- یٰبَنِیۡۤ اٰدَمَ لَا یَفۡتِنَنَّکُمُ الشَّیۡطٰنُ کَمَاۤ اَخۡرَجَ اَبَوَیۡکُمۡ مِّنَ الۡجَنَّۃِ یَنۡزِعُ عَنۡہُمَا لِبَاسَہُمَا لِیُرِیَہُمَا سَوۡاٰتِہِمَا ؕ اِنَّہٗ یَرٰٮکُمۡ ہُوَ وَ قَبِیۡلُہٗ مِنۡ حَیۡثُ لَا تَرَوۡنَہُمۡ ؕ اِنَّا جَعَلۡنَا الشَّیٰطِیۡنَ اَوۡلِیَآءَ لِلَّذِیۡنَ لَا یُؤۡمِنُوۡنَ ﴿۲۸﴾7 : 28 ¡Oh, hijos de Adán! que no os seduzca Satanás, como expulsó a vuestros padres del Jardín, despojándolos de sus vestiduras para mostrarles su vergüenza. En verdad él os ve -él y su tribu- desde donde vosotros no lo veis. Ciertamente, hemos hecho a los demonios amigos de los que no creen.