- وَ لَمَّا وَرَدَ مَآءَ مَدۡیَنَ وَجَدَ عَلَیۡہِ اُمَّۃً مِّنَ النَّاسِ یَسۡقُوۡنَ ۬۫ وَ وَجَدَ مِنۡ دُوۡنِہِمُ امۡرَاَتَیۡنِ تَذُوۡدٰنِ ۚ قَالَ مَا خَطۡبُکُمَا ؕ قَالَتَا لَا نَسۡقِیۡ حَتّٰی یُصۡدِرَ الرِّعَآءُ ٜ وَ اَبُوۡنَا شَیۡخٌ کَبِیۡرٌ ﴿۲۴﴾28 : 24 Cuando llegó al agua de Madián, encontró allí a un grupo de hombres, que abrevaban a su ganado. Y tras ellos vio a dos mujeres que guardaban su ganado. Les dijo:”¿Qué os ocurre?”. Ellas respondieron: “No podemos abrevar a nuestros animales mientras que los pastores no se lleven los suyos, y nuestro padre es un hombre muy anciano”.