrecer las oraciones y los Compañeros [ra] fueron exiliados de su tierra natal, [pues] se estaba produciendo la primera emigración a Abisinia. La época de prosperidad llegó mucho después de que ellos hubieran abrazado el Islam; aunque, aun así, Hazrat Umar (ra) no pudo alcanzar el rango logrado por Hazrat Abu Bakr (ra) por aceptar el Islam y hacer sacrificios desde el principio. Debido a ello, cuando una vez Hazrat Abu Bakr (ra) y Hazrat Umar (ra) discreparon, el Santo Profeta (sa) declaró: ‘En un momento en que todos vosotros rechazabais el Islam, Abu Bakr [ra] lo aceptó. En una época en la que todos vosotros os oponíais al Islam, él lo apoyaba. ¿Por qué  molestas ahora a esa misma persona?’.

El propio Mensajero de Dios (sa) expresó el mérito de su aceptación del Islam y de los sacrificios que ofreció desde el principio, aunque Hazrat Umar (ra) también soportó [mucho] dolor e hizo sacrificios. Sin embargo, Hazrat Abu Bakr (ra) fue superior por haber tomado la iniciativa. ¿Puede alguien afirmar que Hazrat Abu Bakr (ra) deseó alguna vez aceptar el Islam en el momento de la conquista de La Meca? Incluso si a Hazrat Abu Bakr (ra) se le hubiera ofrecido el poder de gobernar el mundo entero a cambio de eso, lo hubiera considerado una oferta extremadamente indigna y se hubiera negado a aceptarla. De hecho, ni siquiera hubiera sentido la necesidad de gastar un ápice de su esfuerzo en rechazar el gobierno del mundo que se le hubiera ofrecido a cambio de eso”.

Por consiguiente, esta es la recompensa del sacrificio y así es como Al´lah remunera a una persona según su rango.

En cuanto a la liberación de esclavos, está documentado que Hazrat Umar (ra) solía decir:

“Abu Bakr [ra] es nuestro líder y liberó a nuestro líder”.

O sea, se refería a Hazrat Bilal (ra).

En los primeros días del Islam, Hazrat Abu Bakr (ra) liberó con su riqueza personal a siete esclavos que estaban siendo torturados a causa de su creencia en Dios. Esos esclavos se llamaban: Hazrat Bilal (ra), Amir bin Fuhairah (ra), Zinnirah (ra), Nahdiyah (ra), su hija Bani Muammal (ra), una sierva, y Umm Umais (ra). Incluso los adversarios reconocieron su carácter virtuoso y su excelente moral.

A este respecto, Hazrat Musleh Maud, Jalifatul Masih II (ra), describe que:

“Un hombre como Abu Bakr (ra), a quien toda La Meca estaba por siempre agradecida, gastaba todo lo que ganaba en la liberación de esclavos. Una vez, estaba saliendo de La Meca, cuando un jefe lo encontró en el camino y le preguntó: ‘¿Adónde te diriges, oh Abu Bakr?’. Él contestó: ‘Ya no hay seguridad para mí en esta ciudad, así que me voy a otra parte’. Entonces el jefe respondió: ‘Si un individuo piadoso como tú deja esta ciudad, entonces ciertamente caerá en la ruina. Te otorgaré protección, así que no abandones esta ciudad’. Así pues, regresó bajo la protección de este jefe.

[Por otra parte], cuando se despertaba por la mañana y recitaba el Sagrado Corán, las mujeres y los niños escuchaban a través de las paredes para oír la recitación del mismo, porque había un gran fervor y emoción en su voz; y viendo que el Santo Corán estaba en árabe, todas las mujeres y los niños podían entenderlo y, por ello, todos los que escuchaban se conmovían con él [Corán]. Aunque cuando se corrió la voz de esto, se extendió la preocupación en La Meca de que todos abandonarían su fe de esta manera. Al final, la gente acudió a este jefe y le preguntó por qué le había concedido su protección. Luego, dicho jefe fue a Hazrat Abu Bakr (ra) y le pidió que no recitara más el Sagrado Corán, ya que los habitantes de La Meca estaban enojados por eso. [Ante esto], Hazrat Abu Bakr (ra) replicó: ‘Entonces rescinde tu protección hacia mí, ya que no puedo dejar de hacerlo’. El jefe entonces retiró su protección sobre él. ¡Qué maravillosa prueba de su rectitud y piedad es que estas personas eran enemigos acérrimos del Santo Profeta Muhammad (sa) y lo insultaban, pero reconocieron la virtud de Hazrat Abu Bakr (ra) en la medida en que este jefe le dijo que si salía de la ciudad, esta caería en la ruina”.

