- ثُمَّ اَوۡرَثۡنَا الۡکِتٰبَ الَّذِیۡنَ اصۡطَفَیۡنَا مِنۡ عِبَادِنَا ۚ فَمِنۡہُمۡ ظَالِمٌ لِّنَفۡسِہٖ ۚ وَ مِنۡہُمۡ مُّقۡتَصِدٌ ۚ وَ مِنۡہُمۡ سَابِقٌۢ بِالۡخَیۡرٰتِ بِاِذۡنِ اللّٰہِ ؕ ذٰلِکَ ہُوَ الۡفَضۡلُ الۡکَبِیۡرُ ﴿ؕ۳۳﴾35 : 33 Entonces entregamos el Libro como herencia a aquellos de Nuestros siervos que elegimos. Y entre ellos hay algunos que luchan denodadamente contra ellos mismos para hacer el bien, otros que siguen el camino recto y otros que sobresalen en las buenas obras con el agrado de Al‑lah. Aquí está en verdad la gran distinción.