Responder de forma violenta o abogar por una reacción fanática sólo sirve para beneficiar a quienes desean presentar el islam como una religión fundamentalista y extremista. Si los musulmanes desean cambiar la falsa narrativa que ha distorsionado la visión del islam en gran parte del mundo, deben tratar de ejemplificar y transmitir sus verdaderas enseñanzas y ahogar el mensaje de los extremistas y terroristas continuamente.