Se afirma en relación a dirigir las oraciones que, en ausencia del Santo Profeta (sa), Hazrat Abu Bakr (ra) estuvo entre los pocos elegidos que fueron honrados con dirigir las oraciones en la Mezquita Nabawi [la Mezquita del Profeta (sa), en Medina]. Hazrat Abu Bakr (ra) también tuvo el honor especial, siguiendo las instrucciones del Profeta (sa) durante sus últimos días, de dirigir las oraciones y al respecto existen numerosas narraciones.

Hazrat Aisha (ra) relata que el Santo Profeta (sa) afirmó:

“No le corresponde a nadie, aparte de Abu Bakr (ra), dirigir las oraciones cuando él está entre ellos”.

[Por otro lado], Aswad relata:

“Estábamos en presencia de Hazrat Aisha (ra) y mientras discutíamos la puntualidad en la oración y su grandeza, ella manifestó: ‘Cuando el Santo Profeta Muhammad (sa) sufría la enfermedad que lo llevó a la muerte, [en una ocasión] era el momento de la oración y se hizo la llamada a la misma. [Entonces], el Santo Profeta (sa) instruyó: ¡Dile a Abu Bakr (ra) que dirija a la gente en la oración! [Entretanto], le dijeron que Abu Bakr (ra) es de corazón blando y que, cuando esté en su lugar, no podrá dirigir a la gente en la oración. El Profeta (sa) dio la [misma] instrucción una vez más y se le comentó de nuevo que es de corazón blando. El Mensajero de Al’lah (sa) instruyó por tercera vez [la misma cosa] y puso de manifiesto: ¡Verdaderamente vosotros sois como las mujeres en tiempo de José [as]!. (Es decir, estaban diciendo cosas similares). ¡Decidle a Abu Bakr (ra) que guíe a la gente en la oración! Así pues, Hazrat Abu Bakr (ra) salió para dirigir las oraciones.

[Un día], el Santo Profeta (sa) sintió una leve mejoría en su salud, así que salió con dos personas que lo apoyaban a cada lado’; y [Hazrat Aisha (ra)] narra: ‘Recuerdo esto como si lo estuviera viendo hoy mismo, que debido a su enfermedad sus pies dejaban una línea en el suelo (es decir, no podía caminar correctamente ni levantar los pies, por lo que arrastraban por el suelo). Cuando Hazrat Abu Bakr (ra) lo vio venir de esta manera, deseó retroceder, pero el Santo Profeta Muhammad (sa) le indicó que permaneciera en su lugar. A continuación, el Mensajero de Al’lah (sa) fue llevado adelante para que se sentara junto a Hazrat Abu Bakr (ra)’.”

[Luego], se le preguntó a Amash si el Profeta (sa) estaba dirigiendo la oración mientras Hazrat Abu Bakr (ra) lo seguía o si la gente estaba orando en congregación mientras seguía al propio Hazrat Abu Bakr (ra). Respondió afirmativamente mientras señalaba con la cabeza. [En esta ocasión], el Santo Profeta (sa) estaba sentado a la izquierda de Hazrat Abu Bakr (ra), quien estaba ofreciendo la oración de pie.

El narrador de esto, Hazrat Anas bin Malik Ansari (ra), narra que:

“Él me dijo que él [Hazrat Abu Bakr (ra)] siguió al Mensajero (sa), lo ayudó y permaneció en su presencia. Entonces pidió que Hazrat Abu Bakr (ra) dirigiera a la gente en la oración.

Durante la última enfermedad de la que finalmente falleció el Santo Profeta Muhammad (sa), era un lunes y la gente estaba de pie en filas para orar. El Santo Profeta (sa) descorrió las cortinas de su habitación y nos miraba mientras estaba de pie, y su rostro bendito era como si fuera una página del Sagrado Corán. El Mensajero de Al’lah (sa) luego sonrió de felicidad y pensamos para nosotros mismos que felizmente habíamos caído en una prueba por haber visto al Profeta (sa). Hazrat Abu Bakr (ra) entonces quiso retroceder para unirse a las filas porque pensó que el Santo Profeta (sa) había venido a [dirigir] la oración. No obstante, el Santo Profeta (sa) le indicó que completara la oración y luego dejó que la cortina una vez más cubriera [su habitación], y falleció ese mismo día”.

