- فَاَوۡحَیۡنَاۤ اِلَیۡہِ اَنِ اصۡنَعِ الۡفُلۡکَ بِاَعۡیُنِنَا وَ وَحۡیِنَا فَاِذَا جَآءَ اَمۡرُنَا وَ فَارَ التَّنُّوۡرُ ۙ فَاسۡلُکۡ فِیۡہَا مِنۡ کُلٍّ زَوۡجَیۡنِ اثۡنَیۡنِ وَ اَہۡلَکَ اِلَّا مَنۡ سَبَقَ عَلَیۡہِ الۡقَوۡلُ مِنۡہُمۡ ۚ وَ لَا تُخَاطِبۡنِیۡ فِی الَّذِیۡنَ ظَلَمُوۡا ۚ اِنَّہُمۡ مُّغۡرَقُوۡنَ ﴿۲۸﴾23 : 28 Por tanto le enviamos una revelación, diciéndole: “construye el Arca bajo Nuestra mirada y de acuerdo con Nuestra Revelación. Y cuando llegue Nuestra orden y las fuentes de la tierra broten, introduce en ella a dos parejas de cada sexo, macho y hembra, y a tu familia, excepto aquellos contra quienes haya sido pronunciada ya la palabra. Y no te dirijas a Mí en lo que respecta a los malvados; ellos serán ahogados”.