- فَاِذَا لَقِیۡتُمُ الَّذِیۡنَ کَفَرُوۡا فَضَرۡبَ الرِّقَابِ ؕ حَتّٰۤی اِذَاۤ اَثۡخَنۡتُمُوۡہُمۡ فَشُدُّوا الۡوَثَاقَ ٭ۙ فَاِمَّا مَنًّۢا بَعۡدُ وَ اِمَّا فِدَآءً حَتّٰی تَضَعَ الۡحَرۡبُ اَوۡزَارَہَا ۬ۚ۟ۛ ذٰؔلِکَ ؕۛ وَ لَوۡ یَشَآءُ اللّٰہُ لَانۡتَصَرَ مِنۡہُمۡ وَ لٰکِنۡ لِّیَبۡلُوَا۠ بَعۡضَکُمۡ بِبَعۡضٍ ؕ وَ الَّذِیۡنَ قُتِلُوۡا فِیۡ سَبِیۡلِ اللّٰہِ فَلَنۡ یُّضِلَّ اَعۡمَالَہُمۡ ﴿۵﴾47 : 5 Cuando os enfrentéis en una batalla regular contra los incrédulos, golpeadles en el cuello y, una vez que los hayáis vencido, atad fuertemente a los vencidos –más tarde, liberadlos como gracia o recibiendo un rescate– hasta que la guerra haya depuesto sus cargas. Eso es lo ordenado. Mas si así lo hubiese decidido Al-lah, Él mismo les habría exigido la retribución, pero Él somete a algunos de vosotros a prueba a manos de otros. Y quienes mueren por la causa de Al-lah sepan que Él no permitirá que sus obras queden en vano.