En otra narración se menciona que Hazrat Umar (ra) una vez dirigía las oraciones en esos días y los detalles del incidente son los siguientes:

[En este sentido], Hazrat Abdul’lah bin Zamah (ra) afirma:

“Cuando la enfermedad del Santo Profeta Muhammad (sa) se intensificó, yo estaba entre un grupo de musulmanes que le estaban sirviendo. Hazrat Bilal (ra) vino a llamar al Mensajero (sa) para la oración, quien instruyó que le dijera a alguien que dirigiera las oraciones”.

Entretanto, Hazrat Abdul’lah bin Zamah (ra) salió y vio que Hazrat Umar (ra) estaba entre la gente, pero Hazrat Abu Bakr (ra) no estaba presente. [Entonces], Hazrat Zamah (ra) dijo: “¡Oh Umar, levántate y dirige a todos en la oración”. Dio un paso adelante y proclamó: “¡Al’laho Akbar!”, [‘Dios es el Más Grande’, para indicar el comienzo de la oración]. Cuando el Santo Profeta (sa) escuchó su voz -puesto que era fuerte-, el Profeta (sa) preguntó: “¿Dónde está Abu Bakr [ra]? Dios rechaza esto y también los musulmanes”. [A continuación], el Santo Profeta Muhammad (sa) envió a buscar a Hazrat Abu Bakr (ra) y cuando llegó, a pesar de que Hazrat Umar (ra) había dirigido ya las oraciones, Hazrat Abu Bakr (ra) dirigió las oraciones nuevamente.

Esta es una narración.

En otro relato diferente se menciona que cuando el Santo Profeta (sa) escuchó la voz de Hazrat Umar (ra), salió y levantó la cabeza desde su habitación para ver y luego declaró: “No, no, no. Ibn Abi Quhafah [Abu Bakr (ra)] debe dirigir las oraciones”.

Dijo esto expresando disgusto.

Hay más detalles de esto que se encuentran en “Musnad Ahmad bin Hanbal”.

Cuando Hazrat Umar (ra) se enteró de esto, le comentó a Hazrat Abdul’lah bin Zamah (ra), el que le había pedido que dirigiera las oraciones: “Pensé que el Mensajero de Al’lah (sa) te había ordenado que me dijeras que yo debería dirigir las oraciones, de lo contrario nunca las habría dirigido”. En respuesta, Hazrat Abdul’lah bin Zamah (ra) replicó: “No. Cuando vi que Abu Bakr (ra) no estaba presente, pensé que después de él, tú eres el más digno de dirigir las oraciones, por eso te pedí que dirigieras las oraciones. No me dijeron específicamente [que fueras tú]”.

Esta narración es de “Musnad [Ahmad bin Hanbal]”.

Con respecto a su bondad hacia sus hijos, un autor escribe:

“Hazrat Abu Bakr (ra) amaba mucho a sus hijos y, en muchas ocasiones, mostraba su afecto a través de sus palabras y sus acciones. Su hijo mayor, Hazrat Abdur Rahman (ra), solía vivir en una casa separada, pero Hazrat Abu Bakr (ra) se encargó de organizar sus gastos. Su hija mayor, Hazrat Asma (ra) estaba casada con Hazrat Zubair bin Al-Awwam (ra). Al principio se enfrentaron a circunstancias complicadas y ni siquiera tenían la capacidad de pagar a alguien para ayudar en la casa. Por esta razón, Hazrat Asma (ra) debía trabajar muy duro, preparaba la masa [del pan], hacía la comida, recogía agua y sacaba agua del pozo, y recogía huesos de dátiles desde bastante distancia y los traía colocados sobre su cabeza y además alimentaba a los caballos, etc. [Finalmente], cuando Hazrat Abu Bakr Siddiq (ra) se enteró de su situación, envió a un trabajador que cuidaba de los caballos y les daba de comer. Hazrat Asma (ra) proclamó: “Al enviar al trabajador, mi padre me ha liberado”.

