¿Es costumbre de los musulmanes jugar a la lotería y a los juegos de azar?
No. Los juegos de azar están institucionalizados en casi todos los países avanzados del mundo e incluso en algunos del tercer mundo, donde no lo están a una escala tan grande, el juego se encuentra casi en todos los niveles de la sociedad como una ocupación individual a pequeña escala. Ahora bien, uno de los problemas es que en el juego el dinero cambia de manos sin participar en el proceso de desarrollo económico y producción de riqueza. Aparte, en los sectores pobres de la sociedad muchas veces ocurre que las necesidades diarias básicas de los miembros de la familia tienen que ser sacrificadas a causa del juego. Finalmente, aunque el Corán prohíbe consumir sustancias intoxicantes y jugar a los juegos de azar al mismo tiempo reconoce que existe algún beneficio parcial que se puede obtener de ello, pero que ciertamente su daño y perjuicio siempre supera sus ventajas:
“Si te preguntan sobre el vino y los juegos de azar di: ‘En ambas cosas hay un gran pecado y también algunas ventajas para los hombres; pero su mal es mayor que sus ventajas’”, (2:220).
(“La respuesta del islam a las cuestiones actuales”, Hazrat Mirza Tahir Ahmad, pp. 130-132).
