Dicen que el islam oprime… pero mira cómo valora a los padres
En el nombre de Al-lah, el Clemente, el Misericordioso
No hay digno de ser adorado excepto Al'lah, Muhammad es el Mensajero de Al'lah
Musulmanes que creen en el Mesías,
Hazrat Mirza Ghulam Ahmad Qadiani (as)

Dicen que el islam oprime… pero mira cómo valora a los padres

El Día del Padre se acerca aquí en España. Mucha gente lo celebrará con un detalle o unas palabras bonitas. Pero como musulmanes, se nos recuerda que el honor y el cuidado hacia nuestros padres no está atado a una fecha en el calendario… es una orden de Dios. Hoy quiero reflexionar contigo sobre lo que el islam nos enseña sobre el trato a nuestros padres.

Imagina que estás frente a las puertas del Paraíso… y alguien te pregunta: “¿Cómo trataste a tus padres?” Los abrazos y los regalos una vez al año no son suficientes. Mira atrás y pregúntate si honraste al hombre y la mujer que te dio la vida, con todo tu corazón. Pero, ¿Cómo debemos tratarles correctamente?

EL MANDATO DE AL’LAH

El Sagrado Corán dice que incluso cuando nuestros padres sean mayores no debemos replicarles, ni mostrarles nuestro disgusto con ellos.

“Tu Señor ha decretado que no adoréis sino a Él, y que seáis buenos con vuestros padres. Si uno de ellos o ambos llegan a la vejez estando tú presente, no les digas ni siquiera ‘uff’, ni los reprendas; háblales con respeto. Y por compasión, baja para ellos el ala de la humildad y di: ‘¡Señor mío! Ten misericordia de ellos, como ellos la tuvieron cuando me criaban de pequeño.'” (Corán 17:25)

Este versículo es poderoso. De hecho, el Corán nos dice que después de Dios, nuestra prioridad son nuestros padres. Y no solo se trata de ser educado con ellos— ni siquiera debemos suspirar con frustración hacia ellos. Ese nivel de disciplina y respeto demuestra lo sagrada que es la relación entre padres e hijos en el islam.

Incluso si un padre se vuelve difícil o severo con la edad, nuestra respuesta debe ser ternura, paciencia y compasión.

EL PLACER DEL PADRE

El Profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo:

“El agrado de Allah está en el agrado del padre. Y el desagrado de Allah está en el desagrado del padre.”

Eso significa que hacer feliz a tu padre no es solo una buena acción—es una forma de acercarte al agrado de Dios. Imagínate eso. Una sonrisa en el rostro de tu padre… podría acercarte al Paraíso.

LA HISTORIA DE LA CUEVA – AMOR SACRIFICADO

El Profeta contó una vez la historia de tres hombres atrapados en una cueva. Una gran roca bloqueaba la salida. Decidieron rezar a Dios, cada uno mencionando una buena acción hecha sinceramente por Su causa.

Uno de ellos dijo: “Tenía padres ancianos y niños pequeños. Cada noche, ofrecía leche primero a mis padres antes que a mis hijos. Una noche, llegué tarde y mis padres ya estaban dormidos. Me quedé de pie junto a su cama toda la noche, con la taza en la mano, esperando a que despertaran—para que pudieran beber primero.”

Ese amor sincero y ese servicio a sus padres conmovió tanto a Dios… que la roca se movió. La puerta de la cueva comenzó a abrirse.

A través de esta historia, el Profeta del Islam nos enseñó que el poder honrar a nuestros padres puede mover montañas, literalmente.

EL ESTATUS DE LA MADRE

En otra ocasión, un hombre preguntó al Profeta (la paz sea con él): “¿Quién merece mi mejor trato?” El Profeta respondió: “Tu madre.”

Preguntó de nuevo. La respuesta fue la misma. Una tercera vez—“Tu madre.”

Solo en la cuarta vez el Profeta dijo: “Tu padre.”

¿Por qué? Porque una madre soporta meses de dolor, años de noches sin dormir y una vida entera de sacrificios. El islam honra ese sufrimiento y eleva a la madre al nivel más alto de respeto.

EL HOMBRE QUE CARGÓ A SU MADRE EN LA PEREGRINACIÓN (HAJJ)

Una vez, un hombre de Yemen llegó a La Meca cargando a su anciana madre sobre su espalda. La había llevado paso a paso para cumplir con el _Hajj_.