Hazrat Abdul’lah bin Abi Bakr (ra) amaba mucho a su esposa, Atikah. Está escrito que, debido a esto, dejó de participar en la “yihad”, aunque Hazrat Abu Bakr (ra) no pudo soportar esto y le dijo a Abdul’lah (ra): “Has dejado de ir a la ‘yihad’ por tu esposa. Debes divorciarte de ella”. Aunque obedeció esta orden, debido a la separación de Atikah, compuso algunas coplas muy dolorosas y conmovedoras, y cuando Hazrat Abu Bakr (ra) las escuchó, su corazón se derritió y le dio permiso a Abdul’lah para reunirse [de nuevo] con ella.

[Por último], Hazrat Barah (ra) dijo:

“Entré en la casa de Hazrat Abu Bakr (ra) junto con él y vi que Hazrat Aisha (ra) estaba recostada y no se sentía bien por tener fiebre. Vi que Hazrat Abu Bakr (ra) besó a Hazrat Aisha (ra) en la mejilla y le preguntó sobre su salud diciendo: ‘Mi querida hija, ¿cómo te sientes ahora?’.”

Los relatos que restan se mencionarán en el futuro.

Resumen

Después de recitar el Tashahhud, el Ta`awwuz y la Surah al-Fatihah, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) dijo que continuaría relatando incidentes de la vida de Hazrat Abu Bakr (ra).

Un experto en genealogía

Su Santidad (aba) dijo que, según las narraciones, era experto en el conocimiento de la historia de los linajes árabes, particularmente de los Quraish. Aquellos que más tarde se convirtieron en expertos en este campo del conocimiento, atribuyeron su educación en este campo a Hazrat Abu Bakr (ra), ya que él tenía el máximo conocimiento sobre el tema. Conocía tanto lo positivo como lo negativo de los linajes, sin embargo no mencionaba los aspectos negativos.

Su Santidad (aba) dijo que una vez, el Santo Profeta (sa) aconsejó a Hazrat Hassan bin Thabit (ra) que antes de escribir poesía sobre los Quraish, debía consultar a Hazrat Abu Bakr (ra) sobre la genealogía de éstos. Al escuchar esta poesía, sería evidente para los oyentes que había sido escrita en consulta con Hazrat Abu Bakr (ra).

Su Santidad (aba) dijo que está registrado que aunque Hazrat Abu Bakr (ra) no era considerado un poeta, definitivamente tenía interés en la poesía. Los estudiosos e historiadores difieren en cuanto a si Hazrat Abu Bakr (ra) escribió alguna vez poesía él mismo. Hay quienes afirman que existe una compilación de poesía escrita por Hazrat Abu Bakr (ra) que se encuentra en Turquía.

Una profunda comprensión en los asuntos

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Abu Bakr (ra) era muy perceptivo. Se narra que una vez el Santo Profeta (sa) dijo que Dios le había dado a una persona la posibilidad de elegir entre lo que está en este mundo y lo que está con Él y la persona eligió lo que estaba con Dios. Ante esto, Hazrat Abu Bakr (ra) comenzó a llorar, lo que confundió a algunas personas ya que les pareció que el Santo Profeta (sa) estaba hablando en general de una persona. Más tarde se dieron cuenta de que Hazrat Abu Bakr (ra) entendió que se trataba del Santo Profeta (sa). El Santo Profeta (sa) le dijo a Hazrat Abu Bakr (ra) que no llorara porque estaba a la vanguardia en virtudes y sacrificio de riquezas. Dijo que si pudiera tener un Jalil (amigo íntimo) entonces habría sido Hazrat Abu Bakr (ra), sin embargo la hermandad del Islam es mayor. Dijo que todas las ventanas de la mezquita deberían estar cerradas excepto la de Hazrat Abu Bakr (ra).

