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اَلَمۡ تَرَ اَنَّ اللّٰہَ اَنۡزَلَ مِنَ السَّمَآءِ مَآءً فَسَلَکَہٗ یَنَابِیۡعَ فِی الۡاَرۡضِ ثُمَّ یُخۡرِجُ بِہٖ زَرۡعًا مُّخۡتَلِفًا اَلۡوَانُہٗ ثُمَّ یَہِیۡجُ فَتَرٰٮہُ مُصۡفَرًّا ثُمَّ یَجۡعَلُہٗ حُطَامًا ؕ اِنَّ فِیۡ ذٰلِکَ لَذِکۡرٰی لِاُولِی الۡاَلۡبَابِ ﴿٪۲۲﴾39 : 22 ¿No has visto que Al‑lah envía el agua del cielo, y hace que fluya en forma de pequeños arroyuelos en la tierra, produciendo entonces con ella vegetación de diversos colores? Después se seca y la ves ponerse amarilla; más tarde se convierte en desperdicio. Aquí hay en verdad un recordatorio para los hombres que entienden.