- وَ لَنۡ تَرۡضٰی عَنۡکَ الۡیَہُوۡدُ وَ لَا النَّصٰرٰی حَتّٰی تَتَّبِعَ مِلَّتَہُمۡ ؕ قُلۡ اِنَّ ہُدَی اللّٰہِ ہُوَ الۡہُدٰی ؕ وَ لَئِنِ اتَّبَعۡتَ اَہۡوَآءَہُمۡ بَعۡدَ الَّذِیۡ جَآءَکَ مِنَ الۡعِلۡمِ ۙ مَا لَکَ مِنَ اللّٰہِ مِنۡ وَّلِیٍّ وَّ لَا نَصِیۡرٍ ﴿۱۲۱﴾ؔ2 : 121 Y los judíos no estarán en absoluto satisfechos contigo, ni tampoco los cristianos, salvo que sigas su religión. Diles: “en verdad, la orientación de Al-lah es la única orientación”. Y si sigues sus perversos deseos después del conocimiento que te ha venido, no tendrás en Al-lah ni amigo ni protector.