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Abu Bakr (ra) también tenía una gran percepción y comprensión del Sagrado Corán. Por ejemplo, cuando se revelóel versículo ‘Hoy os he perfeccionado vuestra religión y he completado Mi gracia con vosotros’ (5:4) Hazrat Abu Bakr (ra) comenzó a llorar, porque sintió que esto significaba que el fallecimiento del Santo Profeta (sa) estaba cerca. El Mesías Prometido (as) explicó que los profetas son enviados a este mundo con una misión y cuando esa misión se completa, llega el momento de su partida, algo que Hazrat Abu Bakr (ra) entendió y extrajo de este versículo. Además, el Mesías Prometido (as) explica en referencia al Hadiz en el que el Santo Profeta (sa) dijo que todas las ventanas excepto la de Hazrat Abu Bakr (ra) debían estar cerradas significaba que los tesoros ocultos de Dios representados por una mezquita siempre se manifestarían a Hazrat Abu Bakr (ra). Esto no significaba que esta puerta estuviera cerrada para los demás, sin embargo era la más abierta para Hazrat Abu Bakr (ra), pues su percepción era muy superior a la de cualquier otro.

Una autoridad en la interpretación de los sueños

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Abu Bakr (ra) también tenía una gran competencia en la interpretación de los sueños y que interpretaba los sueños durante la época del Santo Profeta (sa). Avicena afirma que después del Santo Profeta (sa), Hazrat Abu Bakr (ra) fue el mayor intérprete de sueños. Una vez, un hombre fue a ver al Santo Profeta (sa) y le dijo que había visto un sueño en el que había una nube de la que caía aceite y miel y la gente se beneficiaba de ella. Luego vio una cuerda que colgaba de los cielos y que el Santo Profeta (sa) tomó en el sueño y subió a los cielos y luego dos personas más ascendieron de la misma manera. Una tercera persona se agarró a la cuerda, pero se rompió, después de lo cual fue remendada, y entonces él también ascendió usando la misma cuerda. Después de escuchar este sueño, Hazrat Abu Bakr (ra) pidió al Santo Profeta (sa) permiso para interpretarlo, lo que el Santo Profeta (sa) permitió. Hazrat Abu Bakr (ra) dijo que la nube era el Islam y el aceite y la miel que caían de ella eran el Corán. Las personas que se beneficiaban de estas cosas se referían a los que alcanzaban el conocimiento del Sagrado Corán. La cuerda que se dirigía a los cielos representaba la verdad sobre la que se estableció el Santo Profeta (sa) y agarrarse a ella elevaba al Santo Profeta (sa). Después de él vendrían los que se establecieron en la misma verdad y luego un tercero al que se le rompería y luego se le remendaría. El Santo Profeta (sa) dijo que Hazrat Abu Bakr (ra) estaba correcto en algunos aspectos y equivocado en otros con respecto a su interpretación, sin embargo el Santo Profeta (sa) no consideró necesario elaborar más en ese momento.

Su Santidad (aba) dijo que el Santo Profeta (sa) vio un sueño en el que estaba con Hazrat Abu Bakr (ra) en una elevación y el Santo Profeta (sa) estaba dos pasos y medio por delante de Hazrat Abu Bakr (ra). Hazrat Abu Bakr (ra) interpretó que esto significaba que Dios llamaría al Santo Profeta (sa) hacia Sí mismo y que Hazrat Abu Bakr (ra) permanecería vivo durante dos años y medio después; y esto es exactamente lo que sucedió.

Su Santidad (aba) dijo que una vez Hazrat A’ishah (ra) vio en un sueño que tres lunas caían en su habitación. Después del fallecimiento del Santo Profeta (sa) cuando fue enterrado en la casa de Hazrat A’ishah (ra), Hazrat Abu Bakr (ra) le dijo que esa era la primera de las tres lunas que vio y que esta era la mejor.

El primer hombre adulto en aceptar el Islam

Su Santidad (aba) dijo que con respecto al primero de los hombres en aceptar el Islam, está registrado que fue Hazrat Abu Bakr (ra). La primera persona en general fue Hazrat Khadijah (ra) después de lo cual algunos eruditos difieren en cuanto al primer hombre en aceptar. Sin embargo, como explica Hazrat Mirza Bashir Ahmad (ra) en La Vida y el Carácter del Sello de los Profetas, no sería exacto decir que el primero de los hombres en aceptar fue Hazrat Zaid (ra) o Hazrat Ali (ra), ya que eran miembros jóvenes de la casa del Santo Profeta (sa) y eran como sus hijos, por lo que le habrían seguido en cualquier caso. Queda Hazrat Abu Bakr (ra), que fue sin duda el primero en aceptar el Islam. Era honrado entre los Quraish, pero no dudó en lo más mínimo al escuchar la afirmación del Santo Profeta (sa) y aceptó de inmediato. De hecho, sacrificó todo lo que tenía por el Santo Profeta (sa).

