-
اِنۡ اَحۡسَنۡتُمۡ اَحۡسَنۡتُمۡ لِاَنۡفُسِکُمۡ ۟ وَ اِنۡ اَسَاۡتُمۡ فَلَہَا ؕ فَاِذَا جَآءَ وَعۡدُ الۡاٰخِرَۃِ لِیَسُوۡٓءٗا وُجُوۡہَکُمۡ وَ لِیَدۡخُلُوا الۡمَسۡجِدَ کَمَا دَخَلُوۡہُ اَوَّلَ مَرَّۃٍ وَّ لِیُتَبِّرُوۡا مَا عَلَوۡا تَتۡبِیۡرًا ﴿۸﴾17 : 8 Si actuáis bien, lo haréis para beneficio de vuestras propias almas; pero si actuáis mal, lo haréis en perjuicio de ellas. Por ello, cuando llegue la hora prometida de los últimos días, intentarán causaros aflicción, y entrar en la mezquita como entraron en ella la primera vez: destruyendo todo cuanto habían conquistado con la más completa destrucción.