_Hajj_ es la peregrinación a La Meca que todo musulmán capaz debe realizar al menos una vez en la vida. Es exigente física y espiritualmente.

Este hombre preguntó a un compañero del Profeta si con eso había saldado la deuda con su madre. La respuesta fue: “Ni siquiera has pagado una sola contracción del parto.”

Este relato nos recuerda: por mucho que hagamos, nunca podremos devolverles todo a nuestras madres. Pero sí podemos honrarlas, rezar por ellas y servirlas con todo nuestro corazón.

EL CARÁCTER DE UNA MADRE

Un hombre se quejó ante el Profeta del mal carácter de su madre. El Profeta le respondió: “¿Acaso ella fue malhumorada contigo cuando te llevaba en su vientre durante nueve meses? ¿Fue malhumorada contigo cuando pasaba noches en vela para alimentarte?”

A veces nos centramos en lo difícil que es tratar con nuestros padres. Pero olvidamos lo que ellos pasaron por nosotros… cuando éramos completamente dependientes.

EL COMPORTAMIENTO DE LOS COMPAÑEROS – ABU HURAIRAH Y SU MADRE

Fijaros en el ejemplo de un cercano compañero del Profeta, es un ejemplo precioso. Aunque era un líder importante, visitaba a su madre todos los días, la saludaba con paz y rezaba por ella. Ella respondía con cariño, pidiendo misericordia para él por la misericordia que él le tenía.

Esta rutina no era un simple hábito—era devoción. Nos muestra cómo incluso los grandes hombres en el islam priorizaban a sus padres.

HONRAR AL PADRE – RESPETO DIARIO

Otro compañero del Profeta del Islam vio una vez a un joven junto a su padre. Le recordó: no camines delante de tu padre, no te sientes antes que él en una reunión y dirígete a él con respeto.

No son solo costumbres culturales—son normas espirituales. Reflejan la profunda humildad y el respeto que el islam nos enseña a mostrar a nuestros padres.

CUANDO LOS PADRES SE SIENTEN OLVIDADOS

Un hombre se quejó porque su padre tomaba sus bienes. El Profeta llamó al padre, quien dijo: “Cuando él era joven y no tenía nada, yo le di todo lo que tenía. Ahora que soy viejo y no tengo nada, él me lo niega.”

El Profeta (la paz sea con él) lloró al escuchar eso. Le dijo al hijo: “Tú y tus bienes pertenecéis a tu padre.”

Los padres muchas veces dan sin pedir. Pero cuando envejecen, pueden sentirse olvidados. El islam nos recuerda—nunca permitas que eso ocurra.

BONDAD HACIA PADRES NO MUSULMANES

Una compañera preguntó al Profeta qué debía hacer cuando su madre no musulmana la visitara. El Profeta respondió: “trata con bondad a tu madre.”

El islam nos enseña que la bondad no depende de la fe. Si nuestros padres no son musulmanes, igual estamos obligados a amarlos, servirlos y honrarlos.

El Corán lo confirma cuando dice que debemos ser justos y bondadosos con todos por igual:

“Allah no os prohíbe que seáis justos y bondadosos con quienes no os combaten por causa de la religión…” (60:9)

DESOBEDECER A LOS PADRES – UN PECADO GRAVE

El Profeta (la paz sea con él) dijo una vez:

“¿Queréis que os diga cuál es el pecado más grave? Asociar algo con Allah, y desobedecer a los padres.”

Lo repitió tantas veces, que los compañeros desearon que se detuviera—por la seriedad del asunto.

También dijo que aunque Dios puede aplazar el castigo de algunos pecados hasta el Día del Juicio, el castigo por herir a los padres puede llegar en esta misma vida.

MENSAJE FINAL – DÍA DEL PADRE Y MÁS ALLÁ

Así que recuerda que, más importante que celebrar el día del padre es cuidar de él y de tu madre siempre, escucharles, hacer que se sientan honrados.

No esperes a una fecha especial. Cada día es una nueva oportunidad… para ganarte el Paraíso a través de ellos.

Y si quieres saber como los padres pueden ganarse el paraíso a través de sus hijos, puedes ver el vídeo que aparece en pantalla. Suscríbete para ver más vídeo y dale un like al vídeo si te ha gustado. Que la paz de Dios sea contigo.

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