Su Santidad (aba) dijo que entonces había cinco personas iniciales que aceptaron el Islam como resultado de la predicación de Hazrat Abu Bakr (ra) y pasaron a convertirse en compañeros firmes, a saber, Hazrat Uthman bin Affan (ra), Hazrat Abdur Rahman bin Auf (ra), Hazrat Sa’d bin Abi Waqqas (ra), Hazrat Zubair bin al-Awwam (ra), Hazrat Talhah bin Ubaidil’lah (ra). Estos compañeros también estaban entre los diez compañeros (Asharah Mubasharah) a los que el Santo Profeta (sa) les dio la buena noticia del Paraíso.

Un hombre dispuesto a sacrificar todo por su fe

Su Santidad (aba) dijo que el Santo Profeta (sa) reconoció los inmensos sacrificios realizados por Hazrat Abu Bakr (ra) al principio del Islam. Los sacrificios realizados al principio por Hazrat Abu Bakr (ra) fueron incomparables, aunque los que vinieron después también hicieron grandes sacrificios, como Hazrat Umar (ra). Una vez, cuando hubo una disputa entre Hazrat Abu Bakr (ra) y Hazrat Umar (ra), el Santo Profeta (sa) dijo que cuando la gente no aceptaba el Islam, Hazrat Abu Bakr (ra) lo hacía, y cuando la gente se oponía al Islam, Hazrat Abu Bakr (ra) ayudaba al Islam, así que entonces ¿por qué se le causaba dolor? Este fue el testimonio de sus sacrificios dado por el mismo Santo Profeta (sa).

Un liberador de esclavos

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Abu Bakr (ra) era conocido por liberar esclavos. Por lo tanto, al principio del Islam, había siete esclavos que Hazrat Abu Bakr (ra) liberó con su propia riqueza por el bien del Islam. Incluso los oponentes del Islam reconocieron la virtud de Hazrat Abu Bakr (ra). Una vez, cuando Hazrat Abu Bakr (ra) estaba dejando la Meca, un jefe le preguntó a dónde iba. Hazrat Abu Bakr (ra) le dijo que ya no era seguro para él allí. El jefe le respondió que si una persona virtuosa como Hazrat Abu Bakr (ra) se iba, la ciudad de La Meca quedaría arruinada. Así, Hazrat Abu Bakr (ra) permaneció allí bajo su protección, y mientras rezaba y recitaba el Sagrado Corán, los que pasaban se paraban a escuchar el gran dolor y la angustia con la que recitaba. Cuando la gente se quejaba, el jefe le pedía a Hazrat Abu Bakr (ra) que no recitara en voz alta ya que enojaba a los otros jefes. Hazrat Abu Bakr (ra) dijo que no dejaría de hacerlo y que si el jefe quería retractarse de su protección, podía hacerlo.

El adjunto del Santo Profeta (sa) para dirigir la oración

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Abu Bakr (ra) fue uno de los honrados y afortunados en ser designado por el Santo Profeta (sa) en ocasiones para dirigir las oraciones en la Mezquita del Profeta. El Santo Profeta (sa) también leía las oraciones que dirigía Hazrat Abu Bakr (ra); una narración recoge que cuando el Santo Profeta (sa) estaba enfermo, se sentaba a la derecha de Hazrat Abu Bakr (ra) mientras dirigía la oración y rezaba detrás de él.

Amor y cuidado por los miembros de su familia

Su Santidad (aba) dijo que Hazrat Abu Bakr (ra) era muy amable con sus hijos. Aunque su hijo mayor vivía separado, Hazrat Abu Bakr (ra) se ocupaba de sus gastos domésticos. Su hija Hazrat Asma (ra) vivía en circunstancias difíciles y no tenía ningún trabajador en su casa, por lo que tenía que hacer ella misma gran parte del laborioso trabajo. Al enterarse de esto, Hazrat Abu Bakr (ra) envió un trabajador a su casa, un gesto que, según dijo, fue un gran alivio para ella.

Su Santidad (aba) dijo que seguirá relatando estos incidentes en el futuro.

Resumen preparado por The Review of Religions

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