- وَ مَنۡ اَظۡلَمُ مِمَّنۡ مَّنَعَ مَسٰجِدَ اللّٰہِ اَنۡ یُّذۡکَرَ فِیۡہَا اسۡمُہٗ وَ سَعٰی فِیۡ خَرَابِہَا ؕ اُولٰٓئِکَ مَا کَانَ لَہُمۡ اَنۡ یَّدۡخُلُوۡہَاۤ اِلَّا خَآئِفِیۡنَ ۬ؕ لَہُمۡ فِی الدُّنۡیَا خِزۡیٌ وَّ لَہُمۡ فِی الۡاٰخِرَۃِ عَذَابٌ عَظِیۡمٌ ﴿۱۱۵﴾2 : 115 Y ¿hay alguien más injusto que quien prohíbe que el nombre de Al-lah sea glorificado en los templos de Al-lah y busca su ruina? No era apropiado que tales hombres entraran en ellos sino con temor. Sobre ellos caerá la ignominia en este mundo; y les está reservado un duro castigo en el próximo.