La expresión “blasfemia” parece, en Pakistán, ser una licencia abierta para atacar violentamente a cualquier minoría. La vandalización de varias iglesias y hogares cristianos durante la última semana en Faisalabad, a plena luz del día, en reacción a la supuesta profanación del Corán por un joven cristiano es un ejemplo de ello. Esta noticia espantosa