- ہُمُ الَّذِیۡنَ کَفَرُوۡا وَ صَدُّوۡکُمۡ عَنِ الۡمَسۡجِدِ الۡحَرَامِ وَ الۡہَدۡیَ مَعۡکُوۡفًا اَنۡ یَّبۡلُغَ مَحِلَّہٗ ؕ وَ لَوۡ لَا رِجَالٌ مُّؤۡمِنُوۡنَ وَ نِسَآءٌ مُّؤۡمِنٰتٌ لَّمۡ تَعۡلَمُوۡہُمۡ اَنۡ تَطَـُٔوۡہُمۡ فَتُصِیۡبَکُمۡ مِّنۡہُمۡ مَّعَرَّۃٌۢ بِغَیۡرِ عِلۡمٍ ۚ لِیُدۡخِلَ اللّٰہُ فِیۡ رَحۡمَتِہٖ مَنۡ یَّشَآءُ ۚ لَوۡ تَزَیَّلُوۡا لَعَذَّبۡنَا الَّذِیۡنَ کَفَرُوۡا مِنۡہُمۡ عَذَابًا اَلِیۡمًا ﴿۲۶﴾48 : 26 Son los incrédulos quienes os impidieron la entrada en la Mezquita Sagrada así como la ofrenda que no pudo alcanzar el lugar del sacrificio. Y de no haber sido por los hombres y mujeres creyentes a los que no conocíais y que hubierais podido exterminar, hasta el punto de que os hubierais perjudicado, sin saberlo, a causa de ellos, Él os hubiera permitido luchar, pero no lo hizo para poder admitir a Su Misericordia a quien quisiera. Si hubiesen estado separados de los incrédulos, en verdad habríamos castigado a los que no creían con un severo castigo.